“Ahora imagine al presidente Obama no pudiendo volar en el avión presidencial a una reunión cumbre por temor a que un tenedor de bonos le quite las llaves. El transportista Enterprise detenido en Okinawa. El auto familiar de un funcionario consular detenido e incautado en Beijing. El control de la cuentas de Obama ligadas a un fondo de inversión”.No es el relato de una novela. Tampoco una imaginación surrealista o la trama de una ficción llevada al cine.
El párrafo transcripto forma parte de un análisis publicado por el diario Los Angeles Times el 15 de enero, en una nota que titula “Argentina es aleccionador en el debate del límite de la deuda de EEUU” (“Argentina is cautionary tale as U.S. debates debt limit”).
En la bajada del título dice: “Acreedores están tratando de apoderarse de pertenencias de Argentina que incumplió el pago de sus bonos en 2001. ¿Podría suceder lo mismo a Estados Unidos? (“Creditors are trying to seize the property of Argentina, which defaulted on its bonds in 2001. Could the same thing happen to the U.S.?)
La nota luego continúa:
“Esto puede sonar inverosímil. Consultado a expertos en deuda internacional dicen que es improbable. Pero el gobierno de USA ha dicho que si algún tribunal falla contra Argentina -tal como aquellos que permitieron a los acreedores embargar propiedades argentinas- podría “salir el tiro por la culata” y fallar en contra los Estados Unidos. El Departamento de Estado y el Tesoro dijeron en un informe a fin de abril que están preocupados por que la sentencia podría entusiasmar a algún tribunal extranjero “a emitir ordenes contra los Estados Unidos y sus propiedades en el exterior”. Esto socavaría el principio de inmunidad soberana que protege al personal diplomático de USA, embajadas y activos militares en el exterior”.Si bien es cierto que a lo largo de la nota el default de Estados Unidos está planteado como una hipótesis improbable de suceder, también es cierto que el análisis evita ser contundente al no afirmar que sea imposible que suceda.
No es casual que este debate esté instalado en USA si tenemos en cuenta que por tercer año consecutivo su Congreso en pleno funcionamiento, a la luz de los fuegos artificiales reciben el Nuevo Año en agitadas y nerviosas negociaciones. La inquietud: evitar el default.
Por más sorprendente que parezca, lo cierto es que en Estados Unidos se habla de default. Lo increíble que se refieren al de ellos, no al nuestro.
Claro, para Estados Unidos es más sencillo, autorizan contraer más endeudamiento, abusan de la emisión de dólares y “problema solucionado”. Por esta razón - entre otras- para ellos el default tiene una versión más edulcorada: “default técnico”. Los niveles de déficit y endeudamiento de Estados Unidos no tienen ninguna relación lógica con cualquier variable económico con la que se la quiera comparar.
Más grave es aún el desequilibrio económico de países desarrollados tales como España, Grecia, Irlanda, Portugal, Inglaterra, Italia, Japón para citar algunos ejemplos. Al default siempre lo analizaron con los ojos del acreedor preocupado por cobrar sus acreencias. En tanto hoy deben mirarlo desde sus propias dificultades de pago. No es casual entonces que ante la dureza de las medidas que aplicaron históricamente contra países deudores a través de la peor cara de organismos multilaterales de crédito como el FMI, ahora teman que se les pueda venir en contra y como la propia nota lo dice: “les salga el tiro por la culata” (backfire).
Mientras tanto en Europa los problemas continúan profundizándose y el costo se lo hacen pagar a los más débiles. Historia conocida por nosotros durante la etapa “fondomonetarista”.
En este escenario, los argentinos haciendo frente a nuestros compromisos con esfuerzo y ahorro propio, recuperamos soberanía e independencia en nuestros márgenes de maniobrabilidad. Un ejemplo que el mundo debería imitar.
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*Diputado Nacional (MC)
Estamos Unidos y Organizados con Cristina ! nadie nos va a poder sacar la felicidad de este momento NAC & POP
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