El viejo remedio de cambiar sobre la marcha los sistemas de medición ayudar a cambiar la percepción de las cosas cuando éstas no marchan como se espera. Y eso, poco más o menos, es lo que está ocurriendo en China. El menor ritmo de crecimiento del coloso tiene en vilo no solo a su gobierno y a sus autoridades monetarias, sino también al resto de las potencias del mundo.
Ante esa situación, que parece reafirmarse de un trimestre para otro, el ejecutivo que lidera Xi Jinping ha optado por retocar los tipos de referencia que existen entre el yuan y una cesta de las principales monedas del mundo. Eso ocurrió la noche del pasado viernes, cuando el departamento responsable de divisas de China (El China Foreign Exchange Trade System CFETS, por sus siglas en inglés) publicó un comunicado del que se desprendía que la segunda mayor economía del mundo publicaría un nuevo baremo para dotar de estabilidad a su política monetaria.
En concreto lanzó un nuevo índice del tipo de cambio efectivo del yuan para acortar las diferencias respecto al dólar, agravadas severamente durante las dos últimas semanas. Si el pasado 30 de noviembre el yuan cotizaba a 102,93 puntos, lo que significaba un repunte de casi el 3% respecto al cierre del año pasado, en apenas 13 días ha perdido todo lo ganado y se ha desplomado el mismo porcentaje respecto al dólar. Ante ese riesgo, la CFETS salió al paso para precisar que "aunque el yuan se haya devaluado frente al dólar desde principios de año, también es cierto que se ha revalorizado modestamente frente a otras divisas internacionales".
Peso de cada moneda
Por ese motivo, si antes la cesta de monedas de referencia estaba formada por 11 divisas, ahora lo estará con 13. Además se altera el peso de cada moneda de referencia en el conjunto de la cesta. Así, a partir de ahora el dólar reduce su peso en el conjunto al representar este nuevo índice un 26,4%, mientras que el euro crece al 26,4% y el yen se fija en un 14,7%. El mensaje fue entendido al instante por los inversores, que comprendieron el empeño del Gobierno chino por reducir los vínculos respecto al dólar y a la política que marca la Reserva Federal estadounidense.En el referido documento, el Banco Popular de China se limitó a indicar que la nueva tasa sería de "gran importancia", tal y como apuntó ayer The Wall Street Journal en su edición online. El objetivo de esta maniobra consiste en desviar el foco de atención que hasta el momento acaparan las fluctuaciones del yuan respecto al dólar. Las comparaciones entre las dos monedas perjudican severamente a la asiática, y la situación podría empeorarse ante un más que posible incremento de los tipos de interés en los Estados Unidos.
Yuan debilitado
El yuan se ha estado debilitando frente al dólar en los últimos días, presionado sobre todo por los temores del mercado ante la desaceleración del crecimiento en China y un esperado aumento en las tasas de interés en Estados Unidos. De esa forma, el yuan cotizaba en 102.93 puntos el pasado 30 de noviembre, con un alza del 2.93% respecto al cierre del 2014. En ese mismo periodo, el yuan ha caído 3% frente al dólar. Y grandes males, grandes remedios, como es el caso de cambiar la configuración de la cesta multidivisa para así esquivar las comparaciones adversas respecto al dólar.Por lo pronto, los inversores han interpretado la creación del nuevo índice que valora el yuan chino frente a una cesta amplia de divisas como una señal de que China quiere reducir el vínculo con el dólar y devaluar más todavía la paridad entre las dos monedas. El mercado también ha entendido que la devaluación de la paridad del yuan chino frente al dólar como una señal de que China tiene recursos para revertir la situación, aunque sea de forma artificiosa. Por ese motivo, el yuan offshore cedió un 0,3% hasta 6,5205 por dólar, el nivel más bajo desde abril 2011.
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