Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
miércoles, 8 de junio de 2016
El Banco Mundial recorta hasta el 2,4% sus proyecciones de crecimiento global
El Banco Mundial alertó el martes desde Washington sobre el estancamiento que sufre en estos momentos la economía global. Un frenazo instigado en su mayor parte por la caída en los precios de las materias primas y que ha llevado a la institución a rebajar sus previsiones de crecimiento en cinco décimas en los últimos seis meses hasta el 2,4%.
Un porcentaje que supone el menor crecimiento registrado desde la Gran Recesión de 2009 si lo comparamos con las perspectivas que coteja el Fondo Monetario Internacional y una expansión nula con respecto al año pasado, una señal más que aviva el atrofio de la actividad económica que sufre el planeta.
Una situación fomentada en gran parte por el tísico crecimiento que registran las economías avanzadas, el excesivo abaratamiento de las materias primas, pese a que el crudo ha subido más de un 80% desde los mínimos alcanzados a mediados de febrero, la debilidad en el comercio mundial y el desvanecimiento de los flujos de capital.
De hecho, la mitad de la rebaja en las perspectivas de crecimiento, que a comienzos de año alcanzaban el 2,9%, está instigada por los países exportadores de materias primas. Algunos, como Venezuela o Brasil sufrirán una contracción del 10,1% y el 4% respectivamente en sus economías este año, una losa que hace que el crecimiento de las naciones exportadoras de petróleo y otras materias se haya reducido hasta un tercio de lo previsto en enero.
"El débil crecimiento pone de manifiesto la vital importancia para que los países establezcan políticas que impulsen el crecimiento económico", indicó Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial. "El crecimiento se está desacelerando de forma importante en los países exportadores de materias primas", reiteró.
En este sentido, no sólo Brasil se convierte en una losa para Latinoamérica, que encadena por primera vez en más de tres décadas, dos años consecutivos en recesión, sino que otros exportadores de petróleo, como Rusia, sufrirán este año una recesión más profunda de lo inicialmente previsto, con una contracción del 1,2% tras haber hecho lo propio el año pasado con un crecimiento negativo del 3,7%.
Sin embargo, los mercados emergentes y las economías en desarrollo importadores de productos básicos se han adaptado mejor que los países exportadores, aunque los beneficios derivados de los precios más bajos de la energía y otros productos básicos no se han concretado rápidamente.
Según las previsiones, estas economías se expandirán un 5,8% en 2016, lo que representa una pequeña baja respecto del 5,9% estimado para 2015. Pese al turbulento arranque de año en China, el Banco Mundial pronostica un crecimiento del 6,7% en 2016, tras el 6,9% que se registró el año pasado.
Desde la institución alertan sobre el aumento significativo del crédito al sector privado, intensificado por un período de bajas tasas de interés y más recientemente el aumento de las necesidades de financiación, una situación genera riesgos potenciales para varios mercados emergentes y economías en desarrollo.
"El rápido aumento de la deuda privada en varias economías emergentes y en desarrollo indica que es necesario actuar con cautela", recomendó el economista jefe del Banco Mundial quien estimó que tras un período de rápido aumento del endeudamiento, no es inusual observar que los préstamos bancarios en mora, como porcentaje de los préstamos brutos, se cuadruplican.
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