sábado, 29 de junio de 2024

Dos horas que conmovieron a Bolivia

Una de las principales tareas de la embajada de EEUU es explotar y exacerbar las contradicciones entre Luis Arce y Evo Morales, así como la lucha intestina en el oficialista MAS

Carlos Fazio, La Jornada

El fallido golpe de Estado militar del general Juan José Zúñiga en Bolivia encierra una serie de interrogantes y rarezas, incluida la versión sobre un eventual autogolpe del presidente constitucional Luis Arce, pero se encuadra dentro de la guerra híbrida del Comando Sur del Pentágono y la embajada de EEUU en La Paz. Tiene que ver, también, con la larga tradición putschista del generalato boliviano, formado técnica e ideológicamente con base en la Doctrina de Seguridad Nacional y la guerra de contrainsurgencia que se enseñan en las academias militares de EEUU.

El 24 de junio, la canciller boliviana, Celinda Sosa Lunda, convocó a la encargada de negocios Debra Hevia, titular de la embajada de EEUU, y le planteó un reclamo por una serie de pronunciamientos y acciones realizados por parte del personal a su cargo, considerados como una intromisión en los asuntos internos del país. El escueto comunicado de la cancillería no dio mayores detalles, pero dos días después se produjo la intentona sediciosa del comandante de las fuerzas armadas, general Zúñiga, ex jefe del Estado Mayor del ejército y experto en inteligencia militar.

viernes, 28 de junio de 2024

Julian Assange: libre por fin, pero culpable de ejercer el periodismo

El despiadado y todopoderoso aparato de inteligencia estadounidense no se andará con rodeos y no hará prisioneros para castigar a cualquiera, en cualquier lugar, que se atreva a sacar a la luz los crímenes imperiales.

Pepe Escobar, Strategic Culture

El Gobierno de Estados Unidos -en virtud del «orden internacional basado en normas»– ha dictaminado de facto que Julian Assange es culpable de ejercer el periodismo.
Edward Snowden ya había señalado que «cuando exponer un crimen es tratado como cometer un crimen, estás siendo gobernado por criminales».
Criminales como Mike «Mentimos, Engañamos, Robamos» Pompeo, ex secretario de Estado de Trump, que había planeado secuestrar y matar a Julian cuando era jefe de la CIA.

La indomable Jennifer Robinson y el abogado estadounidense de Julian, Barry Pollack, lo resume todo: Estados Unidos ha «perseguido el periodismo como un delito».

Julian se vio obligado a sufrir un Vía Crucis atroz porque se atrevió a sacar a la luz los crímenes de guerra del Gobierno de Estados Unidos; el funcionamiento interno del ejército estadounidense en su Guerra del Terror (la cursiva es mía) en Afganistán e Irak; y – Santo de los Santos – se atrevió a publicar correos electrónicos que mostraban que el Comité Nacional Demócrata (DNC) estaba en connivencia con la famosa arpía belicista Hillary Clinton.

Julian Assange: ejemplo de tortura sistémica


Marcos Roitman Rosenmann, La Jornada

La libertad no es una concesión. Es el resultado de múltiples luchas sociales que han marcado la evolución de los derechos humanos en todas sus dimensiones. No hablamos de la libertad neoliberal de elegir: o beber vino o tomar gaseosa, al cual se aferran los libertarios para suspender la primera condición del ser humano, su dignidad. Negar los derechos humanos como parte de un orden democrático, es contradecir el valor de la justicia en tanto expresión de una ley igual para todos. Si nos circunscribimos al caso de Julian Assange, al despojarlo de su dignidad, se manifiestan los argumentos para su detención: presentar la libertad de prensa e información bajo el dilema utilitarista de proteger un bien mayor. Acusado de violar secretos de Estado, poner en cuestión la seguridad nacional y comprometer la vida de personas estadunidenses, se inició su persecución.

Una vez detenido, de manera continuada y sistemática, durante cinco años, fue sometido a tortura síquica, cuyas repercusiones físicas demuestran el grado de inquina con la cual se aplicaron. Vivir en una prisión de máxima seguridad sin ver la luz del sol durante 23 de las 24 horas del día, en una celda de 2×3 metros, imposibilitando cualquier movimiento más allá de los siete pasos, ha sido el método para lograr una confesión: declararse culpable de espionaje. Sus carceleros son conscientes. Lo saben jueces, fiscales y letrados de la acusación que lo han permitido con la finalidad de terminar con la resistencia de Julian Assange.

La "guerra" de Putin para remodelar el Zeitgeist estadounidense

Sólo comprendiendo y tomando en serio las advertencias nucleares rusas podremos excluir el riesgo de que entren en juego armas nucleares.
Alastair Crooke, Strategic Culture

El G7 y la posterior «Conferencia de Bürgenstock» suiza pueden entenderse -en retrospectiva- como una preparación para una guerra prolongada en Ucrania. Los tres anuncios centrales que surgieron del G7 –el pacto de seguridad de Ucrania de 10 años; el «préstamo de Ucrania» de 50.000 millones de dólares; y la confiscación de los intereses de los fondos congelados rusos– así lo demuestran. La guerra está a punto de intensificarse.

Estas posturas pretendían preparar a la opinión pública occidental antes de los acontecimientos. Y, por si quedaba alguna duda, la ampulosa beligerancia hacia Rusia que se desprendía de los líderes electorales europeos era suficientemente clara: Pretendían transmitir una clara impresión de que Europa se prepara para la guerra.

¿Qué nos espera entonces? Según el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby:
La posición de Washington respecto a Kiev es ‘absolutamente clara’:
Primero tienen que ganar la guerra.
Primero tienen que ganar la guerra. Así que, número uno: Estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos de que puedan hacerlo. Luego, cuando acabe la guerra… Washington ayudará a construir la base industrial militar de Ucrania.

jueves, 27 de junio de 2024

¿Hacia la nueva Guerra Mundial?


Diego Fusaro, Posmodernia

Curiosidad, rumor y equívoco no han dejado de constituir los elementos fundamentales de la heideggeriana «existencia inauténtica» (uneigentliche Existenz) del mundo alienado promovido por las actuaciones engañosas de la industria cultural. La curiosidad de la opinión pública, es decir, la «incapacidad de detenerse sobre aquello que se presenta», se ve alimentada por el desvío continuo de la atención hacia nuevos objetos puestos ad hoc en el primer plano mediante la manipulación organizada, con el fin de domar las mentes y moldearlas de acuerdo al orden ideológico. En este aspecto, ejemplos emblemáticos siguen siendo aquellos de las inexistentes «armas de destrucción masiva» y las igualmente inexistentes «armas químicas«, estratagemas ideológicas con las que la opinión pública fue inducida, en el primer caso, a aceptar pasivamente la agresión al Irak de Saddam en 2003 y, en el segundo, a prepararse para la invasión de la Siria de Assad en 2013. Tan pronto como se hizo evidente que se trataba de simples entia imaginationis, la curiosidad de las masas fue redirigida hacia otra parte.

Se comprende entonces en qué sentido, como sugiere Heidegger, la curiosidad siempre va acompañada de la distracción. El curioso “está en todas partes y en ningún lugar”, manipulado por los mecanismos anónimos e impersonales del “se dice” del circo mediático, de modo que su atención fluctúa permanentemente entre cuestiones irrelevantes presentadas como decisivas, sin poder nunca detenerse sobre la contradicción sistémica constantemente ocultada. La curiosidad, por demás, es aliada estratégica de la cháchara, es decir, de la «posibilidad de comprender todo sin ninguna apropiación preliminar de lo que se quiere comprender». El chismorreo corresponde, en efecto, al recurso aparentemente anónimo (en realidad ideológicamente connotado) del «se dice«, mediante el cual el lenguaje, más que revelar el ser, lo oculta y lo vuelve indescifrable en el acto mismo con el que lo hace aparecer de fácil acceso y al alcance de todos.

miércoles, 26 de junio de 2024

La pregunta no es si habrá guerra, sino qué guerra habrá


Andrea Zhok, Arianna Editrice

Hace unos días, el Presidente serbio Vučić expresó su gran temor de que nos separen tres o cuatro meses de la Tercera Guerra Mundial. Ya sea una evaluación realista o tal vez una aprensión excesiva por parte de quienes ya han experimentado de primera mano el carácter "eminentemente defensivo" de la OTAN, esto sólo lo descubriremos viviendo. Sin embargo, ahora podemos hacer algunas consideraciones generales sobre las líneas de tendencia emergentes.

Desde el punto de vista de una confrontación directa entre grandes potencias militares, la cuestión crucial se refiere a la percepción interna del carácter "decisivo" del conflicto regional en curso. Para Rusia está muy claro, y lo ha estado desde el principio, que se trataba de una amenaza percibida como existencial. Aquí la asimetría del enfrentamiento debe ser bien percibida: en la guerra de la OTAN en Ucrania Rusia es, para Occidente, formalmente el agresor, habiendo violado las fronteras ucranianas con sus tropas. Pero Rusia se siente atacada porque ha visto año tras año los preparativos de la OTAN en sus fronteras (ejercicios conjuntos, construcción de infraestructura militar, cambio de régimen tras el golpe en Maidan, persecución de sus minorías en Ucrania, etc.). Estos acontecimientos fueron lamentados como precursores de una agresión directa o del posicionamiento de una ventaja estratégica que potencialmente pondría en jaque las defensas rusas.

¿Está llegando a su fin el reinado del Dólar?

Aunque el régimen dólar-Wall Street sigue siendo muy poderoso, la desdolarización y las posibilidades de un orden mundial cambiante están siendo impulsadas por la debilidad económica de Estados Unidos, el uso agresivo de sanciones ilegales por parte de dicho país y sus aliados del Norte Global, y la creciente fuerza política y económica del Sur Global a través de plataformas como los BRICS.

Vijay Prashad, Tricontinental

A principios de junio, empezó a circular el rumor —que gran parte de la prensa india dio por cierto— de que el gobierno de Arabia Saudita había permitido que caducara su acuerdo del petrodólar con Estados Unidos. Este acuerdo, firmado en 1974, es bastante sencillo y satisface varias necesidades del gobierno estadounidense: EEUU compra petróleo a Arabia Saudita, y Arabia Saudita utiliza ese dinero para comprar equipamiento militar a los fabricantes de armas estadounidenses, mientras mantiene los ingresos de las ventas de petróleo en letras del Tesoro estadounidense y en el sistema financiero occidental. Este acuerdo para reciclar los beneficios del petróleo en la economía estadounidense y en el mundo bancario occidental se conoce como el sistema del petrodólar.

Este acuerdo no exclusivo entre ambos países nunca obligó a los saudíes a limitar sus ventas de petróleo a dólares ni a reciclar sus beneficios del petróleo exclusivamente en bonos del Tesoro estadounidense (de los que posee la considerable cantidad de 135.900 millones de dólares) y bancos occidentales. De hecho, los saudíes son libres de vender petróleo en múltiples divisas, como el euro, y participar en plataformas de divisas digitales como mBridge, una iniciativa experimental del Banco de Pagos Internacionales y los bancos centrales de China, Tailandia y Emiratos Árabes Unidos (EAU).

No obstante, el rumor de que este acuerdo de décadas sobre el petrodólar había llegado a su fin refleja la expectativa generalizada de que un cambio sísmico en el sistema financiero derrocará el dominio del régimen dólar-Wall Street. Era un rumor falso, pero encerraba una verdad sobre las posibilidades de un mundo post-dólar o desdolarizado.

martes, 25 de junio de 2024

Una luz sobre Gaza


Patrick Maza, Counter Punch

Hace unas semanas hablé con un viejo amigo, un antiguo defensor de la causa palestina que me ha enseñado mucho sobre el tema. Estaba tan taciturno por lo que está ocurriendo allí, la matanza, el hambre, la enfermedad y nuestra aparente impotencia para detenerlo todo, que tuve que responder con algunos pensamientos compensatorios. Porque yo siento lo mismo, y he tenido que aplicar cierto equilibrio simplemente para hacer frente a la situación.

Todo se reduce a esto. De la más lóbrega de las situaciones surge la luz. Antes del 7 de octubre la causa palestina estaba prácticamente muerta en todo el mundo. La normalización de las relaciones con Arabia Saudí y otros Estados del mundo islámico que se vislumbraba entonces habría puesto los últimos clavos en el ataúd. Podemos pensar lo que queramos sobre lo que hizo Hamás –y está documentado que muchas de las muertes de civiles se produjeron a manos del ejército israelí y que la mayoría, si no todas, de las atrocidades de las que oímos hablar son invenciones–, pero lo cierto es que la causa palestina está ahora en el primer plano de la conciencia mundial como nunca antes lo había estado. Las calles del mundo se han llenado de manifestantes en su apoyo. Los campamentos se han extendido por los campus universitarios. Poderosas figuras políticas están siendo interpeladas en sus apariciones públicas. Los líderes de los países islámicos, temerosos de sus enfurecidas poblaciones, se han visto obligados a dar marcha atrás en la normalización.

La guerra inevitable

Si la existencia del Estado sionista fue posible -apelando a la culpabilidad de Europa y al interés estratégico de EEUU en el mundo formado tras la Segunda Guerra Mundial (y desde la Segunda Guerra Mundial…)-, en el nuevo mundo que está surgiendo, sus posibilidades de supervivencia son cada vez menores

Enrico Tomaselli, Giubbe Rosse News

A veces, realmente no hay razonabilidad en las decisiones tomadas por los dirigentes. Evidentemente, depende mucho del contexto y del pensamiento político-ideológico al que se refieran; un ejemplo de ello es el de Adolf Hitler, que desde los años del putsch de Munich hasta la víspera de la Operación Barbarroja siempre mostró una gran lucidez política y estratégica, sólo para acabar siendo presa de un auténtico delirio psicótico.

Desgraciadamente, algo parecido está volviendo a ocurrir y, paradójicamente, esta vez el protagonista es el dirigente israelí Netanyahu.

Al menos a partir del 7 de octubre de 2023, su capacidad de liderazgo -como político de larga trayectoria- se ha ido desvaneciendo gradualmente, y cada vez parece más gobernado por los acontecimientos, en lugar de ser quien los gobierna.

En esta espiral continua, en la que obviamente arrastra consigo a un país que -aparte de sus errores, por otra parte- se identifica en gran medida con su pensamiento básico, cada día se da un paso más hacia una nueva guerra, quizá más rápida que la ucraniana, pero sin duda mucho más feroz, y mucho más desestabilizadora.

En cierto modo, Israel parece condenado a la compulsión de repetir.

lunes, 24 de junio de 2024

Una guerra europea más amplia está en el horizonte

Los estrategas de la OTAN parecen pensar que aumentar la presión sobre Rusia la obligaría a dar marcha atrás e incluso pedir un alto al fuego. Pero no hay ninguna razón para que Rusia detenga sus operaciones. Está ganando la guerra y eso debe entederlo Washington y los lideres europeos
F-16 en Rumania

Stephen Bryen, Asia Times

El peligro de que la guerra de Ucrania se extienda a Europa está aumentando. El riesgo de una guerra europea nunca ha sido tan alto. El consenso general entre los expertos militares es que Ucrania está perdiendo la guerra lenta pero inexorablemente. Pero ¿qué significa eso?

A primera vista, Ucrania no tiene suficientes soldados para seguir luchando por mucho más tiempo. La tasa de bajas del ejército ucraniano es de varios cientos todos los días... y hoy las batallas que gana Rusia normalmente se describen como "picadoras de carne" debido al gran número de víctimas.

Rusia tiene una gran reserva de combatientes entrenados. Se estima que son, por lo menos, un millón y medio; Ucrania casi no tiene reservas que no hayan sido desplegadas ya.

Aun así, los objetivos estratégicos de Rusia son desconocidos. A veces los rusos dicen que quieren crear una "zona de amortiguamiento" para proteger su territorio de ataques. Sin embargo, la introducción de misiles balísticos y de crucero de largo alcance por parte de EEUU/OTAN descarta una zona de amortiguamiento a menos que esta llegue casi hasta el río Dniéper. Incluso entonces, esta zona de amortiguamiento no protegería a Zaporizhya ni a Crimea.

Criminales de guerra israelíes: ¿puede la CPI encarcelarlos?

La audaz búsqueda por parte de la CPI de órdenes de arresto para líderes israelíes aliados de Occidente podría redefinir la justicia internacional. Incluso si Netanyahu y compañía no son encarcelados, "su mundo de repente se volverá mucho más pequeño".

Stasa Salacanina, The Cradle

El anuncio del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) el 20 de mayo sobre órdenes de arresto contra cinco líderes israelíes y de Hamás desencadenó inmediatamente un torrente de comentarios y opiniones en todo el mundo.

La iniciativa legal representa un hito sin precedentes en las relaciones internacionales, ya que marca la primera vez que los líderes de un estado aliado occidental han sido acusados ​​de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Según el Fiscal Jefe de la CPI, Karim Khan, existen argumentos razonables de que el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el Ministro de Defensa, Yoav Gallant, son penalmente responsables de hambrunas, asesinatos, ataques intencionales contra civiles, exterminio y persecución, entre otros crímenes. Como lo explicó Khan :

domingo, 23 de junio de 2024

El equipo de Biden ignora la historia de engaños y mentiras de Israel

Pregunta: ¿Cómo se sabe cuándo miente el Primer Ministro Benjamín Netanyahu?

Respuesta: Mueve los labios.

Melvin Goodman, CounterPunch

La historia de Israel durante los últimos 76 años está repleta de ejemplos de engaño. Esto fue cierto desde el principio, cuando los israelíes negaron su papel en la expulsión de cientos de miles de palestinos de sus hogares durante la Guerra de Independencia de Israel. El mundo árabe se refiere a la expulsión como la “nakba” (la catástrofe), algo que en gran medida es negado en Israel. El legado israelí de negar la “nakba” no es diferente del de quienes niegan el Holocausto.

Los principales medios de comunicación hacen todo lo posible para defender el caso de Israel, y a lo largo de los años han dicho muy poco sobre la historia del engaño y el engaño de Israel. Por ejemplo, la semana pasada, el Washington Post publicó un titular extraño que decía: “Israel tiene el honor de cumplir con los límites de la inteligencia estadounidense”. La historia que lo acompañaba era significativa y detallaba la importancia de la inteligencia estadounidense proporcionada a Israel para llevar a cabo el rescate de cuatro rehenes israelíes, una operación que se cobró la vida de casi trescientos palestinos, en su mayoría mujeres y niños. Según cualquier definición del requisito de proporcionalidad en tiempos de guerra, esto fue efectivamente un crimen de guerra.

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