¡Por el amor de Dios, negocia!
Jeffrey Sachs, Common Dreams
Por quinta vez desde 2008, Rusia ha propuesto negociar con Estados Unidos acuerdos de seguridad, esta vez a través de propuestas presentadas por el presidente Vladimir Putin el 14 de junio de 2024. Las cuatro veces anteriores, Estados Unidos ha rechazado la oferta de negociación prefiriendo una estrategia neoconservadora destinada a debilitar o desmembrar a Rusia mediante la guerra y operaciones encubiertas. Las tácticas neoconservadoras estadounidenses han fracasado desastrosamente, devastando a Ucrania y poniendo en peligro al mundo entero. Después de todo este belicismo, es hora de que Biden inicie negociaciones de paz con Rusia.
Desde el final de la Guerra Fría, la gran estrategia de Estados Unidos ha sido debilitar a Rusia. Ya en 1992, el entonces secretario de Defensa, Richard Cheney, teorizó que, tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, Rusia también tendría que ser desmembrada. Zbigniew Brzezinski sugirió en 1997 que Rusia debería dividirse en tres entidades confederadas: la Rusia europea, Siberia y el Lejano Oriente. En 1999, la alianza de la OTAN liderada por Estados Unidos bombardeó a Serbia, aliada de Rusia, durante 78 días, con el objetivo de fragmentarla y establecer una gran base militar de la OTAN en el secesionista Kosovo. Los líderes del complejo militar-industrial estadounidense apoyaron vigorosamente la guerra de Chechenia contra Rusia a principios de la década de 2000.