Jean-Claude Trichet, afirmó ayer que los gobiernos alemán y francés tienen una gran responsabilidad en la crisis financiera de los países europeos que, según explicó, se inició hace seis años cuando Francia y Alemania violaron el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. También acusó con dureza a los bancos, por el comportamiento que tuvieron tras la crisis financiera: "Habrían desaparecido todos si no los hubiéramos rescatado".
Trichet defendió la actuación del BCE, que fue muy criticada por Alemania, de comprar en mayo deuda pública de países en crisis, como Grecia, Portugal o Irlanda. «La situación era demasiado dramática. Europa era en ese momento el epicentro de la crisis». El presidente del BCE explicó al diario alemán «Welt am Sonntag», sus críticas hacia Alemania y Francia. «Me hubiese gustado que la opinión pública alemana hubiese reaccionado con la misma indignación ante la ruptura del Pacto de Estabilidad el año 2004 como ante nuestra decisión de comprar deuda pública. Los gobiernos fueron extremadamente poco fiables durante meses y años».
El presidente del BCE criticó también el comportamiento de algunos ejecutivos de entidades financieras, que siguen actuando igual que antes de que estallara la crisis, con excesivos salarios, bonificaciones y beneficios a corto plazo que no guardan relación con la economía real, y que «no concuerdan con nuestros valores democráticos fundamentales». Trichet advirtió que Europa no permitirá que sus miembros más débiles caigan en bancarrota por el peso de sus deudas y rechazó que países como Grecia, España o Portugal vayan a incumplir sus obligaciones de deuda.
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