martes, 25 de noviembre de 2025

Chile: ¿otro giro a la derecha?


Michael Roberts, Sin Permiso

Chile tuvo elecciones generales el domingo 16 de noviembre. Alrededor de 15 millones de votantes pueden participar en la primera ronda para elegir un nuevo presidente, la cámara baja y la mitad de los escaños del senado. El presidente titular Gabriel Boric, que fue elegido en 2021, tiene prohibido constitucionalmente un segundo mandato consecutivo. Así que todo está en juego.

Boric fue un ex activista estudiantil que obtuvo una victoria decisiva en 2021. Con una tasa de participación del 56%, la más alta desde que votar dejó de ser obligatorio, Boric, de 35 años, obtuvo el 56% de los votos en comparación con el 44% de la ultraderechista Antonio Kast. Pero esta vez, podría ser al revés. Aunque la alianza de izquierda liderada por Jeannette Jara del Partido Comunista, que ha ejercido como ministra de trabajo de Boric, está por delante en las encuestas de opinión, no obtendrá una mayoría absoluta en la primera ronda como lo hizo Boric. Y es probable que los distintos partidos de derecha sumen su voto y consiga que Kast sea nombrado presidente en la segunda vuelta de diciembre.


Chile es el país más rico de América Latina según el PIB per cápita. Es miembro de la OCDE, el club de naciones ricas y está en el bloque comercial (NAFTA-USMCA) con Canadá, México y los Estados Unidos. Como resultado, su tasa de crecimiento del PIB real ha sido en general algo más rápida que la del resto de América Latina y, por lo tanto, sus sucesivos gobiernos han sido relativamente estables.

Muchos economistas y politólogos convencionales a menudo utilizan esto para afirmar que Chile es una historia de éxito económico capitalista de "libre mercado" y consideran a Chile como la "Suiza de las Américas". Pero esta aparente historia de éxito es solo relativa en comparación con otras economías latinoamericanas. Además, los beneficios han ido principalmente a los ricos en Chile. La desigualdad de ingresos se encuentra entre las peores en la OCDE, solo superada por Brasil y Sudáfrica. La proporción de ingresos del decil más bajo en Chile es una de las más bajas del mundo. Solo unos pocos países, en gran parte de América Latina, tienen una menor participación en los ingresos que se acumulan en el decilo inferior de la distribución y esta participación se ha deteriorado en términos relativos en los últimos 20 años.

El éxito económico relativo de Chile siempre se ha basado en sus exportaciones de cobre y minerales. El país ha sido el principal productor de cobre del mundo durante más de 30 años, y cerca del 50 % de las exportaciones del país provienen de productos relacionados con el cobre. El sector minero contribuye con el 15% del PIB de Chile y genera 200.000 puestos de trabajo. Si los precios del cobre y los minerales son altos y están subiendo, la economía de Chile va mejor y viceversa. La rentabilidad del capital chileno ha sido impulsada por el ciclo del cobre, como muestra el siguiente gráfico.

Fuente: Penn World Tables serie 11.0

El período neoliberal después del golpe militar del general Pinochet de 1973 y después de la caída global de principios de la década de 1980 logró un aumento temporal de la rentabilidad, lo que permitió al régimen mantener su control durante la década de 1980. Finalmente, Chile volvió a la democracia en 1989, y el auge de los precios de los productos básicos de la década de 2000 condujo a un nuevo aumento de la rentabilidad hasta la Gran Recesión de 2008-9.

Fuente: Penn World Tables 11.0

La caída de la rentabilidad después de 2010 llevó a una desaceleración del crecimiento del PIB, la inversión, los ingresos y recortes de los servicios públicos antes de la crisis de la COVID. Con la COVID y el desastre de la salud, hubo un colapso en la economía, con el impacto principal en aquellos con ingresos más bajos y peores empleos. Los precios del cobre aumentaron enormemente cuando terminó la crisis de la pandemia, pero luego cayeron casi un 10% durante la presidencia de Boric.

¿Por qué es probable que la Alianza de Izquierda pierda? La razón principal es que la presidencia Boric no logró cambiar la estructura económica y las desigualdades sociales en Chile. En las últimas décadas, los servicios públicos se han reducido, lo que obliga a la gente a utilizar operadores privados con fines de lucro. En particular, las pensiones están dominadas por empresas del sector privado. La mayoría de los chilenos encuentran que sus ahorros para la jubilación son demasiado escasos para financiar un nivel de vida decente en la vejez. Las tasas de sustitución (es decir, los ingresos de las pensiones en relación con los ingresos laborales medios) en Chile son muy bajas en comparación con otras economías de la OCDE. En medio de los altos y rápido aumentos de los costes de vida desde la pandemia, junto con un crecimiento limitado de los ingresos y las bajas pensiones, muchos hogares han acumulado cantidades considerables de deuda. Los impuestos a los ricos son pequeños, por lo que la redistribución de ingresos es menor que en casi todos los pares de la OCDE y muchas otras economías pobres.

Del daño de la pandemia de COVID en la vida y los medios de vida de las personas se culpó a Boric, como a muchos otros gobiernos durante la COVID. Boric no se enfrentó a las empresas mineras, sino que simplemente intentó (y en general fracasó) redistribuir laa ganancias que se apropia el capital de manera algo más uniforme. Después de la pandemia, la inflación se disparó y las multinacionales y el sector empresarial chileno, el Congreso y los medios de comunicación montaron una incesante campaña de ataque. La popularidad de Boric se desplomó. Boric fue culpado de todo, incluido el aumento de las tasas de criminalidad y el aumento de la inmigración desde Venezuela, ya que millones dejaron ese país en busca de una mejor vida en Chile. Estos problemas ahora parecen dominar al electorado, en lugar de la economía y el coste de la vida.


El principal candidato de derecha en las elecciones, José Kast, está atacando con dureza, al estilo de Trump, sobre estos temas. Kast, un admirador del ex dictador Pinochet, se opone a los derechos al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo. Quiere construir un muro al estilo de Trump, llamado Escudo Fronterizo, de zanjas y barreras a lo largo de la frontera norte de Chile para mantener a los inmigrantes fuera. "Chile ha sido invadido... pero esto se acabó", declaró Kast.

Así que parece probable que otro gobierno de centro-izquierda en América del Sur caiga eventualmente en manos de la derecha, como recientemente en Bolivia y tal vez pronto en Colombia y Perú. Como Javier Milei dijo al ganar las recientes elecciones intermedias de Argentina, América Latina estaba experimentando un "renacimiento liberal". Expresando la esperanza de que las elecciones en varias grandes naciones durante el próximo año traian de vuelta gobiernos conservadores, Milei dijo: "Esperamos que la ola azul continúe. Ya hemos tenido suficientes rojos. El mundo de hoy se dirige hacia un formato diferente, en el que habrá un bloque liderado por los Estados Unidos, un bloque liderado por Rusia y un bloque liderado por China. En este orden mundial, los Estados Unidos entienden que América está en su bloque, y sin duda, somos su mayor aliado estratégico".


* * * *

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin