Las crisis económicas que enfrentan los sudamericanos, aún más ahora en la era del COVID, generan un incentivo en su población para elegir otras opciones de moneda de reserva a las que comúnmente ofrece el mercado cambiario
Mariana Palacios R, OBELA
En América Latina se ha producido un aumento en el uso y conocimiento de las nuevas monedas digitales. Por ello, este análisis abordará dos puntos del tema: el papel de los países latinoamericanos en este nuevo mercado; y la razón por la que estos países han optado por estas herramientas y no por otras. Para OBELA, este es un tema esencial porque han generado una salida a algunos problemas dentro del mercado cambiario de ciertos países de la región.
Las criptomonedas son instrumentos financieros basados en la criptografía. Es decir, las técnicas utilizadas para cifrar y descifrar la información mediante algoritmos matemáticos permiten intercambiar mensajes que sólo son leídos por los destinatarios. Proporciona un servicio de sistema de pago seguro, con la característica de intercambio directo entre pares. Funciona con un software que conecta un ordenador con otros usuarios, como las redes sociales. Otra característica de las criptomonedas es su naturaleza de código abierto, que permite a los usuarios regular el sistema en lugar de una institución.
A nivel mundial, el uso de las criptodivisas va en aumento, y América Latina se ha sumado a la tendencia. En promedio, entre 2017 y 2020, ha ocupado el 6% del volumen de bitcoins a nivel global; y el porcentaje ha aumentado en 2021. En marzo de 2020, tenía una cuota del 15,8%, mientras que Estados Unidos participaba con el 6% del total global debido, principalmente, a la aprobación de la Ley de Estabilización, que prohíbe el uso de stablecoins excepto las emitidas por los bancos federales, y crea un ancla sólida en la tendencia alcista de las criptodivisas en Estados Unidos. Las stablecoins son tokens (fichas) asociados al valor de una moneda fiduciaria (como el dólar o el euro), a activos tangibles como el oro o los bienes inmuebles, o a otra criptodivisa. También hay "starcoins" no asociados a ninguna otra moneda, pero controlados por algoritmos para mantener un precio estable.
Según coin.dance, para abril de 2021, los países latinoamericanos con mayor volumen de criptodivisas son Colombia, con el 45% de la región; seguido de Perú con el 13%; Chile con el 12%; México con el 11%; y Brasil con el 11%. Al ser el bitcoin un instrumento que depende de las expectativas sobre su demanda y aceptación en el mercado, es actualmente uno de los instrumentos más volátiles.
Hay un movimiento constante de bitcoins en América Latina cuando se compara el promedio con los datos actuales. En este sentido, la volatilidad genera un problema a la hora de analizar este mercado sin una explicación consensuada. Cabe mencionar que los datos para obtener el promedio de los países fueron desde 2013 hasta abril de 2021.
Este tipo de sistemas tienen una creciente aceptación en América Latina debido a la accesibilidad de este tipo de sistemas, ya que son anónimos y no requieren de instituciones reguladoras. Las crisis económicas que enfrentan los sudamericanos, aún más ahora en la era del COVID, generan un incentivo en su población para elegir otras opciones de moneda de reserva a las que comúnmente ofrece el mercado cambiario. Las remesas también alimentan este mercado. Otra motivación para el uso de criptomonedas proviene de no pagar comisiones de cambio, por lo que los ingresos en efectivo del receptor aumentan.
Colombia es el segundo país con mayor volumen de bitcoins y la mayor red de cajeros automáticos de criptodivisas. Actualmente cuenta con 60 Coin ATM Radar, que permiten el intercambio directo de una moneda, ya sea física o de una cuenta bancaria o de cualquier criptodivisa. Dado que es un país con una sólida actividad ilegal, se presta a su uso. El anonimato del sistema bitcoin tiene un problema dado que al entrar en el sistema se borra cualquier rastro de origen, y no se pueden obtener datos del usuario, salvo el intercambio realizado dentro de la red.
México, por su parte, ha sido pionero en regular el uso de las criptomonedas y las operaciones de las casas de cambio de divisas digitales, con su Ley Fintech (2018). Jorge Schaar, líder de Capital Advisory Services, señala en entrevista áreas desfavorables, pero también genera un avance dentro del mercado. Lo negativo es que México es uno de los países latinoamericanos con menor volumen de operaciones y casas de cambio. Lo positivo es que tiene el mercado de criptodivisas más regulado y controlado, teniendo menos riesgo de aplicaciones ilícitas que otros países de la región.
Con este panorama, para concluir, hay diferentes formas de ver las causas del aumento del uso y aceptación de las criptodivisas en América Latina: la accesibilidad por su anonimato; la seguridad que generan entre los ciudadanos por las crisis económicas de sus países; y los incentivos que ofrecen para evadir las instituciones reguladoras; no pagar comisiones. Hay dos puntos de vista posibles: el favorable es que es un medio de intercambio internacional más eficiente, por su rapidez y coste; el desfavorable es que los narcotraficantes pueden utilizarlo para blanquear dinero ilícito debido a su anonimato. Finalmente, la depreciación del dólar por las políticas monetarias expansivas está llevando a que dicha moneda se comience a abandonar como moneda de reserva por hogares en algunos países y sobre todo está en proceso de abrir un mercado grande para estas criptomonedas que además son baratas de utilizar, fáciles de usar y no están reguladas, lo que abrirá un reto a los bancos centrales al momento de contabilizar las reservas internacionales incluyéndolas.
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- Mariana Palacios R.. Facultad de economía, UNAM, miembro del OBELA
- OBELA: Oscar Ugarteche (Coord.), Armando Negrete, Carlos de León, Jorge Zavaleta, Priscila Martínez, Bertín Acosta, Hiromi Iijima.
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