Este texto es la conferencia traducida que Josep Fontana realizó en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) el pasado 24 de octubre en el marco de unas jornadas sobre la Revolución Rusa de 1917, en plena Primera Guerra Mundial. Este es el primer artículo de una serie que busca rescatar el legado de la revolución rusa a los aciagos días que corren.Josep Fontana, Sin Permiso
Hacia 1890 los partidos socialistas europeos, agrupados en la Segunda Internacional, habían abandonado la ilusión revolucionaria y defendían una vía reformista que les tenía que llevar a integrarse en los parlamentos burgueses, confiando en que un día podrían acceder al poder en través de las elecciones y que desde allí procederían a transformar la sociedad. De esta manera los partidos socialistas alemán, italiano, español, francés, que mantenía todavía el nombre de sección francesa de la Internacional Obrera, o el laborismo británico optaron por una política reformista, aunque conservaran la retórica revolucionaria del marxismo para no desconcertar a sus seguidores obreros, que debían seguir creyendo que sus partidos luchaban por una transformación total de la sociedad.
La contradicción entre retórica y praxis estalló con motivo de la proximidad de la Gran Guerra de 1914. En el congreso que la Internacional socialista celebró en Basilea en noviembre de 1912 se proclamó que "era el deber de las clases obreras y de sus representantes parlamentarios (...) realizar todos los esfuerzos posibles para prevenir el inicio de la guerra" y que, si ésta finalmente empezaba, debían intervenir para que terminara rápidamente y "utilizar la crisis económica y política causada por la guerra para sublevar el pueblo y acelerar la caída del gobierno de la clase capitalista ". El congreso proclamaba, además, su satisfacción ante "la completa unanimidad de los partidos socialistas y los sindicatos de todos los países en la guerra contra la guerra", y llamaba "a los trabajadores de todos los países a oponer el poder de la solidaridad internacional del proletariado al imperialismo capitalista ".