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lunes, 27 de noviembre de 2017

A un año de la muerte de Fidel

Atilio Borón

Hace un año usted se nos iba. Los medios de todo el mundo dijeron, con ligeras variantes, algo así como “la muerte se llevó a Fidel”. Pero, con todo respeto, Comandante, usted sabe que no fue así porque usted eligió el día de su muerte. Perdone mi atrevimiento pero ella no vino a buscarlo; fue usted, Fidel, quien la citó para ese día, el 25 de noviembre, ni uno antes, ni uno después. Cuando cumplió 90 años, le dijo a Evo Morales y Nicolás Maduro que “hasta aquí llego, ahora les toca a ustedes seguir camino”. Pero usted también siguió su camino, aferrándose a la vida unos meses más hasta el momento preciso en que había citado a la muerte para que lo viniera a buscar. Ni un día antes, ni un día después.

¿Qué me lleva a pensar así? El hecho de que en cada una de las cosas que hizo desde su juventud siempre transmitió un significado revolucionario. La simbología de la Revolución lo acompañó toda su vida. Usted fue un maestro consumado en el arte de aludir a la Revolución y su necesidad en cada momento de su vida, pronunciando vibrantes discursos, escribiendo miles de notas y artículos, o simplemente con sus gestos. Sobrevivió milagrosamente al asalto al Moncada y ahí, de “pura casualidad”, usted aparece ante sus jueces ¡justito debajo de un cuadro de Martí, el autor intelectual del Moncada! ¿Quién podría creer que eso fue un hecho casual? Es cierto: la muerte fue a buscarlo infinidad de veces, pero nunca lo encontró: burló a los esbirros de Batista que lo buscaban en México y sobrevivió a más de seiscientos atentados planeados por la CIA. Usted todavía no la había llamado y ella, respetuosa, esperó que usted lo hiciera.

martes, 6 de diciembre de 2016

A fin de cuentas, Fidel Castro tuvo razón sobre el papel de EEUU en América Latina


Mark Weisbrot, CEPR

Las reacciones en torno a la muerte de Fidel Castro Ruz han puesto de manifiesto las diferentes formas en que se percibe en todo el mundo al revolucionario cubano y por mucho tiempo jefe de Estado. La mayor parte del mundo ve con admiración a Castro y a Cuba como protagonistas de un hito heroico, al levantarse contra un imperio intimidatorio y de inmenso poder, en defensa de su soberanía nacional, y todavía haber vivido para contarlo. Sin hablar de las millones de personas que se han visto beneficiadas por la ayuda que prestan los médicos y el personal de salud cubanos, junto a otros actos de solidaridad internacional quizá inigualables en la historia moderna, sobre todo tratándose de una nación del nivel de ingresos y del tamaño de Cuba..

En las entrañas de la potencia intimidatoria, las cosas lucen de otro modo. No solo nos referimos a las declaraciones poco corteses por parte de Donald Trump acerca del fallecimiento de Castro, las cuales son fieles a su estilo y buscan complacer a la menguante pero todavía influyente base republicana de cubano-americanos de derecha en Florida. Citemos el subtítulo del New York Times (la traducción de la versión en inglés) en su obituario dedicado a Fidel:
“El Sr. Castro trajo la guerra fría al hemisferio occidental, atormentó a 11 presidentes estadounidenses y llevó brevemente al mundo al borde de una guerra nuclear”.
Detengámonos por un momento en un simple elemento de este humor involuntario: ¿quién fue en realidad quien trajo la guerra fría a este hemisferio? Pocos años antes de la Revolución cubana, Washington derrocó al gobierno democráticamente electo de Guatemala, bajo el falso pretexto de que constituía una cabeza de playa para el comunismo soviético en el hemisferio. Ese acto marcó el comienzo de casi cuatro décadas de dictadura y de una violencia de Estado espantosa, la cual sería luego calificada como genocidio por la ONU. En 1999, el presidente Bill Clinton pidió disculpas por el papel de EE.UU. en dicho genocidio.

domingo, 27 de noviembre de 2016

El mayor estadista del último medio siglo

Guillermo Almeyra, La Jornada

Fidel Castro fue, con mucho, el mayor estadista del reciente medio siglo. Fue el último de los grandes revolucionarios dirigentes de las movilizaciones democráticas de liberación nacional que comenzaron en 1910 con las revoluciones china, persa y mexicana, y durante y después de la Segunda Guerra Mundial llevaron a la independencia y unidad del subcontinente indio y de Indonesia, Indochina, las colonias africanas, el Egipto nasseriano y Argelia.

Cuba es un pequeño país de 11.5 millones de habitantes. Durante mucho tiempo dependió económicamente de la exportación de un monocultivo –el azúcar de caña-, de ron y tabaco y del turismo, y depende ahora tam-bién de la provisión de servicios (turismo, envío de médicos y enseñantes). Esta economía de postre (lujos prescindibles como el tabaco y la bebida) y de servicios produce muy escasas ganancias y dependen de la distribución de la plusvalía mundial que se produce en regiones más industrializadas, o sea, de los excedentes económicos de que puedan disponer los sectores medios que consumen esos bienes y servicios no indispensables. Es, por lo tanto, un país frágil y dependiente.

El legado de Fidel

Atilio Boron, Página 12

La desaparición física de Fidel hace que el corazón y el cerebro pugnen por controlar el caos de sensaciones y de ideas que desata su tránsito hacia la inmortalidad. Recuerdos que se arremolinan y se superponen, entremezclando imágenes, palabras, gestos (¡qué gestualidad la de Fidel, por favor!), entonaciones, ironías, pero sobre todo ideas, muchas ideas. Fue un martiano a carta cabal. Creía firmemente aquello que decía el Apóstol: trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras. Sin duda que Fidel era un gran estratega militar, comprobado no sólo en la Sierra Maestra sino en su cuidadosa planificación de la gran batalla de Cuito Cuanevale, librada en Angola entre diciembre de 1987 y marzo de 1988, y que precipitó el derrumbe del régimen racista sudafricano y la frustración de los planes de Estados Unidos en África meridional. Pero además era un consumado político, un hombre con una fenomenal capacidad para leer la coyuntura, tanto interna como internacional, cosa que le permitió convertir a su querida Cuba -a nuestra Cuba en realidad- en una protagonista de primer orden en algunos de los grandes conflictos internacionales que agitaron la segunda mitad del siglo veinte. Ningún otro país de la región logró algo siquiera parecido a lo que consiguiera Fidel. Cuba brindó un apoyo decisivo para la consolidación de la revolución en Argelia, derrotando al colonialismo francés en su último bastión; Cuba estuvo junto a Vietnam desde el primer momento, y su cooperación resultó de ser de enorme valor para ese pueblo sometido al genocidio norteamericano; Cuba estuvo siempre junto a los palestinos y jamás dudó acerca de cuál era el lado correcto en el conflicto árabe-israelí; Cuba fue decisiva, según Nelson Mandela, para redefinir el mapa sociopolítico del sur del continente africano y acabar con el apartheid. Países como Brasil, México, Argentina, con economías, territorios y poblaciones más grandes, jamás lograron ejercer tal gravitación en los asuntos mundiales. Pero Cuba tenía a Fidel …

sábado, 26 de noviembre de 2016

Samper: Castro "fue el estadista más importante del siglo XX en América Latina"


El expresidente de Colombia y secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), Ernesto Samper, dijo que el líder de la Revolución Cubana será para siempre "un modelo de revolución, de coherencia y de transparencia". Por estas características y sus "testimonios de vida", el político colombiano opinó que Castro "fue el estadista más importante del siglo XX en América Latina" y afirmó que "se fue en el peor momento" para la región. "El solo hecho de que estuviera vivo Fidel significaba la presencia de la revolución" "Uno no escoge el momento para morirse, pero se nos va en el peor momento, en el cual la región está inmersa en una gran incertidumbre con ocasión de la elección de Donald Trump", valoró Samper. El expresidente dijo que en este momento "hay nubarrones" en las relaciones entre los Estados Unidos y la región, por las posibles repercusiones de su Gobierno en materia migratoria, en el proceso de paz en Colombia y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba. "Ese era el tipo de situaciones que Fidel ayudaba a entender, a despejar, a concretar. Así es que nos tocará seguir un poco sus enseñanzas, para saber cómo enfrentamos estos enigmas", opinó. Del mismo modo, el colombiano precisó que la solidaridad de Cuba con la región en materia de educación y salud pública refuerza la idea de Castro de que la Revolución no es solo una "política" sino por sobre todo "social". Samper destacó la "convicción" del estadista cubano "al final de sus días" de que "no había que exportar revolución armada sino médicos, maestros y salubristas". "Esto expresa la capacidad de entender los cambios que estaban pasando en la región. Lo recordaremos por el compromiso con la igualdad social, su transparencia y su consistencia ideológica. Este es el Fidel con el cual nos tenemos que quedar", concluyó.

Fidel, sinónimo de revolución

Emir Sader, Público

Fidel se ha vuelto sinónimo de Revolución, desde aquellas primeras fotos de unos barbudos que habían tumbado un dictador en el ya lejano año de 1959. En América Latina, para quienes la revolución era un fenómeno distante en el tiempo —algo que acaeció en Rusia y China con Lenin y Mao—, Fidel planteó para nosotros y para tantas generaciones la revolución como actualidad, evidenció que la revolución era posible aquí mismo, en nuestro continente.

Fidel encarnó a la revolución en América Latina, pero también en todo el mundo, porque Cuba levantaba de nuevo la idea de socialismo cuando éste se había vuelto algo aparentemente petrificado, eternamente postergado.

Empecé mi militancia política en 1959 repartiendo un periódico —Acción Socialista—, que tenía estampada la imagen de unos barbudos que había conseguido acabar con un dictador —en aquel momento de América Central no se hablaba todavía del Caribe—, posando como si fueran jugadores de fútbol. Curiosamente, más tarde, mi generación pasó a convertirse en la generación de la Revolución Cubana, que nos sedujo a tantos con la reforma urbana, con la fundación de la Casa de las Américas, con la soberanía frente al imperialismo, con la proclamación de la Revolución como una Revolución socialista, con la resistencia frente al intento de invasión de la Bahía de Cochinos o el cerco naval a la isla. En definitivo, con todo lo que venía de allí que nos alentaba y marcaba el camino.

Fidel Castro, el lider de la Revolución Cubana, ha fallecido a los 90 años


El líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, falleció este viernes 25 de noviembre a la edad de 90 años. ​Fidel Castro fue el gran lider de la Revolución cubana que en 1959 derrocó la dictadura encabezada por Fulgencio Batista que apoyaba EEUU. Fidel Castro, había cumplido 90 años el pasado 13 de agosto. Nacido en 1926, desde diciembre de 1976 y por tres décadas Castro fue presidente del Consejo del Estado y Consejo de Ministros de Cuba, así como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de la nación isleña. En 2006, debido a su frágil estado de salud, Fidel Castro abandonó los cargos políticos y cedió sus funciones a su hermano menor, Raúl Castro.
La lucha revolucionaria de Fidel data del 11 de marzo de 1952, tras el golpe militar del general Fulgencio Batista. Castro estuvo en las primeras filas de la resistencia, organizando los partidarios para derrocar al dictador. La primera acción del grupo de Castro fue atacar el Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953. El asalto fracasó, y Fidel fue detenido y condenado a 15 años de prisión. Sin embargo, bajo la presión popular, fue liberado por amnistía en 1955 y emigró a México, donde continuó con los preparativos de una rebelión. En diciembre de 1956, el grupo de los revolucionarios encabezados por Castro desembarcó en la provincia de Oriente de Cuba. El núcleo inicial fue creciendo hasta convertirse en el Ejército Rebelde que armó una fuerte resistencia contra el régimen dictatorial de Batista, culminando en su derrota el 1º de enero de 1959.

viernes, 13 de febrero de 2009

Encuentro Bachelet - Fidel Castro


El tema de la mediterraneidad del país altiplánico volvió al tapete de manera insperada, luego que el hombre fuerte de la isla escribiera un artículo para referirse a la reunión que sostuvo el jueves con la jefa de Estado. En dicha publicación acusó a Chile de haberle "arrebatado" a los bolivianos no sólo el mar, sino que también la posibilidad de explotar el cobre. "Son opiniones que entendemos que se expresan a título estrictamente personal", debió aclarar el ministro subrogante de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren.

Más información | El Mostrador

martes, 19 de febrero de 2008

FIDEL CASTRO, SEMBLANZA DE UN LÍDER


BBC/Rebelión

Hasta hoy martes 19 de Febrero Fidel Castro fue el líder que más tiempo permaneció en el poder a nivel mundial en la historia contemporánea, y a pesar de que su acérrimo enemigo -el gobierno de EE.UU.- trató de deshacerse de él en varias ocasiones, Castro vio el paso de nueve presidentes estadounidenses.
Para Estados Unidos, Castro representó un constante recordatorio de que las ideas comunistas, si bien prácticamente han desaparecido del resto del planeta, siguen vivas y en el poder nada menos que a 144 kilómetros de sus costas.
Castro nació en 1926, en el seno de una familia de ricos terratenientes. Consciente de los fuertes contrastes entre su alto nivel de vida y la pobreza de tantos otros cubanos, se convirtió en revolucionario.
Con un grupo de jóvenes de ideas similares, decidió derrocar al régimen de Fulgencio Batista, que se había convertido en sinónimo de corrupción, inmoralidad y fuerte desigualdad.
En la década del '50, Cuba era considerada un paraíso de ricos en manos de la mafia. La prostitución, el juego y el tráfico de drogas eran problemas endémicos.
Revolución
Castro dirigió el asalto al cuartel Moncada de Santiago de Cuba el 26 de julio de 1953. Aunque ese intento fracasó, marcó el inicio de la revolución que él encabezaría.
Después de un breve período en prisión, de la que salió gracias a una amnistía, Castro se exilió en México, donde organizó una expedición en la que regresó a Cuba en compañía, entre otros, del argentino Ernesto "Che" Guevara, a quien había conocido en México.
Luego de desembarcar por el oriente de Cuba, Castro montó una campaña de guerrilla clásica desde su base en las montañas de la Sierra Maestra. La revolución triunfó el 1 de enero de 1959, en plena fiesta de año nuevo, cuando Batista huyó del país y Castro estableció un nuevo gobierno que, entre otros, incluía a Guevara. Este nuevo gobierno prometió devolver la propiedad de la tierra a los campesinos y defender los derechos de los pobres.
Unión Soviética
D
esde el comienzo, Castro insistió que su ideología era, primero y principalmente, cubana.
"No hay comunismo o marxismo en nuestras ideas, sólo democracia representativa y justicia social", dijo en esos momentos el futuro líder del Partido Comunista de Cuba.
El gobierno de Estados Unidos no tardó en criticar y desairar al nuevo régimen cubano.
En gran parte debido a las nacionalizaciones de empresas de propietarios estadounidenses por las que no se pagó la debida compensación, Estados Unidos comenzó un embargo comercial contra Cuba, que se ha mantenido durante casi medio siglo.
Castro sostuvo que fue empujado a los brazos de la Unión Soviética y de su líder, Nikita Khrushchev.
Así, Cuba pronto se convirtió en un campo de batalla de la Guerra Fría.
Girón y los misiles
En abril de 1961, un grupo de cubanos exiliados, apoyados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, invadió la isla por playa Girón, en Bahía de Cochinos, con el objetivo de derrocar a Castro.
La invasión, que terminó con la muerte de varios de los atacantes y la captura de cerca de otros mil, fue un duro golpe que Estados Unidos jamás le perdonó a Castro.
Un año después, aviones espías estadounidenses detectaron un cargamento de misiles soviéticos rumbo a Cuba. De repente, el mundo se vio al borde de una guerra nuclear.
"Una serie de bases militares con capacidad para lanzar misiles está siendo construida en esa isla cautiva. Su objetivo no puede ser otro que brindar la posibilidad de un ataque nuclear contra el hemisferio occidental", aseguró el entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy.
Durante trece tensos días, las dos superpotencias se enfrentaron en una guerra de acusaciones y amenazas, pero fue la Unión Soviética la que primero dio el brazo a torcer.
Krushchev aceptó no instalar misiles en Cuba a cambio de la promesa secreta de Estados Unidos de que retiraría sus armas de Turquía.
Presencia militar en África
A
pesar de la "victoria" estadounidense en el conflicto de los misiles, para entonces Castro se había convertido en el enemigo público número uno de Washington. La CIA intentó en varias ocasiones deshacerse de él. Primero trató de asesinarlo en la "Operación Mongoose", que incluyó diversos planes, como por ejemplo que fumara un habano cargado con explosivos. A la CIA incluso se le ocurrió hacerle caer la barba para ridiculizarlo.
La Unión Soviética respondió saliendo en ayuda de Cuba. Le compró su producción de azúcar y, a cambio, envió a La Habana barcos cargados de productos que hacían falta en la isla debido al embargo estadounidense. A pesar de su creciente dependencia soviética, Cuba se convirtió en uno de los impulsores del Movimiento de Países no Alineados.
"Periodo Especial"
En esa época -mediados de los '80- el gobierno de Moscú pasó a manos de Mijail Gorbachov, quien introdujo grandes cambios que terminarían con la desaparición de la Unión Soviética a comienzos de la década de 1990.
La llegada de Gorbachov y su perestroika (reestructuración) y glasnost (transparencia) le asestaron un duro golpe al gobierno castrista. Tras la desintegración de la Unión Soviética y los cambios de gobierno del resto de sus aliados europeos, Cuba perdió los socios económicos con los que había comerciado durante tres décadas.
Comenzó lo que se denominó el "Período Especial en Tiempos de Paz", que en términos reales se tradujo en una profunda crisis económica.
Éxodo
A mediados de los '90, miles de cubanos, cansados de esta situación, comenzaron a lanzarse al mar en embarcaciones precarias, con la esperanza de llegar a Miami a una vida económica mejor. Pero la gran mayoría de los cubanos se mantuvo firme en su modelo social y el liderazgo de Fidel Castro resultó inquebrantable a la dura situación económica.
Después Cuba volvió a la actualidad internacional cuando, durante varios meses, Elián González, un niño que llegó a Miami por mar en noviembre de 1999 y que perdió a su madre en el camino, se convirtió en portada de casi todos los diarios de la región. Tras una larga batalla legal entre su padre, que había quedado en Cuba, y sus parientes en Miami, el niño fue enviado de vuelta a la isla.
Castro también obtuvo buenos resultados en temas internos: el servicio de salud cubano sigue siendo considerado uno de los mejores del mundo y el índice de mortalidad infantil es comparable al de los países más desarrollados.
Vientos de cambio
Castro pareció moderar a sus posiciones en los últimos años. En 1998 recibió al papa Juan Pablo II, algo que incluso cinco años antes hubiera sido impensable. El Papa aprovechó la oportunidad y criticó al gobierno cubano por la situación de los derechos humanos en la isla.
En los últimos años Castro encontró un nuevo aliado y un gran sostén económico en la figura del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Otros líderes regionales, como el presidente de Bolivia, Evo Morales, también se han declarado fieles simpatizantes del mandatario cubano.
Problemas de salud
El
31 de julio de 2006 Fidel delegó provisionalmente sus cargos a su hermano, Raúl, después de ser sometido a una operación de emergencia por una grave enfermedad intestinal. Fue la primera vez en más de 40 años que se alejó del poder. Su última aparición pública fue en un encuentro internacional durante una reunión del Mercosur, en Córdoba, Argentina, en la que participó como invitado especial. Allí, frente a miles de personas, auguró que un "Mercosur social" llegaría para "cambiar el mundo". A pesar de estar convaleciente, Fidel se presentó en enero de este año en las elecciones parlamentarias. El presidente interino, Raúl Castro, fue el diputado que más votos recibió en los comicios, superando a Fidel por un estrecho margen.
Raúl consiguió el 99,4% de los votos, mientras que Fidel logró el 98,3%.
Su estado de salud y algunas de sus últimas reflexiones ya habían hecho pensar que Fidel, a sus 81 años, podría no aceptar la presidencia del Consejo de Estado, cargo que ocupaba desde 1976.

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