Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
martes, 24 de marzo de 2020
Putin felicita a China por su respuesta al coronavirus mientras Foreing Affars se preocupa por EEUU
Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada
El Covid-19 no trastoca el nuevo desorden global tripolar (https://bit.ly/2U6Fq4h); sólo lo profundiza. Breitbart, íntimo de Trump, expone que en una llamada a Xi Jinping, Putin alaba la respuesta de China al coronavirus (https://bit.ly/33DxVoQ). La agencia TASS elogia el éxito del gobierno y pueblo chinos para contrarrestar la difusión de la pandemia (https://bit.ly/3dm2xiL). Vladimir Putin apreció la contribución de China para salvaguardar la salud y seguridad de los pueblos en el mundo (https://bit.ly/33A59oM).
EEUU y China se culpan del origen del Covid-19 (https://bit.ly/3djyY1k), mientras la comunicación pública de Vladimir Putin y el mandarín Xi demuestra que Rusia adopta la postura de Pekín (https://bit.ly/2WzHyDs). China salió beneficiada, en medio de la grave pandemia, por la brutal caída del petróleo que afectó en forma severa a la industria del petróleo/gas lutita (shale oil/gas) de EEUU (https://bit.ly/2QCWMDT).
Xi Jinping ha estado muy activo en sus llamadas telefónicas y el 16 de marzo charló con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, con el fin de combatir la epidemia y contribuir a la construcción de la Ruta Sanitaria Global de la Seda (https://bit.ly/2J48RO7). China parece haber controlado la pandemia y ahora aporta su ayuda, tanto en equipo como en personal, a varios países: Italia, España, Irán, Panamá, Serbia, etcétera.
En EEUU, Trump rectificó su displicencia inicial y ya pasó a una contraofensiva espectacular decretando la guerra al Covid-19, a grado tal de arrojar un millón de millones de dólares desde los helicópteros, al estilo extravagante de Ben Shalom Bernanke, ex gobernador de la Reserva Federal, y ha invocado poderes de guerra –la Enmienda de Producción de Defensa (https://bit.ly/2WyRMDO)– con la firma de su Orden Ejecutiva del 18 de marzo sobre la Jerarquía y la Asignación de Recursos Médicos y a la Salud (https://bit.ly/3acFqW3).Llama la atención su énfasis jerárquico a la salud antes que a la economía.
Trump ha de encontrarse aterrado por la información privilegiada sobre el desempeño del Covid-19 cuando cabe señalar que su secretario del Tesoro, el israelí-estadounidense Steven Mnuchin, muy cercano a su yerno Jared Kushner, proviene de la correduría Goldman Sachs que acaba de publicar un reporte dantesco sobre el demoledor impacto a la economía de EEUU (http://dailym.ai/2Ubbc05). Asombra que la aceptación de Trump haya incrementado a 55 por ciento, pese al desplome salubre/económico/petrolero/bursátil (https://abcn.ws/2Uxn4sq).
El portal Politico, muy cercano a Soros y al Partido Demócrata, constata que el virus empuja la relación de EEUU con China a una fractura, lo cual puede socavar el futuro de la estabilidad global (https://politi.co/2WxIEQ3). Inclusive, no faltan los enemigos de Trump quienes aducen que usa la pandemia para avanzar su agenda contra China y reducir los impuestos con fines electoreros.
Kurt Campbell –anterior secretario asistente de Estado para el Este de Asia y los asuntos del Pacífico durante la presidencia de Obama– publica en la revista Foreign Affairs, portavoz del influyente Council on Foreign Relations (https://www.cfr.org), que el coronavirus puede reconfigurar el orden global cuando China maniobra para su liderazgo internacional, mientras EEUU desfallece (https://fam.ag/2QAs2mU).
Kurt Campbell alega que conforme Washington desfallece (sic), Pekín se mueve rápida y expertamente (sic) para tomar ventaja por la grieta creada por los errores de EEUU, llenando el vacío para posicionarse como el líder global en la respuesta a la pandemia, por lo que trabaja para ofrecer su propio sistema, proveer asistencia material a otros países y aún organizar a otros gobiernos.
Acepta la exhibición muy bien publicitada del material de asistencia apabullantemente fabricado en China –cubrebocas, respiradores e ingredientes farmacéuticos activos. En contraste, EEUU carece del abasto y la capacidad, y ahora compite con Alemania y China para fabricar la vacuna del Covid-19. La vacuna no va a reconfigurar el orden mundial. La llamada entre Xi y Putin sí.
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