Jeffrey Sachs sostiene que el mundo multipolar sólo surgirá cuando el peso geopolítico de Asia, África y América Latina refleje su creciente importancia económica.Detalle de "Caminante sobre el mar de niebla", pintado por Casper David Friedrich (1817). La obra enfatiza el momento de suspensión en la transición de lo antiguo a lo nuevo
Jeffrey Sachs, Other News
Escribiendo desde su celda como prisionero político en la Italia fascista después de la Primera Guerra Mundial, el filósofo Antonio Gramsci declaró la famosa frase: "La crisis consiste precisamente en el hecho de que lo viejo está muriendo y lo nuevo no puede nacer: en este interregno ocurren los más variados fenómenos mórbidos". Un siglo después, nos encontramos en otro interregno y los síntomas mórbidos están en todas partes. El orden liderado por Estados Unidos ha terminado, pero el mundo multipolar aún no ha nacido. La prioridad urgente es crear un nuevo orden multilateral que pueda preservar la paz y el camino hacia el desarrollo sostenible.
Estamos al final de una larga ola de la historia humana, que comenzó con los viajes de Cristóbal Colón y Vasco da Gama hace más de 500 años. Estos viajes marcaron el comienzo de más de cuatro siglos de imperialismo europeo, cuyo pináculo fue el dominio global británico desde el final de las guerras napoleónicas (1815) hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914). Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se estableció como el nuevo hegemón mundial. Durante este largo período, Asia estuvo marginada: según estimaciones macroeconómicas ampliamente aceptadas, en 1500 Asia producía el 65% del PIB mundial, pero en 1950 esa proporción se había desplomado al 19% (a pesar de albergar al 55% de la población mundial).
En los 80 años transcurridos desde la Segunda Guerra Mundial, Asia ha recuperado su lugar en la economía global. Japón lideró el crecimiento en las décadas de 1950 y 1960, seguido por los cuatro “tigres asiáticos” (Hong Kong, Singapur, Taiwán y Corea) a partir de las décadas de 1960 y 1970, luego China (alrededor de 1980) y la India (alrededor de 1990). Hoy en día, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, Asia representa alrededor del 50% de la economía mundial.
El mundo multipolar nacerá cuando el peso geopolítico de Asia, África y América Latina corresponda a su creciente importancia económica. Este cambio necesario se ha retrasado porque Estados Unidos y Europa se aferran a prerrogativas obsoletas arraigadas en instituciones internacionales y mentalidades anticuadas. Incluso hoy, Estados Unidos intimida a Canadá, Groenlandia, Panamá y otros países del hemisferio occidental, amenazando al resto del mundo con aranceles y sanciones unilaterales que violan abiertamente las normas internacionales.
Asia, África y América Latina deben unirse para alzar sus voces colectivas y utilizar sus votos en la ONU para marcar el comienzo de un sistema internacional nuevo y equitativo. Una institución crucial que necesita reforma es el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, dada su responsabilidad única de mantener la paz según la Carta de las Naciones Unidas. Los cinco miembros permanentes (P5) –el Reino Unido, China, Francia, Rusia y los Estados Unidos– reflejan el mundo de 1945, no el de 2025. No hay escaños permanentes para América Latina o África, y Asia ocupa sólo uno de los cinco escaños, a pesar de albergar a casi el 60% de la población mundial. A lo largo de los años se han propuesto muchos nuevos miembros permanentes potenciales, pero el P5 se ha aferrado firmemente a sus posiciones privilegiadas.
Una reestructuración adecuada del Consejo de Seguridad seguirá frustrada durante años. Sin embargo, hay un cambio crucial en camino que beneficiaría al mundo entero: desde cualquier punto de vista, India, sin lugar a dudas, merece un asiento permanente. Dada su destacada trayectoria en diplomacia global, su admisión también elevaría una voz crucial en favor de la paz y la justicia mundiales.
La India es una gran potencia desde cualquier punto de vista: en 2024 superó a China como el país más poblado del mundo; es la tercera economía mundial más grande en términos de paridad de poder adquisitivo (17 billones de dólares), detrás de China (40 billones de dólares) y Estados Unidos (30 billones de dólares); Es la economía principal con mayor crecimiento, con una tasa anual del 6%; A mediados de siglo, su PIB (PPA) podría superar al de Estados Unidos. Es una potencia nuclear, innovadora en tecnologías digitales y cuenta con un programa espacial de vanguardia. Ningún otro candidato a un puesto permanente tiene credenciales comparables.
Lo mismo ocurre con su peso diplomático. El liderazgo de la India en el G20 en 2023 ha demostrado su capacidad para gestionar con éxito la cumbre, a pesar de las profundas divisiones entre Rusia y los países de la OTAN. India no sólo logró un consenso, sino que hizo historia al incluir a la Unión Africana como miembro permanente del G20.
China se ha mostrado reticente a apoyar a India para un asiento permanente, protegiendo su posición única como única potencia asiática entre el P5. Sin embargo, sus propios intereses nacionales se beneficiarían del ascenso de la India, especialmente dados los esfuerzos desesperados y agresivos de Estados Unidos para bloquear el crecimiento económico y tecnológico de China con aranceles y sanciones.
Al apoyar a la India, China demostraría claramente que la geopolítica está evolucionando hacia un mundo verdaderamente multipolar. Incluso si comparte el puesto con un par asiático, ganaría un socio crucial para superar la resistencia de Estados Unidos y Europa al cambio. Si China apoyara a la India, Rusia estaría de acuerdo inmediatamente, mientras que Estados Unidos, el Reino Unido y Francia votarían a favor.
Los recientes excesos geopolíticos de Estados Unidos –abandonar la lucha contra el cambio climático, atacar los Objetivos de Desarrollo Sostenible e imponer aranceles unilaterales en violación de las normas de la OMC– reflejan los verdaderos “síntomas mórbidos” de un viejo orden moribundo. Es hora de dejar espacio para un orden internacional verdaderamente multipolar y justo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario