La crisis de crédito provocó astronómicas pérdidas en los bancos y el consiguiente rescate del sistema financiero por parte de los Estados. Ahora se plantea algo parecido con la crisis de la deuda griega, ya que la exposición de las entidades a los bonos de los diferentes países de la Eurozona podría acarrear enormes pérdidas en caso de default o contagio masivo. De ahí la necesidad del rescate, porque con el permiso del euro, que es parte central en el asunto, los bancos y el sistema financiero son el corazón de la economía.
El rescate no tendría nada de altruista porque los gobiernos europeos quieren evitar un impago que castigaría duramente a sus ya debilitados bancos, máxime en un momento en el que lo peor de la crisis de crédito parece haber pasado. En caso de problemas, las entidades financieras volverían a restringir el crédito en sus respectivos países ahogando de nuevo la incipiente recuperación.
Según cifras del Banco Internacional de Pagos, los bancos franceses y suizos tienen una exposición de 75.500 millones y 64.000 millones de dólares a Grecia, respectivamente. Los bancos británicos, en tanto, tienen una exposición de 193.000 millones a Irlanda y los alemanes tienen una exposición de 240.000 millones a España.
Las estimaciones de Société Générales hablan de una exposición conjunta de los bancos alemanes y franceses de 85.000 millones de euros, mientras que su exposición total al sur de Europa sería de más de 600.000 millones de euros.
Pero no sólo en Europa hay exposición. Los principales bancos estadounidenses tienen una exposición total de 176.000 millones de dólares a Irlanda, Grecia, España y Portugal. Según un informe de Barclays Capital, 73 grandes bancos estadounidenses tienen una exposición de 82.000 millones a Irlanda, 68.000 millones a España, 18.000 millones a Grecia y 8.000 millones a Portugal.
El informe señala que el nivel de exposición es relativamente bajo y sugiere que los bancos de Estados Unidos se enfrentan a riesgos limitados porque gran parte del balance fue avalado.
"La mayor parte de su exposición, que incluye operaciones garantizadas de bajo riesgo como acuerdos de recompra, se concentra en los 10 mayores bancos de Estados Unidos", afirman los analistas de Barclays Jonathan Glionna y Miguel Crivelli en el informe. Además, la exposición a estos cuatro países es de aproximadamente el 5% de la exposición extranjera total de los bancos estadounidenses".
Pocos bancos dan a conocer su exposición a un país concreto y sólo se pide a las entidades que comuniquen su exposición crediticia en el extranjero cuando supere el 0,75% de los activos totales. La falta de datos sugiere que la exposición de los bancos individuales "no es excepcionalmente grande", añaden los analistas de Barclays Capital.
Sólo dos de los mayores bancos de Estados Unidos, JP Morgan Chase & y Bank of New York Mellon, han comunicado su exposición a alguno de estos países. Los analistas estiman que la exposición de JP Morgan a España asciende a 18.400 millones, mientras que la de Bank of New York Mellon en Irlanda se sitúa en 2.320 millones, según los informes anuales de los bancos.
Los portavoces de ambos bancos declinaron hacer comentarios. El informe anual de JP Morgan indica que la exposición extranjera del banco tiende a fluctuar "enormemente". "La preocupación sobre la solvencia de Irlanda, Grecia, Portugal y España es elevada", añade el documento. "Al final, ha afectado al diferencial de los bancos, que sigue siendo volátil y sensible a la tolerancia al riesgo del mercado".
Aunque el "riesgo directo de los grandes bancos de Estados Unidos a Irlanda, Grecia, Portugal y España es modesto", Barclays señala que "el riesgo soberano ha sustituido al riesgo regulatorio como foco principal para los bonistas de los bancos".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario