El Gobierno de Estados Unidos ha revisado a la baja la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para 2011 en cinco puntos: desde el 3,2% previsto originalmente, hasta el 2,7% de hoy. Sin embargo, considera que la economía tomará un ritmo mejor el próximo año, alcanzando el 3,6% en 2012. Estas cifras las dio a conocer el presidente Barack Obama durante la presentación del presupuesto para el año fiscal 2012.
La cifra para el crecimiento del año 2010 también fue corregida a la baja. En su última revisión, a finales de enero, el Gobierno estimó que el avance de la mayor economía del planeta fue del 2,9%. No obstante, se sinceró en el 2,7%, la misma cifra que ha sido proyectada para este año. El año 2009, la economía de EEUU se contrajo un 2,6%.
En el último trimestre de 2010, el ritmo de crecimiento fue de 2,5% respecto al periodo julio-septiembre, también por debajo del cálculo preliminar que se dio a conocer en enero, y que lo situaba en el 3,2%. Una de las consecuencias de este bajo ritmo es la incapacidad de la economía estadounidense para reducir la elevada tasa de desempleo, que cerró 2010 en 9,6% y para 2011 y 2012, se estima que bajará a un ritmo lento que lo dejaría en 9,3% y en 8,6%, respectivamente.
Según las previsiones de la Casa Blanca no será hasta 2015 cuando el desempleo en EEUU se sitúe en los niveles habituales para el país: 5,9%. Estas perspectivas económicas concuerdan con lo indicado por Ben Bernanke la semana pasada cuando afirmó que el índice de desempleo se mantendrá alto "por bastante tiempo" dada la lenta reactivación económica que vive Estados Unidos.
A su vez el déficit presupuestario golpeará el techo del 10,9% durante los próximos meses, convirtiéndose en uno de los mayores de la historia. Esto no debe extrañar si entendemos que la deuda pública de Estados Unidos supera el 100% del PIB, un hecho que ha sido considerado como algo aterrador.