La actual crisis ha puesto en peligro gran parte de los avances que el mundo ha realizado en los últimos quince años en materia de reducción de la pobreza. El panorama a largo plazo todavía es incierto, porque dependerá en gran medida de lo que hagamos en el corto plazo. Pero esta crisis se originó mucho antes. Me refiero a la crisis generada por un modelo de globalización desequilibrado e injusto, que en los últimos treinta años ha sobrevaluado el papel del mercado, devaluado el papel del Estado y menoscabado la dignidad del trabajo y el respeto por el medio ambiente. Si no corregimos estos desequilibrios, el largo plazo será tan oscuro como el presente.
Somavía explicó que la situación es especialmente delicada para los países en desarrollo, como algunos de Latinoamérica, donde al aumento del desempleo se ha sumado un incremento de la pobreza laboral, con trabajadores que ganan menos de dos dólares al día.
Para salir de la actual situación, Somavía recalcó la importancia de promover el flujo de capitales para dinamizar las economías e instó a los bancos a prestar dinero; "Los bancos deben retomar su papel tradicional de prestar dinero a empresas y personas, los verdaderos motores de la economía, para que éstos inviertan, comercien y consuman".
Via |La Nación
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