Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
viernes, 31 de enero de 2020
El coronavirus de Wuhan y el control sanitario de los mercados de alimentos y animales en China
Rosa María Rodrigo Calvo, Observatorio de la Política China
El brote epidémico del nuevo virus surgido de un mercado de productos del mar en la ciudad de Wuhan, China, donde, además, se vendían todo tipo de animales domésticos y salvajes, tanto vivos como muertos, ha sido evaluado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como de muy alto riesgo para el propio país y, a nivel regional y global, la categoría se ha elevado ya a alto riesgo. Hasta ahora hay más de un centenar de muertos y el número de afectados crece exponencialmente.
No es la primera vez que en este tipo de mercados se genera una nueva enfermedad, y los expertos consideran que, probablemente, no será la última. El síndrome Respiratorio Agudo Severo, más conocido como SARS, se originó en un mercado similar en China en 2002. Estos mercados típicos de China y que se encuentran también en muchos otros países en desarrollo de Asia y África, tienen a la venta frutas y verduras, carne de res, cerdo y cordero desmenuzados, pollos enteros desplumados con cabezas y picos, cangrejos y peces vivos en tanques de agua estancada. Algunos venden comidas más inusuales, como serpientes vivas, tortugas y cigarras, conejillos de indias, ratas de bambú, tejones, erizos, nutrias, civetas de palma, incluso cachorros de lobo. Esta venta de animales salvajes se convierte en una peligrosa variable ya que no existen protocolos de control sanitario para los mismos, como son la secuencia de vacunaciones para las enfermedades normales establecidas para los animales domésticos. Por ejemplo, las civetas fueron las portadoras del virus que causó el SARS, aunque los científicos creen que el virus se originó en los murciélagos. Sin un saneamiento y manejo de animales adecuado, los expertos en salud afirman que estos mercados pueden convertirse en zonas perfectas para la incubación de nuevos patógenos y enfermedades. En general, la mayoría de los animales vendidos allí son saludables, pero en las condiciones de hacinamiento en estos mercados, basta un animal enfermo para poder infectar a muchos otros.
jueves, 30 de enero de 2020
Chile: el artículo 135 y la reforma de la Constitución
El artículo 135, de forma tramposa condiciona las demandas sociales al exigir el respeto a los tratados de libre comercio. En la nueva constitución podemos plantear, por ejemplo, incorporar el concepto de la Naturaleza como sujeto de derechos, y garantizar en consecuencia como prioritario el uso del agua tanto para los seres humanos como para la mantención de los ecosistemas.
Lucía Sepúlveda, Sin Permiso
La inmensa mayoría de las y los chilenos, queremos una nueva Constitución surgida de una asamblea constituyente. En las asambleas territoriales y los movimientos sociales, queremos además una constituyente Plurinacional y Feminista que nos dé garantías sobre la forma de elección de sus delegados y su funcionamiento. Por eso, la ley de Reforma a la Constitución, que posibilita el próximo Plebiscito de Abril nos deja en shock. Incluye cuestiones ampliamente criticadas, como los 2/3 de quorum fijados para el funcionamiento de la constituyente, y la desigualdad de condiciones de elección para independientes. Como si eso fuera poco, además raya la cancha de la Constituyente sobre qué puede o no decidir. No hay debate alguno al respecto. Sólo lo ha denunciado Chile Mejor sin TLC, quizás porque la mayoría supone que la ley es igual al llamado Acuerdo de Paz.
Las Disposiciones Especiales
El artículo 135, llamado “Disposiciones Especiales”, notifica a los delegados constituyentes que deberán respetar “las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”. O sea, los constituyentes no podrán alterar las bases del modelo pinochetista mantenido por los gobiernos de la Concertación. Mercantilizando todo, nos despojaron de la salud, previsión, agua, semillas y educación, consagrando la desigualdad entre quienes habitamos y trabajamos en Chile. Las garantías ilimitadas entregadas a las corporaciones transnacionales a través de los tratados internacionales de libre comercio, permitieron controlar áreas claves de la economía a las mineras como BHP; a Bayer/Monsanto o Agrosuper, de los sectores de agronegocios y farmacéutico, o a otras corporaciones como el grupo Luksic y las forestales. El Sistema de Resolución de Controversias incluido en los tratados habilita a esas corporaciones para demandar al Estado de Chile en paneles internacionales especiales. Allí el Estado debe enfrentarse a abogados corporativos sin un debido proceso y con fallos inapelables que mayoritariamente son contra los Estados, y significan costos de miles de millones de dólares, asociados al retiro (previo o posterior) de la política pública cuestionada.
Lucía Sepúlveda, Sin Permiso
La inmensa mayoría de las y los chilenos, queremos una nueva Constitución surgida de una asamblea constituyente. En las asambleas territoriales y los movimientos sociales, queremos además una constituyente Plurinacional y Feminista que nos dé garantías sobre la forma de elección de sus delegados y su funcionamiento. Por eso, la ley de Reforma a la Constitución, que posibilita el próximo Plebiscito de Abril nos deja en shock. Incluye cuestiones ampliamente criticadas, como los 2/3 de quorum fijados para el funcionamiento de la constituyente, y la desigualdad de condiciones de elección para independientes. Como si eso fuera poco, además raya la cancha de la Constituyente sobre qué puede o no decidir. No hay debate alguno al respecto. Sólo lo ha denunciado Chile Mejor sin TLC, quizás porque la mayoría supone que la ley es igual al llamado Acuerdo de Paz.
Las Disposiciones Especiales
El artículo 135, llamado “Disposiciones Especiales”, notifica a los delegados constituyentes que deberán respetar “las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”. O sea, los constituyentes no podrán alterar las bases del modelo pinochetista mantenido por los gobiernos de la Concertación. Mercantilizando todo, nos despojaron de la salud, previsión, agua, semillas y educación, consagrando la desigualdad entre quienes habitamos y trabajamos en Chile. Las garantías ilimitadas entregadas a las corporaciones transnacionales a través de los tratados internacionales de libre comercio, permitieron controlar áreas claves de la economía a las mineras como BHP; a Bayer/Monsanto o Agrosuper, de los sectores de agronegocios y farmacéutico, o a otras corporaciones como el grupo Luksic y las forestales. El Sistema de Resolución de Controversias incluido en los tratados habilita a esas corporaciones para demandar al Estado de Chile en paneles internacionales especiales. Allí el Estado debe enfrentarse a abogados corporativos sin un debido proceso y con fallos inapelables que mayoritariamente son contra los Estados, y significan costos de miles de millones de dólares, asociados al retiro (previo o posterior) de la política pública cuestionada.
miércoles, 29 de enero de 2020
Mercado de reportos: regresa la pesadilla
Alejandro Nadal, La Jornada
Hoy, a casi nadie le interesan las causas de la crisis financiera global de 2008. Parece que solamente los economistas académicos y los que trabajan en los departamentos de investigación de algún banco central siguen interesados en el tema. Y muchos análisis arriban a la misma conclusión: algunos factores que desempeñaron un papel crucial en la detonación de la crisis siguen estando presentes y hasta se han hecho más intensos y peligrosos. Quizás el mejor ejemplo es el del mercado de reportos.
Los contratos de reporto en las transacciones del mercado interbancario desempeñan un papel crucial. En dicho mercado los bancos saldan sus cuentas de muy corto plazo. Por ejemplo, al final de un día normal el banco A observa que se ha excedido en sus operaciones y necesita fondos para enfrentar los compromisos sobresalientes. Si compara tasas de interés para fondearse puede también ver que le conviene evitar ir al banco central para pedir en préstamo la suma requerida y prefiere acudir al mercado interbancario, en donde encontrará algún otro banco B que esté dispuesto a prestarle la suma requerida. Ambos bancos llegan a firmar un contrato de reporto.
martes, 28 de enero de 2020
La Sangre de los Inocentes
Bernardo Pérez Andreo, cristianismeijusticia
La sangre es símbolo de vida en todas las culturas, al ser el líquido que recorre el cuerpo y sin el cual es imposible que se dé la existencia de la mayoría de seres vivos en nuestro planeta. Su composición le confiere esa cualidad maravillosa de transportar el oxígeno hasta las células y retirar el CO2 de las mismas, depositándolo en los pulmones para su expulsión. Este intercambiador sanguíneo se produce debido a la cualidad química del hierro, que es capaz de actuar bajo dos valencias distintas, lo que le permite tomar oxígeno y dejarlo, de ahí sus cualidades para el transporte, y de ahí su color, desde siempre vinculado con la vida.
De la misma manera que la sangre es el líquido vital, también lo es para la estructura cultural de todos los pueblos. La sangre está presente en infinidad de ritos, tanto de sanación como de purificación, que viene a ser lo mismo. Por eso, en algunas culturas se utiliza la sangre de los inocentes para purificar lugares y personas, mediante un rito cruento que transfiere supuestamente la fuerza que reside en la sangre del inocente a un grupo o a un individuo. Estos ritos, muy extendidos en la antigüedad, están hoy afortunadamente en desuso. Sin embargo, existen otros ‘ritos modernos’ que han vuelto a poner la sangre en el centro de la estructura sanitaria mundial.
La insuficiencia de empleos remunerados afecta a casi 500 millones de personas
Eduardo Camín, Alai
El informe anual Perspectivas sociales y del empleo en el mundo–Tendencias 2020 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que la insuficiencia de empleos remunerados afecta hoy a 500 millones de personas y estima que el desempleo aumentará este año a 190,5 millones de personas en el mundo.
El informe analiza los principales desafíos del mercado laboral, como el desempleo, la subutilización de la mano de obra, la pobreza de los trabajadores, la desigualdad de los ingresos, la parte del ingreso destinada a la fuerza de trabajo y los factores que excluyen a las personas del trabajo decente.
La falta de trabajo decente asociada al aumento del desempleo y a la persistencia de las desigualdades, hacen cada vez más difícil que las personas se construyan una vida mejor gracias a su trabajo, según la edición más reciente del informe mundial de la OIT sobre las tendencias sociales y del empleo.
Casi 500 millones de personas trabajan menos horas remuneradas de las que desearían o no tienen suficiente acceso al trabajo asalariado, según el nuevo informe de la OIT, que destaca, además, que el número de desempleados debería aumentar en alrededor de 2,5 millones durante este año.
domingo, 26 de enero de 2020
“No son 30 pesos, son 30 años”: los Chicago Boys y el origen del neoliberalismo en Chile
La revuelta chilena, que estalló por el aumento del precio del billete de metro, ha puesto en jaque el sentido común neoliberal heredado tras décadas de aplicación ortodoxa del plan de los chicos de Chicago.
Jaime Bordel Gil, El Salto
El pasado 8 de enero el Senado chileno rechazó en sala un proyecto de reforma constitucional que buscaba consagrar el agua como un bien nacional de uso público. El proyecto, que abría la puerta a que Chile dejara de ser el único país del mundo con sus aguas totalmente privatizadas, naufragó en la Cámara Alta al no alcanzar el quorum de dos tercios establecido en la Constitución que rige todavía en el país andino.
La imposibilidad de sacar adelante la reforma, por un lado, puso de manifiesto el freno que supondrá en la futura asamblea constituyente el quorum de dos tercios que concede al oficialismo la capacidad de bloquear cualquier cambio sustancial; y por otro, muestra hasta qué punto el neoliberalismo se encuentra inserto en las raíces del Estado chileno.
La subsidiariedad del Estado chileno, un Estado mínimo al más puro estilo neoliberal, ha sido un tema recurrente desde que estallaran las protestas que han recorrido el país durante los últimos meses. El golpe de Estado de 1973 que dio comienzo a la dictadura del general Augusto Pinochet suele fijarse como la fecha en la que la organización social y económica del país andino comenzó a cambiar. Junto a la represión y a la persecución política, la dictadura cívico militar impulsó una política económica de lo más ortodoxa, basada en los postulados de Milton Friedman y la Escuela de Chicago, con un programa de privatizaciones masivas, y en la que el rol del Estado se redujo prácticamente al de garante del orden público, abandonando áreas como la sanidad o la educación.
Sin embargo, antes de este punto de inflexión, ya se había sembrado una semilla que sería clave en los cambios que marcarían el país las décadas siguientes.
Jaime Bordel Gil, El Salto
El pasado 8 de enero el Senado chileno rechazó en sala un proyecto de reforma constitucional que buscaba consagrar el agua como un bien nacional de uso público. El proyecto, que abría la puerta a que Chile dejara de ser el único país del mundo con sus aguas totalmente privatizadas, naufragó en la Cámara Alta al no alcanzar el quorum de dos tercios establecido en la Constitución que rige todavía en el país andino.
La imposibilidad de sacar adelante la reforma, por un lado, puso de manifiesto el freno que supondrá en la futura asamblea constituyente el quorum de dos tercios que concede al oficialismo la capacidad de bloquear cualquier cambio sustancial; y por otro, muestra hasta qué punto el neoliberalismo se encuentra inserto en las raíces del Estado chileno.
La subsidiariedad del Estado chileno, un Estado mínimo al más puro estilo neoliberal, ha sido un tema recurrente desde que estallaran las protestas que han recorrido el país durante los últimos meses. El golpe de Estado de 1973 que dio comienzo a la dictadura del general Augusto Pinochet suele fijarse como la fecha en la que la organización social y económica del país andino comenzó a cambiar. Junto a la represión y a la persecución política, la dictadura cívico militar impulsó una política económica de lo más ortodoxa, basada en los postulados de Milton Friedman y la Escuela de Chicago, con un programa de privatizaciones masivas, y en la que el rol del Estado se redujo prácticamente al de garante del orden público, abandonando áreas como la sanidad o la educación.
Sin embargo, antes de este punto de inflexión, ya se había sembrado una semilla que sería clave en los cambios que marcarían el país las décadas siguientes.
viernes, 24 de enero de 2020
La orwelliana compañía de reconocimiento facial que pondrá fin a la privacidad
Software permite reconocimiento facial entre imágenes de las cámaras de vigilancia y los rostros de la gente en redes sociales
Kashmir Hill, New York Times
Hasta hace poco, el éxito más grande de Hoan Ton-That era una aplicación que permite que los usuarios le pongan el distintivo cabello amarillo de Donald Trump a sus fotografías.
Después, Ton-That —un empresario australiano del rubro tecnológico— hizo algo trascendental: inventó una herramienta que podría acabar con los días en los que caminabas por la calle de manera anónima. Y luego le proporcionó esa creación a cientos de agencias que vigilan el orden público, desde policías locales en Florida hasta el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Clearview AI, su pequeña compañía, ideó una aplicación de reconocimiento facial innovadora. Tomas la fotografía de una persona, la cargas y puedes ver fotografías públicas de esa persona con enlaces que te llevan a los sitios donde aparecieron esas fotos. El sistema —que depende de una base de datos de más de 3000 millones de imágenes que, según Clearview, fueron extraídas de Facebook, YouTube, Venmo y millones de sitios web más— va mucho más allá de cualquier otra cosa que hayan creado el gobierno estadounidense o los gigantes de Silicon Valley.
Kashmir Hill, New York Times
Hasta hace poco, el éxito más grande de Hoan Ton-That era una aplicación que permite que los usuarios le pongan el distintivo cabello amarillo de Donald Trump a sus fotografías.
Después, Ton-That —un empresario australiano del rubro tecnológico— hizo algo trascendental: inventó una herramienta que podría acabar con los días en los que caminabas por la calle de manera anónima. Y luego le proporcionó esa creación a cientos de agencias que vigilan el orden público, desde policías locales en Florida hasta el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Clearview AI, su pequeña compañía, ideó una aplicación de reconocimiento facial innovadora. Tomas la fotografía de una persona, la cargas y puedes ver fotografías públicas de esa persona con enlaces que te llevan a los sitios donde aparecieron esas fotos. El sistema —que depende de una base de datos de más de 3000 millones de imágenes que, según Clearview, fueron extraídas de Facebook, YouTube, Venmo y millones de sitios web más— va mucho más allá de cualquier otra cosa que hayan creado el gobierno estadounidense o los gigantes de Silicon Valley.
Los datos de la economía china
Xulio Ríos, Público
La economía china creció en 2019 un 6,1%. El dato cumple con los objetivos oficiales, aunque situándose en la cifra más baja de la franja (entre 6% y 6,5%). Se trata del crecimiento más lento experimentado en varias décadas, continuando la desaceleración de los últimos años. Eso que el primer ministro Li Keqiang llamó la “nueva normalidad” seguirá su curso, previsiblemente, en 2020, con un objetivo que podría cifrarse en torno al 6%, porcentaje mínimo exigible para cumplir con el propósito de duplicar el PIB y el ingreso per cápita en este año con respecto a los niveles de 2010. El ingreso per cápita aumentó en 2019 un 5,8% y el PIB per cápita superó, por primera vez, la barrera de los 10.000 dólares.
Los datos revelan el momento doblemente complejo que atraviesa la economía china. De una parte, afianzando la transformación estructural del modelo de desarrollo. En tal sentido, cabe significar la progresión de la contribución del consumo al crecimiento del PIB, representando ya el 57,8%. El impulso a dicha transición se ha visto perfilado con medidas complementarias como una reducción sustancial de impuestos al sector productivo al tiempo que se ha promovido el aumento del gasto público en infraestructuras y ordenación del territorio. Los riesgos financieros asomaron cabeza con las crisis de los bancos Baoshang o Hengfeng, que debieron ser intervenidos. En 2020, la transformación tecnológica irá a la par que la culminación de lo que en China llaman la “sociedad modestamente acomodada” y la eliminación de la pobreza extrema. En suma, los datos que para unos son síntomas de inapelable crisis, para China es expresión de una moderación necesaria para transitar hacia un cambio de paradigma, con un modelo más sostenible y un desarrollo de alta calidad.
jueves, 23 de enero de 2020
La rebelión contra las élites en América Latina
Un sentimiento generalizado de insatisfacción e injusticia motiva protestas en toda la región.
Michael Shifter, New York Times
En 2019, manifestantes callejeros conmocionaron ciudades de todo el mundo. América Latina en particular experimentó una mayor agitación social que en cualquier otro momento de la historia reciente. Las crisis políticas y las movilizaciones masivas estallaron en Haití, Honduras, Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Chile y en muchos otros lugares. En las últimas semanas, las manifestaciones han menguado, pero no han cesado y es probable que 2020 traiga más agitación.
La turbulencia deriva de muchos de los problemas persistentes en la región, los cuales son más predominantes en algunos países que en otros: estancamiento económico, poderes judiciales politizados, corrupción, delincuencia y, en algunos cuantos casos, un gobierno autoritario. América Latina es la segunda región más desigual del mundo. El fracaso para abordar estos problemas —y para cumplir sus promesas— ha ocasionado que los gobiernos pierdan legitimidad ante los ciudadanos, quienes se sienten cada vez más insatisfechos con la forma en que funciona, o no funciona, la democracia en sus países.
Sin embargo, igual de pertinente para el momento actual es la percepción generalizada de una falta de justicia, de que las élites económicas y políticas gozan de una serie de privilegios y prerrogativas que se le niegan a la mayoría de los ciudadanos. Algunos de los resentimientos acumulados de la región se deben a la sensación que tienen aquellos que ostentan la mayoría del poder y la influencia de que tienen derecho a todo, quienes además casi nunca les otorgan a los demás el respeto y la dignidad que merecen.
Michael Shifter, New York Times
En 2019, manifestantes callejeros conmocionaron ciudades de todo el mundo. América Latina en particular experimentó una mayor agitación social que en cualquier otro momento de la historia reciente. Las crisis políticas y las movilizaciones masivas estallaron en Haití, Honduras, Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Chile y en muchos otros lugares. En las últimas semanas, las manifestaciones han menguado, pero no han cesado y es probable que 2020 traiga más agitación.
La turbulencia deriva de muchos de los problemas persistentes en la región, los cuales son más predominantes en algunos países que en otros: estancamiento económico, poderes judiciales politizados, corrupción, delincuencia y, en algunos cuantos casos, un gobierno autoritario. América Latina es la segunda región más desigual del mundo. El fracaso para abordar estos problemas —y para cumplir sus promesas— ha ocasionado que los gobiernos pierdan legitimidad ante los ciudadanos, quienes se sienten cada vez más insatisfechos con la forma en que funciona, o no funciona, la democracia en sus países.
Sin embargo, igual de pertinente para el momento actual es la percepción generalizada de una falta de justicia, de que las élites económicas y políticas gozan de una serie de privilegios y prerrogativas que se le niegan a la mayoría de los ciudadanos. Algunos de los resentimientos acumulados de la región se deben a la sensación que tienen aquellos que ostentan la mayoría del poder y la influencia de que tienen derecho a todo, quienes además casi nunca les otorgan a los demás el respeto y la dignidad que merecen.
Joseph Stiglitz: La verdad sobre la economía de Trump
Se está convirtiendo en una creencia convencional que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, será difícil de vencer en noviembre, porque, sean cuales sean las reservas sobre los votantes, ha sido bueno para la economía estadounidense. Nada mas lejos de la verdad.
Joseph Stiglitz, Project Syndicate
Mientras las élites empresariales del mundo ascienden a Davos para su reunión anual, es buen momento para hacernos una pregunta simple: ¿se habrán curado de la fascinación con el presidente estadounidense Donald Trump?
Hace dos años, muy pocos líderes empresariales estaban preocupados por el cambio climático o molestos por la misoginia y el fanatismo de Trump. Pero la mayoría celebraba los recortes de impuestos a multimillonarios y corporaciones, y aguardaba con esperanzas sus iniciativas de desregulación de la economía, que permitirían a las empresas contaminar más el aire, enganchar a más estadounidenses a los opioides, tentar a más niños a comer productos que inducen diabetes y entregarse a tejemanejes financieros como los que provocaron la crisis de 2008.
Hoy muchos directivos de empresas siguen hablando del crecimiento continuado del PIB y de los récords bursátiles. Pero ni el PIB ni el índice Dow Jones son buenos indicadores del desempeño económico: ambos callan en relación con lo que acontece a los niveles de vida de la ciudadanía de a pie, y no dicen ni una palabra sobre sostenibilidad. De hecho, el desempeño económico de Estados Unidos en los últimos cuatro años es el principal argumento contra la confianza en esos indicadores.
Joseph Stiglitz, Project Syndicate
Mientras las élites empresariales del mundo ascienden a Davos para su reunión anual, es buen momento para hacernos una pregunta simple: ¿se habrán curado de la fascinación con el presidente estadounidense Donald Trump?
Hace dos años, muy pocos líderes empresariales estaban preocupados por el cambio climático o molestos por la misoginia y el fanatismo de Trump. Pero la mayoría celebraba los recortes de impuestos a multimillonarios y corporaciones, y aguardaba con esperanzas sus iniciativas de desregulación de la economía, que permitirían a las empresas contaminar más el aire, enganchar a más estadounidenses a los opioides, tentar a más niños a comer productos que inducen diabetes y entregarse a tejemanejes financieros como los que provocaron la crisis de 2008.
Hoy muchos directivos de empresas siguen hablando del crecimiento continuado del PIB y de los récords bursátiles. Pero ni el PIB ni el índice Dow Jones son buenos indicadores del desempeño económico: ambos callan en relación con lo que acontece a los niveles de vida de la ciudadanía de a pie, y no dicen ni una palabra sobre sostenibilidad. De hecho, el desempeño económico de Estados Unidos en los últimos cuatro años es el principal argumento contra la confianza en esos indicadores.
Latinoamérica, epicentro de las luchas políticas mundiales en el siglo XXI
Emir Sader, Alai
Después de haber protagonizado algunos de los fenómenos históricos más importantes del siglo XX, Latinoamérica ha sufrido una dura ofensiva de parte del capitalismo global en su contra en las últimas décadas del siglo pasado. La crisis de la deuda ha cerrado el - hasta aquel momento - más largo ciclo de crecimiento de nuestras economías, iniciado en los años 1930. Dictaduras militares en algunos de los países políticamente más importantes del continente – Brasil, Uruguay, Chile, Argentina – han golpeado duramente a las democracias y a las fuerzas populares de esos países. Latinoamérica ha sido el continente que ha tenido la mayor cantidad de gobiernos neoliberales y en sus modalidades más radicales.
Es como reacción a todo ello que Latinoamérica se ha proyectado como la única región del mundo que ha tenido gobiernos antineoliberales, - en Brasil, Argentina, Uruguay, Venezuela, Bolivia, Ecuador - coordinados entre si en procesos de integración regional. Han sido los únicos gobiernos en el mundo que han disminuido las desigualdades, la exclusión social, el hambre, la miseria y la pobreza, a contramano de las tendencias globales.
Latinoamérica ha proyectado no solamente un modelo eficiente de combate y superación del neoliberalismo, con desarrollo económico y distribución de renta, que ha proyectado paralelamente a los grandes líderes de la izquierda en escala mundial: Lula, Néstor y Cristina Kirchner, Hugo Chávez, Pepe Mujica, Evo Morales, Rafael Correa, López Obrador. La izquierda del siglo XXI es antineoliberal y tiene en Latinoamérica su epicentro.
miércoles, 22 de enero de 2020
Desigualdad, cambio técnico y robots
Alejandro Nadal, La Jornada
Durante muchos años buena parte de la comunidad de economistas cultivó la teoría de que la creciente desigualdad en Estados Unidos se debía a la presión que el cambio técnico ejercía sobre las remuneraciones de los trabajadores. Esta narrativa viene en varias envolturas, una más deficiente que otra, pero siempre le arregló muy bien a los poderes establecidos. De ahí su popularidad.
En una de sus presentaciones, el razonamiento es como sigue. El proceso de cambio técnico inherente al capitalismo hace que los trabajadores sean más productivos. Esto reduce la demanda de trabajadores, pero, como los trabajadores siguen teniendo necesidad de laborar, no les queda más remedio que moverse hacia sectores de baja productividad, menores salarios y peores condiciones en términos de precariedad. Es decir, el cambio técnico termina por imprimir un sesgo regresivo en la escala de remuneraciones, porque aumenta la demanda de trabajadores más calificados al tiempo que se castiga a los empleos de menores remuneraciones. En un giro que recuerda las viejas discusiones sobre el cambio técnico inducido, esta historia también afirma que los bajos salarios en las ramas más castigadas eliminan los incentivos a introducir innovaciones intensivas en capital. Todo eso vendría a explicar la creciente desigualdad que ya es motivo de escándalo en la sociedad estadounidense desde hace años.
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