Vicenç Navarro, Público
Uno de los argumentos utilizados con mayor frecuencia por aquellos autores que señalan que el Estado del Bienestar no es sostenible es subrayar que el envejecimiento de la población hará crecer el gasto público social (en sanidad, por ejemplo) a niveles insostenibles. A primera vista, parecería lógico asumir que a mayor número de ancianos y a mayor esperanza de vida, mayor será el gasto sanitario público, pues se asume que los ancianos consumen más y más recursos sanitarios, muchos más que los otros grupos etarios. Y de esta lectura de la realidad se concluye que en el futuro será imposible sostener el Estado del Bienestar.
Seguro que usted, lector, habrá escuchado o leído estos argumentos miles de veces. Los datos, sin embargo, reflejan una realidad mucho más compleja que la asumida en este argumento. Veamos los datos y vayamos por partes, centrándonos en aquella parte del argumento que asume que el alargamiento de la esperanza de vida (es decir, del número de años de promedio que una persona vivirá) creará un grave problema económico. Y lo primero que hay que aclarar es que, por regla general, se asume erróneamente que si la esperanza de vida promedio de un país ha subido, por ejemplo, cuatro años, ello quiere decir que los ancianos viven cuatro años más. Ello no es cierto. La esperanza de vida de un país puede haberse alargado cuatro años y, sin embargo, la de los ancianos puede haber aumentado solo un año. Debido a este error, se están exagerando los años extra de vida que los ancianos experimentan hoy.
Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
sábado, 31 de diciembre de 2016
El envejecimiento no hace al Estado del bienestar insostenible
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viernes, 30 de diciembre de 2016
Trump elogia respuesta de Putin a las nuevas sanciones de Obama
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, elogió la decisión del mandatario ruso, Vladímir Putin, de no responder a las sanciones estadounidenses con medidas similares y lo calificó de "muy inteligente". "Magnífica decisión de Vladimir Putin. Siempre supe que era muy inteligente", aseguró hoy Trump en un comentario en su cuenta de Twitter.
El magnate publicó ese comentario después de que el jueves se desmarcara de la decisión del presidente de EEUU, Barack Obama, de expulsar del país a 35 diplomáticos de Rusia e imponer sanciones económicas contra organismos de espionaje, individuos y empresas de seguridad informática rusos.
"Es hora de que nuestro país avance hacia cosas más grandes y mejores", respondió Trump la noche del jueves al anuncio de sanciones a Rusia por su presunta intervención en las elecciones presidenciales estadounidenses mediante ataques informáticos para favorecerlo en detrimento de su rival demócrata, Hillary Clinton.
Putin se abstuvo hoy de responder a las sanciones de la Casa Blanca y dijo que no se rebajaría "al nivel de una diplomacia irresponsable". Esta no es la primera vez que el presidente electo estadounidense elogia a Putin, de quien ha dicho admirar su figura de líder fuerte y con quien ha mostrado un deseo de cambiar el rumbo de las relaciones bilaterales, a diferencia de las tensas relaciones mantenidas por Obama, quien acrecienta su desastroso legado en sus ocho años en la Casa Blanca.
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jueves, 29 de diciembre de 2016
La guerra nuclear en 140 caracteres
Alejandro Nadal, La Jornada
Uno de los peores lugares para desencadenar una nueva carrera armamentista debe ser sin duda Twitter. Pero no para Donald Trump. Y para demostrarlo el 23 de diciembre lanzó un mensaje claro: Estados Unidos, señaló, deben fortalecer y expandir su capacidad atómica hasta que el mundo por fin despierte a la realidad de las armas nucleares.
Por si quedaban dudas, al día siguiente Trump volvió a twittear: ¡Que comience una nueva carrera armamentista! Pareciera que ya no habría lugar a dudas: junto a otras extravagantes promesas de su campaña el presidente electo ahora quiere añadir una nueva etapa en la carrera de armamentos nucleares.
Para tener cierta perspectiva hay que recordar que este año el presidente Barack Obama sentó las bases de un gigantesco programa de modernización del enorme arsenal estratégico de Estados Unidos.
Uno de los peores lugares para desencadenar una nueva carrera armamentista debe ser sin duda Twitter. Pero no para Donald Trump. Y para demostrarlo el 23 de diciembre lanzó un mensaje claro: Estados Unidos, señaló, deben fortalecer y expandir su capacidad atómica hasta que el mundo por fin despierte a la realidad de las armas nucleares.
Por si quedaban dudas, al día siguiente Trump volvió a twittear: ¡Que comience una nueva carrera armamentista! Pareciera que ya no habría lugar a dudas: junto a otras extravagantes promesas de su campaña el presidente electo ahora quiere añadir una nueva etapa en la carrera de armamentos nucleares.
Para tener cierta perspectiva hay que recordar que este año el presidente Barack Obama sentó las bases de un gigantesco programa de modernización del enorme arsenal estratégico de Estados Unidos.
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miércoles, 28 de diciembre de 2016
La globalización ha muerto
Álvaro García Linera, La Jornada
El desenfreno por un inminente mundo sin fronteras, la algarabía por la constante jibarización de los estados-nacionales en nombre de la libertad de empresa y la cuasi religiosa certidumbre de que la sociedad mundial terminaría de cohesionarse como un único espacio económico, financiero y cultural integrado, acaban de derrumbarse ante el enmudecido estupor de las élites globalófilas del planeta.
La renuncia de Gran Bretaña a continuar en la Unión Europea –el proyecto más importante de unificación estatal de los cien años recientes– y la victoria electoral de Trump –que enarboló las banderas de un regreso al proteccionismo económico, anunció la renuncia a tratados de libre comercio y prometió la construcción de mesopotámicas murallas fronterizas–, han aniquilado la mayor y más exitosa ilusión liberal de nuestros tiempos. Y que todo esto provenga de las dos naciones que hace 35 años atrás, enfundadas en sus corazas de guerra, anunciaran el advenimiento del libre comercio y la globalización como la inevitable redención de la humanidad, habla de un mundo que se ha invertido o, peor aún, que ha agotado las ilusiones que lo mantuvieron despierto durante un siglo.
La globalización como meta-relato, esto es, como horizonte político ideológico capaz de encauzar las esperanzas colectivas hacia un único destino que permitiera realizar todas las posibles expectativas de bienestar, ha estallado en mil pedazos. Y hoy no existe en su lugar nada mundial que articule esas expectativas comunes. Lo que se tiene es un repliegue atemorizado al interior de las fronteras y el retorno a un tipo de tribalismo político, alimentado por la ira xenofóbica, ante un mundo que ya no es el mundo de nadie.
Mensaje a las elites: reformen el sistema ahora, o se lo reformarán los populistas
Wolfgang Münchau, Sin Permiso
Una cosa es decir, como algunos hemos dicho, que las elites liberales occidentales deberían dejar de doblar la apuesta frente a la amenaza populista. Pero, más allá de eso, ¿qué deberían hacer?
Yo empezaría por una reconsideración de la gobernanza macroeconómica: desde los bancos centrales independientes y los objetivos de inflación hasta los mercados financieros desregulados y los objetivos de la política fiscal. Dicho sencillamente: si nosotros, el establishment liberal, fracasamos en eso, los populistas nos lo harán.
Una Marine Le Pen presidenta, por ejemplo, podría sacar a Francia de la Eurozona y dar instrucciones a su banco central para financiar los gastos de su gobierno.
Pero también necesitamos recapacitar más profundamente sobre los arraigados vínculos entre nuestras instituciones, las reglas con las que operan y la teoría macroeconómica prevalente. Buena parte de lo que ahora creemos normal fue establecido bastante recientemente. Los bancos centrales no siempre fueron independientes. Los objetivos directos de inflación son ahora comunes, pero eran desconocidos antes de 1990. Los objetivos a medio plazo en la política fiscal son también una invención moderna, como lo son los consejos fiscales. Tras esas instituciones, tras esas políticas, hay una fundamentación teórica: la macroeconomía neokeynesiana. El propio John Maynard Keynes, con toda probabilidad, consideraría a sus propugnadores promedio como “economistas difuntos”.
Una cosa es decir, como algunos hemos dicho, que las elites liberales occidentales deberían dejar de doblar la apuesta frente a la amenaza populista. Pero, más allá de eso, ¿qué deberían hacer?
Yo empezaría por una reconsideración de la gobernanza macroeconómica: desde los bancos centrales independientes y los objetivos de inflación hasta los mercados financieros desregulados y los objetivos de la política fiscal. Dicho sencillamente: si nosotros, el establishment liberal, fracasamos en eso, los populistas nos lo harán.
Una Marine Le Pen presidenta, por ejemplo, podría sacar a Francia de la Eurozona y dar instrucciones a su banco central para financiar los gastos de su gobierno.
Pero también necesitamos recapacitar más profundamente sobre los arraigados vínculos entre nuestras instituciones, las reglas con las que operan y la teoría macroeconómica prevalente. Buena parte de lo que ahora creemos normal fue establecido bastante recientemente. Los bancos centrales no siempre fueron independientes. Los objetivos directos de inflación son ahora comunes, pero eran desconocidos antes de 1990. Los objetivos a medio plazo en la política fiscal son también una invención moderna, como lo son los consejos fiscales. Tras esas instituciones, tras esas políticas, hay una fundamentación teórica: la macroeconomía neokeynesiana. El propio John Maynard Keynes, con toda probabilidad, consideraría a sus propugnadores promedio como “economistas difuntos”.
América Latina, el mundo doblemente al revés
Roberto Regalado, Alainet
A mediados de 1998, transcurridas más de tres décadas de globalización imperialista, dos de apogeo del neoliberalismo y casi una del derrumbe del bloque socialista europeo, el insigne escritor uruguayo Eduardo Galeano, fallecido en 2015, publicó el libro: Patas arriba. La escuela del mundo al revés. En sus páginas introductorias, Galeano escribió una nota titulada, «Si Alicia volviera», en referencia al conocido cuento infantil Alicia en el país de las maravillas. Esa nota dice:
A mediados de 1998, transcurridas más de tres décadas de globalización imperialista, dos de apogeo del neoliberalismo y casi una del derrumbe del bloque socialista europeo, el insigne escritor uruguayo Eduardo Galeano, fallecido en 2015, publicó el libro: Patas arriba. La escuela del mundo al revés. En sus páginas introductorias, Galeano escribió una nota titulada, «Si Alicia volviera», en referencia al conocido cuento infantil Alicia en el país de las maravillas. Esa nota dice:
Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana.En el capítulo titulado «Los modelos del éxito», Galeano sentenciaba:
Al fin del milenio, el mundo al revés está a la vista […].
El mundo al revés premia al revés: desprecia la honestidad, castiga el trabajo, recompensa la falta de escrúpulos y alimenta el canibalismo. Sus maestros calumnian la naturaleza: la injusticia, dicen, es la ley natural. Milton Friedman, uno de los miembros más prestigiosos del cuerpo docente, habla de «la tasa natural de desempleo». Por ley natural, comprueban Richard Herrstein y Charles Murray, los negros están en los más bajos peldaños de la escala social. Para explicar el éxito de sus negocios, John D. Rockefeller solía decir que la naturaleza recompensa a los más aptos y castiga a los inútiles; y más de un siglo después, muchos dueños del mundo siguen creyendo que Charles Darwin escribió sus libros para anunciarles la gloria.
martes, 27 de diciembre de 2016
¿Llegó la hora de resucitar la economía keynesiana?
Larry Elliot, The Guardian
Imaginemos este escenario: a finales de 1936, poco después de la publicación de la Teoría General, su clásico, John Maynard Keynes es congelado criogénicamente para ser devuelto a la vida 80 años después.
El panorama en ese momento era desalentador. Empezaba la Guerra Civil en España, las purgas de Stalin estaban a toda marcha y Hitler había desobedecido el Tratado de Versalles remilitarizando la región de Renania. La recuperación de la Gran Depresión aún era frágil, era el año de la marcha de Jarrow en Reino Unido y Franklin D. Roosevelt ganaba por segunda vez las elecciones presidenciales en EEUU.
Cuando se despierta en 2016, Keynes quiere saber qué ha ocurrido en las últimas ocho décadas. Le dicen que el desempleo masivo de los años treinta se resolvió por fin pero solo porque las grandes potencias redoblaron la producción militar mientras se lanzaban a la guerra por segunda vez en 25 años.
Imaginemos este escenario: a finales de 1936, poco después de la publicación de la Teoría General, su clásico, John Maynard Keynes es congelado criogénicamente para ser devuelto a la vida 80 años después.
El panorama en ese momento era desalentador. Empezaba la Guerra Civil en España, las purgas de Stalin estaban a toda marcha y Hitler había desobedecido el Tratado de Versalles remilitarizando la región de Renania. La recuperación de la Gran Depresión aún era frágil, era el año de la marcha de Jarrow en Reino Unido y Franklin D. Roosevelt ganaba por segunda vez las elecciones presidenciales en EEUU.
Cuando se despierta en 2016, Keynes quiere saber qué ha ocurrido en las últimas ocho décadas. Le dicen que el desempleo masivo de los años treinta se resolvió por fin pero solo porque las grandes potencias redoblaron la producción militar mientras se lanzaban a la guerra por segunda vez en 25 años.
lunes, 26 de diciembre de 2016
El BCE eleva a 8.800 millones las necesidades de capital del Monte dei Paschi
El Gobierno italiano se quedó cortó respecto a las necesidades de capital del banco Monte dei Paschi di Siena. La necesidad de capitalización se ha incrementado hasta los 8.800 millones de euros. Eso es lo que cree el BCE, que en una carta alerta de un deterioro en la posición de liquidez durante el mes de diciembre del banco italiano. La semana pasada el Monte dei Paschi fracasó en su operación para ampliar capital por valor de 5.000 millones de euros, lo que provocó la intervención del Gobierno italiano.
En su carta remitida al ministerio de Economía y Finanzas de Italia, el BCE resalta que la posición de liquidez de Monte dei Paschi ha sufrido un rápido deterioro entre los pasados 30 de noviembre y 21 de diciembre, por lo que el déficit de capital del banco se ha incrementado hasta los 8.800 millones de euros, frente a los 5.000 millones de euros anteriores.
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domingo, 25 de diciembre de 2016
Siete predicciones para 2017
Carlos Santa María
Nostradamus jamás hizo una predicción concreta, específica. Un grupo de "intérpretes" inició un camino ampuloso para dar sentido a sus frases, vinculándolas a hechos acaecidos, de tal forma que crearon una figura mística con capacidad profética para confirmar las ideas emitidas. Ello está en sintonía con la creencia en brujas, videntes, vaticinadores, incluso opinólogos, que lanzan tal cantidad de respuestas que algunas veces aciertan de los cientos de casos tocados. La clarividencia no es una ciencia aunque es utilizada ampliamente en los medios.
La predicción, pronóstico o tendencia razonada es una construcción de afirmaciones con un sustento de probabilidad, que no es dado como hecho cierto, sino que tiene posibilidad de convertirse en real en la medida que continúen presentándose ciertos eventos que se dirigen hacia dicha afirmación. Así, se establece una dirección que puede darse en tanto los intereses de ciertos agentes sean sólidos y se sostengan. La importancia es que sirve como una herramienta para proceder con cierto grado de seguridad en la arena del geopoder y la diplomacia.
En este sentido, para exponer dichas tendencias es factible utilizar los principios del geopoder para orientar estos pronósticos. Tres de ellos pueden ser importantes:
Nostradamus jamás hizo una predicción concreta, específica. Un grupo de "intérpretes" inició un camino ampuloso para dar sentido a sus frases, vinculándolas a hechos acaecidos, de tal forma que crearon una figura mística con capacidad profética para confirmar las ideas emitidas. Ello está en sintonía con la creencia en brujas, videntes, vaticinadores, incluso opinólogos, que lanzan tal cantidad de respuestas que algunas veces aciertan de los cientos de casos tocados. La clarividencia no es una ciencia aunque es utilizada ampliamente en los medios.
La predicción, pronóstico o tendencia razonada es una construcción de afirmaciones con un sustento de probabilidad, que no es dado como hecho cierto, sino que tiene posibilidad de convertirse en real en la medida que continúen presentándose ciertos eventos que se dirigen hacia dicha afirmación. Así, se establece una dirección que puede darse en tanto los intereses de ciertos agentes sean sólidos y se sostengan. La importancia es que sirve como una herramienta para proceder con cierto grado de seguridad en la arena del geopoder y la diplomacia.
En este sentido, para exponer dichas tendencias es factible utilizar los principios del geopoder para orientar estos pronósticos. Tres de ellos pueden ser importantes:
sábado, 24 de diciembre de 2016
El mundo será golpeado por un nuevo huracán financiero, asegura Doug Casey
Doug Casey es el fundador de Casey Research y un reconocido economista por sus predicciones del desplome del mercado mundial de 2008. En su última entrevista con Future Money Trends, Casey, explica su visión de lo que significará la presidencia de Donald Trump para los mercados financieros, el estímulo económico y la geopolítica. Como señaló anteriormente, 2008 fue solo la primera parte de la tormenta y nos acercamos rápidamente al borde de un nuevo huracán. Esta vez va a durar mucho más tiempo y será mucho peor de lo experimentado anteriormente.
"La única cosa de la que me siento muy seguro es de que vamos a tener un caos financiero en los próximos años y eso va a llevar a la gente a comprar oro y, en menor grado, plata"... "No hay absolutamente ninguna razón desde el punto de vista fundamental para que los bonos y las acciones sean tan caros como lo son ahora. Nos esperan cambios bruscos políticos, financieros, demográficos y militares"Casey cree que Donald Trump va a mejorar la infraestructura de Estados Unidos, lo que será una bendición para el mercado de materias primas. Según él, en los próximos años, EEUU va a necesitar una gran cantidad de metales. "No excluyo la posibilidad de comprar cobre, zinc o cobalto. Pero por ahora prefiero oro y uranio, ya que en el momento presente la forma más limpia y segura de energía es sin duda la nuclear". Pero a pesar de los mejores esfuerzos del presidente Trump, no será capaz de detener la masacre en el mercado de bonos, una vista previa de la cual ha estado disponible para todos en China, donde el Gobierno detuvo el comercio tras una caída récord de bonos, asegura Casey. "Las tasas de interés van a subir. Las bajas tasas de interés y las tasas de interés negativas son en realidad destructivas para el capital y la civilización porque desalientan a las personas de ahorrar. Así que si usted posee bonos, es el momento de venderlos".
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jueves, 22 de diciembre de 2016
El desastre del modelo liberal en sanidad: el caso de EEUU
Vicenç Navarro, Público
En el mundo capitalista desarrollado hay básicamente tres formas de financiar y proveer los servicios médicos a la población a nivel de todo el Estado. Uno, que se conoce como el Servicio Nacional de Salud (National Health Service), donde la mayoría de la financiación es pública y la provisión de los servicios es también pública. El segundo modelo es el Seguro Nacional de Salud (National Health Insurance), donde la financiación es pública (a través de un sistema de aseguramiento público) y la provisión de servicios es privada. Y, finalmente, el tercer sistema es el que es financiado privadamente (que se realiza predominantemente a través de aseguramiento privado, siendo las compañías de seguro privadas las que gestionan el sistema sanitario), y en el que la provisión de servicios es también privada. En este modelo, a diferencia de los dos anteriores, la acumulación de beneficios empresariales de carácter privado juega un papel determinante en la configuración del sistema sanitario.
Este modelo, que ha sido promovido activamente por el capital financiero (la banca y las compañías de seguros), tanto a nivel de cada país como a nivel internacional (con el apoyo activo del Banco Mundial y de la Organización Mundial de la Salud, altamente influenciada por el gobierno federal de EEUU), es el modelo liberal (en terminología económica, neoliberal). Es también este modelo el que está siendo promovido por un gran número de economistas en temas sanitarios (de clara sensibilidad liberal) en España, muchos de ellos próximos a la banca. Este modelo es el que existe en EEUU, y es, a todas luces, el sistema más caro (EEUU es el país que se gasta más en sanidad en el mundo, un 17% del PIB), más impopular (el 64% está insatisfecho con la manera como se financia y organiza el sistema sanitario), más ineficiente (el 40% de histerectomías, el 48% de operaciones de cateterismo cardíaco y bypass, el 28% de angiografías, el 40% de angioplastias y el 12% de intervenciones de cataratas son innecesarias) y más inhumano (el 32% de personas que se están muriendo, es decir, que tienen enfermedades terminales, indican estar preocupadas de cómo ellas o sus familiares pagarán las facturas médicas).
En el mundo capitalista desarrollado hay básicamente tres formas de financiar y proveer los servicios médicos a la población a nivel de todo el Estado. Uno, que se conoce como el Servicio Nacional de Salud (National Health Service), donde la mayoría de la financiación es pública y la provisión de los servicios es también pública. El segundo modelo es el Seguro Nacional de Salud (National Health Insurance), donde la financiación es pública (a través de un sistema de aseguramiento público) y la provisión de servicios es privada. Y, finalmente, el tercer sistema es el que es financiado privadamente (que se realiza predominantemente a través de aseguramiento privado, siendo las compañías de seguro privadas las que gestionan el sistema sanitario), y en el que la provisión de servicios es también privada. En este modelo, a diferencia de los dos anteriores, la acumulación de beneficios empresariales de carácter privado juega un papel determinante en la configuración del sistema sanitario.
Este modelo, que ha sido promovido activamente por el capital financiero (la banca y las compañías de seguros), tanto a nivel de cada país como a nivel internacional (con el apoyo activo del Banco Mundial y de la Organización Mundial de la Salud, altamente influenciada por el gobierno federal de EEUU), es el modelo liberal (en terminología económica, neoliberal). Es también este modelo el que está siendo promovido por un gran número de economistas en temas sanitarios (de clara sensibilidad liberal) en España, muchos de ellos próximos a la banca. Este modelo es el que existe en EEUU, y es, a todas luces, el sistema más caro (EEUU es el país que se gasta más en sanidad en el mundo, un 17% del PIB), más impopular (el 64% está insatisfecho con la manera como se financia y organiza el sistema sanitario), más ineficiente (el 40% de histerectomías, el 48% de operaciones de cateterismo cardíaco y bypass, el 28% de angiografías, el 40% de angioplastias y el 12% de intervenciones de cataratas son innecesarias) y más inhumano (el 32% de personas que se están muriendo, es decir, que tienen enfermedades terminales, indican estar preocupadas de cómo ellas o sus familiares pagarán las facturas médicas).
miércoles, 21 de diciembre de 2016
Trump y Putin: el vínculo petrolero
Alejandro Nadal, La Jornada
Los nombramientos para el gabinete de Donald Trump revelan mucho sobre lo que vendrá. En materia de seguridad destacan el de Mike Flynn y el general Mattis (apodado el perro rabioso), ambos con una perspectiva sumamente agresiva frente a Irán. En el ámbito económico sobresale el nombramiento de Steve Mnuchin como secretario del Tesoro y de Gary Cohn como jefe del consejo de asesores económicos. Ambos vienen directo de Goldman Sachs y tienen un historial ligado a la nueva y más peligrosa generación de especuladores financieros.
Pero sin lugar a dudas lo más sorprendente ha sido la designación de Rex Tillerson como secretario de Estado. Éste es uno de los nombramientos más importantes y tradicionalmente ha recaído en personas con experiencia en el terreno diplomático. Ese no es el caso del señor Tillerson, quien venía desempeñándose como director ejecutivo de Exxon, la compañía petrolera más grande del mundo. Pero si bien este personaje carece de experiencia en la diplomacia internacional, sí tiene un largo camino recorrido en el espacio de grandes proyectos energéticos que tienen alcances geoestratégicos. Algunos piensan que esa trayectoria en el mundo de los grandes negocios de la industria de combustibles fósiles puede llevar al nuevo funcionario a un serio conflicto de intereses. Pero la realidad es que el nombramiento ya lleva la huella de una geopolítica de la administración Trump centrada en la expansión de los vínculos con el sector energético ruso.
Los nombramientos para el gabinete de Donald Trump revelan mucho sobre lo que vendrá. En materia de seguridad destacan el de Mike Flynn y el general Mattis (apodado el perro rabioso), ambos con una perspectiva sumamente agresiva frente a Irán. En el ámbito económico sobresale el nombramiento de Steve Mnuchin como secretario del Tesoro y de Gary Cohn como jefe del consejo de asesores económicos. Ambos vienen directo de Goldman Sachs y tienen un historial ligado a la nueva y más peligrosa generación de especuladores financieros.
Pero sin lugar a dudas lo más sorprendente ha sido la designación de Rex Tillerson como secretario de Estado. Éste es uno de los nombramientos más importantes y tradicionalmente ha recaído en personas con experiencia en el terreno diplomático. Ese no es el caso del señor Tillerson, quien venía desempeñándose como director ejecutivo de Exxon, la compañía petrolera más grande del mundo. Pero si bien este personaje carece de experiencia en la diplomacia internacional, sí tiene un largo camino recorrido en el espacio de grandes proyectos energéticos que tienen alcances geoestratégicos. Algunos piensan que esa trayectoria en el mundo de los grandes negocios de la industria de combustibles fósiles puede llevar al nuevo funcionario a un serio conflicto de intereses. Pero la realidad es que el nombramiento ya lleva la huella de una geopolítica de la administración Trump centrada en la expansión de los vínculos con el sector energético ruso.
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martes, 20 de diciembre de 2016
El sombrío futuro de la crisis
Michel Husson, CADTM
La crisis no ha terminado, pero deja ya un paisaje social devastado. Tras describir sus efectos sociales, este estudio se interroga sobre la existencia de alternativas a las políticas neoliberales llevadas a cabo en la actualidad en Europa.
Las marcas de la crisis
El balance sobre el empleo se puede resumir, simplemente, señalando que en la actualidad hay el mismo número de personas que disponen de un empleo que cuando estalló la crisis: la creación neta de empleo ha sido nula en la zona euro en el curso de estos ocho últimos años. No es pues, nada asombroso, constatar que la tasa de paro sea en la actualidad del 10%, es decir casi dos puntos más que al inicio de la crisis. Esta media coexiste con importantes disparidades entre países: la tasa de paro sobrepasa el 20% en Grecia y en España, mientras que es inferior al 5% en Alemania y el Reino Unido. Pero sobre todo, estas cifras globales no dan cuenta de las transformaciones estructurales desencadenadas por la crisis.
Esta tiene, en primer lugar, un impacto sobre la demografía: a partir de 2009, la población total ha disminuido en los países más golpeados por la crisis, especialmente en España, Portugal y Grecia. Ese fenómeno se explica por la inversión de los saldos migratorios: las entradas de inmigrantes se agotan y la emigración se desarrolla. Pero la crisis deja también su marca sobre otro indicador del que se podría pensar que es relativamente independiente, el número de nacimientos. Es llamativo constatar que ha tenido la misma evolución en España y en Grecia: baja hasta mediados de los años 1980, estabilización, después aumenta desde el inicio del siglo (ver gráfico 1). Y, en los dos países, la irrupción de la crisis provoca un nuevo giro a la baja.
lunes, 19 de diciembre de 2016
El rescate de Monte dei Paschi no resolvería los problemas de la banca italiana
Giovanni Legorano
Una nacionalización del maltrecho Banco Monte dei Paschi di Siena parece cada vez más probable. Sin embargo, el rescate del banco toscano —que podría producirse esta semana— no resolverá los problemas que afectan a los bancos italianos.
Algunos están urgiendo a Roma a que aproveche la ocasión para iniciar un amplio saneamiento del sistema bancario, que cuenta con una cartera de 360.000 millones de euros en activos tóxicos y es uno de los menos rentables de Europa. “Los problemas de algunos bancos concretos pueden resolverse”, indica Giovanni Bossi, presidente ejecutivo de Banca Ifis SpA. “Pero es necesario completar la reforma del modelo de negocio de los bancos italianos”.
Sin embargo, con la excepción de un posible apoyo a un conjunto de pequeños bancos, en condiciones críticas, es improbable que haya una intervención a nivel sectorial. Para mantenerse a flote, Monte dei Paschi está haciendo un último esfuerzo desesperado por captar 5.000 millones de euros para finales de este año. Para ello, el banco tiene previsto canjear deuda por capital y realizar una venta de acciones esta semana, según fuentes al tanto. Ambas transacciones podrían durar como mucho un par de días, indicaron las fuentes.
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domingo, 18 de diciembre de 2016
La crisis sistémica global y algunos manotazos desesperados
Jorge Beinstein, Alainet
A partir de la victoria de Trump los medios de comunicación hegemónicos han lanzado una avalancha de referencias al “proteccionismo económico” del futuro gobierno imperial y en consecuencia al posible inicio de una era de desglobalización.
En realidad la instalación de Trump no será la causa de esa desglobalización anunciada sino más bien el resultado de un proceso que dio su primer paso con la crisis financiera de 2008 y que se aceleró desde 2014 cuando el Imperio ingresó en un recorrido descendente irresistible.
Desde el punto de vista del comercio internacional la desglobalización viene avanzando desde hace aproximadamente un lustro. Según datos del Banco Mundial en la década de los 1960 las exportaciones representaron en promedio el 12,2% del Producto Bruto Global, en la década siguiente pasaron al 15,8%, en los años 1980 llegaron al 18,7% pero hacia fines de esa década el proceso se aceleró y en 2008 alcanzó su máximo nivel cuando llegó el 30,8%, la crisis de ese año marcó el techo del fenómeno a partir del cual se produjo un descenso suave que se acentuó desde 2014-2015 (1). La propaganda acerca de que las economías se internacionalizaban cada vez más, condenadas a exportar porciones crecientes de su producción fue desmentida por la realidad desde 2008 y ahora la globalización comercial comienza a revertirse.
A partir de la victoria de Trump los medios de comunicación hegemónicos han lanzado una avalancha de referencias al “proteccionismo económico” del futuro gobierno imperial y en consecuencia al posible inicio de una era de desglobalización.
En realidad la instalación de Trump no será la causa de esa desglobalización anunciada sino más bien el resultado de un proceso que dio su primer paso con la crisis financiera de 2008 y que se aceleró desde 2014 cuando el Imperio ingresó en un recorrido descendente irresistible.
Desde el punto de vista del comercio internacional la desglobalización viene avanzando desde hace aproximadamente un lustro. Según datos del Banco Mundial en la década de los 1960 las exportaciones representaron en promedio el 12,2% del Producto Bruto Global, en la década siguiente pasaron al 15,8%, en los años 1980 llegaron al 18,7% pero hacia fines de esa década el proceso se aceleró y en 2008 alcanzó su máximo nivel cuando llegó el 30,8%, la crisis de ese año marcó el techo del fenómeno a partir del cual se produjo un descenso suave que se acentuó desde 2014-2015 (1). La propaganda acerca de que las economías se internacionalizaban cada vez más, condenadas a exportar porciones crecientes de su producción fue desmentida por la realidad desde 2008 y ahora la globalización comercial comienza a revertirse.
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