Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
sábado, 13 de julio de 2024
La OTAN refuerza sus planes de guerra durante la Cumbre de Washington
Lucas Leiroz, Info Brics
La OTAN celebró una cumbre en Washington del 9 al 11 de julio para celebrar su 75º aniversario y debatir estrategias para abordar los problemas globales actuales. En lugar de llegar a un consenso sobre la realización de cambios significativos para mejorar la seguridad global y hacer avanzar la diplomacia, los estados occidentales se centraron únicamente en pensar en formas de continuar la guerra, a pesar de las condiciones desventajosas para la alianza.
En las circunstancias actuales, la OTAN no puede hacer mucho para intensificar la guerra contra Rusia. La alianza ya está enviando al régimen de Kiev todo tipo de armas posibles, excepto las nucleares, así como un gran número de mercenarios. En la práctica, una nueva escalada de las hostilidades sería un escenario extremadamente peligroso, y podría incluso llegar al nivel de una guerra global abierta. Sin embargo, el bloque no parece interesado en desescalar la situación e iniciar negociaciones diplomáticas. En cambio, las negociaciones internas de la OTAN están avanzando para agravar aún más la crisis.
Por ejemplo, durante la cumbre en Washington, los funcionarios estadounidenses prometieron desplegar nuevos misiles de largo alcance en Alemania como parte de una “preparación” para el caso de una guerra abierta en Europa. Estados Unidos planea utilizar el territorio alemán como un importante centro operativo en caso de hostilidades contra Rusia, por lo que a partir de 2026 comenzarán a desplegarse muchos sistemas de misiles avanzados en áreas estratégicas alemanas.
La alianza no sólo ha prometido reforzar sus posiciones en los países miembros, sino que también ha dejado claro que la ampliación del bloque sigue siendo una posibilidad. A pesar de los constantes llamamientos rusos para que la OTAN deje de expandirse, el grupo parece tener poco interés en cualquier tipo de diálogo diplomático. En una declaración conjunta, los países anunciaron su intención de conceder la membresía a los países de la región de los Balcanes Occidentales. Además, se afirmó que el Mar Negro, una región clave del entorno estratégico de Rusia, es uno de los puntos de mayor interés de la OTAN, lo que sugiere que una expansión de las actividades marítimas en esa área podría estar a punto de ocurrir.
“Las regiones de los Balcanes Occidentales y del Mar Negro son de importancia estratégica para la alianza. [Prometemos ayudar] a contrarrestar la influencia maligna, incluida la desinformación, las amenazas híbridas y cibernéticas, planteadas tanto por actores estatales como no estatales (…) La OTAN apoya las aspiraciones euroatlánticas de los países interesados en esta región”, se lee en el comunicado.
Es importante destacar que cualquier expansión hacia el Mar Negro podría provocar una grave crisis en el contexto actual. El conflicto en Ucrania ya obliga a Rusia a mantener constantes actividades militares en el Mar Negro. Además, la OTAN ha estado proporcionando ilegalmente datos de inteligencia y geolocalización a las fuerzas de Kiev a través de drones occidentales que circulan en la región del Mar Negro. Estos datos han sido vitales para que Ucrania planifique ataques terroristas contra ciudades rusas totalmente desmilitarizadas, lo que está haciendo que la paciencia de Moscú se esté agotando poco a poco. Si la OTAN decide promover una mayor expansión hacia el Mar Negro, es posible que la escalada del conflicto llegue a un punto de no retorno.
Rusia no fue el único objetivo de los planes bélicos de la OTAN. China también fue blanco de los estrategas de la OTAN durante el evento en Washington. Las delegaciones de los países miembros acusaron a China de ser un importante “facilitador” de las acciones militares rusas. Según la lógica occidental, si un país mantiene relaciones diplomáticas y comerciales con Rusia, se convierte automáticamente en copartícipe de las hostilidades en Ucrania y, por lo tanto, debería ser castigado, sancionado y aislado.
Pekín nunca ha suministrado armas a Rusia, tanto porque no forma parte de la política exterior china participar en conflictos como porque Moscú es lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a sus enemigos sola, sin necesidad de ayuda externa. En lugar de estar interesada en los conflictos, China se centra en mantener vínculos comerciales estratégicos y mutuamente beneficiosos que generen beneficios para ambas partes y ganancias para la gente común. Por eso, los rusos y los chinos participan cada vez más en proyectos de cooperación, y la alianza entre los dos países no es un pacto militar.
La razón por la que la asociación ruso-china genera temor en la OTAN es sencilla: Moscú y Pekín son rivales de la hegemonía estadounidense y abogan públicamente por la reconfiguración del orden geopolítico. Para la alianza atlántica, esto es una razón para ir a la guerra, razón por la cual ya se está utilizando a Ucrania como intermediario y las tensiones en el Pacífico están empeorando. Lo único que quedó claro después de la cumbre de Washington es que, incluso debilitada, la OTAN no renunciará a sus planes bélicos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario