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martes, 15 de julio de 2008

Gobierno atribuye a solo 15 productos la inflación

El Ministerio de Hacienda enumeró una lista con 15 productos, que a juicio de la autoridad fiscal, explicarían más de la mitad de la inflación y que responden a factores no estructurales o que son ajenos al manejo interno del gobierno. De esta manera, la cartera de Andrés Velasco, asegura que el IPC de junio respecto al mismo de mes del año pasado, habría llegado a alrededor de 5 por ciento y no al 9,5 por ciento, de no ser por estos ítems.

A juicio del titular de finanzas públicas, esos productos están vinculados al fuerte incremento de los combustibles y alimentos, a lo que se sumaron otros efectos como las heladas y los menores envíos de gas desde Argentina.

Según el detalle entregado por Hacienda se trata del pan, la electricidad, gas, papas, menú (plato del día en restaurant), carnes, pollo, arroz, lácteos (leche y quesos), paltas, tomates, aceite, pastas, limones y melones.

Según el ministro Velasco, estos productos tuvieron una incidencia de 5 puntos en la inflación medida en 12 meses, en cuanto al último dato de IPC que publicó la semana pasada el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). De esta manera, el jefe del Equipo Económico quiso decir que bajo una situación normal, el nivel de precios se habría ubicado en torno a 4,5 por ciento a 12 meses.

Cuatro de estos productos se encuentran dentro de los 20 con mayor ponderación en la medición de IPC. Por ejemplo, el pan corriente mostró el mes pasado un fuerte avance anual de 42,6 por ciento, lo que se explica por el incremento en el precio del trigo para su elaboración y del combustible para su distribución.

En otros casos como la electricidad, en el mismo período se elevó en 32,4 por ciento, mientras que el valor de los menú diarios en restaurantes crecieron 16 por ciento en 12 meses. Asimismo, en el gas licuado se detecta una alza de 26,9 por ciento en un año.

Lo que no toma en cuenta este diagnóstico es que el petróleo s emplea en una serie de otras industrias (petroquímica, farmacéutica, agroindustrial) lo que amenaza con reproducir el virus de una manera incontrolable.

lunes, 14 de julio de 2008

De Gregorio fustiga a Velasco y lo insta a frenar el gasto público

El jefe del Banco Central fustigó al encargado de la chequera fiscal, instándolo a una política más restrictiva para evitar una subida de precios. De esta manera, el encargado de la política monetaria endosó a Hacienda la responsabilidad sobre la trayectoria de los precios futuros y la necesidad de ajustar a la economía en esa dirección, frenando el gasto público. De Gregorio planteó así su mecanismo para estabilizar la inflación: una elevación de 150 puntos en la tasa de interés, a niveles que estrangulan la inversión y la generación de empleo, y una mordaza a la política fiscal que la obligara a recortar subsidios, subvenciones, transferencias.

Una vez más vemos la total incongruencia del modelo económico y la falta de visión de este gobierno. Por un lado el Banco Central ha gastado ya 4 mil millones de dólares en su propuesta de mantener el dólar elevado, a vista y paciencia de todo el mundo. Y resulta que ese dólar elevado reproduce y alimenta la inflación al no reflejar el desplome de la divisa. Dejar que el peso chileno se deprecie frente al dólar en una acumulación especulativa de divisas es una medida que va en la dirección contraria a estabilizar los precios. Al permitir la apreciación del dólar en Chile, mientras en todo el mundo cae, el virus de la inflación encuentra su mejor tierra de cultivo.

La política del Banco Central llevara al país a la ruina. Claro, efectivamente, una forma de detener el incremento de los precios es haciendo que una buena parte del país no consuma. La caída en la demanda amortigua el alza en los precios. Es decir que mientras más personas se mueran de hambre, menos cosumidores habrá y así el Banco Central logrará plenamente su objetivo. ¿Es coherente esta situación en una supuesta democracia? ¿qué dicen los de Derechos Humanos?

viernes, 11 de julio de 2008

Atrapados en el fundamentalismo ideológico del neoliberalismo

Lo que la ortodoxia neoliberal se niega a aceptar es que la implantación del modelo económico a modo de fundamentalismo ideológico, como la única alternativa posible en el mundo, está haciendo retroceder a la economía mundial en 30 años con la grave diferencia que la desigualdad, exclusión, pobreza y miseria se ha multiplicado veinte veces desde entonces.

Si en los años 70 vivíamos atormentados por las dictaduras, la persecución, el atropello a los derechos humanos, las torturas y la muerte, hoy estamos atrapados por este fundamentalismo ideológico dominante que aplica la política económica como una mordaza y una guillotina al desarrollo social.

La idea de que los mercados se autorregulan, que existe una mano invisible que asigna de la manera más eficiente y equitativa los recursos, está en la base de un modelo que vuelve a mostrar su inconsistencia; esta vez con el riesgo de poner en peligro la estabilidad mundial.

La espiral inflacionaria se ha desatado en todo el mundo a los niveles de hace diez o quince años y no presenta síntomas que den cuenta de un retroceso en el futuro cercano manteniendo en ascuas la estabilidad del planeta. El petróleo se acerca a los 150 dólares el barril de 159 litros (siete veces más que su valor en 2003), y nada podrá evitar que llegue a los 200 dólares a fin de año. Y si a esto agregamos el plan de Bush de atacar Irán antes de las elecciones de noviembre, tenemos la guinda de la torta.

Las problemas que vive el mundo no se resuelven elevando la tasa de interés (como dicta el precepto dogmático para una economía cerrada cuando la inflación es producto del exceso de demanda que provoca el sorpresivo aumento de la cantidad de dinero), sino poniendo orden en las finanzas del país emisor de la moneda de intercambio. Es la debilidad del dólar producto de la impresión sin control de billetes para financiar los cuantiosos déficit del gobierno de Bush, lo que está llevando al mundo por el despeñadero. De hecho, el Tesoro estadounidense no entrega la cifra de M3 (la cantidad de dólares) desde el año 2005. Nadie sabe cuantos dólares hay en el planeta, y mientras esa economía no se ordene seguiremos en el fuego cruzado de la inflación, el desempleo y la recesión. Esta vez el efecto dominó creará una brutal fisura en la estructura económica mundial, de la cual como siempre los más perjudicados serán los pobres del mundo.

lunes, 7 de julio de 2008

El sombrío panorama de los ministros del desastre

La economía chilena sigue marcando el paso gracias a las políticas de Velasco y De Gregorio. Ahora el ministro Pérez Yoma manda a "apretarse los dientes", cuando hasta hace poco, para Velasco, la economía chilena estaba "fuera del alcance del problema", "con el barco bien estibado", mientras De Gregorio cree que resuelve el drama de la inflación elevando la tasa de interés, como si con eso bajara automáticamente el precio del petróleo. La falta de visión y de sentido es brutal. Y eso no es todo: al primer culpable de aceptar el modelo heredado por la dictadura se le ocurrió nominar a Ingrid Betancourt para el Premio Nobel de la Paz. Este ya está en otra, de tanto viaje por el mundo, que ni sabe de los problemas reales. Es el colmo.

Chile es el país que acumula la inflación más alta de la región: 9,5% y el crecimiento más malo: 2%, por lo que estos señores están reprobando en toda la línea. Perú, Argentina, Brasil, nos ganan por goleada. La falta de liderazgo es patética. Deberían tirar ideas para menguar el tema energético, que es más serio de lo que piensan y transmiten: abundantes ciclovías para los ciclistas, locomoción electrica o a gas como ya existe en Perú, desarrollo de la energía solar, etc. Pero nada!.

El tema de la inflación es grave pues la UF ya sube un 10% y la experiencia muestra que se puede generar una mora general de pagos como en España o USA, por lo que ya habría que estar tomando medidas para ello, como impedir los remates de viviendas, pues mal que mal constituyen los ahorros de la gente. El colapso de la construcción es algo que viene y está en silencio. El fierro ha subido un 50% en los últimos meses y vamos en el tercer accidente por "ahorro" del metal.

El liderazgo internacional debería buscar la regulación de los flujos financieros; aplicar impuestos a las ganancias excesivas; evitar la concentración de capital que sólo sirve para especular y crear burbujas que cuando revientan perjudican a los más pobres; evitar, a toda costa, que el capital financiero se coma al capital real y al capital humano. Y todo esto con urgencia: antes que sea demasiado tarde y el neoliberalismo nos devuelva a la época de las cavernas.

jueves, 3 de julio de 2008

La vida más cara que nunca

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró la inflación más alta para un mes de Junio después de 17 años, con una variación de 1,5 por ciento, acumulando en los seis primeros meses del año una inflación de 4,3 por ciento, cifra que es la mayor variación para el mes de junio desde 1991, cuando anotó un incremento de 1,8 por ciento.

También es la mayor variación mensual desde octubre de 1993, cuando subió un 2,6 por ciento; y la mayor variación en doce meses, llegando a 9,5 por ciento, que es la cifra más alta desde junio de 1994 cuando llegó a 14,4 por ciento.

Según informó el instituto estadístico, los mayores aumentos de precios corresponden a los grupos Transporte (3,6%), Alimentación (2,3%) y Otros (1,6%).

El alza de precios afectó durante el mes de junio a siete de los ocho grupos que componen el IPC. Sólo el grupo Salud tuvo una variación negativa.

Por su parte el IPC subyacente llegó hasta el 0,8% en junio, con lo que acumula un alza de 8,7 por ciento en los últimos doce meses. Dentro de este índice, los combustibles tuvieron un aumento de 8,4 por ciento.
En tanto las frutas y verduras frescas anotaron un alza de 5,4 por ciento, acumulando en doce meses un incremento de 30,1 por ciento.

La vida está más cara que nunca y no precisamente porque haya aumentado el consumo. Sólo es parte del negro panorama que sacuda al mundo.

Enlace al informe completo del INE en PDF

viernes, 6 de junio de 2008

Inflación se dispara y llega a 8,9% en 12 meses


La inflación no detiene su ritmo y llegó en mayo al 1,2%, acumulando en los cinco primeros meses del año un 2,8% y llegando en 12 meses a 8,9%. El retorno de la inflación es un hecho. Esta es la mayor variación para el mes de mayo desde 1994, cuando anotó una variación del 1,4%. El mercado pronosticaba una variación entre el 0,4% y el 0,6%, menos de la mitad de la cifra real. Este fuerte incremento pone presión al Banco Central que la próxima semana decide si mantiene o sube la tasa de interés.
Los datos proporcionados por el INE señalan que siete de los ocho grupos de la tabla de medición presentaron alzas. Estas corresponden a los grupos: Otros (2,9%), Transportes (2,7%), Alimentación (1,9%), Vivienda (0,4%), Salud (0,3%), Educación y Recreación (0,2%) y Vestuario (0,2%). El grupo Equipamiento de la Vivienda no registro variación en sus precios medios.
Con este incremento la UF subirá $249 afectando fuertemente a los deudores hipotecarios.

Boletín completo del INE

lunes, 26 de mayo de 2008

El retorno de la Inflación

Inflación de Mayo superará el 1%
La inflación ha vuelto y para quedarse por largo rato. Pobre de los deudores hipotecarios, porque la UF reproducirá el virus inflacionario. Nadie puede dudar ahora que la inflación –ese mítico mal de la economía- atormentará a todo el mundo y no se descarta que se repita una crisis como la vivida en los años 70, cuando el embargo petrolero de los países árabes cuadruplicó los precios del crudo en un año.

Hace apenas un año los economistas de todo el mundo celebraban la idea de que los bancos centrales habían logrado derrotar a la inflación. Pero hoy el panorama es totalmente distinto. Tanto en Europa, Asia, América Latina y el Medio Oriente la inflación puede llegar a dos dígitos superando cifras que no se veían en 20 años. ¿Qué ocurrió para que en un intervalo tan breve estemos nuevamente preocupados por una crisis global de precios?

La crisis inflacionaria de los años ’70 fue un shock motivado por el embargo petrolero y por el término de la convertibilidad del dólar en oro, según lo dispuso Richard Nizon el 15 de agosto de 1971. La crisis actual presenta una combinación de factores altamente explosivos y que no fueron advertidos a tiempo ni por el FMI ni el Banco Mundial:
  • El alza en el precio de los alimentos provocada por un aumento de la demanda y una caída en la producción de los principales países productores de leche y cereales (Australia, Nueva Zelandia).
  • El aumento en la producción de biocombustibles, que sustituye hectáreas plantadas para el consumo humano por plantaciones con miras energéticas.
  • El incremento en el consumo per cápita de países como India y China, que a medida que aumentan su nivel de ingreso exigen una mayor y justificada cuota de participación en el mercado de alimentos y petróleo.
  • El agotamiento de las reservas petroleras y la llegada a su punto pick, en el cual la capacidad de producción no alcanza a cubrir la demanda total: Sólo EEUU consume el 25% de una producción que llega a los 80 millones de barriles diarios.
Estos factores, plenamente previsibles, son los que han gatillado la fuerte presión de los precios y que tienen al mundo con el indeseable fantasma de la inflación ad portas.

El único factor que puede ralentar el incremento de los precios es una recesión fuerte y profunda en EEUU y Europa, que a su vez provocaría una contracción en China y un repliegue de la economía global, con una sostenida caida en la demanda. Es un remedio peor que la enfermedad dado el alto desempleo y la espiral en reversa cíclica que provoca. Pero el actual modelo económico, que deja todo a la libertad del mercado: "que sea lo que el mercado quiera", no ofrece matices y sólo subsiste con políticas de shock que generan más desigualdad y exclusión.

lunes, 28 de abril de 2008

¿Quien ganó con el control de la Inflación?

Es probable que estemos viviendo los últimos estertores del Modelo Económico Neoliberal tal como fue implantado hace 30 años. Y la paradoja es que la caída de este modelo será producto de su propia génesis: la inflación.

El Marco Monetario de Milton Friedman (Monetary Framework, 1963) es una variante de la Teoría Cuantitativa del Dinero (TQM) desarrollada por David Hume en 1756. Según la TQM todo incremento de los precios se debe al aumento en la cantidad de dinero. La reelaboración de Friedman de este concepto le llevó a plantear una solución para resolver los problemas inflacionarios de los años 60 y 70 a partir del control de la masa monetaria.

¿Por qué preocupa tanto la inflación? Se ha vendido el discurso de que la inflación es el mayor de todos los males. Mankiw habla incluso de los “costo de menú”: el costo asociado a cambiar los precios. Y es cierto que las alzas en los precios son un mal, una lacra social. Pero no es la única. Ni tampoco la más importante.

El incremento de los precios por cierto que afecta a quienes viven de un sueldo fijo, pues se les reduce su poder adquisitivo. Pero no son los únicos que se afectan. Y ahí está la trampa.

Cuando los precios están fijos (con inflación en torno al 1% o 2%) se programan a largo plazo no sólo las decisiones de consumo, sino también las de producción e inversión. Los precios actúan como un ancla nominal que marca la pauta de las decisiones económicas: si los precios aumentan el banco central sube la tasa de interés, encareciendo el crédito y el consumo. Al disminuir el crédito, disminuye la inversión y las compras a mediano y largo plazo; al bajar el consumo, las empresas producen menos, disminuyen su producción y, por cierto, su planta de empleo.

Casualmente quienes se benefician con el incremento en la tasa de interés son los propietarios del capital. Cada vez que el Banco Central eleva la tasa de interés genera beneficios a los poseedores de dinero: bancos, capitalistas, inversionistas. Es decir, los dueños del capital no resienten un incremento en la tasa de interés. Más aún, siempre, con precios fijos (que incluyen el salario) el capitalista podrá calcular qué le conviene más: si la simple ganancia de la renta o las ganancias de un proyecto de inversión. En síntesis, la política monetaria sólo consigue mantener los precios a costa de disminuir la actividad económica, el empleo y la inversión.

Es como el chiste sobre aquel médico, a la salida del quirófano, cuando le preguntan por la operación: “Magnífica. Ha sido una intervención perfecta. Lástima que el enfermo haya muerto”. Las políticas neoliberales hacen lo mismo: controlan los precios matando a la economía. Y por cierto no les preocupa que haya más desempleo: a la hora de negociar tendrán al trabajador dispuesto a negociar por el mínimo. El control de la inflación sólo beneficia a los ricos.

lunes, 7 de abril de 2008

EL DILEMA CRECIMIENTO O INFLACIÓN

El dilema de los bancos centrales se está haciendo ostensible y ante la generalización de la crisis, el aumento de la inflación y el desempleo, se hace urgente adoptar políticas que reviertan la recesión que está en ciernes. No obstante el tema es complejo y la operación costo-beneficio debe apelar ante todo a una estabilidad en el tiempo, pues la solución de parche transitoria tiene a devolverse como un boomerang dejando las cosas peor de lo que estaban.

Frente a ello, el Fondo Monetario Internacional, previendo una baja generalizada de la economía, ha advertido que los gobiernos deberán tener un rol más protagónico para evitar la debacle. Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI, ha señalado que los gobiernos deben actuar como una “tercera línea de defensa” al apoyar la política monetaria y financiera, petición que sale a la luz días antes de la reunión que sostendrán los ministros de Finanzas en Washington para el encuentro del FMI y el Banco Mundial.

A su vez, Alan Greenspan, a quien se culpa de la crisis por haber mantenido las tasas de interés insosteniblemente bajas por un largo período, señala que la creación de la burbuja inmobiliaria es sólo un “error de cálculo” del sistema financiero al infravalorar los respaldos a los créditos creando una “ilusión” de grandes oportunidades de negocios que se desinfló. Frente a esto, Greenspan ha señalado que la Fed no tenía ninguna posibilidad de saber lo que ocurría para lograr prevenir la crisis: “Son los bancos que prestan el dinero los que deben estar conscientes de los riesgos que están asumiendo”. Para el antecesor de Bernanke el problema fue que los bancos crearon expectativas de inversión que no correspondían a la realidad. Y esa imprudencia es la que tiene al mundo frente a la mayor crisis de los últimos 70 años.

Esta es la situación que tiene a los bancos centrales frente al dilema de subir la tasa de interés para evitar la inflación, llevando aún más el crecimiento y el empleo a la baja; o bajar la tasa de interés para priorizar justamente el crecimiento y el empleo y dejar libre a la inflación hasta que ésta se frene por sí misma en un auténtico laissez-faire. Ambas situaciones son por cierto complejas pero no es lo mismo perder un poco de poder adquisitivo con el incremento de los precios, o perder todo el poder adquisitivo con la cesantía.


miércoles, 9 de enero de 2008

EL DILEMA DEL BANCO CENTRAL


La Inflación y el Ser o no Ser del Central


Este jueves 10, en la reunión de Política Monetaria el Banco Central debe analizar si sube, mantiene o baja la tasa de interés. Dada la alta inflación del año 2007 y atendiendo a la ortodoxia de sus integrantes es improbable que la baje. La decisión va por el lado de subirla o mantenerla. Veamos algunas razones.
El resorte para subir la tasa está echado: la alta inflación del año pasado (7,8%) que triplicó las expectativas iniciales y toda la inflación del año 2006, que fue 2,6%. Si fuera bajo circunstancias normales podríamos decir que la plana mayor del Banco Central quedó en ridículo con tal pronóstico, más aún cuando hasta abril y mayo mantenían firme la decisión de que la inflación 2007 sería del 2,9%. El tema de fondo es que las circunstancias del 2007, a partir del mes de Junio hicieron cambiar a la Economía Mundial mucho más que los atentados del 11-S.
Bástenos recordar que el barril de petróleo cerró el 2006 en US$ 68 y que al cierre del 2007 llegó a los 100 dólares, es decir un alza del 50% en términos nominales, que se reduce al tomar en cuenta la depreciación del dólar, cercana al 25%. Si a esto agregamos que los precios internacionales del trigo, el maíz y la leche subieron a comienzos de año producto del aumento en la demanda de India y China (muy buena noticia) todas las expectativa se fueron a pique.
La globalización, durante mucho tiempo, ejerció una presión a la baja en los precios. La adaptación de las economías que se iban incorporando al sistema incluían una aseveración tácita respecto al orden financiero. Ahora dicho fenómeno se revierte y le presión tiene a ser explosiva. Hay inflación en todo el mundo y esto pone en crisis al sistema entero. Sobretodo al sistema Neoliberal que basa su éxito exclusivamente en las ganancias financieras (Bancos, Bonos, Valores) y no en auténticas ganancias en el crecimiento y la calidad de vida.
Si al alza del petróleo y a la fuerte depreciación del dólar agregamos la crisis financiera que vive Estados Unidos y que la tiene al borde de una larga recesión, podemos ver que los efectos colaterales en materia de empleo y crecimiento se multiplican. En este escenario una inflación de un 6% o 7% representa el mal menor. Más aún cuanto estrictu sensu, la inflación ha sido gatillada por un único precio ( el petroleo sube sin parar, los otros precios se estabilizaron), factor de oferta, y no por un conjunto de vectores de precios. Una cosa es el petróleo, como corresponde, encienda la mecha de la inflación, pero otra es que el término se apodere psicógicamente de los agentes y todos comiencen a mover sus precios al alza, tengan o no al petróleo como insumo. Los argumentos del Banco Central para subir la tasa apuntarán al efecto de este factor psicológico para evitar el fenómeno especulativo.
Ahora bien, un alza de tasas de un cuarto de punto (a 6,25%) para nada ayudaría a detener la acción patológica de subir los precios, tendría que ser al menos de medio punto para surtir el efecto deseado. Al optar de esta manera el Banco Central siempre estará pensando en el cuidado del material monetario como capital de credibilidad, disciplina y destreza financiera. Es decir, cumpliendo a cabalidad el rol encomendado que es la custodia de la estabilidad monetaria.
La pregunta entonces es, ¿y quien custodia a la gente?, ¿quien ayuda a dar un espaldarazo a la estabilidad laboral de las personas que pueden quedar sin empleo, por el alza de tasas? ¿quien se preocupa de empujar el carro del crecimiento, si el Banco Central le corta el paso?
Hace exactamente diez años estábamos viviendo la misma situación tras la caída del Bath el 2 de Julio de 1997 en la bolsa de Tailandia. En Enero de 1998 y hasta julio-agosto de ese año Felipe Morandé y Carlos Massad aseguraban que la crisis no llegaría a Chile y aplicaron las mas severas y brutales políticas monetarias que, cuando la crisis llegó significó la quiebra de miles de empresas y el disparo al desempleo que se prolongó por casi todo el gobierno de Lagos.
Las respuestas no son tan simples si pretendemos comparar la realidad interna con la externa. Si más aún mucho de lo que ocurre afuera se desconoce y no se muestra el drama de las personas que pasan hambre en las calles de Estados Unidos porque es más interesante hablar de las primarias y saber cuando gana Hillary u Obama.
Nadie custodia que las metas de crecimiento se cumplan y cada vez tienden más a la baja; Nadie custodia que el empleo no sólo se mantenga, sino que aumente y sea digno. ¿Seguirá el Banco Central custodiando los principios de un modelo económico que ya no sirve y va quedando obsoleto, o se la jugará por el desarrollo de políticas proactivas?. Es el Ser o No Ser. Es el Dilema del Banco Central.

Marco Antonio Moreno


viernes, 4 de enero de 2008

DESBORDE INFLACIONARIO PONE EN CRISIS CREDIBILIDAD DEL CENTRAL


El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró en diciembre de 2007 una variación mensual de 0,5%, la cifra más alta para este mes desde 1998, con lo cual la inflación acumulada para el año 2007 llegó a 7,8%, desbordando toda expectativa y situándola como la más alta de los últimos doce años, desde 1995.
El guarismo dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadísticas superó con creces las expectativas del Banco Central y los analistas que esperaban un IPC casi sin variaciones en diciembre. La cifra anual es casi cinco puntos superior al 3% que el Banco Central previó para el año 2007, y por cierto muy superior (tres veces) a la inflación del año 2006 que fue de 2,6%, lo que pone en aprietos a la credibilidad del Banco Central.

El fantasma de la inflación comienza a hacerse sentir con fuerza en Chile y ha comenzado a merodear con insistencia por supermercados, almacenes, ferias, gasolineras, arriendos, afectando fundamentalmente a quienes viven de un sueldo fijo. Chile sabe de esto pues es un país con una larga, destacada y rebelde historia inflacionaria desde mediados del siglo XIX.
La información del IPC se da una semana antes de la reunión de política monetaria del Consejo del Banco Central. No obstante, la instancia de que el Banco Central vuelva a subir la tasa de interés, tropieza con la situación que vive Estados Unidos, país que está entrando en un período sostenido de baja de tasas para evitar la recesión que tiene ad-portas. Indicadores de ese país muestran que las cifras de indigencia, pobreza y hambre en las principales ciudades se ha incrementado en más de 12% producto de la crisis financiera. Estados Unidos comienza a vivir lo que se conoce como Estanflación (Inflación y Cero Crecimiento) y Alan Greenspan, el ex presidente de la Reserva Federal y a quien se culpa por haber autorizado la modalidad de los créditos subprime, provocadores de la burbuja financiera originarias de la crisis, ha advertido que ésta crisis tiene para largo.


Marco Antonio Moreno

martes, 4 de diciembre de 2007

Alzas duplican Meta del Banco Central


IPC golpea fuerte a los chilenos


El fuerte IPC de Noviembre de 0,8%, el más alto para este mes del año desde 1992- pone nuevamente en jaque a la economía chilena, cuya inflación llega para este 2007 a 7,3% amenazando con terminar el año en torno al 8%, exactamente el doble de lo señalado por el Banco Central a comienzos de año. Cabe destacar que el año pasado la inflación en Chile fue de 2,6%.
El fuerte incremento de este indicador es producto del alza de los precios externos (principalmente petróleo) pero también de los desajustes internos a niveles energéticos, transporte y vivienda. Con este incremento, la U.F. subirá $160 en los próximos treinta días, es decir a razón de $5,3 diarios lo que afectará principalmente a los deudores hipotecarios.
Si bien es cierto que nadie gana con la inflación el incremento de los precios afecta principalmente el bolsillo de aquellos que viven de un sueldo fijo pues su poder adquisitivo se ve disminuido y lo obliga a apretarse el cinturón a la fuerza. Aquellos que son dueños de empresas, productores o intermediarios de productos, pueden resarcirse del alza vía aumento de sus propios precios. Es decir el golpe de la inflación lo recibe en forma directa el sector salariado.
Poco Oro negro y Muchos dólares
Uno de los factores que imprime mayor ritmo a la inflación es la velocidad sostenida y creciente del precio del petróleo, que ya se ha empinado sobre los 100 dólares mientras que hace un año –si bien en agosto de 2006 alcanzó los 78 dólares- su valor se situaba en torno a los 65 dólares el barril.
Responsable no menor de esta escalada en el precio del oro negro es el elevado consumo de Estados Unidos que con una población equivalente al 4,5% mundial se acapara el 30% de la producción de crudo. Si a este factor agregamos la sobreabundancia de dólares que hay en los mercados asiáticos y europeos, así como en los bancos centrales de casi todo el mundo, y que no acusan más respaldo que el miedo y el apremio a las economías emergentes, vemos que nos hallamos en las puertas de una escalada alcista sin precedentes.

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