Un cable diplomático enviado desde la Embajada de Estados Unidos en Israel y filtrado por The Intercept ofrece una evaluación inusualmente sincera de la situación humanitaria en Rafah, al sur de la Franja de Gaza en Palestina. El cable, escrito por funcionarios de la Oficina de Asistencia Humanitaria de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), advierte sobre los catastróficos efectos de una invasión terrestre israelí total de Rafah, donde se encuentran alrededor de 1,5 millones de palestinos, expulsados hacia el sur por la evacuación israelí.
Rafah, un área de 62 kilómetros cuadrados, con más de 1,5 millones de civiles palestinos desplazados internamente y viviendo en campos de refugiados, ha estado bajo crecientes amenazas de un ataque terrestre israelí. Esta posible invasión ha sido objeto de condena internacional y ha aumentado la brecha entre el presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. Sin embargo, Estados Unidos ha seguido realizando envíos de armas al ejército israelí, incluidas alrededor de mil bombas MK-82 de 500 libras y municiones de ataque directo conjunto (JDAM) KMU-572 cada una, a pesar del aparente entusiasmo del Estado israelí por invadir el territorio densamente poblado al sur de Gaza.
El cable filtrado muestra que Estados Unidos reconoce que el impacto de tal invasión sería catastrófico.
“Una posible escalada de las operaciones militares dentro de la gobernación de Rafah, en el sur de Gaza, podría tener consecuencias humanitarias catastróficas, incluidas víctimas civiles masivas, desplazamientos extensos de la población y el colapso de la respuesta humanitaria existente, han advertido múltiples actores de ayuda al Equipo de Respuesta a Desastres del Levante de USAID”Entre los “puntos clave” mencionados en el cable, una ofensiva israelí en Rafah “bloquearía la entrada y el transporte de combustible y asistencia humanitaria vital en todo el enclave”, empeorando aún más la situación de los palestinos que ya se han enfrentado a una ocupación salvaje y violenta de 75 años, y a un asedio y exterminio de 5 meses por parte del régimen de Netanyahu.
El cable explica que no existe ningún plan viable de evacuación para los palestinos desplazados en Rafah. La opción de Israel para con los palestinos es vivir como refugiados en la península egipcia del Sinaí, algo que estos últimos rechazaron por completo.
El cable también reconoce que “una gran parte de quienes residen en Rafah, incluidas las poblaciones de edad avanzada, los desplazados internos exhaustos y aquellos con movilidad reducida, probablemente permanecerían en la gobernación durante la posible operación militar debido a la falta de alternativas viables, lo que aumentaría el riesgo de víctimas masivas”.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, mencionó anteriormente que Estados Unidos no apoyaría una operación militar a gran escala en Rafah. La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, dijo que Israel debería elaborar un plan humanitario creíble antes de entrar en Rafah, y la directora de USAID, Samantha Power, dijo que Estados Unidos no apoyaría una operación militar de este tipo sin un plan humanitario.
Recientemente, Estados Unidos lanzó ayuda aérea a Gaza mientras continúa apoyando a Israel política y militarmente.
El apoyo de Australia a Israel ha llevado a que su primer ministro sea remitido a la Corte Penal Internacional (CPI) por ser “cómplice del genocidio en Gaza”, un título que pronto podría atribuirse a muchos jefes de estado pro-israelíes.
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