Es común olvidar las raíces del Día Internacional de la Mujer, y más aún desconocer el hecho que le dio origen. Si bien su historia está cruzada por acontecimientos complejos como la Revolución Rusa y la Primera Guerra Mundial, está marcada por una serie de hechos trágicos que han tenido que ver con huelgas y reclamos por una mejor calidad de vida. En 1857, en el incendio de una fábrica textil de Nueva York murieron quemadas las obreras que hacían una huelga. Y en 1909 y 1911 otros incendios en la misma ciudad cobraron la vida de más de 200 trabajadoras.
Durante la Revolución Rusa, en 1917, y como reacción a la guerra, las mujeres rusas escogieron el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de "pan y paz". Cuatro días después, el Zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia, o el 8 de marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países.
A partir de entonces, en Rusia, el día 8 de marzo quedó instituido como el Día Internacional de la Mujer Comunista y comenzó a celebrarse con gran despliegue en todos los países de la órbita soviética. Poco a poco los países occidentales se fueron sumando a esta celebración hasta convertirla en el Día Internacional de la Mujer que hoy conocemos, y que finalmente las Naciones Unidas lo reforzaron al declararlo oficialmente en 1975 en una Asamblea General.
Hoy, ya no sorprende ver cómo las mujeres se han insertado en el mundo laboral, cómo han alcanzado conquistas económicas, sociales y legales y cómo han llegado a gobernar países. Sin embargo, aún son muchas las fronteras que falta por cruzar, y muchas las categorías que quedan por derribar para alcanzar un mundo más igualitario y equitativo.
Nota: artículo pulicado el 8 de marzo de 2008
En está pagina web http://www.ilr.cornell.edu/trianglefire/ existe una interesante documentación sobre los orígines de esta cita.
ResponderBorrarUn saludo.