La fuerte caída de la actividad económica reflejada en el Imacec de -3,9% en febrero, es una prueba irrefutable de que la recesión mundial ha llegado con toda su fuerza a Chile. El descenso sostenido de la producción industrial, que culmina con una caída de -11,5% en doce meses, es elocuente en este sentido, ya que refleja un ritmo de deterioro similar al de las economías avanzadas y un espectro de influencia muy amplio y dañino. El 85% del universo del sector manufacturero está declinando su actividad, incluyendo productos ligados al consumo interno, a las exportaciones y a la formación de capital fijo.
Aunque las cifras de desempleo que entrega el INE no son tan evidentes debido al patrón de promedios móviles trimestrales, el actual ritmo del desempleo puede llevar a tasas del orden del 11% al 12% en los próximos meses. Los pronósticos preliminares para marzo también tienden a la baja producto de las fuerte caída de las exportaciones e importaciones de la primera quincena, dando cuenta del fuerte ajuste que sufre el consumo interno. Estos últimos datos dan cuenta que el crecimiento del PIB en Chile estará muy cerca del 0%, e incluso puede ser negativo. Todo esto demuestra las nefastas políticas que adoptó el Banco Central el año pasado cuando subió paulatinamente la tasa de interés, sin advertir la enorme crisis mundial que se estaba fraguando.
Marco
ResponderBorrares muy alarmante en realidad la participación del banco central y su complicidad en la profudización de la crisis. De nada sirvio, y violvieron a cometer los mismos errores de 1998. Diez años más tarde, De Gregorio hizo el mismo camino de Massad. Es una verguenza