Pablo Navarrete, Monitor de Oriente
El pasado 6 de julio, más de 13 años después de que el gobierno británico se uniese a EEUU, Australia y Polonia en la invasión de Irak, con el propósito declarado de eliminar las armas de destrucción masiva de Saddam Hussein, el informe de investigación de Irak fue finalmente publicado, recibiendo mucha atención de los medios. Este informe, conocido comúnmente como el “Informe Chilcot”, después de que Sir John Chilcot fuese nombrado en 2009 por el entonces primer ministro de Trabajo, Gordon Brown, como el encargado de examinar la participación británica en Irak entre 2001 y 2009. De acuerdo con un informe de 2015 de la ONG Médicos por la Responsabilidad Social (www.psr.org/assets/pdfs/body-count.pdf), la invasión de marzo de 2003 y la ocupación de Irak tuvo como consecuencia la muerte de alrededor de un millón de iraquíes en el período comprendido entre la invasión y 2012; lo que representa alrededor del 5% de la población iraquí. Además, 179 soldados británicos murieron en Irak entre 2003 y 2009.
Los siete años que ha tardado el informe Chilcot en materializarse se han caracterizado por los repetidos retrasos en su publicación. Por ejemplo, el Ministerio de Asuntos Exteriores apeló con éxito contra el fallo de un juez y bloqueó la divulgación de extractos de una conversación entre el presidente estadounidense, George W. Bush y el primer ministro Tony Blair, que tuvo lugar días antes de la invasión. ¿La razón? De acuerdo con el gobierno británico, se dijo que representaría un “peligro significativo” para las relaciones británico-estadounidenses. Sin embargo, al final, los 2,6 millones de palabras del informe todavía contienen una dura crítica hacia el gobierno británico, y hacia Blair en particular. En un pasaje, Chilcot espeta: “A principios de diciembre [2001], la política de Estados Unidos había comenzado a cambiar y el Sr. Blair había sugerido que los EEUU y el Reino Unido debían trabajar en lo que describió como una ‘estrategia inteligente’ para el cambio de régimen en Irak, que se construiría con el tiempo”.