Con la caída del PIB a 6,2% Estados Unidos tiene pocas posibilidades de mejorar su situación económica en el corto plazo, y así lo ha señalado Barack Obama. Desde inicios de 1982 esta es la peor contracción sufrida por EEUU, producto de una enorme caída en la demanda. En 25 años no se había visto un desplome de tal magnitud, lo que aleja las esperanzas de una pronta recuperación.
Para Obama uno de los principales desafíos es destrabar los paralizados mercados del crédito. Por ello espera obtener resultados satisfactorios a partir del lanzamiento de una nueva facilidad de crédito por parte de la Reserva Federal y el Tesoro, lo que es prioridad para el mandatario. La iniciativa para promover el consumo generará préstamos por hasta un billón (millón de millones) de dólares.
Esta propuesta para contrarrestar los paupérrimos indicadores de la mayor economía del planeta, aparecen apenas dos semanas después de que el presidente firmara un paquete de estímulo por 787 mil millones de dólares para revertir los efectos de la crisis global.
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