A medida que las advertencias sobre las cepas de COVID hiperinfecciosas aisladas por primera vez en el Reino Unido y Sudáfrica resuenan en los EEUU, Europa y el resto del mundo, las autoridades de Brasil temen que puedan tener en sus manos una nueva cepa aún más contagiosa y mortal que cualquier otra que el mundo haya visto anteriormente.
Según un informe publicado por el medio brasileño Universo Online, un aumento en los casos y muertes, particularmente entre pacientes más jóvenes, en la ciudad amazónica de Manaos (situada en el noroeste de Brasil) ha llamado la atención de los profesionales de la salud que trabajan en la primera línea de la pandemia en el gigante latinoamericano.
Varios funcionarios con conocimiento directo de la situación señalaron que esta nueva "variante" puede ser responsable de unos síntomas más severos y un ritmo de propagación más rápido. El cambio más alarmante ha sido el aumento en las muertes entre los jóvenes, que ahora están muriendo en mayor número que en la oleada anterior del brote. Según los registros de defunción de Manaos de los últimos 30 días citados por ULO, cuatro de cada diez muertes durante ese tiempo involucraron a pacientes menores de 60 años en el estado.
La UOL analizó el último Portal de Transparencia de datos de las oficinas de registro. Hubo 710 muertes en el estado (ya que aún puede aumentar), de las cuales 285 fueron personas menores de 60 años, o el 40,1% del total. Antes de ese período, este porcentaje era del 36,5%. “Sin duda están muriendo muchos más jóvenes. No estamos hablando solo de un grupo de riesgo: esto es en todos los grupos de edad, afectando a bebés, niños, adolescentes incluso sin comorbilidad” , señala la infectóloga Silvia Leopoldina, quien también trabaja en las redes públicas estatales y municipal de Manaus. El médico dice que hubo cambios en el comportamiento de la enfermedad en el estado. “Antes, los primeros síntomas de severidad aparecían alrededor del décimo día en adelante. Ahora hay pacientes que, con siete, ocho días, están involucrados en el 75% de ambos pulmones”.
El investigador Noaldo Lucena, que trabaja en clínica popular, atención domiciliaria y hospitales públicos, señaló que, aunque no podía decir con certeza qué es, "Algo muy diferente está sucediendo en Manaos. No sé si es una nueva cepa o si es algo diferente. Pero los que están en primera línea están viendo un aumento en la gravedad de los casos". Las nuevas cifras de infección y muerte son tan graves, que van más allá del mayor contagio ya conocido de la nueva variante del virus.
“Claramente, estamos ante un ser invisible que es mucho más patógeno y transmisible. Hoy llegan familias enteras con los síntomas al mismo tiempo, antes era uno a la vez”. Lucena agregó que los pacientes en Manaos también están experimentando daños más graves en sus pulmones.
"Este año, he visto 150 personas más aquí en la clínica y 300 más en el servicio público. Yo digo que menos del 2% de ellos tenían una discapacidad leve. El resto eran más del 50%. Algunos con 70%, 80%, 90%, requiriendo hospitalización inmediata e incluso soporte ventilatorio ”. El daño pulmonar también es cada vez más difícil de detectar en el examen inicial: "Auscultas los pulmones del paciente y no escuchas nada. Pero cuando ves la imagen tomográfica, no crees cómo hay un compromiso tan grande con tan poca repercusión clínica notable".
Si bien los investigadores aún están trabajando para confirmar exactamente qué está causando el aumento en las muertes y la gravedad en Manaos, los mayores temores persisten: que las nuevas mutaciones de COVID-19 puedan atravesar la inmunidad de infecciones pasadas y hasta la propia vacuna.
Se supone que las victimas son negros e indigenas y el gobierno militar-racista no hara nada para cambiar la suerte de su pueblo.
ResponderBorrarY Bolsonaro los amenaza con los militares.