martes, 2 de enero de 2024

Los cuatro jinetes del apocalipsis capitalista-imperialista

Paul Street, Counter Punch

Los seguidores de mis escritos habrán notado, espero, que sostengo repetidamente que el capitalismo produce cuatro jinetes apocalípticos que se refuerzan y multiplican mutuamente: el ecocidio, el pandemicidio, la guerra nuclear potencialmente terminal y el fascismo.

El capitalismo en la raíz oscura


Quiero ahondar aquí en esta formulación, explicando cómo el capitalismo genera cada una de estas amenazas apocalípticas y cómo los «cuatro jinetes» se refuerzan y, de hecho, se multiplican entre sí.

Empecemos por el primer jinete oscuro, el ecocidio. Aquí me refiero únicamente al cambio climático, siendo plenamente consciente de que el capitalismo produce numerosas «grietas ecológicas» además del calentamiento global (e íntimamente relacionadas con él).

La base económica subyacente del capitalismo requiere un crecimiento constante y cancerígeno, poniendo así en grave riesgo la ecología habitable. En la era de los combustibles fósiles, en los que el capitalismo está profunda y de hecho terminalmente invertido, este requisito está convirtiendo el planeta en una gigantesca Cámara de Gases de Efecto Invernadero. La combinación de crecimiento constante y combustibles fósiles ha creado una catástrofe climática épica que está sometiendo a la humanidad y a incontables otras especies a un asedio térmico.

Un diagnóstico del desmantelamiento del orden mundial


Markus Siira, Euro Synergies

¿Podría derrumbarse el actual sistema social capitalista occidental? ¿Y puede una democracia liberal que se derrumba repararse a sí misma? ¿Están destinados Estados Unidos y el «Occidente colectivo» que lidera a experimentar algo similar al colapso de la Unión Soviética?

La década de 1990 fue un periodo oscuro para Rusia, marcado por la codicia de los oligarcas, la anarquía generalizada y el caos social. Sin embargo, el reinado clintoniano de Yeltsin llegó finalmente a su fin. Rusia no dejó de existir, aunque el sistema político y económico soviético se derrumbó, pero la Federación optó por reformar su economía y su política. A pesar de la guerra híbrida y de la política de sanciones de Occidente, la Rusia de Putin no muestra signos de colapso.

¿Qué nos depara el año que comienza? No hay duda de que la «permacrisis» (una era de inestabilidad marcada por guerras, crisis económicas y otras catástrofes interrelacionadas) continuará. Economistas, politólogos y astrólogos predicen que el ritmo no hará sino acelerarse en 2024. Incluso en Finlandia, miembro de la OTAN, las cosas serán difíciles hasta que nuestro país vuelva al modo «ciclo cósmico».

Netanyahu quería "derribar" a Hamás. Esta guerra podría derribar a Israel

El bombardeo y la destrucción de Gaza por parte de Israel supera los bombardeos de Frankfurt, Colonia y Dresde durante la Segunda Guerra Mundial. Netanyahu destruyó en dos meses lo que en la SGM tardó dos años
David Hearst, Sin Permiso

Tras una embestida israelí especialmente intensa durante el asedio de Beirut en julio de 1982, el presidente estadounidense Ronald Reagan llamó a Menajem Begin, primer ministro israelí, para exigirle el cese de los bombardeos.

"Aquí, en nuestros televisores, una noche tras otra, se le muestran a nuestro pueblo los signos de esta guerra, y es un holocausto", afirmó Reagan.

A diferencia del demócrata que ocupa hoy la Casa Blanca, un presidente republicano norteamericano pudo y estuvo dispuesto a respaldar sus palabras con hechos. Estados Unidos detuvo las municiones de racimo y la venta de F16 a Israel.

Las cifras de víctimas de la guerra del Líbano varían enormemente. Según las estimaciones libanesas, murieron 18.085 libaneses y palestinos en los cuatro meses posteriores al lanzamiento de la invasión. Las cifras de la OLP fueron: 49.600 civiles muertos o heridos.

En sólo dos meses, Israel ha matado a una cifra semejante de gente, pero ha infligido un nivel de destrucción mucho mayor en Gaza.

lunes, 1 de enero de 2024

Sobre la «shoah» de Gaza y la «banalidad del mal»

«La realidad de los campos de concentración no se parece en nada a las imágenes medievales del infierno».
Haidar Eid, Al Jazeera

En febrero de 2008 Matan Vilnai, entonces viceministro de Defensa de Israel, amenazó a los palestinos de Gaza con un «holocausto». «Traerán sobre sí una Shoa más grande porque usaremos todas nuestras fuerzas para defendernos», dijo en una entrevista para la estación de radio del ejército israelí, usando la palabra hebrea “shoah” para holocausto.

Es importante recordar esta declaración hoy, ya que los activistas y analistas están siendo reprendidos por comparar lo que le está sucediendo ahora a la gente de Gaza con lo que sufrieron los judíos europeos a manos de los nazis el siglo pasado.

La palabra «shoah» nunca se usa en Israel fuera de las discusiones sobre el exterminio nazi de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos israelíes, especialmente los sionistas, tienen un serio problema con la gente que lo usa para describir otros genocidios.

Engaño, humillación y muerte por el hambre eterna de 'honor y gloria'

Alastair Crooke, Strategic Culture

Un tema importante de la Ilíada de Homero –que de algún modo parece tan fresco y vívido hoy como cuando se escribió por primera vez– es su descripción de cómo ni siquiera los estados más grandes de la civilización logran recuperar lo que pierden. “Los intentos de reparar una pérdida sólo conducen a más pérdidas”, escribe Emily Wilson en su introducción a la Ilíada (2023). "La pérdida nunca se puede recuperar".

Mientras Wilson expone su historia, no se puede escapar a la analogía con la actualidad: con un Biden que busca recuperar la "reputación" estadounidense (Kleos en griego ). También en el caso de los líderes del mundo antiguo, el objetivo de lograr un kleos eterno recorre el poema.

Hoy podríamos referirnos a ello como el "legado" de cada uno. En la Ilíada es definitorio y brinda a los líderes mortales la oportunidad de vivir después de la muerte con honor y gloria. Para el equipo Biden, se suponía que Ucrania sería su Troya. Rusia, al igual que Héctor, fue engañada para pelear y (y como esperaba el equipo Biden) muere bajo los muros de Troya.

domingo, 31 de diciembre de 2023

La guerra más destructiva del siglo desatada por EEUU, la Otan e Israel

Aunque afirman lo contrario, la OTAN y la Unión Europea prosiguen juntas su proyecto común de destrucción del Estado palestino. El ataque del Hamas sirve como pretexto para finalmente poner en aplicación el acariciado proyecto de los sionistas revisionistas, ya enunciado desde los años 1930 por Zeev Jabotinsky y su secretario particular, Bension Netanyahu, padre del actual primer ministro de Israel

Manlio Dinucci, Red Voltaire

La guerra de Israel en Gaza se describe en el Washington Post como «una de las guerras más destructivas de este siglo». Desatada por Israel –con total apoyo de Estados Unidos, de la OTAN y de la Unión Europea– esta guerra ha dejado en pocas semanas más de 21.000 víctimas mortales y 55.000 heridos graves entre los palestinos. Y no está de más recordar que la mayoría de esos heridos no sobrevivirán dado el hecho que las fuerzas israelíes están procediendo a la destrucción sistemática de los hospitales de la franja de Gaza. El 70% de los muertos en Gaza son mujeres y niños.

Alrededor de 2 millones de palestinos, o sea el 85% de la población de Gaza, se han convertido en desplazados. Simultáneamente, Israel multiplica los ataques en Cisjordania.

En ese contexto, el primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, declara, en un artículo publicado en el Wall Street Journal, que la primera «condición previa para la paz» es que «el Hamas debe ser destruido». Netanyahu subraya que «al destruir el Hamas, Israel seguirá actuando dentro del respeto del derecho internacional».

Por qué Israel no puede derrotar a Hamás

Eduardo Vasco, globalizacion.ca

Benjamín Netanyahu, el Hitler israelí, ha declarado innumerables veces que el principal objetivo de Israel en estos últimos dos meses es erradicar a Hamás de la Franja de Gaza. El genocidio promovido por su ejército, que ya ha dejado más de 20.000 palestinos muertos, fruto de bombardeos y ataques casi ininterrumpidos contra todo lo que se mueve en Gaza, indica que el primer ministro sionista está dispuesto a todo para destruir el movimiento de resistencia palestino.

Sin embargo, la historia y la realidad actual de Palestina muestran que Hamás no será erradicado. E Israel y sus compinches lo saben. Emmanuel Macron tuvo un raro momento de lucidez cuando declaró: “Creo que hemos llegado a un momento en el que las autoridades israelíes tendrán que definir más claramente cuál es su objetivo final. ¿La destrucción total de Hamás? ¿Alguien cree que esto es posible? Si es así, la guerra durará diez años”.

Recientemente, el ministro de “Defensa” de Israel reconoció la dura realidad. “Hamás es una organización terrorista que se construyó durante una década para luchar contra Israel y construyó infraestructura bajo tierra y sobre el terreno, y no es fácil destruirla”, dijo Yoav Galant. Y agregó: “requerirá un período de tiempo, durará más de muchos meses, pero los venceremos y los destruiremos”.

Una teoría económica compatible con los procesos vitales y las leyes físicas


James K. Galbraith, Sin Permiso

Una teoría económica coherente con los procesos vitales y las leyes físicas es necesaria por una simple razón: la enseñanza de los libros de texto de economía no es coherente con los procesos vitales y las leyes físicas. Y esto es un problema.

Los seres humanos son organismos vivos. Todas las actividades humanas, incluidas las mentales, son coherentes con las leyes físicas. Es natural construir una teoría económica sobre los cimientos de la biología y la física. En mi próximo libro con Jing Chen, Entropy Economics, emprendemos esta tarea, con dos elementos fundacionales de la economía: las teorías del valor y la producción.

La economía moderna dominante es una teoría del equilibrio. Los términos básicos de referencia son los conceptos de oferta y demanda, que interactúan en un mercado y llegan a un equilibrio a determinados precios y cantidades. Este proceso puede verse perturbado de mil maneras diferentes, por "imperfecciones" y "shocks". Pero, en el centro del tema están los conceptos de balance y equilibrio - el orden inmanente hacia lo que se supone que tiende un sistema de mercado. Algunas veces, a este orden inmanente se le llama situación estable ("steady state"). Es una idea muy reconfortante, compatible con nociones como "el fin de la historia" y el triunfo del capitalismo de mercado sobre los sistemas sociales competidores.

sábado, 30 de diciembre de 2023

Edgar Morin: la mirada humanista de un erudito centenario


Laila Porras, La Jornada

A sus 102 años, Edgar Morin es uno de los principales intelectuales vivos de Francia. Nació con el nombre de Edgar Nahoum en París en 1921, de padres judíos de Salónica (Grecia) de lejana ascendencia italiana. Ha sido un hombre de su tiempo: antifascista durante la Guerra Civil Española, miembro de la resistencia durante la ocupación de Francia por Alemania en la Segunda Guerra Mundial; activista comunista durante su juventud, pero disidente del estalinismo y crítico de la Unión Soviética, lo que le vale la expulsión del partido comunista francés en 1951.

A partir de los años 50 comienza a ocupar un destacado lugar en la sociología francesa, creando una teoría estudiada hoy en día en todas las ciencias sociales, “la complejidad o el pensamiento complejo”, que culmina con su magnus opus El Método, obra colosal de seis volúmenes. Habiendo recorrido todos los campos del saber, Morin aboga por un diálogo “transdisciplinario” para poder aprehender la realidad. El sociólogo y filósofo francés no ha dejado de acumular coloquios, cursos, obras, reconocimientos y premios alrededor del mundo, entre los que podemos mencionar la cátedra que lleva su nombre en la Unesco y la legión de honor francesa. En Sonora, una universidad lleva su nombre. Hoy en día una de sus mayores preocupaciones es el imperativo ecológico, y también la causa palestina.

La globalización neoliberal: una nueva fe religiosa


Diego Fusaro, Euro Synergies

Según la sintaxis de Gramsci, existe una «ideología» cuando «una clase determinada logra presentar y hacer aceptar las condiciones de su existencia y de su desarrollo como clase como un principio universal, como una concepción del mundo, como una religión».

El clímax esbozado por Gramsci es totalmente pertinente si nos referimos a la ideología de la globalización como una naturaleza dada, irreversible y fisiológica (globalismus sive natura). En el contexto del Nuevo Orden Mundial posterior a 1989 y de lo que se ha definido como «el gran tablero de ajedrez», se presenta como un «principio universal», porque es aceptado indiscriminadamente en todas las partes del mundo (es lo que podríamos llamar la globalización del concepto de globalización) y, al mismo tiempo, también es asumido por los dominados, que deberían oponerse a él con la mayor firmeza. Se presenta como una verdad indiscutible y universalmente válida, a la espera de ser ratificada y aceptada en forma de adaequatio cognitiva y política.

viernes, 29 de diciembre de 2023

Cómo Yemen lo cambió todo

Con un solo movimiento, Ansarallah de Yemen ha dado jaque mate a Occidente y su orden basado en reglas

Pepe Escobar, The Cradle

Ya sea que se haya inventado en el norte de la India, el este de China o Asia central (desde Persia hasta el Turquestán), el ajedrez es un juego asiático. En el ajedrez, siempre llega un momento en el que un simple peón es capaz de trastornar todo el tablero, generalmente mediante un movimiento en la última fila cuyo efecto simplemente no se puede calcular.

Sí, un peón puede imponer un jaque mate sísmico. Ahí es donde estamos, geopolíticamente, ahora mismo.

Los efectos en cascada de un solo movimiento en el tablero de ajedrez –el sorprendente y cuidadosamente dirigido bloqueo del Mar Rojo por parte de Ansarallah en Yemen– van mucho más allá del transporte marítimo mundial, las cadenas de suministro y la guerra de los corredores económicos. Por no hablar de la reducción a la irrelevancia de la muy elogiada proyección de fuerzas de la Marina de los EEUU.

El movimiento de resistencia de Yemen, Ansarallah, ha dejado muy claro que cualquier barco afiliado o con destino a Israel será interceptado. Mientras Occidente se irrita ante esto y se imagina como un objetivo, el resto del mundo comprende plenamente que todos los demás envíos pueden pasar libremente. Los petroleros rusos –así como los barcos chinos, iraníes y del Sur Global– continúan moviéndose sin ser molestados a través de Bab al-Mandeb (punto más estrecho: 33 km) y el Mar Rojo.

Hutíes hacen pagar a Occidente el precio de su apoyo a Israel

Occidente está perdiendo su hegemonía a una velocidad pasmosa. Lo que comenzó con Ucrania y su postura de apoyo a los neonazis ha eclosionado con el que proporciona a Israel en Gaza

Alberto Cruz, nodo50.org

El genocidio y la limpieza étnica pasan factura de forma definitiva.

El penúltimo golpe lo está proporcionando quien menos se esperaba, Yemen. Su estrategia de atacar a los barcos que transitan por su zona con destino a los puertos israelíes se han convertido en un claro efecto mariposa: no solo han afectado de forma determinante a los productos que recalan en Israel, sino que han obligado a las grandes navieras a dejar de enviar sus barcos no solo con destino a este país sino que ya no circulan por el Golfo y el mar de Adén con destino al Mar Rojo debido a los ataques de Yemen en solidaridad con los palestinos. Un total de 18 ataques a barcos porta-contenedores en los dos meses que lleva la matanza de Gaza.

Antes de seguir, un poco de historia de la importancia que tiene lo que está pasando.

Desde el comienzo del genocidio y limpieza étnica realizado por el régimen de Israel en Gaza (a quien ya se puede considerar como el IV Reich), los militares de Yemen intentaron atacar el territorio sionista con misiles y drones, aún lo hacen, pero muchos de ellos fueron derribados por los sistemas antiaéreos occidentales ubicados en el Mar Rojo con la inestimable colaboración de sauditas, egipcios y jordanos.

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