Albino Prada, Sin Permiso
Si uno quiere evaluar el alcance tóxico del actual dominio de lo que hemos dado en nombrar como neoliberalismo conviene definir bien de que estamos hablando. Para así tener claro su distancia del viejo liberalismo, el socialismo o la socialdemocracia. Y reconocerle el enorme potencial para invadir y contaminar el resto de alternativas ideológicas posibles respecto a nuestros problemas sociales. Pues es obvio que los neoliberales no se consideran a sí mismos dentro de una ideología objeto de debate, sino en posesión de la razón misma de las cosas.
Su núcleo argumental parte de una idea sencilla y rotunda: el neoliberalismo busca conformar una plena sociedad de mercado en la que el dinero sea la medida y medio para solucionar todas las necesidades humanas. Busca que el dinero y los precios lo puedan comprar y organizar todo: desde la justicia al ocio, pasando por la seguridad o la defensa.
El neoliberalismo habría dejado así atrás la economía de mercado del viejo liberalismo habiendo, al tiempo, inoculado un virus letal a la no menos entrañable economía social de mercado con la que vienen gestionando la Unión Europea, en compañía de otrora socialistas o socialdemócratas, desde hace más de cuarenta años.
En este objetivo sus promotores y conversos tienen muy claro que la sociedad de mercado es un orden social que hay que construir sobre todo ocupando, por un lado, el Estado y, por otro, las conciencias de cada uno de nosotros, para que por ambas vías el dinero pueda subordinar todas las actividades sociales. El Estado podrá ser emprendedor (para que -cuanto antes- el sector privado amplíe su papel), pero ya no productor estratégico, ni en los bienes ni en los servicios (el otrora Estado social y educador).
Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
viernes, 6 de mayo de 2022
miércoles, 27 de abril de 2022
Shanghai y la crisis del sistema de externalización
El confinamiento de la macrourbe china paraliza su puerto, el mayor del mundo. Gigantes como Apple, Xiaomi y Tesla se han visto obligados a paros parciales
Marina Echebarría Saénz, Rebelión
Todos los días nos acercamos a nuestros comercios y al consumir, sin darnos cuenta, consumamos auténticas proezas. Raramente pensamos en la tecnología y en la planificación que implica que nuestras estanterías estén llenas de uvas de Chile, carne irlandesa, trigo ruso, lino africano o teléfonos made in China. Raramente nos detenemos a pensar que nuestro móvil utiliza metales procedentes de Zaire, Ruanda, Bolivia, Rusia…, que todos estos componentes han sido enviados en trenes y barcos a China, donde han sido ensamblados en macrofactorías y posteriormente embarcados a su vez y distribuidos por todo el planeta. Hemos normalizado vivir en ciudades que importan más del 94% de sus insumos desde más de 100 kilómetros de distancia y en las que la más mínima falla, unas estanterías vacías durante unos pocos días, se convierte en una ofensa a nuestro modo de vida, un síntoma de desorden y caos social. Exigimos (coléricamente) el abastecimiento continuo.
Desde hace poco más de un cuarto de siglo nos sostiene una compleja cadena de extracción, producción, logística y distribución. Una cadena que en realidad es una red, en la que se extraen materias primas de países africanos o latinoamericanos, se transforman en productos en las fábricas del mundo (China, India, Bangladesh, Corea…) y se distribuyen mayormente en el occidente europeo y norteamericano. Todo este entramado se sostiene por una hiperproducción en lugares claves como China, por mano de obra barata en países como Bangladesh, Vietnam, China, y por un tráfico marítimo que incrementa sus volúmenes exponencialmente cada año. El “milagro” económico se basa en el aprovechamiento de los costes más baratos en cualquier espacio del mundo y en una circulación continua de los recursos. Es por eso que en Europa hemos asistido al cierre progresivo de nuestras fábricas y a su traslado a países más económicos para las grandes corporaciones: la externalización. Somos rentistas financieros, países de servicios o productores sobrecualificados, pero ya no somos la Europa industrial del siglo XX. Ya tuve ocasión de reflexionar con ustedes sobre la llamada crisis de suministros, en realidad, los síntomas de que toda esta red comienza a llegar a sus límites y no puede prometer un crecimiento perpetuo. Es en este contexto en el que asistimos a los cuellos de botella o al fallo de los eslabones débiles del sistema, como el provocado por el cierre de Shanghai.
Todos los días nos acercamos a nuestros comercios y al consumir, sin darnos cuenta, consumamos auténticas proezas. Raramente pensamos en la tecnología y en la planificación que implica que nuestras estanterías estén llenas de uvas de Chile, carne irlandesa, trigo ruso, lino africano o teléfonos made in China. Raramente nos detenemos a pensar que nuestro móvil utiliza metales procedentes de Zaire, Ruanda, Bolivia, Rusia…, que todos estos componentes han sido enviados en trenes y barcos a China, donde han sido ensamblados en macrofactorías y posteriormente embarcados a su vez y distribuidos por todo el planeta. Hemos normalizado vivir en ciudades que importan más del 94% de sus insumos desde más de 100 kilómetros de distancia y en las que la más mínima falla, unas estanterías vacías durante unos pocos días, se convierte en una ofensa a nuestro modo de vida, un síntoma de desorden y caos social. Exigimos (coléricamente) el abastecimiento continuo.
Desde hace poco más de un cuarto de siglo nos sostiene una compleja cadena de extracción, producción, logística y distribución. Una cadena que en realidad es una red, en la que se extraen materias primas de países africanos o latinoamericanos, se transforman en productos en las fábricas del mundo (China, India, Bangladesh, Corea…) y se distribuyen mayormente en el occidente europeo y norteamericano. Todo este entramado se sostiene por una hiperproducción en lugares claves como China, por mano de obra barata en países como Bangladesh, Vietnam, China, y por un tráfico marítimo que incrementa sus volúmenes exponencialmente cada año. El “milagro” económico se basa en el aprovechamiento de los costes más baratos en cualquier espacio del mundo y en una circulación continua de los recursos. Es por eso que en Europa hemos asistido al cierre progresivo de nuestras fábricas y a su traslado a países más económicos para las grandes corporaciones: la externalización. Somos rentistas financieros, países de servicios o productores sobrecualificados, pero ya no somos la Europa industrial del siglo XX. Ya tuve ocasión de reflexionar con ustedes sobre la llamada crisis de suministros, en realidad, los síntomas de que toda esta red comienza a llegar a sus límites y no puede prometer un crecimiento perpetuo. Es en este contexto en el que asistimos a los cuellos de botella o al fallo de los eslabones débiles del sistema, como el provocado por el cierre de Shanghai.
jueves, 21 de abril de 2022
Periodista chileno Gonzalo Lira desaparecido en Kharkiv habría sido torturado y asesinado por neonazis ucranianos, según versión de exmarine de EEUU
Gonzalo Lira ha sido un periodista que ha denunciado las atrocidades realizadas por los grupos neonazis en Ucrania respaldados por el régimen de Volodimir Zelenski. El mismo periodista fijó un tweet en su cuenta personal que “si no has tenido noticias mías en 12 horas o más, pon mi nombre en esta lista”. Haciendo referencia a un listado de periodistas desaparecidos que han entregado información que compromete al Presidente ucraniano
La versión fue entregada por el exmarine Scott Ritter en Telegram y ha sido altamente comentada en redes sociales. Su asesinato habría sido cometido por el Batallón Azov, que surgió en 2014, durante el golpe de Estado en Ucrania. Su símbolo recuerda al Wolfsangel nazi, una especie de esvástica estilizada sobre fondo amarillo.
Este miércoles, el Ministerio de Relaciones Exteriores confirmó la desaparición del periodista e influencer chileno Gonzalo Lira, luego de que este perdiera contacto con sus conocidos y familiares el pasado 15 de abril.
«El ministerio de Relaciones Exteriores, a través de su Sección Consular en Moscú, fue informado de que los cercanos del chileno Gonzalo Lira López, quien se encontraba en la ciudad ucraniana de Kharkiv (Járkiv), perdieron contacto con él desde el día 15 de abril», afirmó el Ministerio, citado por El Mostrador.
«La Cancillería se mantiene en contacto con las entidades pertinentes, para mantenerse informada respecto de cualquier novedad sobre la ubicación del connacional», añadió el ente.
Este miércoles, el Ministerio de Relaciones Exteriores confirmó la desaparición del periodista e influencer chileno Gonzalo Lira, luego de que este perdiera contacto con sus conocidos y familiares el pasado 15 de abril.
«El ministerio de Relaciones Exteriores, a través de su Sección Consular en Moscú, fue informado de que los cercanos del chileno Gonzalo Lira López, quien se encontraba en la ciudad ucraniana de Kharkiv (Járkiv), perdieron contacto con él desde el día 15 de abril», afirmó el Ministerio, citado por El Mostrador.
«La Cancillería se mantiene en contacto con las entidades pertinentes, para mantenerse informada respecto de cualquier novedad sobre la ubicación del connacional», añadió el ente.
miércoles, 20 de abril de 2022
La nueva clase dirigente se esta constituyendo en la nube
Yanis Varoufakis, Sin Permiso
El capital está en todas partes, pero el capitalismo está en decadencia. En una era en la que los propietarios de una nueva forma de «capital de control» han ganado un poder exorbitante sobre todos los demás, incluidos los capitalistas tradicionales, esto no es una contradicción.
Érase una vez. Los bienes de capital eran solo los medios de producción fabricados. El aparejo de pesca rescatado de Robinson Crusoe, el arado de un granjero y el horno de un herrero fueron bienes que ayudaron a producir una captura de peces más grande, más alimentos y herramientas de acero brillante. Luego, llegó el capitalismo y otorgó a los propietarios del capital dos nuevos poderes: el poder de obligar a los que no tienen capital a trabajar por un salario y el poder de establecer la agenda en las instituciones que formulan políticas. Hoy, sin embargo, está emergiendo una nueva forma de capital y está forjando una nueva clase dominante, quizás incluso un nuevo modo de producción.
El capital está en todas partes, pero el capitalismo está en decadencia. En una era en la que los propietarios de una nueva forma de «capital de control» han ganado un poder exorbitante sobre todos los demás, incluidos los capitalistas tradicionales, esto no es una contradicción.
Érase una vez. Los bienes de capital eran solo los medios de producción fabricados. El aparejo de pesca rescatado de Robinson Crusoe, el arado de un granjero y el horno de un herrero fueron bienes que ayudaron a producir una captura de peces más grande, más alimentos y herramientas de acero brillante. Luego, llegó el capitalismo y otorgó a los propietarios del capital dos nuevos poderes: el poder de obligar a los que no tienen capital a trabajar por un salario y el poder de establecer la agenda en las instituciones que formulan políticas. Hoy, sin embargo, está emergiendo una nueva forma de capital y está forjando una nueva clase dominante, quizás incluso un nuevo modo de producción.
martes, 19 de abril de 2022
Conflicto en Ucrania marca el final de una era dominada por el poder occidental
El viejo orden liderado por Estados Unidos tiene que desaparecer, y desaparecerá precisamente porque ya no es sostenible en lo que respecta al resto de la humanidad
Strategic Culture
El conflicto militar en curso en Ucrania es un acontecimiento decisivo de inmensa importancia histórica. Marca una ruptura con el pasado y el comienzo de una nueva realidad geopolítica, que abarcará el progreso en las relaciones internacionales hacia un mayor desarrollo económico, justicia y paz.
El conflicto militar en Ucrania no se trata de un conflicto estrecho entre Ucrania y Rusia. No es más que el signo externo de una confrontación mayor entre, por un lado, el orden occidental liderado por Estados Unidos y, por el otro, naciones como Rusia, China y otras que se niegan a aceptar un papel subordinado. Nuestra entrevista con Bruce Gagnon esta semana aclara el panorama geopolítico más amplio y lo que está en juego.
Una señal segura de las dimensiones más grandes es la forma en que los aliados de EEUU, la OTAN y Europa han desplegado rápidamente una guerra híbrida total contra Rusia, en un intento de destruir la economía de este último. Las afirmaciones occidentales sobre “defender la democracia, la soberanía y el derecho internacional” son despreciables y fraudulentas. ¿Entregando armas a un régimen represivo y corrupto cuyo ejército está infestado de regimientos nazis?
El conflicto militar en curso en Ucrania es un acontecimiento decisivo de inmensa importancia histórica. Marca una ruptura con el pasado y el comienzo de una nueva realidad geopolítica, que abarcará el progreso en las relaciones internacionales hacia un mayor desarrollo económico, justicia y paz.
El conflicto militar en Ucrania no se trata de un conflicto estrecho entre Ucrania y Rusia. No es más que el signo externo de una confrontación mayor entre, por un lado, el orden occidental liderado por Estados Unidos y, por el otro, naciones como Rusia, China y otras que se niegan a aceptar un papel subordinado. Nuestra entrevista con Bruce Gagnon esta semana aclara el panorama geopolítico más amplio y lo que está en juego.
Una señal segura de las dimensiones más grandes es la forma en que los aliados de EEUU, la OTAN y Europa han desplegado rápidamente una guerra híbrida total contra Rusia, en un intento de destruir la economía de este último. Las afirmaciones occidentales sobre “defender la democracia, la soberanía y el derecho internacional” son despreciables y fraudulentas. ¿Entregando armas a un régimen represivo y corrupto cuyo ejército está infestado de regimientos nazis?
lunes, 18 de abril de 2022
El gas ruso es todavía insustituible por la Unión Europea, según la OPEP
Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada
El secretario general de la OPEP, el nigeriano Mohammad Barkindo (MB) –sumada de la llamada OPEP+, los 13 miembros de la OPEP más otros 10, incluyendo a Rusia y México–, advirtió a la Unión Europea (UE) que una potencial pérdida de los hidrocarburos rusos sería casi imposible sustituir cuando, al contrario, las sanciones podrían gestar una de las peores crisis energéticas de la historia (https://reut.rs/3xC5VCO).
MB considera la pérdida potencial de 7 millones de barriles al día de petróleo ruso y de otras exportaciones líquidas, (por lo que) considerando la perspectiva presente de la demanda, sería casi imposible (sic) sustituir la pérdida en volúmenes de esta magnitud. El alza abrupta de los hidrocarburos, que ha causado estragos en Estados Unidos con una hiperinflación de 8.5 por ciento –que llevaría a Washington a una recesión en el año 2023 (https://fxn.ws/3Ol5Dq6)–, es muy anterior al conflicto de Rusia y Ucrania.
El secretario general de la OPEP, el nigeriano Mohammad Barkindo (MB) –sumada de la llamada OPEP+, los 13 miembros de la OPEP más otros 10, incluyendo a Rusia y México–, advirtió a la Unión Europea (UE) que una potencial pérdida de los hidrocarburos rusos sería casi imposible sustituir cuando, al contrario, las sanciones podrían gestar una de las peores crisis energéticas de la historia (https://reut.rs/3xC5VCO).
MB considera la pérdida potencial de 7 millones de barriles al día de petróleo ruso y de otras exportaciones líquidas, (por lo que) considerando la perspectiva presente de la demanda, sería casi imposible (sic) sustituir la pérdida en volúmenes de esta magnitud. El alza abrupta de los hidrocarburos, que ha causado estragos en Estados Unidos con una hiperinflación de 8.5 por ciento –que llevaría a Washington a una recesión en el año 2023 (https://fxn.ws/3Ol5Dq6)–, es muy anterior al conflicto de Rusia y Ucrania.
miércoles, 13 de abril de 2022
Una masacre fingida en aras de sanciones reales
Batko Milacic, TheSaker
Poco después de que las tropas rusas abandonaran las afueras de Kiev, los medios pro-ucranianos lanzaron una andanada de historias sobre presuntos crímenes de guerra rusos contra civiles pacíficos, cuyos rastros se encontraron en las ciudades abandonadas. Al poco tiempo apareció el primer video, con cadáveres esparcidos por la calle, algunos de los cuales, tras una inspección más cercana, resultaron estar bastante vivos. Sin embargo, esto no impidió que varias publicaciones presentaran coloridas historias en primera persona sobre las "atrocidades" cometidas por el ejército ruso. La idea fundamental era que los soldados rusos no quieren pelear y están asustados, mientras que al mismo tiempo están muy felices de cometer crímenes de guerra disparando a civiles y lanzando granadas en un sótano lleno de gente del pueblo que se esconde allí. Pronto, la temperatura de la propaganda antirrusa subió tanto que incluso los televidentes y lectores proucranianos comenzaron a cuestionar la credibilidad de lo que estaba pasando.
Tratemos de resolver todo esto. El ejército ucraniano no liberó a Bucha, pero regresó silenciosamente allí luego de la retirada de las tropas rusas, que Moscú había anunciado un par de días antes. Al mismo tiempo, por alguna extraña razón, las unidades rusas que partieron no solo dejaron cadáveres tirados en la calle, sino que los colocaron artísticamente y los distribuyeron uniformemente en el territorio de la ciudad. Bueno, los comandantes rusos difícilmente son capaces de una actuación tan antinatural. Incluso si hubiera tal maníaco en el comando ruso, sus propios subordinados lo arrestarían rápidamente y lo llevarían ante un tribunal militar.
Poco después de que las tropas rusas abandonaran las afueras de Kiev, los medios pro-ucranianos lanzaron una andanada de historias sobre presuntos crímenes de guerra rusos contra civiles pacíficos, cuyos rastros se encontraron en las ciudades abandonadas. Al poco tiempo apareció el primer video, con cadáveres esparcidos por la calle, algunos de los cuales, tras una inspección más cercana, resultaron estar bastante vivos. Sin embargo, esto no impidió que varias publicaciones presentaran coloridas historias en primera persona sobre las "atrocidades" cometidas por el ejército ruso. La idea fundamental era que los soldados rusos no quieren pelear y están asustados, mientras que al mismo tiempo están muy felices de cometer crímenes de guerra disparando a civiles y lanzando granadas en un sótano lleno de gente del pueblo que se esconde allí. Pronto, la temperatura de la propaganda antirrusa subió tanto que incluso los televidentes y lectores proucranianos comenzaron a cuestionar la credibilidad de lo que estaba pasando.
Tratemos de resolver todo esto. El ejército ucraniano no liberó a Bucha, pero regresó silenciosamente allí luego de la retirada de las tropas rusas, que Moscú había anunciado un par de días antes. Al mismo tiempo, por alguna extraña razón, las unidades rusas que partieron no solo dejaron cadáveres tirados en la calle, sino que los colocaron artísticamente y los distribuyeron uniformemente en el territorio de la ciudad. Bueno, los comandantes rusos difícilmente son capaces de una actuación tan antinatural. Incluso si hubiera tal maníaco en el comando ruso, sus propios subordinados lo arrestarían rápidamente y lo llevarían ante un tribunal militar.
martes, 12 de abril de 2022
La debacle económica-humanitaria de Ucrania
Convertir a Ucrania en una punta de lanza para tratar de destruir a Rusia, bajo las órdenes de Estados Unidos y de la OTAN, le ha costado al presidente Volodimir Zelenski llevar al país a una completa debacle económica y humanitaria
Hedelberto López Blanch , Rebelión
Miles de muertos y heridos, millones de refugiados, destrucción de infraestructuras y un daño económico multimillonario son las consecuencias de la operación militar especial lanzada por Moscú para defender a las repúblicas de Donetsk y Lugansk del genocidio sufrido desde 2014 por parte de Kiev, y desmilitarizar y desnazificar al país vecino.
También Rusia calculó que era mejor salvaguardar a su nación ante el inminente peligro que representaba una Ucrania unida a la OTAN en su frontera, donde en 30 laboratorios biológicos se procesaban varios patógenos del ántrax, tularemia, brucelosis, cólera, leptospirosis y peste porcina africana, proyectos encargados directamente por el Pentágono.
Esa es la verdadera historia de esta guerra en la que los medios de propaganda occidentales tergiversan las informaciones y descargan todo su odio contra Rusia.
Miles de muertos y heridos, millones de refugiados, destrucción de infraestructuras y un daño económico multimillonario son las consecuencias de la operación militar especial lanzada por Moscú para defender a las repúblicas de Donetsk y Lugansk del genocidio sufrido desde 2014 por parte de Kiev, y desmilitarizar y desnazificar al país vecino.
También Rusia calculó que era mejor salvaguardar a su nación ante el inminente peligro que representaba una Ucrania unida a la OTAN en su frontera, donde en 30 laboratorios biológicos se procesaban varios patógenos del ántrax, tularemia, brucelosis, cólera, leptospirosis y peste porcina africana, proyectos encargados directamente por el Pentágono.
Esa es la verdadera historia de esta guerra en la que los medios de propaganda occidentales tergiversan las informaciones y descargan todo su odio contra Rusia.
viernes, 8 de abril de 2022
Clima: el colapso que viene
Beatriz Gimeno, Público
Se ha dado a conocer el último informe del Panel Científico de la ONU (IPCC) que es un compendio de todo el conocimiento acumulado sobre el cambio climático, además de una sombría advertencia. El colapso climático está a la vuelta de la esquina, pero qué importa cuando nos hundimos en otros colapsos cotidianos que tienen ocupada a la clase política (y a la gente, no nos engañemos). La clase política con verdadero poder se mueve entre hacer lo posible para que esto no se pare, es decir, procurar que la máquina del neoliberalismo no decaiga y que los ricos sigan haciendo dinero, y, al mismo tiempo, evitar el colapso social total. Es un equilibrio casi imposible para el que los partidos ofrecen sus recetas en tiempo electoral. La crisis climática siempre queda al final de todo. Si los ciclos políticos son cada vez más cortos y no hay noticia que dure una semana en los medios, cómo van a ocuparse de algo que, aunque esté ahí, todavía está a más de cinco meses. No es culpa de los políticos, también es culpa nuestra, de la ciudadanía, incapaces de fijar la atención en la misma cuestión más de una semana. Y claro, si hay un tema en el que el negacionismo se ceba es el cambio climático, que asume todos los negacionismos posibles. No se ve, no se huele, no se toca, no puedes hacer un video que demuestre que es real, no se mete en tu casa a robarte, no se puede comprar ni dejar de comprar. Si la gente no se cree una matanza prácticamente televisada, cómo va a creerse que el cambio climático puede acabar con la vida que conocemos.
Se ha dado a conocer el último informe del Panel Científico de la ONU (IPCC) que es un compendio de todo el conocimiento acumulado sobre el cambio climático, además de una sombría advertencia. El colapso climático está a la vuelta de la esquina, pero qué importa cuando nos hundimos en otros colapsos cotidianos que tienen ocupada a la clase política (y a la gente, no nos engañemos). La clase política con verdadero poder se mueve entre hacer lo posible para que esto no se pare, es decir, procurar que la máquina del neoliberalismo no decaiga y que los ricos sigan haciendo dinero, y, al mismo tiempo, evitar el colapso social total. Es un equilibrio casi imposible para el que los partidos ofrecen sus recetas en tiempo electoral. La crisis climática siempre queda al final de todo. Si los ciclos políticos son cada vez más cortos y no hay noticia que dure una semana en los medios, cómo van a ocuparse de algo que, aunque esté ahí, todavía está a más de cinco meses. No es culpa de los políticos, también es culpa nuestra, de la ciudadanía, incapaces de fijar la atención en la misma cuestión más de una semana. Y claro, si hay un tema en el que el negacionismo se ceba es el cambio climático, que asume todos los negacionismos posibles. No se ve, no se huele, no se toca, no puedes hacer un video que demuestre que es real, no se mete en tu casa a robarte, no se puede comprar ni dejar de comprar. Si la gente no se cree una matanza prácticamente televisada, cómo va a creerse que el cambio climático puede acabar con la vida que conocemos.
jueves, 7 de abril de 2022
Las consecuencias económicas del bloqueo a Rusia
Las sanciones a Rusia apuntan a una redefinición a gran escala del comercio mundial de hidrocarburos y pasan por una guerra económica cuyas repercusiones ya se sienten a nivel mundial
Geraldina Colotti, Alainet
El conflicto en Ucrania es parte del intento de reinicializar el sistema capitalista a nivel mundial, en el que el imperialismo estadounidense necesita redefinir alianzas y bloques, con los consiguientes choques de intereses internos, sobre la base de un «nuevo concepto estratégico» diseñado por la OTAN. El complejo militar-industrial empuja los intereses del gran capital monopolístico financiero hacia nuevos mercados y nuevos robos, siendo la tendencia a la guerra intrínseca al modelo capitalista.
En este sentido, la cumbre de la Alianza Atlántica, prevista para finales de junio en Madrid, constituye una gran oportunidad para que Washington pula los moretones de la superpotencia hegemónica en el conflicto con China, tomándole el pulso a Rusia, y combinando atracción y imposición. A un mes del estallido del conflicto, la tradicional subordinación de los países europeos a Estados Unidos, aunque con cierto ruido de fondo, por los diversos intereses en juego, ya ha respondido a las peticiones del complejo militar-industrial y de las grandes multinacionales norteamericanas. Al adherirse a las sanciones contra Rusia, Europa pagará más la cuota de la OTAN, comprará más armas y más gas a EE. UU., y los gobiernos capitalistas tendrán su recompensa en términos de control de los conflictos sociales.
El conflicto en Ucrania es parte del intento de reinicializar el sistema capitalista a nivel mundial, en el que el imperialismo estadounidense necesita redefinir alianzas y bloques, con los consiguientes choques de intereses internos, sobre la base de un «nuevo concepto estratégico» diseñado por la OTAN. El complejo militar-industrial empuja los intereses del gran capital monopolístico financiero hacia nuevos mercados y nuevos robos, siendo la tendencia a la guerra intrínseca al modelo capitalista.
En este sentido, la cumbre de la Alianza Atlántica, prevista para finales de junio en Madrid, constituye una gran oportunidad para que Washington pula los moretones de la superpotencia hegemónica en el conflicto con China, tomándole el pulso a Rusia, y combinando atracción y imposición. A un mes del estallido del conflicto, la tradicional subordinación de los países europeos a Estados Unidos, aunque con cierto ruido de fondo, por los diversos intereses en juego, ya ha respondido a las peticiones del complejo militar-industrial y de las grandes multinacionales norteamericanas. Al adherirse a las sanciones contra Rusia, Europa pagará más la cuota de la OTAN, comprará más armas y más gas a EE. UU., y los gobiernos capitalistas tendrán su recompensa en términos de control de los conflictos sociales.
miércoles, 6 de abril de 2022
Numerosos problemas de salud se deben a las vacunas contra el COVID-19: análisis de datos de VAERS
Petr Svab, a través de The Epoch Times
Es más probable que varios problemas de salud informados por las personas después de recibir una de las vacunas contra el COVID-19 hayan sido causados por las vacunas que por una coincidencia, según un análisis de datos del Sistema de Informe de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS). VAERS se ha visto inundado con más de un millón de informes de diversos problemas de salud y más de 21.000 informes de muertes desde la introducción de las vacunas a fines de 2020. Algunos expertos y funcionarios públicos han minimizado la importancia de los informes, señalando que solo porque un problema de salud ocurre después de recibir la inyección, no significa que haya sido causado por ella.
Sin embargo, un análisis más profundo de los datos indica que muchos de los efectos adversos son más que una simple coincidencia, según Jessica Rose, bióloga computacional que ha estado estudiando los datos durante al menos nueve meses.
“Las señales de seguridad que se emiten en VAERS ahora están fuera de serie en todos los ámbitos”, dijo a The Epoch Times.
Es más probable que varios problemas de salud informados por las personas después de recibir una de las vacunas contra el COVID-19 hayan sido causados por las vacunas que por una coincidencia, según un análisis de datos del Sistema de Informe de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS). VAERS se ha visto inundado con más de un millón de informes de diversos problemas de salud y más de 21.000 informes de muertes desde la introducción de las vacunas a fines de 2020. Algunos expertos y funcionarios públicos han minimizado la importancia de los informes, señalando que solo porque un problema de salud ocurre después de recibir la inyección, no significa que haya sido causado por ella.
Sin embargo, un análisis más profundo de los datos indica que muchos de los efectos adversos son más que una simple coincidencia, según Jessica Rose, bióloga computacional que ha estado estudiando los datos durante al menos nueve meses.
“Las señales de seguridad que se emiten en VAERS ahora están fuera de serie en todos los ámbitos”, dijo a The Epoch Times.
martes, 5 de abril de 2022
Zelensky rechazó propuesta de seguridad alemana antes de la invasión rusa
El plan de Berlín pedía que Ucrania renunciara a ser miembro de la OTAN y aceptara la neutralidad. Zelensky rechazó la propuesta porque quería entrar a la OTAN
Kyle Anzalone, AntiWar.com
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky rechazó una propuesta del canciller alemán Olaf Scholz pocos días antes de la invasión rusa. La oferta del 19 de febrero pedía a Kiev que renunciara a sus aspiraciones de la OTAN y declarara la neutralidad.
En ese momento, Zelensky rechazó el plan de seguridad diciendo que no se podía confiar en el presidente ruso, Vladimir Putin, para mantener el acuerdo. Según el plan de Berlín, Putin y el presidente estadounidense Joe Biden firmarían el acuerdo y garantizarían conjuntamente la seguridad de Ucrania.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky rechazó una propuesta del canciller alemán Olaf Scholz pocos días antes de la invasión rusa. La oferta del 19 de febrero pedía a Kiev que renunciara a sus aspiraciones de la OTAN y declarara la neutralidad.
En ese momento, Zelensky rechazó el plan de seguridad diciendo que no se podía confiar en el presidente ruso, Vladimir Putin, para mantener el acuerdo. Según el plan de Berlín, Putin y el presidente estadounidense Joe Biden firmarían el acuerdo y garantizarían conjuntamente la seguridad de Ucrania.
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