"El próximo año va ser el primero en que la crisis va a sentirse con toda su virulencia tras comenzar a manifestarse a mediados del presente año. La economía mundial, está hoy igual que ayer: tiene agotada su capacidad de endeudamiento, una capacidad productiva muy superior a la capacidad de consumo media, y sigue desperdiciando recursos igual que los desperdiciaba"El académico señala que uno siempre escucha lo que quiere oir.
"Estamos en unos momentos en los que se quiere oír que el milagro es aún posible, existen auténticas ansias de oír cosas como ésa, y esas ansias vienen dadas por el hecho de que se necesita que las cosas sigan, al menos, como están yendo ahora: a trancas y a barrancas, pero ello permite seguir creyendo que el milagro aún es posible".
El catedrático de estructura económica de la Universidad Ramón Llull asegura que eso fue precisamente lo que hizo el presidente de la Fed, Ben Bernanke, en su último discurso. "De entrada dijo que el 2011 iba a ser el año de la mejoría. ¿Recuerdan que ese año iba a ser el 2010?, ¿y que todas las previsiones hechas por la inmensa mayoría de instituciones antes de julio apuntaban a una ralentización el próximo año?", ironiza.
Bernanke también dijo que hará lo que haga falta para evitar una deflación, lo que indica "que piensa que la posibilidad existe, pero fíjense en los retorcimientos de conceptos: hará lo que haga falta si se pusiese de manifiesto que las cosas van a peor y si los costes de hacer lo que estuviese indicado hacer fueran menores que el no hacer nada".
"La única diferencia entre ayer y hoy son las inyecciones que se le han administrado al modelo en forma de planes de estímulo, eso se sabe, pero ahora se necesita creer en otra cosa, en que el milagro es aún posible. ¿Las palabras del Míster Bernanke?, pienso que son el reconocimiento de que el manual ya ha dado de si todo lo que de si podía dar, por lo que si las cosas se ponen peor ya dará igual lo que se haga; y por eso se hará".Niño Becerra comenta que parece que está mal visto ser pesimista en un momento en el que se nos dice que las cosas van a ir mejorando, porque en el pasado también se cometieron excesos que fueron superados. Y, en este contexto se deja de decir lo que se debe decir. Y lo que se debe decir, en palabras del catedrático es que "ya nos hallamos en una crisis sistémica muy semejante a la Gran Depresión, que lo vivido entre el 2007 y mediados del 2010 ha sido una fase de precrisis en la que se han ido poniendo de manifiesto los problemas que ahora nos han estallado en la cara, que lo que se ha estado haciendo en estos tres años ha sido ir aplicando las fórmulas de un manual agotado: el manual que, al agotarse, nos ha llevado a esta crisis".
Pero lo más preocupante es la cifra que da de cuanta crisis nos queda por delante: "los diez años que va a durar esta crisis empiezan a contar ahora: como en el 29. El 2011, precisamente, será un año estructuralmente muy semejante a 1930", augura.
Niño Becerra opina que, a partir de ahora, lo que se debería decir a la población es "que lo que se ha hecho ha sido inútil: prolongar una situación inevitable, negar el cáncer que ya lleva tiempo corroyendo la economía mundial, que lo que viene va a ser muy duro, y pienso que hay que decirlo para que la población se conciencie, para que empiecen a tomarse medidas de crisis, para que técnicos con mentalidad no comprometida tomen la palabra y muchos políticos pasen a un segundo plano", sentencia el economista.
Tomado de El Economista
No hay comentarios.:
Publicar un comentario