Alejandro Nadal
El plan económico de Donald Trump incluye fuertes reducciones de impuestos, tanto para individuos como para empresas, y posibilidades de deducciones fiscales hasta cuatro veces más altas que las existentes en la actualidad. Se calcula que éstas y otras reformas reducirán el ingreso fiscal en 9.5 billones (castellanos) de dólares a lo largo de la siguiente década y llevarán los ingresos tributarios a su nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial.
En el caso de los impuestos a las personas físicas, el plan contempla consolidar las siete tasas impositivas existentes en solamente tres estratos de ingresos. Hoy las siete tasas de impuestos existentes van de 10 a 39.6 por ciento y el plan de Trump compactará esos estratos en sólo tres con niveles de tasas impositivas de 10, 20 y 25 por ciento. Es decir, la tasa marginal más alta será reducida en casi 40 por ciento y al mismo tiempo se aumentarán los niveles de las deducciones personales. Además, la tasa impositiva máxima para las personas físicas con ganancias derivadas del capital y dividendos se reduce a 20 por ciento.
Por el lado de los impuestos a las empresas la tasa impositiva pasará de 35 a 15 por ciento. Las ganancias repatriadas se gravarán con una muy baja tasa (10 por ciento) lo que supuestamente servirá para que los grandes grupos corporativos y empresas que operan a escala trasnacional abandonen los paraísos fiscales. La tasa aplicable a las entidades fiscales de transición (diseñadas para evitar doble tributación para empresas y sus dueños) también se reducirá a 15 por ciento de su tasa aplicable que es la del impuesto al ingreso de las personas físicas. Esta reforma simplifica algunos aspectos del régimen fiscal pero, por otra parte, crea incentivos para que algunas personas físicas se transformen en esas entidades fiscales de transición y aprovechen las menores tasas que se aplican a las empresas.
Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
miércoles, 30 de noviembre de 2016
Estímulo fiscal al estilo Trump
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martes, 29 de noviembre de 2016
Trump y el fascismo del siglo XXI
William I. Robinson, Alainet
Contrario a lo que se piensa, Donald Trump es miembro de la clase capitalista transnacional (CCT), ya que tiene fuertes inversiones alrededor del mundo y una parte muy importante de su "populismo" y discurso anti-globalización respondió a la demagogia y la manipulación políticas en función de la elección presidencial.
Asimismo, esta clase capitalista trasnacional y el mismo Trump dependen de la mano de obra inmigrante para sus acumulaciones de capital y no pretenden realmente deshacerse de una población en peonaje laboral debido a su condición de inmigrante y no de ciudadano/residente "legal". Sus pretendidos planes de deportación, reducidos en número ya como presidente electo, y sus propuestas de criminalización de los migrantes en una escala mayor, buscan, por un lado, convertir a la población inmigrante en chivo expiatorio de la crisis y canalizar el temor y la acción de la clase obrera ciudadana (mayoritariamente blanca) contra ese chivo expiatorio, y no hacia las elites y el sistema. Por el otro lado, los grupos dominantes han explorado como reemplazar el sistema actual de súper - explotación de la mano de obra inmigrante (con base en la no documentación), con un sistema de mano de obra inmigrante visada, esto es, con visas laborales ("guest worker programs” en inglés).
A la vez, Trump busca intensificar las presiones para bajar los salarios en Estados Unidos a fin de hacer "competitiva" la mano de obra norteamericana con la extranjera, o sea, con la mano de obra barata en otros países. La nivelación transnacional de los salarios hacia abajo es una tendencia general de la globalización capitalista que sigue en marcha con Trump, esta vez con un discurso de "volver competitiva" la economía estadunidense y "regresar los trabajos" a su país.
Contrario a lo que se piensa, Donald Trump es miembro de la clase capitalista transnacional (CCT), ya que tiene fuertes inversiones alrededor del mundo y una parte muy importante de su "populismo" y discurso anti-globalización respondió a la demagogia y la manipulación políticas en función de la elección presidencial.
Asimismo, esta clase capitalista trasnacional y el mismo Trump dependen de la mano de obra inmigrante para sus acumulaciones de capital y no pretenden realmente deshacerse de una población en peonaje laboral debido a su condición de inmigrante y no de ciudadano/residente "legal". Sus pretendidos planes de deportación, reducidos en número ya como presidente electo, y sus propuestas de criminalización de los migrantes en una escala mayor, buscan, por un lado, convertir a la población inmigrante en chivo expiatorio de la crisis y canalizar el temor y la acción de la clase obrera ciudadana (mayoritariamente blanca) contra ese chivo expiatorio, y no hacia las elites y el sistema. Por el otro lado, los grupos dominantes han explorado como reemplazar el sistema actual de súper - explotación de la mano de obra inmigrante (con base en la no documentación), con un sistema de mano de obra inmigrante visada, esto es, con visas laborales ("guest worker programs” en inglés).
A la vez, Trump busca intensificar las presiones para bajar los salarios en Estados Unidos a fin de hacer "competitiva" la mano de obra norteamericana con la extranjera, o sea, con la mano de obra barata en otros países. La nivelación transnacional de los salarios hacia abajo es una tendencia general de la globalización capitalista que sigue en marcha con Trump, esta vez con un discurso de "volver competitiva" la economía estadunidense y "regresar los trabajos" a su país.
El banco más antiguo del mundo sigue dando señales de debilidad
El banco italiano Monte dei Paschi di Siena indicó que su plan de rescate por 5.000 millones de euros podría fracasar ante el riesgo que presentan demandas legales por más de 8.000 millones de euros, un descenso de su liquidez y la potencial amortización de más préstamos malos. En un prospecto de 146 páginas para una oferta de swap de deuda, que es un pilar fundamental del plan de rescate que busca mantener al banco funcionando, Monte dei Paschi advirtió ayer de una "considerable incertidumbre" en torno a la iniciativa.
La entidad, la más antigua del mundo aún en funcionamiento, hizo esta revelación a los mercados, temerosos de que el referendo constitucional del 4 de diciembre en Italia pueda hacer caer al Gobierno del primer ministro Matteo Renzi. En el documento se mencionó 30 veces el riesgo de una recapitalización interna bajo las leyes europeas, que impondrían pérdidas sobre sus tenedores de bonos. El prestamista toscano fue el que peor desempeño tuvo en las pruebas de resistencia bancarias de julio.
El banco busca conseguir 5.000 millones de euros convirtiendo sus bonos subordinados en acciones, una colocación privada a uno o más inversores de referencia y una venta de su participación en el mercado. Hasta el momento no ha podido asegurar un compromiso firme de inversores de peso antes de la votación. Las acciones del banco cerraron con una caída del 13,8 por ciento a 17,24 euros, tras perder el 86 por ciento de su valor en lo que va de año.
El temor a que una derrota de Renzi en el referendo pueda hundir el plan de recapitalización de Monte dei Paschi y desatar un efecto dominó en otras entidades -incluidas siete que ya están en problemas- hizo caer un 2,4 por ciento el índice bancario y afectó a las acciones europeas.
lunes, 28 de noviembre de 2016
Macri, Temer y Peña Nieto, huérfanos de Hillary
Emir Sader, La Jornada
Estaba todo listo para que Hillary Clinton sembrara aquello por lo cual había trabajado tanto. Al final, había sido ella la principal responsable de la nueva forma de golpe de Estado en América Latina, con el derrocamiento del gobierno de Manuel Zelaya en Honduras, después del último intento de golpe militar clásico en Venezuela, en 2002. Fracasó. Ella y su gobierno apoyaron el golpe en contra de Fernando Lugo, que siguió el mismo guión, así como Hillary y Obama se han callado, de forma cómplice, frente al golpe en Brasil.
Obama ya había viajado a Argentina para congratularse con la victoria de Mauricio Macri y anunciar una nueva época en las relaciones entre los dos gobiernos, felicitando al presidente argentino por los primeros pasos dados en la dirección de retomar el viejo modelo neoliberal. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, a su vez, vino a establecer relaciones cordiales con el presidente golpista Michel Temer.
Sumándose al gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto, tradicional adepto del neoliberalismo, el escenario parecía listo para que Hillary comandara la utilización del nuevo eje Brasil-Argentina, agregado al de México, para definir un campo pro estadunidense en la región, que pudiera no sólo apoyar a esos países en la dirección del modelo siempre promovido por Estados Unidos, para hacer de ese eje la base para atacar a Venezuela, Bolivia y Ecuador. Controlando a las tres más grandes economías del continente, con modelos económicos similares –lo cual no ocurría desde 2003–, Estados Unidos se preparaba para imponer de nuevo su política, sin contrapesos, en la región.
Estaba todo listo para que Hillary Clinton sembrara aquello por lo cual había trabajado tanto. Al final, había sido ella la principal responsable de la nueva forma de golpe de Estado en América Latina, con el derrocamiento del gobierno de Manuel Zelaya en Honduras, después del último intento de golpe militar clásico en Venezuela, en 2002. Fracasó. Ella y su gobierno apoyaron el golpe en contra de Fernando Lugo, que siguió el mismo guión, así como Hillary y Obama se han callado, de forma cómplice, frente al golpe en Brasil.
Obama ya había viajado a Argentina para congratularse con la victoria de Mauricio Macri y anunciar una nueva época en las relaciones entre los dos gobiernos, felicitando al presidente argentino por los primeros pasos dados en la dirección de retomar el viejo modelo neoliberal. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, a su vez, vino a establecer relaciones cordiales con el presidente golpista Michel Temer.
Sumándose al gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto, tradicional adepto del neoliberalismo, el escenario parecía listo para que Hillary comandara la utilización del nuevo eje Brasil-Argentina, agregado al de México, para definir un campo pro estadunidense en la región, que pudiera no sólo apoyar a esos países en la dirección del modelo siempre promovido por Estados Unidos, para hacer de ese eje la base para atacar a Venezuela, Bolivia y Ecuador. Controlando a las tres más grandes economías del continente, con modelos económicos similares –lo cual no ocurría desde 2003–, Estados Unidos se preparaba para imponer de nuevo su política, sin contrapesos, en la región.
domingo, 27 de noviembre de 2016
El mayor estadista del último medio siglo
Guillermo Almeyra, La Jornada
Fidel Castro fue, con mucho, el mayor estadista del reciente medio siglo. Fue el último de los grandes revolucionarios dirigentes de las movilizaciones democráticas de liberación nacional que comenzaron en 1910 con las revoluciones china, persa y mexicana, y durante y después de la Segunda Guerra Mundial llevaron a la independencia y unidad del subcontinente indio y de Indonesia, Indochina, las colonias africanas, el Egipto nasseriano y Argelia.
Cuba es un pequeño país de 11.5 millones de habitantes. Durante mucho tiempo dependió económicamente de la exportación de un monocultivo –el azúcar de caña-, de ron y tabaco y del turismo, y depende ahora tam-bién de la provisión de servicios (turismo, envío de médicos y enseñantes). Esta economía de postre (lujos prescindibles como el tabaco y la bebida) y de servicios produce muy escasas ganancias y dependen de la distribución de la plusvalía mundial que se produce en regiones más industrializadas, o sea, de los excedentes económicos de que puedan disponer los sectores medios que consumen esos bienes y servicios no indispensables. Es, por lo tanto, un país frágil y dependiente.
Fidel Castro fue, con mucho, el mayor estadista del reciente medio siglo. Fue el último de los grandes revolucionarios dirigentes de las movilizaciones democráticas de liberación nacional que comenzaron en 1910 con las revoluciones china, persa y mexicana, y durante y después de la Segunda Guerra Mundial llevaron a la independencia y unidad del subcontinente indio y de Indonesia, Indochina, las colonias africanas, el Egipto nasseriano y Argelia.
Cuba es un pequeño país de 11.5 millones de habitantes. Durante mucho tiempo dependió económicamente de la exportación de un monocultivo –el azúcar de caña-, de ron y tabaco y del turismo, y depende ahora tam-bién de la provisión de servicios (turismo, envío de médicos y enseñantes). Esta economía de postre (lujos prescindibles como el tabaco y la bebida) y de servicios produce muy escasas ganancias y dependen de la distribución de la plusvalía mundial que se produce en regiones más industrializadas, o sea, de los excedentes económicos de que puedan disponer los sectores medios que consumen esos bienes y servicios no indispensables. Es, por lo tanto, un país frágil y dependiente.
El legado de Fidel
Atilio Boron, Página 12
La desaparición física de Fidel hace que el corazón y el cerebro pugnen por controlar el caos de sensaciones y de ideas que desata su tránsito hacia la inmortalidad. Recuerdos que se arremolinan y se superponen, entremezclando imágenes, palabras, gestos (¡qué gestualidad la de Fidel, por favor!), entonaciones, ironías, pero sobre todo ideas, muchas ideas. Fue un martiano a carta cabal. Creía firmemente aquello que decía el Apóstol: trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras. Sin duda que Fidel era un gran estratega militar, comprobado no sólo en la Sierra Maestra sino en su cuidadosa planificación de la gran batalla de Cuito Cuanevale, librada en Angola entre diciembre de 1987 y marzo de 1988, y que precipitó el derrumbe del régimen racista sudafricano y la frustración de los planes de Estados Unidos en África meridional. Pero además era un consumado político, un hombre con una fenomenal capacidad para leer la coyuntura, tanto interna como internacional, cosa que le permitió convertir a su querida Cuba -a nuestra Cuba en realidad- en una protagonista de primer orden en algunos de los grandes conflictos internacionales que agitaron la segunda mitad del siglo veinte. Ningún otro país de la región logró algo siquiera parecido a lo que consiguiera Fidel. Cuba brindó un apoyo decisivo para la consolidación de la revolución en Argelia, derrotando al colonialismo francés en su último bastión; Cuba estuvo junto a Vietnam desde el primer momento, y su cooperación resultó de ser de enorme valor para ese pueblo sometido al genocidio norteamericano; Cuba estuvo siempre junto a los palestinos y jamás dudó acerca de cuál era el lado correcto en el conflicto árabe-israelí; Cuba fue decisiva, según Nelson Mandela, para redefinir el mapa sociopolítico del sur del continente africano y acabar con el apartheid. Países como Brasil, México, Argentina, con economías, territorios y poblaciones más grandes, jamás lograron ejercer tal gravitación en los asuntos mundiales. Pero Cuba tenía a Fidel …
La desaparición física de Fidel hace que el corazón y el cerebro pugnen por controlar el caos de sensaciones y de ideas que desata su tránsito hacia la inmortalidad. Recuerdos que se arremolinan y se superponen, entremezclando imágenes, palabras, gestos (¡qué gestualidad la de Fidel, por favor!), entonaciones, ironías, pero sobre todo ideas, muchas ideas. Fue un martiano a carta cabal. Creía firmemente aquello que decía el Apóstol: trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras. Sin duda que Fidel era un gran estratega militar, comprobado no sólo en la Sierra Maestra sino en su cuidadosa planificación de la gran batalla de Cuito Cuanevale, librada en Angola entre diciembre de 1987 y marzo de 1988, y que precipitó el derrumbe del régimen racista sudafricano y la frustración de los planes de Estados Unidos en África meridional. Pero además era un consumado político, un hombre con una fenomenal capacidad para leer la coyuntura, tanto interna como internacional, cosa que le permitió convertir a su querida Cuba -a nuestra Cuba en realidad- en una protagonista de primer orden en algunos de los grandes conflictos internacionales que agitaron la segunda mitad del siglo veinte. Ningún otro país de la región logró algo siquiera parecido a lo que consiguiera Fidel. Cuba brindó un apoyo decisivo para la consolidación de la revolución en Argelia, derrotando al colonialismo francés en su último bastión; Cuba estuvo junto a Vietnam desde el primer momento, y su cooperación resultó de ser de enorme valor para ese pueblo sometido al genocidio norteamericano; Cuba estuvo siempre junto a los palestinos y jamás dudó acerca de cuál era el lado correcto en el conflicto árabe-israelí; Cuba fue decisiva, según Nelson Mandela, para redefinir el mapa sociopolítico del sur del continente africano y acabar con el apartheid. Países como Brasil, México, Argentina, con economías, territorios y poblaciones más grandes, jamás lograron ejercer tal gravitación en los asuntos mundiales. Pero Cuba tenía a Fidel …
sábado, 26 de noviembre de 2016
Samper: Castro "fue el estadista más importante del siglo XX en América Latina"
El expresidente de Colombia y secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), Ernesto Samper, dijo que el líder de la Revolución Cubana será para siempre "un modelo de revolución, de coherencia y de transparencia". Por estas características y sus "testimonios de vida", el político colombiano opinó que Castro "fue el estadista más importante del siglo XX en América Latina" y afirmó que "se fue en el peor momento" para la región. "El solo hecho de que estuviera vivo Fidel significaba la presencia de la revolución" "Uno no escoge el momento para morirse, pero se nos va en el peor momento, en el cual la región está inmersa en una gran incertidumbre con ocasión de la elección de Donald Trump", valoró Samper. El expresidente dijo que en este momento "hay nubarrones" en las relaciones entre los Estados Unidos y la región, por las posibles repercusiones de su Gobierno en materia migratoria, en el proceso de paz en Colombia y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba. "Ese era el tipo de situaciones que Fidel ayudaba a entender, a despejar, a concretar. Así es que nos tocará seguir un poco sus enseñanzas, para saber cómo enfrentamos estos enigmas", opinó. Del mismo modo, el colombiano precisó que la solidaridad de Cuba con la región en materia de educación y salud pública refuerza la idea de Castro de que la Revolución no es solo una "política" sino por sobre todo "social". Samper destacó la "convicción" del estadista cubano "al final de sus días" de que "no había que exportar revolución armada sino médicos, maestros y salubristas". "Esto expresa la capacidad de entender los cambios que estaban pasando en la región. Lo recordaremos por el compromiso con la igualdad social, su transparencia y su consistencia ideológica. Este es el Fidel con el cual nos tenemos que quedar", concluyó.
Fidel, sinónimo de revolución
Emir Sader, Público
Fidel se ha vuelto sinónimo de Revolución, desde aquellas primeras fotos de unos barbudos que habían tumbado un dictador en el ya lejano año de 1959. En América Latina, para quienes la revolución era un fenómeno distante en el tiempo —algo que acaeció en Rusia y China con Lenin y Mao—, Fidel planteó para nosotros y para tantas generaciones la revolución como actualidad, evidenció que la revolución era posible aquí mismo, en nuestro continente.
Fidel encarnó a la revolución en América Latina, pero también en todo el mundo, porque Cuba levantaba de nuevo la idea de socialismo cuando éste se había vuelto algo aparentemente petrificado, eternamente postergado.
Empecé mi militancia política en 1959 repartiendo un periódico —Acción Socialista—, que tenía estampada la imagen de unos barbudos que había conseguido acabar con un dictador —en aquel momento de América Central no se hablaba todavía del Caribe—, posando como si fueran jugadores de fútbol. Curiosamente, más tarde, mi generación pasó a convertirse en la generación de la Revolución Cubana, que nos sedujo a tantos con la reforma urbana, con la fundación de la Casa de las Américas, con la soberanía frente al imperialismo, con la proclamación de la Revolución como una Revolución socialista, con la resistencia frente al intento de invasión de la Bahía de Cochinos o el cerco naval a la isla. En definitivo, con todo lo que venía de allí que nos alentaba y marcaba el camino.
Fidel se ha vuelto sinónimo de Revolución, desde aquellas primeras fotos de unos barbudos que habían tumbado un dictador en el ya lejano año de 1959. En América Latina, para quienes la revolución era un fenómeno distante en el tiempo —algo que acaeció en Rusia y China con Lenin y Mao—, Fidel planteó para nosotros y para tantas generaciones la revolución como actualidad, evidenció que la revolución era posible aquí mismo, en nuestro continente.
Fidel encarnó a la revolución en América Latina, pero también en todo el mundo, porque Cuba levantaba de nuevo la idea de socialismo cuando éste se había vuelto algo aparentemente petrificado, eternamente postergado.
Empecé mi militancia política en 1959 repartiendo un periódico —Acción Socialista—, que tenía estampada la imagen de unos barbudos que había conseguido acabar con un dictador —en aquel momento de América Central no se hablaba todavía del Caribe—, posando como si fueran jugadores de fútbol. Curiosamente, más tarde, mi generación pasó a convertirse en la generación de la Revolución Cubana, que nos sedujo a tantos con la reforma urbana, con la fundación de la Casa de las Américas, con la soberanía frente al imperialismo, con la proclamación de la Revolución como una Revolución socialista, con la resistencia frente al intento de invasión de la Bahía de Cochinos o el cerco naval a la isla. En definitivo, con todo lo que venía de allí que nos alentaba y marcaba el camino.
Fidel Castro, el lider de la Revolución Cubana, ha fallecido a los 90 años
El líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, falleció este viernes 25 de noviembre a la edad de 90 años. Fidel Castro fue el gran lider de la Revolución cubana que en 1959 derrocó la dictadura encabezada por Fulgencio Batista que apoyaba EEUU. Fidel Castro, había cumplido 90 años el pasado 13 de agosto. Nacido en 1926, desde diciembre de 1976 y por tres décadas Castro fue presidente del Consejo del Estado y Consejo de Ministros de Cuba, así como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de la nación isleña. En 2006, debido a su frágil estado de salud, Fidel Castro abandonó los cargos políticos y cedió sus funciones a su hermano menor, Raúl Castro.
La lucha revolucionaria de Fidel data del 11 de marzo de 1952, tras el golpe militar del general Fulgencio Batista. Castro estuvo en las primeras filas de la resistencia, organizando los partidarios para derrocar al dictador. La primera acción del grupo de Castro fue atacar el Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953. El asalto fracasó, y Fidel fue detenido y condenado a 15 años de prisión. Sin embargo, bajo la presión popular, fue liberado por amnistía en 1955 y emigró a México, donde continuó con los preparativos de una rebelión. En diciembre de 1956, el grupo de los revolucionarios encabezados por Castro desembarcó en la provincia de Oriente de Cuba. El núcleo inicial fue creciendo hasta convertirse en el Ejército Rebelde que armó una fuerte resistencia contra el régimen dictatorial de Batista, culminando en su derrota el 1º de enero de 1959.
viernes, 25 de noviembre de 2016
La era de la desglobalización ha comenzado
Hasta hace pocos días, el modelo a seguir era uno solo: la globalización. Pero desde el triunfo de Donald Trump y el Brexit, la palabra de moda es el antónimo: desglobalización. Durante casi medio siglo, el mundo solo escuchó hablar de las ventajas de la apertura y el libre cambio. Este discurso adquirió toda su fuerza cuando hace 25 años se disolvió la Unión Soviética. Parecía que iban a caer todas las fronteras en un mundo hegemonizado por Estados Unidos. Sin embargo, las cosas que nos prometen eternas también terminan. Esto ya sucedió al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914, que puso fin a 40 años de extendido crecimiento del comercio internacional.
En un artículo publicado en The New York Times, Ruchir Sharma analiza la recurrencia de estos ciclos de apertura y de proteccionismo, y señala que no se trata de periodos cortos, sino que abarcan décadas de la historia. La brutal contracción provocada tras el fin de la Primera Guerra y de la Gran Depresión de 1929, redujo el comercio mundial a solo un 10% del producto bruto global, cuando en 1914 era del 30%. Los inmigrantes a Estados Unidos, que llegaban al millón por año antes de 1914, se redujeron a unas pocas decenas de miles al finalizar el conflicto bélico. Después de 1945, la rueda volvió a girar. En 1970, el comercio mundial logró recuperar los niveles de 1914 y desde entonces se duplicó, llegando al 60% del producto global. Pero a partir de 2008, empezamos el camino inverso: el comercio mundial cayó a 55%, el flujo de capital se redujo a menos del 2% del producto bruto mundial, cuando había llegado a ser del 16% en 2007. Y la migración también se frenó: a pesar de la oleada de refugiados en Europa, la migración a los países ricos se redujo a cuatro millones de personas entre 2011 y 2015, según los datos aportados por Sharma. Antes de que Trump empiece a aplicar sus medidas, desde 2011, el número de mexicanos que se han ido de Estados Unidos ha superado a los recién llegados en 140.000.
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miércoles, 23 de noviembre de 2016
Las consecuencias económicas del señor Trump
Alejandro Nadal
Durante la campaña electoral el candidato republicano mostró su capacidad para mantenerse en el terreno de la ambigüedad, sobre todo en el plano de la política macroeconómica. Pero el 20 de enero Donald Trump tomará posesión y el análisis de las medidas que adoptará en materia fiscal, monetaria y comercial es necesario.
De entrada se puede anunciar con claridad que el saldo de su administración será negativo. Para comenzar, a lo largo del próximo mandato presidencial la economía estadunidense sufrirá una recaída y entrará en una nueva recesión con crecimiento negativo del PIB para 2019 y 2020. Además, la deuda pública y el déficit fiscal se incrementarán notablemente y el saldo de la balanza comercial continuará siendo negativo.
Los ejes más importantes de la política económica de DT incluyen la postura monetaria de la Reserva Federal, la política fiscal (ingresos y gastos) y la política comercial (en especial su postura frente a China y México). Otro aspecto clave es el impacto de su política migratoria sobre el mercado laboral de Estados Unidos. Las próximas semanas examinamos estos aspectos de la política económica de Trump.
Durante la campaña electoral el candidato republicano mostró su capacidad para mantenerse en el terreno de la ambigüedad, sobre todo en el plano de la política macroeconómica. Pero el 20 de enero Donald Trump tomará posesión y el análisis de las medidas que adoptará en materia fiscal, monetaria y comercial es necesario.
De entrada se puede anunciar con claridad que el saldo de su administración será negativo. Para comenzar, a lo largo del próximo mandato presidencial la economía estadunidense sufrirá una recaída y entrará en una nueva recesión con crecimiento negativo del PIB para 2019 y 2020. Además, la deuda pública y el déficit fiscal se incrementarán notablemente y el saldo de la balanza comercial continuará siendo negativo.
Los ejes más importantes de la política económica de DT incluyen la postura monetaria de la Reserva Federal, la política fiscal (ingresos y gastos) y la política comercial (en especial su postura frente a China y México). Otro aspecto clave es el impacto de su política migratoria sobre el mercado laboral de Estados Unidos. Las próximas semanas examinamos estos aspectos de la política económica de Trump.
Huxley en el siglo XXI
José Blanco
La primero rusa y después estadounidense Nina L. Khuscheva, doctora en literatura por la Universidad de Princeton, no hace mucho escribió un ensayo donde recordaba notables predicciones de escritores desde tiempos de Julio Verne (1828-1905), con su De la Tierra a la Luna.
Entre las conjeturales imágenes de su lejano porvenir, siempre ha destacado la que en 1932 escribiera Aldous Huxley en su celebrado Un mundo feliz. Lo que nos gusta nos arruina, predijo Huxley. En efecto, en esa novela (en su origen divertida aunque inverosímil), Huxley describió una raza humana dividida en un conjunto de clases sociales que, por el año 2540, habría sido convertida en una monstruosidad por la ignorancia de lo humano, el ansia incontenible de entretenimiento, un dominio insospechado de la tecnología, y una sobreabundancia de bienes materiales. Todo ello para unos cuantos.
Con la reciente elección de Donald Trump como presidente, en Estados Unidos y en otras sociedades avanzadas, se ha vuelto mucho más notoria la predicción de Huxley aunque más de 500 años antes de lo previsto por el escritor.
La primero rusa y después estadounidense Nina L. Khuscheva, doctora en literatura por la Universidad de Princeton, no hace mucho escribió un ensayo donde recordaba notables predicciones de escritores desde tiempos de Julio Verne (1828-1905), con su De la Tierra a la Luna.
Entre las conjeturales imágenes de su lejano porvenir, siempre ha destacado la que en 1932 escribiera Aldous Huxley en su celebrado Un mundo feliz. Lo que nos gusta nos arruina, predijo Huxley. En efecto, en esa novela (en su origen divertida aunque inverosímil), Huxley describió una raza humana dividida en un conjunto de clases sociales que, por el año 2540, habría sido convertida en una monstruosidad por la ignorancia de lo humano, el ansia incontenible de entretenimiento, un dominio insospechado de la tecnología, y una sobreabundancia de bienes materiales. Todo ello para unos cuantos.
Con la reciente elección de Donald Trump como presidente, en Estados Unidos y en otras sociedades avanzadas, se ha vuelto mucho más notoria la predicción de Huxley aunque más de 500 años antes de lo previsto por el escritor.
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martes, 22 de noviembre de 2016
La codicia de Piñera
El economista Sebastián Edwards se refirió a la situación que enfrenta el ex Presidente Sebastián Piñera luego que se diera a conocer que su sociedad Bancard realizó inversiones en la pesquera peruana Exalmar en paralelo al conflicto nacional con Perú en La Haya, mientras era Presidente de la República.
"Yo conozco a Sebastián Piñera hace mucho tiempo, soy amigo de él, y creo que (él) no se aprovechó y no hubo ningún interés en este tema de las inversiones en Perú. Pero no lo exime de que haya sido una cosa sumamente desprolija, son dos cosas distintas. Yo no creo que haya querido profitar, pero hay una situación que es desprolija y que lo complica", comenzó señalando Sebastián Edwards en el programa de TVN "Mejor Hablar de Ciertas Cosas", conducido por el periodista Matías del Río.
En ese sentido, apuntó que "si tú eres Piñera y te presentas a Presidente, la primera cosa que dices con tu equipo: aquí hay cosas que hay que tener absoluta seguridad. Por ejemplo, no podemos tener inversiones en cuestiones que tienen que ver con pornografía, no podemos tener inversiones en armamento, armas de destrucción, en cuestiones que están al borde de la ley, en países limítrofes. Le faltó un rayado de cancha que es bastante evidente. Hubo una despreocupación y eso me parece a mí que lo complica".
Asimismo, hizo hincapié en que "la pregunta que se está haciendo la gente es para qué Piñera quiere más plata" y reiteró que su problema tiene que ver con una falta de transparencia, "debió haber pasado todo a un fideicomiso".
A juicio de Edwards, el eventual precandidato de la derecha es "codicioso" y recordó al respecto: "Le dije que tenía que regalar toda su plata y se enojó mucho conmigo (...) estaba furioso, y me contestó: ¿y por qué no regalai la tuya huevón?".
__________
El Mostrador
Trump y el desmoronamiento del mundo que conocemos
Robert Skidelsky, Project Syndicate
El establishment republicano se apresuró raudamente a presentar al presidente electo Donald Trump como una garantía de continuidad. Por supuesto, no es eso en absoluto. Hizo campaña contra el establishment político y, como dijo en un mitin preelectoral, una victoria para él sería un "Brexit plus, plus, plus". Con dos terremotos políticos en el lapso de unos meses, y otros que seguramente vendrán, bien podríamos coincidir con el veredicto del embajador de Francia ante Estados Unidos: el mundo como lo conocemos "se está desmoronando frente a nuestros ojos".
La última vez que parecía estar sucediendo lo mismo fue la era de las dos guerras mundiales, 1914 a 1945. La sensación entonces de un mundo "que se venía abajo" fue capturada por el poema de William Butler Yeats de 1919 "El segundo advenimiento": "Todo se desmorona; el centro cede; la anarquía se abate sobre el mundo". En un momento en que las instituciones de gobierno tradicionales estaban absolutamente desacreditadas por la guerra, el vacío de legitimidad iba a ser ocupado por demagogos poderosos y dictaduras populistas: "Los mejores carecen de toda convicción, mientras que los peores están llenos de apasionada intensidad". Oswald Spengler tuvo la misma idea en su obra La decadencia de Occidente, publicada en 1918.
El establishment republicano se apresuró raudamente a presentar al presidente electo Donald Trump como una garantía de continuidad. Por supuesto, no es eso en absoluto. Hizo campaña contra el establishment político y, como dijo en un mitin preelectoral, una victoria para él sería un "Brexit plus, plus, plus". Con dos terremotos políticos en el lapso de unos meses, y otros que seguramente vendrán, bien podríamos coincidir con el veredicto del embajador de Francia ante Estados Unidos: el mundo como lo conocemos "se está desmoronando frente a nuestros ojos".
La última vez que parecía estar sucediendo lo mismo fue la era de las dos guerras mundiales, 1914 a 1945. La sensación entonces de un mundo "que se venía abajo" fue capturada por el poema de William Butler Yeats de 1919 "El segundo advenimiento": "Todo se desmorona; el centro cede; la anarquía se abate sobre el mundo". En un momento en que las instituciones de gobierno tradicionales estaban absolutamente desacreditadas por la guerra, el vacío de legitimidad iba a ser ocupado por demagogos poderosos y dictaduras populistas: "Los mejores carecen de toda convicción, mientras que los peores están llenos de apasionada intensidad". Oswald Spengler tuvo la misma idea en su obra La decadencia de Occidente, publicada en 1918.
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Economía Mundial,
Hegemonía y Dominación
lunes, 21 de noviembre de 2016
La ofensiva del gran capital y las amenazas para Latinoamérica
Theotonio Dos Santos, Alainet
La discusión en marcha en el mundo hoy se concentra en comprender la profundidad de la crisis financiera iniciada en 2007 y su relación con el conjunto de graves limitaciones del actual sistema mundial para garantizar la sobrevivencia de la humanidad. Estaríamos en una crisis final del capitalismo que hasta 2016 no ha alcanzado una recuperación suficiente, por lo menos en sus centros más importantes. En este contexto general, las economías hoy llamadas "emergentes" se desprenden de una posición subordinada del sistema mundial y conducen al surgimiento de muchos grupos de investigación que trabajan sobre la crisis mundial.
Como resultado de este giro de preocupaciones, emergen nuevos temas antes menospreciados en los centros de investigación conservadores, como la importancia de la concentración de la producción, del ingreso y de las riquezas, así como del intercambio mundial de bienes y valores. Podría deducirse que sería casi imposible prever e interpretar estos fenómenos antes despreciados o, inclusive, suprimidos del centro de las preocupaciones científicas.
No creo que debamos hacer un trabajo demasiado grande para localizar las principales tendencias que se están desarrollando en la economía mundial para tener una capacidad de previsión y de identificación de sus posibles direcciones. La verdad es que la crisis iniciada en 2007 era relativamente previsible, pero su profundidad y duración sí se hizo más difícil de prever, debido a la existencia de muchos factores condicionantes de la misma. Si analizamos globalmente las últimas estadísticas macroeconómicas, veremos que emergen nuevos poderes económicos, sobre todo en Asia y, particularmente, China e India. El gobierno chino, principalmente, está activando sus reservas (de cerca de 400 billones de dólares, o trillones en inglés) que representan un enorme volumen de liquidez en un mundo donde prevalecen las deudas en los antiguos centros de poder. El antiguo grupo de las siete mayores economías y la Trilateral (Estados Unidos, Europa y Japón) son cada vez más incapaces de pagar sus deudas que son, por lo general, mayores que el valor de sus Productos Internos Brutos (PIB), pues se trata de economías donde prevalecen los déficits comerciales externos y los déficits fiscales internos.
La discusión en marcha en el mundo hoy se concentra en comprender la profundidad de la crisis financiera iniciada en 2007 y su relación con el conjunto de graves limitaciones del actual sistema mundial para garantizar la sobrevivencia de la humanidad. Estaríamos en una crisis final del capitalismo que hasta 2016 no ha alcanzado una recuperación suficiente, por lo menos en sus centros más importantes. En este contexto general, las economías hoy llamadas "emergentes" se desprenden de una posición subordinada del sistema mundial y conducen al surgimiento de muchos grupos de investigación que trabajan sobre la crisis mundial.
Como resultado de este giro de preocupaciones, emergen nuevos temas antes menospreciados en los centros de investigación conservadores, como la importancia de la concentración de la producción, del ingreso y de las riquezas, así como del intercambio mundial de bienes y valores. Podría deducirse que sería casi imposible prever e interpretar estos fenómenos antes despreciados o, inclusive, suprimidos del centro de las preocupaciones científicas.
No creo que debamos hacer un trabajo demasiado grande para localizar las principales tendencias que se están desarrollando en la economía mundial para tener una capacidad de previsión y de identificación de sus posibles direcciones. La verdad es que la crisis iniciada en 2007 era relativamente previsible, pero su profundidad y duración sí se hizo más difícil de prever, debido a la existencia de muchos factores condicionantes de la misma. Si analizamos globalmente las últimas estadísticas macroeconómicas, veremos que emergen nuevos poderes económicos, sobre todo en Asia y, particularmente, China e India. El gobierno chino, principalmente, está activando sus reservas (de cerca de 400 billones de dólares, o trillones en inglés) que representan un enorme volumen de liquidez en un mundo donde prevalecen las deudas en los antiguos centros de poder. El antiguo grupo de las siete mayores economías y la Trilateral (Estados Unidos, Europa y Japón) son cada vez más incapaces de pagar sus deudas que son, por lo general, mayores que el valor de sus Productos Internos Brutos (PIB), pues se trata de economías donde prevalecen los déficits comerciales externos y los déficits fiscales internos.
Publicado por
mamvas
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4:47 p.m.
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