La Organización Mundial de Comercio ha recortado su previsión de crecimiento para este año de 3,3 a 2,8 por ciento. Un significativo descenso que da cuenta de la desaceleración económica en curso y que tiene su epicentro en China, un país en el cual no dejan de reventar las burbujas especulativas. Este nuevo pronóstico, revisado a la baja a partir de la previsión de 3,3 por ciento hecha en abril, significa que 2015 será el cuarto año consecutivo con el crecimiento del comercio mundial por debajo del 3 por ciento, la mitad de la media anual entre 1990 y 2008, antes de la crisis financiera.
El pronóstico de la OMC implica que el crecimiento se acelerará este año, desde el 2,5 por ciento de 2014. Pero sus expectativas se han demostrado en repetidas ocasiones demasiado optimistas pese a que la esperanza de la recuperación económica global ha retrocedido.
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