El Banco Mundial ha subrayado el impacto negativo de las recientes crisis financiera, energética y alimentaria en los esfuerzos por lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para 2015, en un informe elaborado con vistas a la Asamblea General de la ONU que tendrá lugar la próxima semana. El informe, titulado ´Asuntos Pendientes: Movilizando Nuevos Esfuerzos para Alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio´, señala que los países en desarrollo estaban haciendo avances "significativos" en la lucha contra la pobreza hasta las recientes crisis financiera, energética y alimetaria.
En 1981, el 54% de las personas que vivían en países en desarrollo lo hacían en extrema pobreza, pero en 2005 esa cifra cayó hasta el 25%. La reducción de la pobreza ha sido notable en el este asiático, América Latina y Europa del este y central, no siendo así en el África Subsahariana. Las cifras vinculadas al hambre y a la desnutrición disminuyeron prácticamente a la mitad, pero la tendencia fue revertida por el aumento del precio de los alimentos que se produjo el año 2008.
Según las estimaciones del BM, recogidas en el informe, este año 64 millones de personas más viven en la extrema pobreza, y el año pasado aumentó en 40 millones el número de personas que sufren hambre, a causa de las recientes crisis. Hasta 2015, podrían morir 1,2 millones de niños menores de 5 años y unos 100 millones de personas podrían no tener acceso a agua potable.
"Al hacer balance de los Objetivos del Milenio, se observa que las crisis han empeorado enormemente las cosas, con demasiada gente en el mundo hambrienta, pobre o vulnerable a la pobreza, con un enormedesempleo y un acceso muy reducido a los servicios y a las oportunidades económicas", declaró el presidente del BM, Robert Zoellick.
"Por lo tanto, tenemos que redoblar los esfuerzos para concentrar el apoyo en los pobres y los más vulnerables. Tenemos que invertir en lo que funciona y arreglar lo que no funciona. Y mientras lo hacemos, tenemos que tener en mente que este trabajo es para empoderar a la gente. El espíritu humano puede lograr cosas asombrosas. Necesitamos dar a todo el mundo una oportunidad".
Según un comunicado del BM, éste se ha comprometido a aumentar sus fondos destinados a la agricultura a través de su Plan de Acción para la Agricultura de 4.100 a 8.300 millones de dólares anuales, dado el incremento de precios de los alimentos y el riesgo de crisis alimentaria. 750 millones de dólares adicionales serán destinados a la educación básica mediante préstamos sin intereses y subvenciones, principalmente en los países que están lejos de alcanzar la meta de los ODM en 2015, en particular los del África Subsahariana.
En lo que respecta a la salud, destinará más de 600 millones de dólares adicionales a servicios básicos de salud y nutrición, y se centrará en 35 países, sobre todo del sureste asiático y del África Subsahariana, que tienen una tasa alta de natalidad, así como de malnutrición materno-infantil. Según Zoellick, en una economía global, el crecimiento de los países en desarrollo no es sólo fundamental para acabar con la pobreza y el hambre, así como para lograr el resto de los ODM, sino que supone un motor para el crecimiento global. Éste es un potencial que no se limita únicamente a unos cuantos mercados emergentes.
De los 84 países en vías de desarrollo de los que hay datos disponibles, 45 ya han alcanzado o alcanzarán el objetivo de reducción de la pobreza para 2015, el resto no lo harán. Los países subsaharianos son los que están más lejos de este objetivo, a pesar de haber registrado un rápido crecimiento y una "impresionante" reducción de la pobreza desde mediados de la década de los noventa.
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