Parece haber una única solución para evitar que Israel y EEUU vayan a la confrontación final con Irán: la entrega por parte de Rusia a Irán de un contingente limitado de ojivas nucleares
Andrea Zhok, L'Anti Diplomatico
La situación a nivel estratégico internacional parece estar tomando forma ahora de manera bastante explícita. Israel y EEUU actúan al unísono y están dispuestos a hacer cualquier cosa para alcanzar su objetivo final, que es la eliminación completa de Irán como amenaza regional.
Las precauciones restantes están vinculadas únicamente a la necesidad de reducir posibles daños a las ciudades israelíes y las bases estadounidenses en la zona.
Lo primero que debe quedar claro es que Irán no tiene posibilidades de resistir por mucho tiempo un ataque israelí respaldado por EEUU, incluso si el ataque sigue siendo convencional. La principal limitación de Israel reside en la magnitud de los recursos (humanos, militares, financieros) necesarios para una guerra total, pero esta magnitud se ve amplificada indefinidamente por el canal de suministro disponible de EEUU. Los dirigentes iraníes lo saben bien y, por tanto, siguen actuando de manera que deje margen para un enfriamiento del conflicto, dando siempre respuestas mesuradas.