Con la licitación y entrega de abundantes reservas de litio a dos empresas privadas, Sebastián Piñera quería despedirse de la presidencia chilena dejando un aciago legado a su sucesor, Gabriel Boric, situación parecida a la operación neoliberal realizada en Argentina por su gran amigo Mauricio Macri cuando, antes de abandonar el poder, endosó al país sudamericano una millonaria deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El 12 de enero cuando se debía realizar una sesión especial de la Cámara de Diputados para analizar el tema, o sea, dos días antes del plazo para dar a conocer la adjudicación, el Ministerio de Minería comunicó que la compañía china BYD Chile Spa y la chilena Servicios y Operaciones Mineras del Norte S.A. obtuvieron los contratos de extracción de litio por 61 y 60 millones de dólares, respectivamente.
Cada empresa tendría una cuota de 80.000 toneladas con un plazo de siete años para desarrollar el proyecto y otros 20 años para la explotación del mineral, considerado clave para el desarrollo de baterías para vehículos eléctricos.
En rechazo a la medida, y pese a la justificación ofrecida por Piñera para adelantar esa adjudicación, los parlamentarios de la oposición se retiraron de la sesión especial en la Cámara de Diputados.
La licitación ya había generado polémica debido a efectuarse a solo dos meses de que termine el mandato del conservador Sebastián Piñera (el 11 de marzo) y a pesar de las solicitudes de Boric y de la oposición parlamentaria de paralizarla.
La subasta se realizó en octubre de 2021 y tras recibir más de 70 ofertas, el gobierno había seleccionado a cinco.
Dos días después del fallo, la Corte de Apelaciones de Copiapo acogió a trámite un recurso de protección presentado por el gobernador regional de Atacama, Miguel Vargas, y dio la orden de suspender el proceso de licitación de contratos de explotación, exploración y beneficio del litio.
El Presidente electo, Gabriel Boric, estaba presionando al Gobierno para que suspendiera la adjudicación, sin embargo, poco y nada sirvieron sus peticiones.
Otra denuncia ante la Contraloría General de la República expresa que la licitación conlleva la gravedad de que no dice dónde se va a explotar o dónde se va a explorar y la empresa tendría permiso para llegar a una comunidad y desalojar a las personas.
Chile posee cerca del 40% de las reservas mundiales de Litio, la mayoría ubicadas en territorios donde residen poblaciones indígenas. Ahora se abre un nuevo proceso de discusión para sentar las bases sobre cuáles serán las mejores opciones para el pueblo chileno relacionadas con la explotación del mineral.
La diputada socialista Daniella Cicardini sostuvo que en momentos en que se debate en la Convención Constituyente sobre la nacionalización de los bienes públicos como el litio y el cobre, resulta completamente antidemocrático y autócrata por parte del presidente torcer la voluntad popular impulsando esta licitación que pone en riesgo la soberanía económica y democrática del país.
La población chilena esta hastiada de la privatización de los servicios básicos pues la mayoría tiene que endeudarse para poder acceder a la atención médica, educación, vivienda, agua, electricidad, servicio de alcantarillado.
En la nación sudamericana, el Producto Interno Bruto se concentra desde hace años en manos de unos pocos: el 1% acumula el 33% de la riqueza generada, mientras que el 50% de los hogares de menores ingresos solo el 2,1%.
El presidente Sebastián Piñera, quien posee una fabulosa fortuna estimada en más de 3.000 millones de dólares, sigue apostando a imponer severas recetas neoliberales porque le importa más salvaguardar a las compañías y sus dueños que a la mayoría de los chilenos.
En sus dos períodos de gobierno, (2010-2014 y 2018-2022) no ha implementado medidas para ayudar al pueblo, sino a las poderosas transnacionales y a la oligarquía criolla que se enriquecen aún más con la aplicación de su política económica.
Piñera, quien ha utilizado a los carabineros para reprimir violentamente a estudiantes y obreros que protestan por las medidas neoliberales aplicadas durante su mandato, se halla en la mira internacional por su vinculación con el proyecto de Minera Dominga. Los recientemente divulgados Papeles de Pandora lo colocan como copropietario de Andes Iron para construir el proyecto en el sector norte de la comuna de La Higuera a través del Mediterráneo Fondo de Inversión.
Él y su familia estuvieron involucrados con la iniciativa a través de la empresa gestionada por Administradora Bancorp, que controlaba un tercio de la propiedad de Minera Activa Uno Spa, dueña de Minera Dominga. La transacción se realizó por medio de un Paraíso Fiscal en Islas Vírgenes Británicas, el cual reportó a los inversionistas, incluyendo al mandatario chileno, ganancias del 1.000 % en 18 meses.
Ahora se especula cuánto dinero recibiría el mandatario por vía indirecta por entregar el litio a compañías privadas.
Tiene mucha razón el parlamentario del Partido Comunista Boris Barrera cuando afirma que la decisión muestra el desprecio que el presidente tiene respecto al proceso Constituyente y por la construcción de normas democráticas.
Todo hace indicar que en esta ocasión el multimillonario Piñera no podrá imponer al pueblo chileno su derrotero neoliberal. Esperemos que así sea.
Es la clásica pillería democratica, ese negocito debe tener una tremendisima comisión pero con la celebración de la salida del bribón no se averigua nada ahora y luego es tarde.
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