domingo, 21 de julio de 2019

La guerra comercial nunca ha dejado de existir


Juan Francisco Martín Seco, Contrapunto

Las medidas proteccionistas de Trump frente a determinados países han hecho saltar las alarmas y tanto políticos como comentaristas avisan sobre el peligro de una guerra comercial entre naciones. Lo cierto es que la batalla comercial se ha producido siempre desde que existe el mercado. Desde que el mercado adquirió una dimensión internacional, por pequeña que fuese, el aumento de las exportaciones y la reducción de las importaciones se convirtió en un objetivo de todos los Estados.
El mercantilismo inició su andadura allá por el siglo XVI y mantuvo su hegemonía al menos hasta el final del siglo XVIII. Parte del hecho de que el enriquecimiento de una nación se encuentra en el ahorro, en la acumulación de metales preciosos (dinero) mediante el saldo positivo del comercio exterior, por lo que pretende incentivar las exportaciones y limitar, a través de contingentes o aranceles, las importaciones.

Con Adam Smith y David Ricardo se cambia radicalmente la óptica. Se establece el libre cambio, que sostiene que la mejor política en el campo del comercio internacional es la de la absoluta libertad, evitando cualquier tipo de restricciones gubernamentales, de manera que cada país se especialice en aquellas actividades para las que disponga de “ventajas comparativas” con respecto al resto. Este punto de vista tiene una aparente lógica que no es otra que la aplicación de la división del trabajo al comercio internacional. La desigualdad de los países en el punto de partida no constituye, según esa teoría, una objeción seria, no invalida sus conclusiones. El equilibrio se produciría de igual modo a través de la apreciación o devaluación de las divisas, dando lugar a nuevas relaciones de intercambio. Se establece así una nueva estructura de costes en la que todos los Estados presentarían ventajas comparativas.

jueves, 18 de julio de 2019

China y la guerra comercial: una perspectiva amplia


Alejandro Nadal,La Jornada

La guerra comercial que ha desatado Donald Trump en contra de China no es un episodio pasajero que terminará en breve para ser rápidamente olvidado.

Esta es la segunda vez en la historia que Estados Unidos utiliza su poderío económico para frenar el auge de una potencia rival en Asia. Desde la restauración Meiji, que puso fin al shogunato de los Tokugawa en 1868, Japón desarrolló una exitosa política económica y tecnológica dirigida a alcanzar un desarrollo industrial comparable al de Inglaterra o Alemania. En los años 1930 presionó a sus vecinos en Asia para construir la Gran esfera de coprosperidad, que le permitiría garantizar mercados para sus exportaciones y una fuente estable de recursos naturales. Estados Unidos, Inglaterra y Francia no vieron con buenos ojos el surgimiento del nuevo rival asiático. Sus esfuerzos por bloquear el ascenso de la nueva potencia rival fueron un factor importante, aunque no el único, en el surgimiento del militarismo japonés. También sirvieron para detonar la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico.

Hoy todo ha cambiado, pero en Asia surgió un nuevo rival. China se convirtió en pocas décadas en una potencia que Estados Unidos considera ya una amenaza. Después de años de guerra y ocupaciones extranjeras, el triunfo del Partido Comunista chino, en 1949, condujo a la creación de la República Popular China. En 1978, Deng Xiaoping introdujo una primera serie de reformas en la conducción de la economía. Entre 1979 y 2013, la economía china mantuvo una tasa promedio de crecimiento anual cercana a 10 por ciento. Al mismo tiempo, Pekín mantuvo la conducción estatal de la estrategia económica y una política industrial y tecnológica que llevó a profundas transformaciones estructurales. China, hoy, aspira a que su moneda sea reconocida como medio de pago y reserva de valor a escala internacional. Su iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda es un proyecto de infraestructura y transporte que busca dar una proyección global al poderío económico chino.

lunes, 15 de julio de 2019

Lo que los mayores medios de información no están contando sobre EEUU


Vicenç Navarro, Other-News

Se están produciendo grandes cambios en EEUU que apenas han sido dados a conocer en España por parte de los mayores medios de información que, en su intento de informar a los españoles sobre la situación política en aquel país, se centran en presentar (y predominantemente ridiculizar) la figura del presidente Trump, comentando sus extravagancias y falsedades. Tal atención a la figura de Trump crea una percepción errónea de que el mayor problema que tiene EEUU es su presidente, ignorando que el problema real, apenas citado por los medios, es que la mayoría de la clase trabajadora de raza blanca (que es la mayoría de la clase trabajadora en EEUU) vota a Trump y, muy probablemente, continuará votándolo en el futuro (es interesante señalar, por las razones que citaré más adelante, que parece haber un redescubrimiento en aquel país de la clase trabajadora, a la que se había dado por desaparecida u olvidada, siendo sustituida por las clases medias.)

Y es también interesante señalar que, aun cuando Trump ha sido votado por amplios sectores de la burguesía y la clase media, el hecho es que, sin el apoyo de la clase trabajadora de raza blanca, no habría sido elegido presidente de EEUU. En realidad, es incluso probable que sea reelegido de nuevo en 2020, y ello a pesar de que la mayoría de ciudadanos desaprueban su gestión. El sistema electoral de EEUU (que favorece a las fuerzas conservadoras), la enorme lealtad de sus votantes (el 82% de aquellos que lo votaron, volverían a hacerlo), y el desánimo y el rechazo de la clase trabajadora y de amplios sectores de las clases medias hacia el Partido Demócrata (que en su día se llamaba el Partido del Pueblo -the People’s Party­-, considerado, con una enorme generosidad, como el partido de izquierdas frente al partido de derechas, el Partido Republicano) son factores a favor de su reelección.

jueves, 11 de julio de 2019

El discreto entierro del INF

El acuerdo de desarme nuclear más crucial para Europa y los europeos se va al garete en tres semanas entre la abúlica indiferencia de nuestras sociedades


Rafael Poch de Feliu, Ctxt

Entre diciembre de 1987 y julio de 1991, la URSS y Estados Unidos firmaron acuerdos de desarme sin precedentes que cambiaron radicalmente la situación internacional. En diciembre de 1987 Gorbachov y Reagan firmaron en Washington el acuerdo INF, sobre fuerzas nucleares intermedias, de alcance entre 500 y 5500 kilómetros. Aquel acuerdo supuso la eliminación de los euromisiles: 826 de alcance medio y 926 de corto alcance por parte de la URSS, y 689 y 170, respectivamente, por parte de Estados Unidos.

Aunque sólo representaba el 5% de los arsenales nucleares conjuntos, el acuerdo libró a los europeos de una pesadilla y era un inicio para algo más. Atrás quedaba el impresionante “movimiento por la paz”, que, particularmente en Alemania, movilizó a la sociedades europeas con un vigor y una energía inusitados. Sobre aquella estela de sentido común, en julio de 1991 Bush y Gorbachov firmaron en Moscú el primer acuerdo START para una reducción del 40% de los respectivos arsenales estratégicos, es decir de largo alcance.

Además, en noviembre de 1990 se había firmado en París el acuerdo sobre reducción de fuerzas convencionales en Europa (CFE), y la URSS inició enseguida la retirada de tropas de Hungría, Checoslovaquia, República Democrática Alemana y Mongolia. La importancia de todo esto no precisa ser resaltada: se alteró el clima en una Europa dos veces asolada por la guerra mundial en el siglo XX y se desmilitarizaron y normalizaron las relaciones de Moscú con Estados Unidos y China.

miércoles, 10 de julio de 2019

Las contradicciones de Christine Lagarde


Alejandro Nadal, La Jornada

El clima de la economía mundial es inquietante. Las tormentas siempre son precedidas por un periodo de calma y negros nubarrones se vislumbran en el horizonte. Lo más grave es que no se percibe un nuevo motor que permita reactivar la economía global. La guerra comercial es una realidad, la inversión en la economía real sigue aletargada y la amenaza de una nueva recesión sigue vigente.

En este contexto, ¿qué significa el paso de Christine Lagarde del Fondo Monetario Internacional (FMI) al Banco Central Europeo (BCE)? Para apreciar esta pregunta es importante observar las contradicciones de Lagarde frente a las políticas de austeridad que tanto promovió el FMI en el pasado.

Durante décadas el FMI aplicó una despiadada política de austeridad fiscal en los países subdesarrollados. El objetivo siempre fue generar un superávit primario en las finanzas públicas para asegurar el pago de la deuda externa, aunque eso significara condenar a economías enteras al estancamiento, el desempleo y la pobreza. En países como México el paliativo fueron los programas focalizados hacia la reducción de la pobreza, otra fórmula preferida del FMI. Los resultados están a la vista: desigualdad rampante y pobreza para 60 por ciento de la población.

sábado, 6 de julio de 2019

El fin del capitalismo, ¿más cerca de lo que parece?


Francisco José Bustos Serrano, El Captor

En su libro “El capitalismo. El gato de siete vidas el profesor Ramón Tamames nos previene de aquellos que auguran el fin del capitalismo. Haciendo un repaso histórico del capitalismo, describe como éste ha sobrevivido a distintas crisis gracias a tener una gran capacidad de adaptación.

Sin embargo, si hacemos una lectura de lo acontecido en los últimos veinte años, podemos llegar a una conclusión diferente. Analizando lo ocurrido se puede concluir que el fin del capitalismo como lo conocemos está más cercano de lo que parece.

El punto débil del capitalismo es lo que se puede llamar el “exceso de capital”. Este se da cuando los ahorros generados por una economía son mayores que las oportunidades de inversión. Es decir, cuando se genera un capital que no sirve para fomentar el crecimiento de la economía, sino que es pernicioso para la misma.

Esta circunstancia se da después de etapas de gran crecimiento económico, cuando se genera el capital, y en momentos de estancamiento de este crecimiento, pues es cuando las oportunidades de inversión disminuyen.

jueves, 4 de julio de 2019

Fukushima: el regreso de la mentira


Alejandro Nadal, La Jornada

Tuvo gran éxito la operación de relaciones públicas del gobierno japonés durante el G20 la semana pasada. Entre los discursos sobre aranceles, comercio, riesgo de una nueva recesión y anuncios sobre los Juegos Olímpicos del año entrante en Tokio, nadie se volvió a acordar de la catástrofe de Fukushima.

La radioactividad es invisible, pero las mentiras que pretenden cubrirla saltan a la vista.

Fukushima es el peor desastre industrial en la historia de la humanidad. En los días siguientes al terremoto del 11 de marzo de 2011 se produjo la fusión de los núcleos en tres de sus seis reactores nucleares. En los tres casos, la masa de combustible fundido atravesó la vasija de acero con sus seis pulgadas de espesor, quemó y reaccionó químicamente con el contenedor de concreto y ahora se encuentra en contacto con el agua del subsuelo. No se ha podido hacer nada para aislar y remover esas masas de material nuclear fundido y controlar la contaminación. Algunos de los isótopos radioactivos afectarán partes de la prefectura de Fukushima por 250 mil años. Lo único que separará ese material tóxico de cualquier persona que camine por esos parajes será una sombría capa de mentiras.

martes, 2 de julio de 2019

Hacia la justicia digital


Sally Burch*, Alai

La rapidez de penetración y el alcance ubicuo de las tecnologías digitales en la sociedad no tienen precedentes. Las numerosas y variadas aplicaciones, muchas de gran utilidad o encanto, en pocos años se han tornado casi imprescindibles, a veces incluso adictivas, lo que hace que su uso se generalice, acríticamente.

Ello fue posible en buena parte debido al modelo de negocios que se impuso en internet, hacia inicios de este siglo, basado en la apropiación de datos y su monetización, que motivó enormes inversiones en el sector, con el potencial de ganancias colosales. Si bien contribuyó a masificar el acceso, fue a costa de someter a la población usuaria a una creciente dependencia frente a los grandes monopolios digitales, muchas veces hasta de su vida más íntima. Hoy, la gran mayoría de interacciones que se efectúan con soporte digital pasa por las plataformas controladas por uno u otro de estos monopolios, cuyos nombres ya son palabras de uso diario: Google, Facebook, Amazon...

Aprovechándose de la ausencia de regulaciones y la inacción de cuerpos legislativos y autoridades, estas empresas han podido explotar sin restricción un insumo prácticamente gratuito e ilimitado: los datos que se generan digitalmente. Con ellos, mediante algoritmos (programas que analizan y ordenan), elaboran perfiles de los usuarios que los venden principalmente a anunciantes. Dirigir la publicidad de acuerdo al perfil de cada usuario les da ventaja frente a los medios clásicos, con lo cual han logrado dominar el mercado publicitario. Un reciente estudio estima que en 2018, solo en publicidad en fuentes noticiosas, Google habría facturado US$ 4,7 mil millones, equivalente al 81% del ingreso publicitario de la industria mediática de EEUU en el mismo año.

lunes, 1 de julio de 2019

Cumbre del G20 en Osaka: guerra de todos contra todos


Andre Damon, wsws

Los líderes mundiales se reúnen en Osaka, Japón, el viernes para la cumbre del G20 en medio de una promoción interminable de guerras comerciales, proteccionismo y militarismo.

La atmósfera en el G20, formado para coordinar una respuesta internacional y multilateral a una serie de crisis financieras globales a fines de los años noventa podría describirse con la frase atribuida a Thomas Hobbes: Bellum ómnium contra omnes (“la guerra de todos contra todos”).

Las divisiones, reporta Bloomberg, “se extienden mucho más allá de los puntos familiares del acero, el ambiente y el comercio”. Añade: “Una persona involucrada en el proceso dijo que la habilidad para un compromiso había caído prácticamente a cero.

“Otra persona participando en la redacción dijo que se han roto tantos acuerdos unilateralmente que han comenzado a perder significado”. Bloomberg concluyó, “Un oficial estadounidense involucrado en el proceso simplemente describió el comunicado como una pérdida de tiempo”.

Desde que el G20 abandonó el llamado a “resistirse a todas las formas de proteccionismo” en su comunicado final en marzo de 2017, la Casa Blanca ha lanzado una guerra comercial contra China y amenazado con iniciar una contra la Unión Europea, mientras les exigen a sus aliados, incluyendo Japón y la OTAN, que paguen por la protección militar estadounidense.

sábado, 29 de junio de 2019

El quilombo brasileño


Emir Sader, Alai

Todavía no había terminado la reunión del Superior Tribunal de Justicia sobre el habeas corpus para Lula, cuando surgió la noticia de que un militar de la FAB (Fuerza Aérea Brasileña) había sido apresado en Sevilla, en un vuelo presidencial que iba a la reunión del G20, en Japón, con 29 kilogramos de cocaína.

Después de la sorpresa – a pesar de que en este año había ocurrido un caso similar con un militar brasileño en un vuelo hacia Paris -, vinieron las preguntas: antes de todo, ¿cómo había salido de Brasil con los paquetes de cocaína en su bolso de mano? ¿Qué significa que un miembro de la FAB estuviera involucrado en un caso de tráfico de drogas?

Además de los errores en la seguridad de la presidencia de Brasil, vinieron las especulaciones del riesgo de la extensión del tráfico hacia las FFAA brasileñas. Inmediatamente se han asociado el uso de las FFAA en el combate al tráfico en Rio de Janeiro y cómo ese contacto puede haber contaminado a esa institución. La participación de un militar vinculado a la presidencia, viajando impunemente en un avión de la comitiva presidencial, es síntoma que está involucrada otra gente dentro de la Fuerza Aérea o incluso en otros sectores de las FFAA.

viernes, 28 de junio de 2019

UE, ¿hay alguien ahí?

Mientras Estados Unidos coquetea con una nueva guerra en el Golfo, la Unión Europea ni está, ni se le espera

"Exhibición de Poder" -J.R.Mora

Rafael Poch de Feliu, Ctxt

No sabemos si la guerra de Bolton contra Irán prosperará, pero lo que sí sabemos es que la UE “no sabe, no contesta”. Cada crisis internacional nos recuerda la inoperancia del club europeo: la UE no está ni se le espera, y cuando está casi es peor porque, por activa o pasiva, se pone del lado de quienes lanzan las bombas y están empeñados en incendiar nuestro sobrecalentado planeta en una traca final.

La semana pasada, y según su propia versión, Donald Trump ordenó un ataque para castigar a los iraníes por haber derribado uno de sus drones, pero luego dio marcha atrás en el último minuto. Estuvimos, y estamos, coqueteando con una nueva guerra, pero la UE no se da por aludida. Menos mal que celebró el viernes una cumbre en la que se decidió poner la “política exterior” entre los platos fuertes de su “agenda estratégica”…

La Canciller Merkel dijo que durante la cumbre del viernes los “consejeros de política exterior” siguieron atentamente el tema de Irán, pero ellos, los jefes de estado y de gobierno, apenas fueron más allá de balbucear unas palabras sobre la necesidad de una “solución política”. Cuando le preguntaron al Presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, si habría una declaración al respecto, respondió diciendo que no había motivo para emitir un comunicado… Quién se acuerda de que la UE e Irán aún están unidos por un acuerdo firmado en 2015 sobre el que todo el mundo, incluida Theresa May, decía que estaba tan bien y que los iraníes estaban cumpliendo escrupulosamente lo pactado.

jueves, 27 de junio de 2019

¿Quién incendia petroleros en el ‎Golfo de Omán?‎


Manlio Dinucci, Voltaire

‎‎Mientras Estados Unidos prepara una nueva escalada de tensiones en el Medio Oriente, ‎acusando a Irán de atacar barcos cargados de crudo en el Golfo de Omán, el viceprimer ministro ‎italiano Matteo Salvini se reúne en Washington con el secretario de Estado Mike Pompeo, uno ‎de los artífices de esa estrategia, asegurándole que «Italia quiere convertirse nuevamente en el ‎primer socio europeo de la mayor democracia de Occidente». De esa manera, Salvini implica a ‎Italia en la operación que Washington ha iniciado. ‎

El «incidente del Golfo de Omán», casus belli contra Irán, es una copia al carbón del ‎‎«incidente del Golfo de Tonkín», utilizado como casus belli para bombardear Vietnam del ‎Norte, acusado de haber atacado un barco militar estadounidense el 4 de agosto de 1964, ‎acusación que finalmente resultó falsa. ‎

En esta ocasión, un video divulgado por Washington muestra una lancha –supuestamente iraní– ‎que se acerca en pleno día al costado de un petrolero para que su tripulación recupere una mina ‎que no había estallado. Washington afirma que los iraníes querían evitar que se descubriera la ‎procedencia de la mina defectuosa –supuestamente “Made in Iran”. ‎

Con tales «pruebas», que constituyen un verdadero insulto a la inteligencia, Washington trata de ‎enmascarar el verdadero objetivo de la operación, que en realidad es parte de su estrategia para ‎hacerse con el control de las reservas mundiales de petróleo y gas y de los corredores por donde ‎circulan los recursos energéticos [1].

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