Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
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miércoles, 29 de mayo de 2019
Concentración industrial y poder de mercado
Alejandro Nadal, La Jornada
Hasta la década de los años 1970 los estudios sobre organización industrial cubrían temas como la concentración y el poder de mercado, los canales de competencia, escalas de producción, integración vertical y horizontal, las empresas multiproducto y sus economías de alcance. Quizás faltaba en el paisaje el vínculo con el sistema financiero, pero por lo menos el poder que viene asociado a la concentración industrial era una parte clave de la preocupación de los economistas. Pero en los años de 1970 ese tipo de estudios se fue eclipsando y en la investigación sólo quedó espacio para los estudios que glorificaban las virtudes del libre mercado. La nomenclatura misma de organización industrial se fue utilizando cada vez más para referirse a un campo de estudios que mostraban que los principales postulados de la teoría neoclásica seguían siendo válidos.
Hoy, las cosas están cambiando. Muchos economistas se han dado cuenta de que no pueden tapar el sol de la evidencia con el frágil dedo de la teoría neoclásica. Los estudios sobre estructuras y dinámicas industriales toman nuevos bríos y muestran, sin lugar a dudas, que ha incrementado la concentración industrial y que el poder de mercado de las empresas dominantes también ha crecido. Las fuerzas que explican este aumento de la concentración industrial son variadas y muchas tienen que ver con fenómenos bien conocidos en la historia del capitalismo industrial. (Por cierto, la concentración industrial es un fenómeno que se presenta también, y con gran intensidad, en los servicios: la terminología de ‘concentración industrial’ no es la mejor).
miércoles, 20 de marzo de 2019
Airbus y Boeing: política industrial y mercado
Alejandro Nadal, La Jornada
La industria aeronáutica está pasando por un mal momento. Los dos gigantes que controlan el mercado mundial de aviones de pasajeros, Boeing y Airbus, enfrentan dificultades financieras, económicas y tecnológicas. Boeing acaba de recibir un duro golpe, pues dos accidentes de aviación en menos de cinco meses involucraron su modelo B 737 Max 8. Eso condujo a todos los países en los que operan aerolíneas con estas naves a suspender los vuelos con esos aparatos y a mantenerlos en tierra mientras se terminan las investigaciones sobre las causas de esos percances.
El impacto sobre el valor de las acciones de Boeing no se hizo esperar, con una caída superior a 14 por ciento en unas cuantas horas, lo que representó una pérdida de 33 mil millones de dólares. La serie 737 Max ha sido ya durante varios años el producto principal de Boeing en el mercado y se han vendido más de 15 mil aparatos de esta serie, aunque sólo se han entregado 10 mil 444. Del modelo Max, que es el más moderno y ahora se descubre que está plagado de problemas en los sistemas de control automático del estabilizador horizontal, se han vendido 5 mil 05 y se han entregado 375. El precio promedio de un avión serie Max es de unos 120 millones de dólares. Un colapso en los pedidos futuros del 737 Max sería un fuerte descalabro para la empresa.
miércoles, 9 de enero de 2019
Los excesos del mercado tecnológico
Matthew Lynn, El Economista
Rebobinad seis meses, todo se veía muy diferente. Apple estaba celebrando que se había convertido en la primera empresa de la historia en romper la barrera del valor de mercado de un billón de dólares. Amazon no se quedó atrás, rompiendo trece dígitos y confirmando la posición de Jeff Bezos como el hombre más rico del mundo. El padre de Google, Alphabet, no parecía estar muy lejos, e incluso Microsoft se estaba acercando mucho a ese número mágico. En medio de la euforia por el auge de los gigantes de la tecnología, un billón estaba empezando a convertirse en la nueva normalidad.
¿Y ahora? Apple ha caído en valor, al igual que Amazon. Parece que pasará un tiempo antes de que cualquier compañía vuelva a tener ese tipo de valoraciones. De hecho, un billón se ha convertido en la nueva señal de venta. ¿Por qué? Porque significa que se ha desarrollado una burbuja, porque llegará mucha más competencia y porque cualquier negocio que haya crecido tanto va a ser objeto de un intenso escrutinio. Cuando una acción vale tanto, es hora de que los inversores salgan.
Rebobinad seis meses, todo se veía muy diferente. Apple estaba celebrando que se había convertido en la primera empresa de la historia en romper la barrera del valor de mercado de un billón de dólares. Amazon no se quedó atrás, rompiendo trece dígitos y confirmando la posición de Jeff Bezos como el hombre más rico del mundo. El padre de Google, Alphabet, no parecía estar muy lejos, e incluso Microsoft se estaba acercando mucho a ese número mágico. En medio de la euforia por el auge de los gigantes de la tecnología, un billón estaba empezando a convertirse en la nueva normalidad.
¿Y ahora? Apple ha caído en valor, al igual que Amazon. Parece que pasará un tiempo antes de que cualquier compañía vuelva a tener ese tipo de valoraciones. De hecho, un billón se ha convertido en la nueva señal de venta. ¿Por qué? Porque significa que se ha desarrollado una burbuja, porque llegará mucha más competencia y porque cualquier negocio que haya crecido tanto va a ser objeto de un intenso escrutinio. Cuando una acción vale tanto, es hora de que los inversores salgan.
miércoles, 14 de febrero de 2018
Poder de mercado y enigmas macroeconómicos
Alejandro Nadal, La Jornada
La concentración de poder económico es algo que salta a la vista. Todos los días observamos cómo las empresas más grandes en la economía aumentan su influencia. Sabemos que ese poder les permite desplegar un comportamiento nocivo (por ejemplo, al manipular precios). Pero ese incremento del poder de mercado, ¿también tiene efectos macroeconómicos? Es decir, ¿puede explicar fenómenos como el lento crecimiento, el desempleo o la desigualdad creciente?
Para reflexionar sobre estas preguntas podemos recurrir al laboratorio más completo del capitalismo: la economía de Estados Unidos. Para ese país los datos macroeconómicos de los pasados 40 años proporcionan un marco de referencia invaluable. Pero esos datos dibujan un cuadro intrigante, en el que abundan los enigmas y las paradojas. No sorprende que la teoría económica tradicional no pueda explicar los contornos de ese paisaje.
Al revisar los datos macroeconómicos surgen varias preguntas inquietantes. Por ejemplo, ¿cómo es posible que la riqueza financiera haya crecido tanto en Estados Unidos mientras la inversión real haya permanecido en el estancamiento? Otra: ¿Cómo explicar que el valor financiero de muchas empresas haya podido mantenerse durante cuatro décadas por encima del costo de sus activos? Y quizás la interrogante más preocupante: ¿Por qué a pesar de que muchas empresas mantuvieron tasas de ganancia altas en un entorno de bajas tasas de interés no procedieron a invertir en capital y fuerza de trabajo?
La concentración de poder económico es algo que salta a la vista. Todos los días observamos cómo las empresas más grandes en la economía aumentan su influencia. Sabemos que ese poder les permite desplegar un comportamiento nocivo (por ejemplo, al manipular precios). Pero ese incremento del poder de mercado, ¿también tiene efectos macroeconómicos? Es decir, ¿puede explicar fenómenos como el lento crecimiento, el desempleo o la desigualdad creciente?
Para reflexionar sobre estas preguntas podemos recurrir al laboratorio más completo del capitalismo: la economía de Estados Unidos. Para ese país los datos macroeconómicos de los pasados 40 años proporcionan un marco de referencia invaluable. Pero esos datos dibujan un cuadro intrigante, en el que abundan los enigmas y las paradojas. No sorprende que la teoría económica tradicional no pueda explicar los contornos de ese paisaje.
Al revisar los datos macroeconómicos surgen varias preguntas inquietantes. Por ejemplo, ¿cómo es posible que la riqueza financiera haya crecido tanto en Estados Unidos mientras la inversión real haya permanecido en el estancamiento? Otra: ¿Cómo explicar que el valor financiero de muchas empresas haya podido mantenerse durante cuatro décadas por encima del costo de sus activos? Y quizás la interrogante más preocupante: ¿Por qué a pesar de que muchas empresas mantuvieron tasas de ganancia altas en un entorno de bajas tasas de interés no procedieron a invertir en capital y fuerza de trabajo?
jueves, 1 de mayo de 2014
Ocho predicciones sobre la economía en el siglo XXI
En los albores del nuevo milenio, el escritor sudafricano Wolfgang Grulk publicó el libro ’10 lecciones del futuro’, en el que trató de adivinar la tendencia de una nueva era económica del siglo XXI. Algunas de sus predicciones se han hecho realidad. El sitio ruso vestifinance.ru enumera ocho predicciones directamente relacionadas con la economia
1. Habilidades e ideas son más importantes que el conocimiento
“Lo importante será no lo que uno sabe, sino cómo puede aplicar ese conocimiento”. De hecho, las universidades hoy en día tratan de orientarse no solo a la transferencia de conocimientos a los estudiantes, sino también de satisfacer la demanda del mercado. Esta tendencia se ha marcado desde hace tiempo, pero en realidad, en este siglo, el número de multimillonarios ingeniosos empezó a crecer rápidamente.
Publicado por
mamvas
en
7:41 p.m.
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