Tras una gira por Londres y Oriente Próximo, el secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, visitó París el 16 de julio. Se reunió con el primer ministro, François Fillon, y la ministra de Economía, Christine Lagarde, para preparar la cumbre del G-20, que tendrá lugar en Pittsburgh, EE UU, el 24 de septiembre. Fue entrevistado por Alain Frachon y Stéphane Lauer, del diario parisino Le Monde. El País de España reproduce esta entrevista en su edición de hoy:
¿Qué es lo que más teme en los próximos meses?
En realidad, soy más optimista que hace tres meses y creo que en algunos aspectos estamos mejor de lo que habríamos podido imaginar a principios de 2009. La confianza en la política que ha seguido Estados Unidos, y más en general el mundo, da resultados. La vuelta al crecimiento pasa por la refundación del sistema. La misión de todos nosotros consiste en ir en esta dirección. Perseverando, estoy seguro de que conseguiremos reparar los daños. Pero eso va a llevar tiempo, porque atravesamos una recesión muy profunda.
¿Cuándo prevé que se producirá la vuelta al crecimiento?
La mayoría de los pronósticos prevén una mejora de los indicadores en Estados Unidos a partir del cuarto trimestre. En otros lugares del mundo la situación es diferente, aunque se ven signos de estabilización. Una vez más debemos estas mejoras a la confianza que infundió el G-20 de Londres en abril. Hay una gran diferencia con la forma en que el mundo afrontó la Gran Depresión. Hemos sabido adoptar muy rápidamente una estrategia común. Y esto es algo muy valioso para restaurar la confianza.
Sin embargo, parece que los bancos han retomado sus malas costumbres al apresurarse a pagar primas enormes. ¿Ha aprendido el sector bancario alguna lección de la crisis?
Creo que uno de nuestros principales cometidos consiste en poner en marcha reformas que hagan que el sistema sea más estable y menos vulnerable. El presidente Obama tomó la decisión estratégica de intervenir rápidamente, en el momento en que la crisis estaba en su fase crítica. Si hubiéramos esperado, habría costado más alcanzar un consenso político. Sabe, es difícil hacer que la gente cambie. Debemos intentar hacerles comprender que esto es necesario con el fin de conseguir una mayor estabilidad. El sistema financiero estadounidense, sobre todo con los préstamos hipotecarios, ha pervertido el concepto de innovación. Queremos poner en marcha un sistema más estable antes de que el mundo olvide sus errores recientes.
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