En la mayor transferencia de poderes hacia la Unión Europea de los últimos 50 años, de acuerdo con el nuevo sistema europeo de ‘gobernanza económica’, Bruselas recibe el derecho de veto en decisiones sobre salarios, gastos públicos e impuestos.
Leigh Phillips, Red Pepper
Es asombrosa la poca cobertura mediática que ha habido en el Reino Unido sobre unas medidas absolutamente revolucionarias y polifacéticas reveladas recientemente por la UE, como respuesta a la crisis de la eurozona y que entran dentro de lo que Bruselas llama ‘gobernanza económica’.
Sólo se ha hablado de este tema en un par de artículos de la prensa sensacionalista y aun así, su importancia ha quedado sepultada bajo la anecdótica pretensión por parte de la Unión Europea de armonizar el tamaño de los condones, de prohibir las patatas fritas con sabor a beicon ahumado porque el ahumado puede causar cáncer y de cambiar el nombre del chocolate a ‘vegelate’.