jueves, 31 de marzo de 2016

Sobornos por doquier: la corrupción domina la industria petrolera mundial



Una familia asentada en Mónaco es la clave para entender hasta qué punto la corrupción marca el funcionamiento de mercado petrolífero a nivel global. Así lo revela un informe realizado de forma conjunta por The Huffington Post en EEUU y el grupo australiano Fairfax Media, y que apunta directamente a la forma de entender la responsabilidad social corporativa de empresas como Rolls-Royce, Samsung, Hyundai o Leighton Holdings (hoy CIMIC).

El eje de esta investigación es Unaoil, una pequeña empresa propiedad del clan Ahsani, originado en Irán a la sombra de la dictadura del Sha y que, según las citadas informaciones se dedica a sobornar a las personas clave en los países productores de crudo, para asegurarse de que sus clientes en las naciones más desarrolladas consiguen los millonarios contratos que sus accionistas demandan.

Partiendo de mensajes filtrados por una fuente anónima, el informe periodístico asegura tener datos confidenciales que explican a la perfección el papel jugado por la familia Ahsani en el tablero global del crudo entre 2002 y 2012.

Para que conozcas la democracia representativa


Néstor García Iturbe, Alainet

En estos meses se han estado desarrollando en Estados Unidos lo que ellos denominan Elecciones Primarias, un tipo de elección, que se describe en los manuales donde se explica el sistema de la Democracia Representativa, como el primer paso para la elección del candidato a la presidencia por un partido político.

Según la descripción, esa elección se realiza en cada uno de los estados de la unión, donde las personas inscritas en uno u otro partido tienen la posibilidad de votar por alguno de los candidatos que aspiran a ganar la nominación presidencial y este será apoyado en la Convención del Partido por los delegados que haya obtenido en el estado.

Esto es una descripción de carácter general, el partido en cada estado determina sus reglas, incluyendo la cantidad de delegados que podrán asistir a la convención, en algunos casos la distribución de delegados es proporcional al por ciento de votos recibidos, en otros el que gane se lo lleva todo, pero regularmente el ganador es el que más delegados obtiene, de no ser así, ¿Dónde queda la Democracia?

La rigidez no es enemiga del empleo


Michel Husson, Viento Sur

El principio esencial que está en la base de las reformas neoliberales es en el fondo el siguiente: los empleadores solo deberían pagar a sus asalariados cuando efectivamente trabajan para ellos. Los parados, los enfermos, los accidentados en el trabajo, los asalariados en vacaciones pagadas, los jubilados, los perceptores de prestaciones sociales, etc, no producen para sus empleadores y representan tantos falsos gastos que estorban a la competitividad y al libre juego del mercado. Por supuesto, se trata de un ideal inalcanzable, pero se debe tender hacia él, reduciendo el “coste del trabajo”, las “cargas” y otras “deducciones obligatorias”. Esta lógica puede ir lejos en los detalles y acompañarse de las peores mezquindades, cuando se trata por ejemplo de retirar el tiempo de vestido del cómputo del tiempo de trabajo o de reducir el número de días de permiso por muerte.

Uno de los principales argumentos de los defensores del proyecto El Khomri es que los empleadores tendría “miedo de contratar” porque sería muy difícil y costoso despedir a continuación, en resumen tendrían que pagar a los asalariados de los que ya no tendrían necesidad. Hace ya mucho tiempo que un ejército de economistas (bien pagados) está movilizado para la defensa y la ilustración de este principio según el que las rigideces del mercado de trabajo son desfavorables para el empleo. Utilizan los indicadores de “protección del empleo” (EPL: employment protection legislation) calculados por la OCDE. Está denominación está incluso sesgada: la protección del empleo sería nefasta, lo mismo por otra parte que una indemnización demasiado “generosa” del despido favorecería el desempleo.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Hillary y Google fomentaron guerra de chiítas y sunitas en Siria para favorecer a Israel

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

El escrutinio de 50 mil correos de Hillary Clinton, desviados ilegalmente a su servidor privado, confirman lo sectario de su política exterior, que perjudica los superiores intereses geoestratégicos de Estados Unidos, cuando fue tanto secretaria del Departamento de Estado como rehén de los intereses bursátiles del vilipendiado banco de inversiones Goldman Sachs y del siniestro megaespeculador George Soros (presunto prestanombres de los banqueros esclavistas Rothschild) con el fin de favorecer a Israel y destruir los mundos árabe y persa.

Ahora 147 agentes de la FBI analizan sus correos con 52 mil páginas divulgadas por el Departamento de Estado, mediante los cuales la pugnaz Hillary pudo haber puesto en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos (https://goo.gl/CILSGU) y que le pueden complicar el camino a su nominación por el Partido Demócrata, que parecía irresistible y puesta en jaque con el sorprendente cuan vigoroso repunte del socialista Bernie Sanders (admirable judío jázaro antisionista y anti Wall Street).

¿Realmente quién provocó la crisis económica del 2008?

La noticia de que el banco Goldman Sachs podría dejar de realizar transacciones con el banco de inversión Bear Stearns fue uno de los factores determinantes para el inicio de la crisis económica del 2008. Según 'Wall Street Journal', uno de los motivos que empujaron a las entidades financieras a dejar de realizar transacciones con el banco de inversión global Bear Stearns en marzo del 2008, fue la noticia del canal CNBC de que Goldman Sachs podría rechazar trabajar con él.

"Esto ocurrió en marzo del 2008. En una entrevista, el reportero David Faber del canal CNBC pidió al director ejecutivo de Bear Stearns, Alan Schwartz, comentar la información de que Goldman Sachs no "aceptará el riesgo de contraparte de Bear Stearns". No obstante, el Archivo Nacional de Estados Unidos ha dado a conocer una parte de los documentos de la comisión de investigación gubernamental de la crisis financiera, de los cuales se desprende que el director ejecutivo de Bear Stearns negó esa información.

Minsky y Schumpeter en el debate sobre estancamiento secular

Alejandro Nadal, La Jornada

En septiembre de 2008, cuando se declaró la bancarrota del banco de inversiones Lehman Brothers, el sistema financiero mundial estuvo a punto de desintegrarse. El histórico banco había sobrevivido una larga serie de cataclismos, pero la crisis de las hipotecas sub-prime fue demasiado. Sus innovaciones financieras (otrora orgullo del mercado estadunidense) contaminaron todo el sistema financiero mundial con instrumentos financieros que acertadamente fueron rebautizados como activos tóxicos.

En 2009 se anunció que el periodo de la política monetaria flexible no duraría más de cinco años. Pero hoy los bancos centrales no aciertan por dónde caminar y hasta se han introducido tasas de interés negativas en la eurozona, Suecia, Suiza y Japón. El comportamiento de las principales economías del mundo deja mucho que desear. Los niveles de desempleo en la eurozona siguen estando altísimos y la recuperación en Estados Unidos es muy débil. Por eso se intensifica el debate sobre la posible llegada de una época de ‘estancamiento secular’ en el capitalismo contemporáneo.

lunes, 28 de marzo de 2016

Silencio ante la recaptura de Palmira

Robert Fisk, La Jornada

La mayor derrota militar que el Isis ha sufrido en más de dos años –la recaptura de Palmira, la ciudad romana de la emperatriz Zenobia–, y guardamos silencio. Sí, amigos, los malos ganaron, ¿cierto? De otro modo estaríamos celebrando, ¿verdad?

Menos de una semana después de que las almas perdidas del califato islámico destruyeron la vida de más de 30 seres humanos inocentes en Bruselas, deberíamos estar aplaudiendo la más aplastante derrota militar que ha sufrido el Isis hasta ahora. Pero no. Mientras los oscuros maestros de la ejecución huían de Palmira este fin de semana, los señores Obama y Cameron estaban tan callados como las tumbas a las que el Isis ha despachado a tantas de sus víctimas. El que humilló nuestra bandera nacional en honor del rey de Arabia, cortador de cabezas (hablo del señor Cameron, desde luego), no dijo una palabra.

Como solía decir mi colega John Gordon, del Sunday Express, fallecido hace mucho tiempo: Como que te levanta un poco de la silla, ¿no? He aquí al ejército sirio, respaldado, claro, por los rusos de Vladimir Putin, echando de la ciudad a los payasos del Isis, y no nos atrevemos a decir una sola palabra que signifique bien hecho.

La nueva ola conservadora en el mundo

Emir Sader, Público

Ya en los años 60, Richard Nixon creó la expresión “mayoría silenciosa”. En contraposición a los grandes sectores emergentes que participaban en las campañas por los derechos civiles en Estados Unidos y en contra de la guerra de Vietnam, esa mayoría sería silenciosamente conservadora. Sería el “país profundo”, que ejercería en las urnas su derecho a voto en favor de la derecha, en contra de la movilización en las calles, protagonizada por una supuesta minoría restringida de activistas. El propio Nixon fue elegido presidente, finalmente, poniendo fin a la racha de gobiernos demócratas y a la agitada década de los sesenta, confirmando así de alguna manera su hipótesis.

Un tiempo después, cuando Ronald Reagan despuntaba, para convertirse en gobernador de California primero y aspirar después a la presidencia de EEUU, mucha gente decía que era imposible que un pésimo actor de películas del oeste pudiera ser presidente de los Estados Unidos. Pero fue elegido y reelegido presidente del país más importante del mundo, consagrado por la victoria norteamericana en la guerra fria y la desaparición de la URSS.

Ilusiones progresistas devoradas por la crisis

Jorge Beinstein, Alainet

La coyuntura global está marcada por una crisis deflacionaria motorizada por las grandes potencias. La caída de los precios de las commodities, cuyo aspecto más llamativo fue, desde mediados del 2014, la de las cotizaciones del petróleo, descubre el desinfle de la demanda internacional mientras tanto se estanca la ola financiera, muleta estratégica del sistema durante las últimas cuatro décadas. La crisis de la financierización de la economía mundial va ingresando de manera zigzageante en una zona de depresión, las principales economías capitalistas tradicionales crecen poco o nada[1] y China se desacelera rápidamente. Frente a ello Occidente despliega su último recurso: el aparato de intervención militar integrando componentes armadas profesionales y mercenarias, mediáticas y mafiosas articuladas como “Guerra de Cuarta Generación” destinada a destruir sociedades periféricas para convertirlas en zonas de saqueos. Es la radicalización de un fenómeno de larga duración de decadencia sistémica donde el parasitismo financiero y militar se fue convirtiendo en el centro hegemónico de Occidente.

No presenciamos la “recomposición” política-económica-militar del sistema como lo fue la reconversión keynesiana (militarizada) de los años 1940 y 1950 sino su degradación general. La mutación parasitaria del capitalismo lo convierte en un sistema de destrucción de fuerzas productivas, del medio ambiente, y de estructuras institucionales donde las viejas burguesías se van transformando en círculos de bandidos, novedoso encumbramiento planetario de lumpenburguesías centrales y periféricas.

La declinación del progresismo

Inmersa en este mundo se despliega la coyuntura latinoamericana donde convergen dos hechos notables: la declinación de las experiencias progresistas y la prolongada degradación del neoliberalismo que las precedió y las acompañó desde países que no entraron en esa corriente de la que ahora ese neoliberalismo degradado aparece como el sucesor.

¿Colapso de la Unión Europea? Un punto de vista escéptico

Immanuel Wallerstein, La Jornada

Uno de los juegos que los expertos y los políticos juegan hoy día es verbalizar el por qué y el cómo va a colapsar, ya está colapsando, la Unión Europea (UE). Cualquiera que siga las noticias mundiales conoce las explicaciones estándar: la Grexit y la Brexit (acrónimos que designan la posible salida de Grecia o Gran Bretaña de la UE) sólo conducirán a otras salidas; nadie quiere más migrantes (refugiados) en su país; Alemania tiene demasiado poder, o no lo suficiente; están surgiendo por todas partes fuerzas/partidos de ultraderecha; el acuerdo de Schengen, que accede a movimientos sin visa, está siendo suspendido en casi todos los países que lo habían adoptado; crece imparable el desempleo.

Existe un tema subyacente en esta letanía de pesimismo (¿o es optimismo?). Los europeos, tanto los sofisticados como los ignorantes, se han vuelto impermeables a los argumentos racionales. Casi todos actúan irracionalmente, respondiendo a sus emociones y no a los análisis reflexivos. Pero ¿en verdad es así, Charlie Brown? Da para una buena tira cómica, pero ¿acaso significa que la UE dejará de hecho de existir?

No estoy brindando aquí mis puntos de vista sobre si la Unión Europea es buena o mala, si debería ser apoyada o si deberíamos socavarla. En cambio, quiero analizar lo que pienso que ocurre en la realidad. ¿Será que las instituciones que ahora conforman la Unión Europea continuarán existiendo a 10 o 20 años de hoy? Sospecho que sí. Para ver por qué pienso esto, revisemos juntos lo que hace que los europeos –tanto los sofisticados como los “ignorantes– duden de si dar el paso fatal de desmantelar aquello por lo que trabajaron tan duro durante los últimos 70 años. Hay algunas razones que uno podría llamar económicas, otras que serían geopolíticas y, finalmente, otras que podríamos llamar culturales.

Las ignoradas causas de la enorme crisis que estamos viviendo

Vicenç Navarro, Público

Por extraño que parezca, poco se ha escrito sobre las causas reales de la enorme crisis económica y financiera que se conoce como la Gran Recesión (que para millones de españoles es la Gran Depresión), crisis que continúa existiendo. Soy consciente de que esta afirmación producirá sorpresa entre muchos lectores, pues se ha escrito muchísimo sobre esta Gran Recesión que, además, se presenta como un hecho pasado, pues se asume que ya hemos salido de ella. Pero veamos los datos.

La Gran Recesión se ha ido gestando desde los años ochenta y está causada por la enorme concentración de la riqueza y de las rentas en la gran mayoría de países a los dos lados del Atlántico Norte, lo que ha estado ocurriendo a costa del descenso de la riqueza y de las rentas de la mayoría de la población, que deriva sus ingresos del mundo de trabajo. En realidad, desde los años ochenta ha habido una redistribución de las rentas con una gran transferencia de fondos de la mayoría de la población a una minoría muy reducida de esta, fenómeno que ha causado la crisis (ver mi artículo “Capital-Trabajo: el origen de la crisis actual”, Le Monde Diplomatique, julio 2013).

domingo, 27 de marzo de 2016

Atentados de Bruselas: ¿Cómo hacer frente a la barbarie?

Daniel Tanuro, lagauche.org

Cuando detuvieron a Salah Abdeslam, las autoridades belgas cantaron victoria: "Lo tenemos! "... Unos días más tarde, los criminales de Daesh han golpeado en el corazón de Bruselas. Treinta y dos muertos, cientos de heridos, niños mutilados. Una horrible carnicería. ¿Hubiera sido posible evitarla? Tal vez. El mal funcionamiento de los servicios de seguridad en el caso de Ibrahim Barkhaoui es obvia, y es una reminiscencia del caso Dutroux.

Pero Dutroux estaba (casi) solo, mientras que Daech es una organización criminal que no tiene escasez de aspirantes a suicida. Incluyendo aspirantes de círculos no musulmanes, menos "identificables" que Barkhaoui. El ataque de Verviers pudo frustrarse, pero no los demás. Si Barkhaoui Ibrahim hubiera sido detenido a su regreso de Turquía, ¿qué habría sucedido? Hubiera reclutado en la cárcel a otros yihadistas - antes de salir un día. El árbol, por tanto, no debe ocultar el bosque. Es una ilusión creer que podemos superar el flagelo del terrorismo con "mejor política", "mejor información" vigilancia "selectiva", etc. [1]

Atentados suicidas

El problema es el siguiente: nada puede detener que un atacante suicida fanático se inmole en medio de una multitud inocente. Desde el momento en que todo el mundo es un objetivo potencial, el número de posibles objetivos es tan alto que ni siquiera se puede tratar de protegerlos a todos. La verdad es que incluso un estado policial tipo Gran Hermano no podría acabar con el terrorismo yihadista. Ni siquiera un estado de ese tipo podría protegerse de un ataque suicida contra una de nuestras centrales nucleares "microfisuradas". Además, ¿queremos vivir en un estado así?

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