jueves, 18 de junio de 2015

Joseph Stiglitz y la necesidad de un estado de derecho para la deuda soberana

Joseph Stiglitz y Martin Guzman, Project Syndicate

Los gobiernos a veces tienen que reestructurar sus deudas. De lo contrario, la estabilidad económica y política de un país puede verse amenazada. Pero, en ausencia de un estado de derecho a nivel internacional para resolver las moratorias soberanas, el mundo paga un precio más alto del que debería para tales reestructuraciones. El resultado es un mercado de deuda soberana que funciona deficientemente, marcado por disensos innecesarios y demoras costosas en el abordaje de problemas cuando estos surgen.

Nos enfrentamos a recordatorios de esta situación, una y otra vez. En Argentina, son las batallas que libran las autoridades con un pequeño número de “inversores” (los llamados fondos buitres) que ponen en peligro la reestructuración de la totalidad de la deuda que fue acordada – voluntariamente – por una abrumadora mayoría de los acreedores del país. En Grecia, la mayor parte de los fondos de “rescate” de los programas temporales de “asistencia” se asignan para pagos a acreedores existentes, mientras que se obliga al país a adherirse a políticas de austeridad que han contribuido poderosamente a la disminución del 25% del PIB y han dejado a su población en peor situación. En Ucrania, las posibles ramificaciones políticas de las dificultades con la deuda soberana son enormes.

Europa debe hacer frente a la inminente reestructuración de la deuda griega


El sistema financiero griego está a punto de implosionar por completo y esto significará el inevitable impago de la deuda soberana griega, como confirmó ayer el Banco Central de Grecia, lo que puede significar la salida del país Heleno de la zona euro. El fantasma de este acontecimiento ha acorralado a Europa para mantener a Grecia en la zona euro a toda costa, y en este juego forzado los líderes de la troika han vivido su día de la marmota desde al año 2010. En estos cinco años la troika ha elaborado numerosas cabriolas para reducir la tensión de la crisis griega, pero todo ha sido externo y artificial. Nada ha llegado a la raiz del problema. La deuda griega, impagable, ha sido justamente el tema más esquivado por los líderes europeos. Y Alemania ha carecido de la voluntad para resarcir a Grecia con las reparaciones de guerra que el nazismo provocó cen la ocupación la segunda guerra mundial.

Leer más

miércoles, 17 de junio de 2015

¿Representan los gobernantes a los gobernados?

Vicenç Navarro, Público.es

En el discurso oficial reproducido en los mayores medios de información del mundo occidental, democracia es aquel sistema político en el que es la ciudadanía la que, a través del sistema representativo, escoge a sus gobernantes para que, en su nombre, gobiernen el país, aplicando las medidas que la población desee. Ahora bien, lo que está ocurriendo en gran parte de los países de este mismo mundo occidental es que la distancia entre lo que la mayoría de la población desea y lo que el gobierno lleva a cabo es cada vez mayor. Es decir, que la distancia entre lo que los gobernantes hacen y lo que los gobernados –teóricamente la fuente de autoridad de los primeros- desean es cada vez mayor. En realidad, en muchas ocasiones hacen precisamente lo contrario. La evidencia de que ello es así es contundente.

Veamos los datos y analicemos lo que ocurre, por ejemplo, en el sistema democrático de EEUU, presentado por muchos liberales como el modelo democrático por excelencia. Leyendo las declaraciones de los dirigentes de aquel país (que constantemente dan lecciones de democracia a otros países, incluso sancionando a algunos por su supuesta falta de democracia), EEUU es un faro que ilumina al mundo en la navegación hacia un sistema en el que la soberanía derive del pueblo, principio que retóricamente aparece en todas (repito, todas) las Constituciones de los países que se definen como democráticos. La propia Constitución estadounidense comienza con la espléndida frase de que “nosotros, el pueblo, decidimos…”(“We, the people, decide…”), frase de la narrativa oficial que entra en clara contradicción con la realidad, que muestra que, en verdad, el pueblo decide muy poco.

Grecia: moneda paralela para salir de la prisión

Alejandro Nadal, La Jornada

Hace cinco meses comenzaron las negociaciones entre los representantes del gobierno griego de Syriza y los del FMI, el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea. No se ha resuelto ningún problema y el tiempo se acaba.

El domingo pasado las pláticas se interrumpieron apenas 45 minutos después de comenzar. No es el fin del mundo, pero sí una muestra del punto muerto en el que se encuentra todo el proceso. El primer ministro griego Alexis Tsipras rechazó las exigencias de los acreedores, añadiendo que la economía griega ha sido objeto de un pillaje durante los últimos cinco años y que las demandas son motivadas por razones políticas. Y tiene razón. Si en el pasado el rescate ha estado dirigido a los bancos europeos más que a Grecia, hoy las instituciones están decididas a terminar con el experimento Syriza tan pronto como se pueda.

martes, 16 de junio de 2015

Una interpretación alternativa de la Teoría Monetaria

Enric Llopis, Rebelión

¿De dónde procede la expresión “fraude inocente”? Fue introducida por el economista John Kenneth Galbraith (“La economía del fraude inocente”, en 2004) para referirse a determinadas premisas incorrectas en materia económica, que políticos, economistas de la ortodoxia y medios de comunicación raramente ponen en cuestión. Banquero, inversor, hombre de negocios y uno de los principales defensores de la Teoría Monetaria Moderna, Warren Mosler señaló en 2010 algunos de estos “errores letales” en el libro “Los siete fraudes inocentes capitales de la política económica”, publicado en 2014 por ATTAC.

En un tono sencillo, directo y asequible para el gran público, Mosler explica que el dinero moderno es un mero apunte contable en una hoja de cálculo, un recurso financiero que se crea de la nada y que los estados –siempre que dispongan de soberanía monetaria- pueden crear en el volumen que consideren. En consecuencia, según esta tesis, un gobierno nunca se quedará sin dinero y siempre tendrá capacidad para pagar sus deudas. Lo realmente decisivo son los recursos reales y la capacidad productiva (hoy en general muy infrautilizada).

lunes, 15 de junio de 2015

Las consecuencias negativas de los anteriores tratados de libre comercio

Vicenç Navarro, Público.es

El año pasado hizo 20 años de la firma del Tratado de Libre Comercio entre EEUU, Canadá y México conocido como NAFTA (North American Free Trade Agreement), uno de los mayores tratados comerciales que el gobierno federal de EEUU ha aprobado en los últimos treinta años y que ha sido el modelo sobre el cual todos los demás se han estado construyendo, de los cuales los dos últimos que se están intentando aprobar son el Tratado de Libre Comercio del Pacífico, el Trans-Pacific Partnership o TPP, y ahora el que pronto se firmará entre EEUU y la Unión Europea. Es, por lo tanto, importante analizar qué ha pasado en aquellos países – EEUU, Canadá y México- que fueron supuestamente beneficiados por aquel tratado. La retórica oficial cuando se aprobó fue que tal tratado permitiría beneficiar a las poblaciones de todos estos países, incluido México. Y los datos parecerían mostrar que así fue. La economía mexicana creció, creándose gran riqueza. Ahora bien, si se analiza quién se benefició de tal crecimiento, el resultado es mucho menos positivo. En realidad, fue negativo. Veamos. Las rentas del capital (los super-ricos) crecieron enormemente, convirtiéndose en los más ricos entre los super-ricos del mundo. En realidad, la persona más rica del mundo, el Sr. Carlos Slim, adquirió su riqueza durante aquellos años de aplicación del tratado NAFTA. Su riqueza pasó de ser de 6.000 millones de dólares en 1994 (año del inicio del NAFTA) a 73.000 millones de dólares en 2014, 20 años después. Y así ocurrió con los 24 nuevos super-ricos de México, que pasaron a ser de los más super-ricos del mundo. También generó, por cierto, una clase media de rentas muy elevadas, claramente relacionadas y dependientes de los negocios y el consumo generado por los super-ricos. Sobre estos hechos se creó la imagen del gran éxito del NAFTA.

Acabar con el califato del mercado

Emir Sader, La Jornada

La discusión entre el gobierno griego y los responsables de las políticas de austeridad en Europa resume los dilemas de la humanidad en el nuevo siglo. De un lado de la mesa la defensa en contra de la masacre humanitaria, que ha sido impuesta al pueblo griego –especialmente a sus sectores más frágiles: los más pobres, los ancianos, los niños, las mujeres–, del otro, los que responden por los dictámenes del mercado.

Ya van décadas de que se ha impuesto la centralidad del mercado. Se volvió al culto de que la mano invisible de la ley de la oferta y la demanda debiera decidir los destinos de la humanidad.

domingo, 14 de junio de 2015

La economía no es circular sino entrópica

Joan Martínez Alier, Sin Permiso

Un eslogan político que se oye en China y también en la Unión Europea es que la economía debería ser circular. Los activistas que luchan contra la avalancha y el desperdicio de la basura doméstica, a veces usan el eslogan residuo cero, zero waste, que se parece un poco a ese eslogan oficial. Es decir, hay que disminuir los residuos y hay que reciclar los que se producen. ¿Quién podría estar en contra?

¿Cómo funcionaría una economía circular? Por ejemplo, entra aluminio en la economía procedente de la minería de bauxita, el proceso consume mucha electricidad y deja un barro rojo tóxico. Ya no más: vamos a reciclar todo el aluminio que producimos y usamos, reciclar todas las latas y todos los marcos de ventana, además los vamos a hacer más finitos e igual de resistentes. Se acabó la minería de bauxita. Se gasta además –suponemos– menos energía para reciclar que para producir el aluminio. ¡Qué bien!

Revuelta global contra Obama por su secreta triada neoliberal financiera: TPP TTIP TISA

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

Las revueltas globales/regionales/locales contra el neoliberalismo global hoy son polimorfas y se manifiestan en forma directa –tanto en la Cámara de Representantes de EEUU contra la Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) como en el Parlamento Europeo contra su similar trasatlántico (TTIP, por sus siglas en inglés)– o en forma indirecta en las urnas –Syriza(Grecia)/Podemos(España)– o en forma furtiva con las filtraciones de Wikileaks contra el Tratado de Comercio de los Servicios (TISA, por sus siglas en inglés).

De los tres esquemas neoliberales mercantilistas/financieristas (que por comodidad señalaré por sus siglas en inglés: TPP/TTIP/TISA) el más secreto y pernicioso a leguas es TISA, el menos conocido por el público. A propósito, el México neoliberal itamita fue incrustado en los tres esquemas irredentistas del saliente Obama sin consulta ciudadana y a espaldas de su ignaro Congreso disfuncional.

La trampa de la impunidad o cómo los grandes ladrones gobiernan el mundo

Jeffrey Sachs, Project Syndicate

El nuestro es un mundo de impunidad. Las acusaciones de corrupción rodearon a la FIFA durante decenios y acabaron, hace dos semanas, con detenciones en masa de altos cargos de la institución. Sin embargo, el presidente de la FIFA, Sepp Blatter, fue reelegido, incluso después de las detenciones. Sí, al final Blatter dimitió, pero sólo después de que él y docenas de miembros de la Federación mostraran una vez más su desdén a la honradez y a la ley.

Vemos esa clase de comportamiento por todo el mundo. Pensemos en Wall Street. En 2013 y 2014, JPMorgan Chase pagó más de 20.000 millones de dólares en multas por infracciones financieras; sin embargo, el director gerente se llevó a su casa 20 millones de dólares de retribución en 2014 y 2015. O pensemos en los escándalos de corrupción en Brasil, España y muchos otros países, en los que los gobiernos siguen en el poder aun después de que se haya revelado un gran nivel de corrupción dentro del partido gobernante.

sábado, 13 de junio de 2015

La protesta contra los partidos predominantes

Immanuel Wallerstein, La Jornada

En los países donde existen elecciones impugnadas, comúnmente hay dos partidos predominantes que se consideran cercanos al centro o en los alrededores de la visión de los votantes en dicho país. En los últimos años ha habido un número relativamente grande de elecciones donde un movimiento de protesta gana la elección o por lo menos gana los suficientes escaños como para que deba conseguirse su respaldo de modo que pueda gobernar un partido predominante.

El ejemplo más reciente de esto es Alberta, en Canadá, donde el Nuevo Partido Democrático (NPD), compitiendo en una plataforma razonablemente hacia la izquierda, de un modo inesperado y sorprendente, desbancó del poder a los Conservadores Progresistas, partido de ala derecha que había gobernado la provincia sin dificultad por muy largo tiempo. Lo que hizo de este hecho algo más sorprendente fue que Alberta tiene la reputación de ser la más conservadora provincia de Canadá, y es la base del primer ministro canadiense, Stephen Harper, en el cargo desde 2006. El NPD ganó inclusive 14 de 25 escaños en Calgary, la residencia y bastión del propio Harper.

Grecia ¿el último acto de Europa?

Joseph Stiglitz, Project Syndicate

Los líderes de la Unión Europea siguen embarcados en un juego en la cuerda floja con el Gobierno griego. Grecia ha cumplido con mucho más de la mitad de las exigencias de sus acreedores. Sin embargo, Alemania y otros tenedores de deuda griega cotinúan exigiendo que este país firme un programa de política económica que ha demostrado ser un fracaso, y que pocos economistas alguna vez pensaron que podría, llegaría o debería ser implementado.

La oscilación en la posición fiscal de Grecia, que va desde un gran déficit primario a un superávit fue un hecho casi sin precedentes, pero la exigencia que pide que el país alcance un superávit primario del 4,5% del PIB fue desmedida. Lamentablemente, en ese primer momento en el que la “troika” –la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional– incluyó esta exigencia irresponsable en el programa financiero internacional para Grecia, las autoridades del país no tuvieron más remedio que adherirse.

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin