miércoles, 11 de septiembre de 2024

Rusia contrarresta la ofensiva de Ucrania en Kursk

En Donbass, los acontecimientos confirman la estrategia de Putin de que una derrota aplastante de las tropas ucranianas en los sectores más cruciales del frente conduciría inevitablemente a que todas las fuerzas armadas de Zelensky perdieran capacidad de combate. De hecho, ya hay indicios de que esto va a ocurrir.

M. K. Bhadrakumar, Indian Punchline

El presidente ruso Vladimir Putin ha superado en astucia a Occidente con su respuesta a la ofensiva ucraniana en Kursk hace un mes, que fue ampliamente celebrada como un punto de inflexión en el conflicto.

En efecto, el conflicto se encuentra hoy en un punto de inflexión, pero por una razón totalmente distinta, en la medida en que las fuerzas rusas aprovecharon la insensatez del despliegue ucraniano de sus brigadas de choque y de los preciados blindados occidentales en la región de Kursk para alcanzar una posición inexpugnable en las últimas semanas en los campos de batalla, lo que abre la puerta a múltiples opciones en el futuro.

Por el contrario, Occidente se encuentra en un «Zugzwang», una situación propia del ajedrez por la que se ve obligado a mover cuando preferiría pasar.

martes, 10 de septiembre de 2024

Las intervenciones de EEUU en los procesos políticos de otros países

Tal vez el caso más extremo y documentado de la intervención de EEUU en procesos electorales de otros países fue el de Chile; primero, para evitar el triunfo de Salvador Allende en 1970, y después para derrocarlo, en 1973. El secretario de Estado Henry Kissinger (1973-1977) argumentó entonces que una nación no podía volverse comunista por “la irresponsabilidad de su pueblo”.
La imagen es de 2015.

David Brooks, La Jornada

La clase política estadunidense dice estar indignada ante supuestos intentos externos –sobre todo de Rusia– para influir en su proceso electoral, pero lo más asombroso no son esas revelaciones, sino la pretensión de autoridad moral en Washington para denunciarlas sin primero mirarse en el espejo.

El gobierno de Joe Biden decomisó sitios de Internet que dice son usados por el Kremlin y acusó a empleados de RT (antes Russia TV), la semana pasada, de ser parte de un complot ruso de millones de dólares para crear y difundir desinformación por medios cibernéticos con el propósito de influir en la eleccion presidencial estadounidense.

No tendremos ninguna tolerancia a intentos de gobiernos autoritarios de explotar nuestros sistemas democráticos de gobierno, declaró el procurador general Merrick Garland. El Departamento de Estado declaró: no toleraremos que actores extranjeros malignos interfieran intencionalmente y minen a las elecciones libres e imparciales.

Las autoridades estadounidenses insisten en que el Kremlin es la principal amenaza a las elecciones estadounidenses. En la contienda de 2016, acusaron que Rusia intervino a favor de la campaña de Trump, algo que Hillary Clinton y la cúpula demócrata, insisten, explica cómo perdieron esa elección y con ello evadir responsabilidad por su derrota.

¿Armar a un Estado genocida para pedirle luego moderación?


Jonathan Cook, Middle East Eye

Hay muchas razones por las que Gaza lleva meses fuera del radar de la mayoría de los medios de comunicación occidentales, a pesar de que el enclave se está convirtiendo en una zona de exterminio cada vez mayor.

Una de ellas es que, casi un año después de lo que el Tribunal Mundial ha calificado de «genocidio plausible», en el que Israel ha mantenido alejados a los periodistas occidentales y ha matado a la mayoría de los periodistas palestinos, además de expulsar a las organizaciones internacionales de ayuda y a las Naciones Unidas, casi no queda nadie que nos cuente lo que está ocurriendo.

Solo tenemos instantáneas del sufrimiento individual, pero no la visión de conjunto. ¿Cuántos palestinos han muerto? Sabemos que hay al menos 40.000 muertos a manos de Israel: las muertes registradas por los funcionarios palestinos antes de que se colapsara el sistema sanitario. Pero ¿cuántos más? ¿El doble? ¿Por cuatro? ¿Por diez? La verdad es que nadie lo sabe.

¿Y qué decir de la hambruna que asola Gaza desde hace muchos, muchos meses, mientras Israel bloquea sistemáticamente la entrada de ayuda al enclave, de acuerdo con su promesa de octubre pasado de negar a los palestinos de allí alimentos, agua y energía?

lunes, 9 de septiembre de 2024

La masacre en Cisjordania solo hunde más a "Israel"

La agresiva expansión de Israel en Cisjordania, que se hace eco de la devastación en Gaza, revela una estrategia más amplia para aplastar a la resistencia palestina, ejercer un mayor control y remodelar la región, aunque lo único que consigue es acelerar el colapso del marco de Oslo y de la colaborativa Autoridad Palestina.

Khalil Harb, The Cradle

La actual invasión israelí de la ya ocupada Cisjordania ha puesto al descubierto la cruda realidad de Israel y su ocupación de Palestina durante décadas: el alcance del extremismo en el seno de su gobierno, las tácticas repetitivas e ineficaces de su ejército, la menguante “autoridad” de Mahmud Abbas, la obsolescencia de los Acuerdos de Oslo, el aumento de la presión sobre la monarquía jordana y la innegable complicidad de Estados Unidos en estas atrocidades cotidianas.

Esta gran ofensiva en Cisjordania, la mayor del Estado de ocupación desde la Segunda Intifada, tiene profundas implicaciones. Mientras el gobierno israelí continúa su undécimo mes de guerra contra la Franja de Gaza, ha expandido su campaña genocida a otra parte de la Palestina histórica, señalando una nueva fase del conflicto similar a una ‘Gaza 2.0’.

Gaza 2.0

Al atacar Cisjordania, Israel ha dejado claro que sus acciones contra Gaza no fueron únicamente una reacción a la operación de resistencia del año pasado dirigida por Hamás, Al-Aqsa Flood, sino que forman parte de una estrategia más amplia para “judaizar” toda Palestina, como han afirmado continuamente los grupos de resistencia palestinos desde que estalló la última guerra.

Salvador Allende, si hubiese sido…


Marcos Roitman Rosenmann, La Jornada

Siempre en septiembre, mes del golpe de Estado en Chile, nos encontramos con los adoradores de la posverdad entonando su mea culpa. Su método de análisis, reinterpretar los hechos bajo un como sí. De esta manera la instauración de la dictadura civil militar, el bombardeo de La Moneda, el asesinato, persecución política, tortura, los detenidos desaparecidos, pueden ser vistos al margen de la historia, haciendo tabula rasa de la estructura de clases, la situación de dependencia económico-política y las relaciones internacionales. En su lugar, presentan un relato de política ficción. Todo el peso del argumentario se centra en contrastar lo que pudo ser y no fue.

Si Allende no hubiese sido marxista, si no hubiese sido socialista, si no hubiese sido masón, si no hubiese sido un demócrata, si no hubiese defendido el programa de la Unidad Popular, si no se hubiese enfrentado a la oligarquía, si hubiese sido comprensivo con los intereses de Estados Unidos.

La lista de los no hubiese es larga. A la cual se deben sumar las descalificaciones personales. Era mujeriego, infiel, gustaba ir bien vestido. En definitiva, era pequeño burgués con ínfulas de grandeza.

domingo, 8 de septiembre de 2024

El capitalismo, la ira de las masas y las elecciones de 2024


Richard D.Wolff, Counter Punch

Tras su enorme derrota el 30 de junio de 2024, cuando el 80 por ciento de los votantes rechazó al presidente francés “centrista” Emmanuel Macron, dijo que entendía la ira del pueblo francés. En el Reino Unido, el perdedor conservador Rishi Sunak dijo lo mismo sobre la ira del pueblo británico, como lo dice ahora el líder laborista Starmer mientras la ira estalla. Por supuesto, esas frases de esos políticos generalmente significan poco o nada y logran menos. Esos líderes y sus partidos simplemente siguen calculando cuál es la mejor manera de recuperar el poder cuando lo pierden. En eso, son como los demócratas estadounidenses después de la actuación de Biden en su debate con Trump y como los republicanos estadounidenses después de la derrota de Trump en 2020. En ambos partidos, un pequeño grupo de líderes principales y donantes importantes tomó todas las decisiones clave y luego organizó el teatro político para ratificar esas decisiones. Incluso sorpresas como la sustitución de Biden por Harris son desviaciones temporales de la reanudación de la política como de costumbre.

Sin embargo, a diferencia de Trump, los demás perdieron oportunidades de identificarse con una base masiva ya organizada de gente enojada. Trump tropezó con esa identificación al decir en voz alta y con crudeza lo que los políticos tradicionales consideraban públicamente indecible sobre los inmigrantes, las mujeres, la OTAN y los tabúes políticos tradicionales. Eso marcó el tono para que Trump luego redoblara la apuesta al insistir en que había ganado las elecciones de 2020, pero que le habían estafado. La ira masiva de las poblaciones que se sentían victimizadas en su vida cotidiana encontró un portavoz que denunciaba en voz alta victimizaciones paralelas. Trump y su base comprendieron que juntos podrían victimizar a sus victimarios.

¿Quién provocó la guerra en Ucrania?


John J. Mearsheimer, John`s Substack

La cuestión de quién es responsable de provocar la guerra en Ucrania ha sido un tema profundamente controvertido desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022.

La respuesta a esta pregunta es de enorme importancia porque la guerra fue un desastre por diversas razones, la más importante de las cuales es que Ucrania quedó efectivamente destruida. Ha perdido una parte considerable de su territorio y es probable que pierda aún más, su economía está hecha jirones, un gran número de ucranianos están desplazados internamente o han abandonado el país y ha sufrido cientos de miles de pérdidas. Por supuesto, Rusia también pagó un precio de sangre importante. A nivel estratégico, las relaciones entre Rusia y Europa, por no hablar de Rusia y Ucrania, se han visto envenenadas en el futuro previsible, lo que significa que la amenaza de una guerra importante en Europa nos acompañará incluso después de que la guerra en Ucrania se convierta en un conflicto congelado. Quién es responsable de este desastre es una cuestión que no desaparecerá pronto y, en todo caso, probablemente se volverá más importante a medida que la escala del desastre se vuelva más evidente para cada vez más personas.

Clase y pueblo según Dussel, intérprete de Marx


Fabio Ciabatti, Sinistrainrete

Un Marx que critica la economía política desde el punto de vista ético, es decir, desde el punto de vista de la materialidad de la vida, de la subjetividad corporal del trabajador entendido como no ser del capital. Una crítica que parte del exterior, de lo que excluye la totalidad del capital. Esta es la interpretación de Marx que resulta en cierto modo sorprendente, pero siempre sustentada en un conocimiento sólido de los textos que nos presenta Enrique Dussel, un estudioso argentino fallecido el año pasado. Un estudioso que, partiendo de la teología de la liberación, se declaró discípulo de Marx en los años 1990 para rechazar la idea ahora común de que el revolucionario alemán debería ser considerado un "perro muerto".

Marx y la modernidad, recientemente traducido al italiano por Antonino Infranca, es un texto formado a partir de la transcripción de un ciclo de conferencias celebradas en La Paz por Dussel en 1995 y puede leerse como una introducción suficientemente completa a la obra del pensador sudamericano. El origen geográfico es fundamental porque la valorización de la externalidad que hemos mencionado surge precisamente desde el punto de observación que representa la periferia del imperio.

sábado, 7 de septiembre de 2024

El frente decisivo está en el Donbass

La derrota ucraniana representará claramente una derrota política para la OTAN en su conjunto, y también representará una derrota para el modelo militar atlántico. Muestra también que el poder bélico de Estados Unidos, que por supuesto sigue siendo muy considerable, se está desmoronando, quizás incluso más rápidamente que el poder del dólar

Enrico Tomaselli, Giubbe Rosse News

La caída de Ucrania fue depender de la OTAN, creyendo que era verdaderamente la potencia invencible que decía ser. Por supuesto, esto ha permitido el enriquecimiento de su liderazgo, y la corrupción generalizada en todos los niveles ha favorecido no sólo la acumulación de grandes fortunas sino también una redistribución más amplia del ingreso, pero en términos colectivos, nacionales, esta elección de campo fue desastrosa. La devastación económica, social y demográfica es tan evidente que ni siquiera vale la pena discutirla. Menos evidente, sin embargo, es el efecto nocivo que ha tenido la subordinación militar, es decir, la imposición a las fuerzas armadas de Kiev de un modelo estratégico, operativo y táctico inspirado en el de la OTAN, para el cual no sólo no estaban preparadas (e inadecuadas), sino que resultó estar peligrosamente equivocado.

Como ya se ha dicho muchas veces, la doctrina militar estadounidense y, por tanto, la occidental en general, todavía se basa en algunos pilares conceptuales que, sin embargo, ya no se reflejan en la realidad. El primero de estos pilares es la idea de la supremacía tecnológica absoluta, que en sí misma debería garantizar un dominio indiscutible. El segundo es, en consecuencia, la capacidad de infligir pérdidas decisivas ya en la primera fase de un conflicto. La tercera, también consecuente, es la creencia de que la victoria puede lograrse rápidamente. Estos tres supuestos convergen para esbozar un modelo de conflicto caracterizado por una asimetría absoluta; Además, no es casualidad que la doctrina estratégica estadounidense se base a su vez en el principio de impedir el ascenso de una potencia con capacidades equivalentes.

Una autopista hacia el infierno

Las armas nucleares ofrecen una ilusión de seguridad. Al permitir que la postura nuclear de EEUU pase de la disuasión al empleo, habrá un escenario en el que EEUU utilizará armas nucleares. Y entonces se apagarán las luces

Scott Ritter, Cosortium News

Ha ocurrido algo interesante en el camino hacia el Armagedón.

En enero de 2017, el entonces vicepresidente Joe Biden, hablando en la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, advirtió sobre los peligros inherentes a la ampliación de la financiación de las armas nucleares y, por extensión, al aumento de su importancia.
«Si los futuros presupuestos invierten las decisiones que hemos tomado y destinan más dinero a la acumulación de armamento nuclear”, dijo Biden -refiriéndose a las políticas de la administración Obama que incluían asegurar el Nuevo Tratado START que limitaba el tamaño de los arsenales nucleares de Estados Unidos y Rusia-, “se retrotraerá a la Guerra Fría y no contribuirá en nada a aumentar la seguridad cotidiana de Estados Unidos o de nuestros aliados”.
Más tarde, en 2019, Biden, ahora candidato a la presidencia comentó la decisión tomada por el presidente Donald Trump de desplegar dos sistemas de misiles -un misil de crucero aún en desarrollo y el misil balístico lanzado desde submarinos Trident desplegado a bordo de los submarinos clase Ohio de la Marina estadounidense- armados con una nueva ojiva nuclear de bajo rendimiento.
“Estados Unidos no necesita nuevas armas nucleares”, declaró Biden en una respuesta escrita a las preguntas formuladas por el Consejo para un Mundo Habitable. “Nuestro actual arsenal de armas… es suficiente para satisfacer nuestras necesidades de disuasión y de alianza”.

viernes, 6 de septiembre de 2024

Antonio Gramsci: Faro del Nuevo Mundo

«Podéis matarme, pero la idea que hay en mí nunca la mataréis»

Giacomo Matteotti

Alessandro Fanetti, Geopolitika

Antonio Gramsci es uno de los más grandes pensadores que ha visto Italia (y el mundo). Un pensador que podría tener decenas de títulos más, como político, filósofo y escritor. Un hombre que dio su vida por sus ideales y dedicó toda su existencia a hacer madurar conceptos que hasta entonces eran poco conocidos y comprendidos en el panorama mundial. Una vida, por lo tanto, al servicio de los demás, para la construcción de una sociedad más justa y de un mundo mejor. Sin olvidar nunca a las personas que amó hasta el último momento de su vida (a las que escribía recurrentemente incluso desde la cárcel y de las que esperaba ansiosamente cartas de respuesta) y ciertamente también gracias a las cuales consiguió soportar años de dura prisión fascista: Tania, Iulca, Mamma, Delio, Giulia, etc. [1]. El encarcelarlo (hasta la muerte) fue considerado por el régimen que gobernó Italia de 1922 al 43 como la única arma capaz de detener el impulso de las ideas de Antonio Gramsci.

Una ola arrolladora que, sin embargo, no se extinguió entre las cuatro paredes donde estuvo relegado demasiados años, sino que se desbordó imparable, barriendo los cuatro puntos cardinales del planeta. Por ello, aún hoy, casi 90 años después de la muerte del ilustre comunista sardo (líder indiscutible de los comunistas italianos desde el nacimiento del PCI en 1921), sus conceptos, pensamientos, propuestas y personalidad son estudiados, analizados y a menudo adoptados en la organización de las sociedades en su conjunto. Estudiados y analizados no sólo por quienes se inspiran en su persona y sus ideales, sino también por quienes están en las antípodas de estos ideales: en primer lugar, las élites liberal-democráticas que dirigen el llamado «Occidente político». Los estudios y “tomas de tierra” que se dan en América Latina y el Caribe han resultados ser uno de los terrenos más propicios, gracias a movimientos populares y gobiernos, que consideran los análisis de Gramsci un faro indispensable.

El caso Nord Stream causa estragos en la narrativa propagandistica occidental


Giulio Chinappi, CeSe-M.eu

Las nuevas revelaciones sobre el ataque al gasoducto Nord Stream están desestabilizando la narrativa occidental y provocando tensiones en el seno del frente atlantista, mientras surgen dudas sobre el papel de Estados Unidos y la continuidad del apoyo europeo a Kiev.

Las últimas revelaciones sobre los ataques a los gaseoductos del Nord Stream, que transportaban gas ruso a Alemania para abastecer a toda Europa Occidental, no sólo han desmentido por enésima vez la fantasiosa teoría del autoataque ruso, pregonada durante mucho tiempo por los medios de comunicación occidentales, sino que han creado una mayor desorganización en la narrativa dominante ofrecida por los medios de comunicación y los medios que forman parte de la estrategia de guerra híbrida contra Rusia.

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