domingo, 19 de junio de 2011

El largo y tortuoso camino hacia la recuperación

Olivier Blanchard, Jose Viñals and Carlo Cottarelli

La economía mundial se ha recuperado en gran medida desde el nadir de 2009, pero el crecimiento es aún desigual y los datos recientes de las principales economías avanzadas han sido decepcionantes. Así, pues, ¿hacia dónde se dirige la economía mundial?

Desde luego, no se esperaba que la recuperación fuera fluida: históricamente, la limpieza posterior a una crisis financiera de esta magnitud requiere mucho tiempo, en particular habiendo, como hay, unas grandes cargas de la deuda, un enorme desempleo y unos sistemas bancarios dañados, pero los riesgos para el panorama económico mundial han aumentado y se necesitan medidas normativas aceleradas para mantener encarrilada la economía mundial.

sábado, 18 de junio de 2011

La crisis de la deuda europea en la encrucijada

Kenneth Rogoff, Project Syndicate

Europa se encuentra en una crisis constitucional. Nadie parece tener el poder de imponer una resolución razonable a la crisis de la deuda de sus países periféricos. En lugar de reestructurar la carga de deuda manifiestamente insostenible de Portugal, Irlanda y Grecia (los llamados países PIG, por sus iniciales), los políticos y legisladores están presionando para que se adopten paquetes de rescate cada vez más grandes con condiciones de austeridad cada vez menos realistas. Por desgracia, no están solo "pateando" el problema para más adelante, sino empujando una bola de nieve montaña abajo.

Es cierto que, de momento, el problema sigue siendo económicamente manejable. El crecimiento de la eurozona es respetable, y los PIG representan solo el 6% de su PIB. Pero al argumentar obstinadamente que estos países se enfrentan a una crisis de liquidez, en lugar de un problema de solvencia, los funcionarios del euro están poniendo en riesgo todo el sistema. Importantes economías de la eurozona, como España e Italia, padecen grandes problemas de endeudamiento, especialmente si se tiene en cuenta su crecimiento anémico y una manifiesta falta de competitividad. Lo último que necesitan es que se haga creer a la gente que ya hay en marcha una unión implícita de transferencias y que las reformas y la reestructuración económica pueden esperar.

"Inside Job", el documental de la crisis, completa y con subtítulos



¿Cómo se mutiló a la economía mundial? ¿Quiénes desarrollaron las armas financieras de destrucción masiva que generaron la gran burbuja de crédito que hoy tiene al mundo cuesta abajo y envuelto en la mayor crisis económica de la historia? Gran parte de estas preguntas las responde Charles Ferguson en este elegante y detallado documental que sondea las causas y consecuencias de la crisis financiera de 2008. Ferguson, un antiguo ingeniero de Microsoft, expone en forma brillante la corrupción y la codicia que se incrustó en el sector bancario y en Wall Street, y que sumergió al mundo en una de la mayores crisis económicas de la historia.

Inside Job muestra con gran detalle las operaciones de los mayores bancos de inversión, que lo apostaron todo en las hipotecas crediticias de alto riesgo, amparándose en la defensa que ofrecían los swap de incumplimiento crediticio. Por la vía de estos derivados los banqueros jugaron a obtener gigantescas ganancias, sin advertir que el fraude que cometían hundiría a toda la economía del planeta. La codicia y la ambición desmedidas de un puñado de personajes, así como los errores en el proceso de desregulación financiera permitieron la creación del gigantesco fraude piramidal que estalló el año 2008.

viernes, 17 de junio de 2011

¿Salirse del euro?

Michel Husson, Viento Sur, Liberation

La salida del euro es evocada por algunas corrientes de izquierda como un medio de romper con la Europa neoliberal y de conseguir así márgenes de maniobra para una política diferente. Esta posición es defendida en particular por Costas Lapavitsas para Grecia y por Jacques Sapir para Francia /1. El debate debe evitar aquí dos procesos simétricos: el que consiste en decir que este proyecto alimenta el programa del Frente Nacional y, en sentido inverso, el que tacha de "europeísmo" o de "librecambismo" las críticas que le son dirigidas.

El argumento principal en favor de la salida del euro es que la moneda nacional restablecida podrá ser devaluada, de forma que se restaurara la competitividad del país. Remite al carácter deliberadamente truncado de la construcción europea: haciendo imposible toda devaluación, el euro fue concebido como un instrumento de disciplina salarial, convirtiéndose el salario en la única variable del ajuste. Pero esta disciplina ha sido en parte soslayada, particularmente en España, gracias a la posibilidad ofrecida por el euro de tener un déficit exterior creciente, así como por una lógica de burbuja y de sobreendeudamiento. La solución coherente habría sido, y sigue siendo, la puesta en pie de fondos de transferencia y de armonización, es decir de un presupuesto europeo ampliado, solución que ha sido rechazada siempre en la práctica. Todos los esfuerzos de los dirigentes europeos han ido, al contrario, en el sentido de una reducción de ese presupuesto.

Las ignoradas causas del paro


Vicenç Navarro, Público.es

Uno de los dogmas neoliberales que se reproducen con más frecuencia en los círculos empresariales y financieros (y ahora –con la reforma aprobada por el Gobierno Zapatero– en los círculos políticos dominantes) es el de atribuir el elevado desempleo en España a supuestas rigideces del mercado de trabajo, consecuencia de un excesivo poder de los sindicatos. Esta postura se promueve en los medios de mayor difusión y se ha convertido en la sabiduría convencional del país. De esta interpretación de las causas del desempleo se concluye que la intervención más eficaz para resolverlo consiste en desregular los mercados laborales, diluyendo el papel de los sindicatos en los convenios colectivos y facilitando el despido de los trabajadores.

Lo que es sorprendente es que esta explicación del elevado desempleo se promueva en los medios de información, cuando la evidencia empírica existente la cuestiona ampliamente. En realidad, tal evidencia forzó a la OCDE (institución neoliberal que promovió esta teoría) a desautorizar su famoso informe Jobs Study Report del año 2004, donde se proponía la desregulación de los mercados de trabajo como la medida más eficaz para reducir el desempleo. En aquel informe se decía que la dificultad en despedir a los trabajadores con contrato fijo (los llamaba los insiders) hacía que los empresarios fuesen reacios a contratar a los que no tenían trabajo (los llamados outsiders).

El gasto militar nos ayuda a comprender la trampa de la deuda


La trampa de la deuda en que nos encontramos ahora está vinculada poderosamente al origen del desorden financiero internacional desatado por Richard Nixon el 15 de agosto de 1971, cuando terminó con la convertibilidad del dólar en oro. Hasta ese momento, de acuerdo al tratado de Breton Woods, el dolar era canjeado por oro a razón de 35 dólares la onza. Pero los altos costos que para Estados Unidos tuvo la guerra de Vietnam, lo llevó a excederse en el uso de la imprenta de billetes verdes demostrando el alto impacto de la guerra sobre el sistema financiero

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Robert Reich explica las claves de la crisis en 2 minutos



En este video de 2 minutos, Robert Reich explica las claves de la economía contemporánea y la actual crisis económica con todo lo que esto implica. Para Reich, la economía ha crecido el doble desde 1980, pero los salarios se han mantenido estancados, dado que todo el diferencial de ganancias ha ido a parar a las grandes fortunas enriqueciendo al 1% más rico del planeta, como lo he señalado en este post. A este brutal enriquecimiento han contribuido también las rebajas tributarias y los subsidios a las grandes empresas como es el caso de las petroleras. El estancamiento de los salarios reales ha exacerbado la desigualdad y ahora, con la crisis, solo se piensa en aplicar recortes presupuestarios, lo que incrementará aún mas la brecha entre ricos y pobres.

¿Quien engañó a quien en la eurozona?

Santiago Niño Becerra, La Carta de la Bolsa

En esta disputa bizantina en la que nos hemos metido en relación a deuda griega (sí bizantina: semejante a aquella que llevó a los filósofos del antiguo Imperio de Oriente a estar discutiendo durante años cuál era el peso de los ángeles), pienso que quien tiene razón es Alemania: sin ningún lugar a género de dudas. Alemania, pienso ha hecho el siguiente razonamiento: ¿qué es menos malo: el 60% de algo o el 100% de nada?, y, con la practicidad que caracteriza a los teutones ha escogido lo primero.

Grecia no puede pagar lo que debe, no puede ahora ni podrá en el 2078. Grecia, pienso, no estuvo engañando a Eurostat y al mundo durante trece años: Eurostat y el resto del mundo, sigo pensando, se lo permitieron, porque si no Grecia no hubiese entrado en el euro. Goldman Sachs sólo se dedicó a poner en negro sobre blanco la casuística ‘del engaño’. Y cuando el volumen de la deuda superó el punto de no retorno: el nivel que ya es imposible devolver, se desataron las furias. Ya lo dijimos aquí: ¿de verdad puede creerse que los estadísticos griegos, por buenos que sean, pudieron estar engañando al planeta durante más de una década?, más, ¿de verdad es creíble que un banco como Goldman va a involucrarse en un sarao como ese sin tener muy claro que, pase lo que pase, nada le va a pasar?.

jueves, 16 de junio de 2011

La tragedia griega que tiene al euro al borde del abismo



La historia vuelve a repetirse. Con la diferencia de que si la primera vez fue en tono de comedia, hoy lo hace en tono de tragedia. Y de tragedia griega. ¿Cuánto estarían hoy dispuestos a pagar nuestros audaces inversionistas por las obras de Sófocles o Esquilo?. Daría gusto ver a Warren Buffett destinar parte de los dos millones de dólares que recibió por un almuerzo, por la gran gesta del drama griego. Y entendiendo que sólo hablamos de los dramas clásicos: de esos que tienen más de dos mil años. Porque del drama actual, ni el gobierno de Papandreu, ni la troika UE/BCE/FMI, tiene algo que decir.

La ortodoxia económica vigente tiene mucho más que ver con las causas de la crisis que con sus soluciones

Juan Tugores, La Vanguardia

Cuatro años después del inicio de la Gran Depresión, Keynes describía la perplejidad con que se encontraban quienes, insatisfechos con el sistema de “capitalismo internacional pero individualista” al que calificaba como ni inteligente ni justo, se preguntaban acerca de las alternativas. Transcurrido un tiempo similar desde el inicio de la Gran Recesión, esta cita del economista británico vuelve a estar de actualidad. La indignación de unos y la perplejidad de muchos tiene más claros los motivos de frustración y desencanto que los ingredientes para formular alternativas realmente operativas, que permitan construir algo que supere las causas profundas y las peores consecuencias de las dinámicas que nos condujeron a los problemas recientes. El resultado de facto de esa desorientación es un retorno a la creciente hegemonía de ortodoxias que tienen mucho más que ver con las causas de la crisis que con sus razonables soluciones.

Las lavanderías de Wall Street

Juan Gelman, Página 12

Se puede pasear por Queens y encontrar decenas y decenas de lavanderías sin un solo cliente en toda la jornada y en ninguna otra jornada. Suelen ser negocios modestos, atendidos por una sola persona que no frecuenta a los vecinos. Nada que ver con los imponentes edificios de los bancos de Wall Street, que tampoco lavan ropa: se dedican a otra clase de limpieza.

Es difícil calcular el volumen de dinero lavado que entra en el flujo financiero mundial. En 1996 el FMI afirmó que ascendería del 2 al 5 por ciento del total, pero hay estimaciones actuales que superan esa aproximación. El distinguido economista John Walker propone, con base en un modelo económico comparativo de bases de datos internacionales sobre el crimen organizado, que su monto anual es de unos 2,85 billones de dólares (www.economywatch.com, 14/6/11). De los cuales: un 46,3 por ciento se higieniza en el sistema bancario de EE.UU. y, mucho menos, en los de Italia (150.000 millones de dólares) y Rusia (147.000 millones), y a más distancia todavía en los de Alemania, Francia, Rumania, Canadá y otros países de Occidente y Asia. Como siempre, la gran potencia del Norte en primer lugar.

miércoles, 15 de junio de 2011

Lo que viene tras la quiebra de Grecia y el fin del euro


Grecia es el protagonista absoluto de las preocupaciones en Europa, y aunque la troika UE/BCE/FMI se afana en alcanzar acuerdos sobre el tipo de ayuda que requiere su socio, todo el mundo da por hecho que el default griego es inevitable, y algunos comienzan a plantearse cómo hacer rentable el fin de la moneda única, como el columnista de MarketWatch Matthew Lynn. Lynn es uno de los que asume que Grecia no podrá pagar sus deudas, apoyándose en varios datos, incluyendo la reciente rebaja en el rating de S&P, que ubicó la calificación de los bonos soberanos griegos en triple C, equivalente a Bonos basura.

La producción industrial griega descendió un 11% interanual en abril, mientras que el paro ha crecido un 40% en el último año. Cuando un país tiene cifras tan descomunalmente dolorosas, el debate no puede seguir siendo del tono de "si Grecia va a poder cumplir con sus compromisos", porque todo el mundo sabe que no podrá. El tema es simplemente cuándo se declara la bancarrota, cuánto va a costar, cuáles serán las condiciones para la salida del euro, quien y cómo paga la factura, y cómo la UE, el BCE y el FMI siguen adelante con su próxima víctima.

Cómo el sistema financiero creó la deuda y nos arrastró a donde estamos ahora



El colapso económico es inminente. Los países más industrializados del mundo enfrentan una gran crisis de deuda provocada por el quiebre del crédito del año 2008, tras la crisis de las hipotecas inmobliarias y la caída de Lehman Brothers. Estas crisis originadas por un colapso del crédito resultan ser mucho más prolongadas y profundas que las crisis desatadas por un estallido inflacionario. Gran parte del mundo se enfrenta a este tsunami de la deuda que los tiene al borde de la bancarrota, como Grecia, Irlanda y Portugal. Sin embargo, ¿puede hablarse de bancarrota cuando estos países poseen enormes riquezas en capital humano y recursos productivos? De acuerdo al actual sistema financiero sí. Y por eso que los Servicios Públicos están siendo recortados y los Bienes Públicos están siendo privatizados. A los gobiernos (y es cierto que hay muchos gobiernos irresponsables y corruptos, como los que financian guerras) se les suele cargar todo el peso del gasto excesivo. Y esto que deben asumir los gobiernos de turno, recala en todos los contribuyentes por igual. Nadie se escapa, haya o no disfrutado de la espiral de consumo o de la inflación de la burbuja de crédito. Por eso en este post intentaré describir cómo se creó la enorme espiral de deuda que hoy tiene al mundo en el pánico.

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Las divisiones en el Eurogrupo bloquean el rescate de Grecia

Daniel Basteiro, Público.es

Para que Grecia salga a flote de nuevo, hará falta un adelgazamiento del Estado, a través de privatizaciones masivas, y una nueva lluvia de millones en forma de préstamo de la UE y el FMI. Sin embargo, no son las reformas del futuro, sino los bonos de deuda actualmente en manos del BCE y entidades francesas o alemanas los que causaron un cisma en una reunión extraordinaria de ministros de la zona euro. Todos los ministros reconocieron, en ocasiones tras semanas desmintiéndolo, que los rescates impuestos a golpe de austeridad no bastan para sacar a Grecia del pozo del descrédito financiero. La estrategia ha demostrado ser insuficiente un año después de que la UE y el FMI comprometieran 110.000 millones de euros, de los que ya han desembolsado casi la mitad.

La reunión de urgencia para debatir el segundo paquete de ayudas para Atenas concluyó sin un acuerdo por la exigencia de un grupo de países, liderados por Alemania, que pretenden obligar a los bancos con deuda griega a esperar varios años más antes de recuperar lo invertido. Berlín insiste en que los inversores deben colaborar en un plan que suscita un gran rechazo social entre los alemanes.

martes, 14 de junio de 2011

¿Puede romperse la Eurozona?

Nouriel Roubini, El Economista

La crisis de la Eurozona no es un desequilibrio estable, sino más bien un desequilibrio inestable. O los Estados miembros se alejan de esta perturbación y se dirigen a una unión fiscal, económica y política más amplia que resuelva los problemas de divergencia en términos de competitividad o el sistema se dirigirá a una reestructuración desordenada de su deuda y quizás incluso a la salida de los miembros más débiles. En un horizonte a cinco años, las probabilidades de una ruptura son por lo menos de un tercio.

La Unión Monetaria y Económica no ha satisfecho nunca las condiciones de una óptima zona monetaria: una actividad económica y unos índices de crecimiento sincronizados; una alta movilidad de la mano de obra y de capital; un federalismo fiscal que permita compartir el riesgo fiscal de los impactos nacionales idiosincrásicos; y un destacado grado de unión política.

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