miércoles, 28 de noviembre de 2018

La pesadilla de Polanyi

Alejandro Nadal, La Jornada

Para entender el daño que el neoliberalismo ha causado en nuestras sociedades, es bueno tomar algo de distancia histórica. La perspectiva desde horizontes temporales largos permite cuestionar los mitos y leyendas que impiden una crítica certera sobre la economía de mercado y el capitalismo. Un vistazo al pasado ayuda a comprender que las heridas en el tejido social no son superficiales y que se acompañan de una peligrosa mutación hasta en la misma forma de pensarnos.

Lo primero que enseña la perspectiva histórica es que la sociedad de mercado no siempre existió. Este es el hallazgo fundamental de Karl Polanyi, autor de la obra magistral La gran transformación. Si bien los mercados eran conocidos desde finales de la llamada edad de piedra, las relaciones puramente mercantiles estaban acotadas por otro tipo de relaciones sociales que no tenían nada que ver con precios y mucho menos con una finalidad de lucro. Para decirlo en palabras de Polanyi, no es lo mismo una sociedad con mercados que una sociedad de mercado.

Ninguna sociedad puede sobrevivir sin un sistema económico. Pero el sistema económico basado en la idea de un mercado autorregulado es una novedad en la historia. En la antigüedad existieron mercados de todo tipo de bienes, desde telas y sandalias hasta utensilios y alimentos. Había precios y monedas. Pero las relaciones mercantiles estaban sumergidas en una matriz de relaciones sociales cuya racionalidad no era obtener ganancia o beneficio económico. Como dice Polanyi, aquellas relaciones mercantiles estaban encasilladas en otro tipo de relaciones sociales.

martes, 27 de noviembre de 2018

La enorme crisis social creada por las políticas neoliberales de gobiernos españoles y catalanes

Vicenç Navarro, Nueva Tribuna

La aplicación de políticas neoliberales, como las reformas laborales que tenían como objetivo, en teoría, aumentar la flexibilidad laboral (lo cual consiguieron a costa de un enorme crecimiento de la precariedad, de la inestabilidad laboral y de la desprotección social), y como los recortes del gasto y empleo públicos que han afectado especialmente a las transferencias y servicios públicos del ya muy poco financiado Estado del Bienestar español, incluyendo el catalán (a fin de reducir el déficit público con la intención, en teoría, de tranquilizar a los mercados financieros), por parte de los gobiernos liderados en España por el Sr. Zapatero primero y por el Sr. Rajoy después (con el apoyo de Ciudadanos), y de los gobiernos del Sr. Mas y del Sr. Puigdemont –y ahora del Sr. Torra– (en alianza con Unió Democràtica y más tarde con ERC) en Catalunya, ha tenido un impacto devastador en la calidad de vida y el bienestar de las clases populares de España, incluyendo Catalunya. Nunca antes en el periodo democrático se había visto tal deterioro. Desde el inicio de la Gran Recesión –causada por la aplicación de tales políticas– en 2007 hasta el año pasado, 2017, la tasa de desempleo pasó de un 8,2% a un 17,2% (un crecimiento del 110%). En número de personas, significó pasar de tener 1.846.000 parados a tener 3.917.000 (2.071.000 personas más). Durante el mismo periodo de tiempo 2007-2017, el porcentaje de personas en paro de larga duración pasó de ser un 1,7% (377.000 personas) a un 7,7% (1.724.000 personas). El porcentaje de trabajadores que ganaron solo una tercera parte del salario medio pasó de ser el 21% a un 27% (en el caso de personas solteras sin hijos), y del 13% a un 14% en el caso de parejas con un salario y dos hijos. Y el porcentaje de trabajadores que ganaban menos del salario mínimo subió de un 8,8% a un 12%. Hoy España (incluyendo Catalunya) tiene una de las tasas de riesgo de pobreza más altas en la UE (un 22%), que es incluso mayor en el caso de los niños (32%).

jueves, 22 de noviembre de 2018

Unctad y el círculo vicioso de los Medici

Alejandro Nadal, La Jornada

En las pasadas tres décadas el orden económico que emergió de la Segunda Guerra Mundial se erosionó por el abandono de la política de pleno empleo, la mayor movilidad del capital, la reducción del ingreso de la clase trabajadora, el recorte en el gasto social en casi todas las economías del mundo y el aumento del poder de mercado de las grandes corporaciones. Hoy, el fantasma de nuevas guerras comerciales y la gran desconfianza que buena parte del electorado ha manifestado en muchos países frente a las instituciones tradicionales amenazan con aniquilar lo poco que quedó de aquel orden económico que fue testigo de la era dorada del capitalismo.

Hace dos semanas la Unctad dio a conocer su informe anual para 2018 (unctad.org) y ya desde el título, con una referencia a la quimera del libre comercio, envía un mensaje que nadie debe ignorar. La tesis fundamental del informe es que la globalización neoliberal, que tantas veces fue descrita como ejemplo de eficiencia, flexibilidad y competitividad, ha desembocado en un mundo quebradizo y marcado por un desempeño económico mediocre. Hoy la globalización se caracteriza por mayor desigualdad, una intensa concentración de poder de mercado en unas cuantas megacorporaciones y la subordinación incondicional al mundo de las finanzas.

sábado, 17 de noviembre de 2018

Bolsonaro, una amenaza para el Amazonas

Ulises Noyola Rodríguez, Alai

La región del Amazonas está amenazada por las actividades de las empresas del agro-negocio tras el triunfo electoral de Jair Bolsonaro. El futuro presidente designó a Tereza Cristina, líder del Frente Parlamentario de la Agropecuaria, como ministra de Agricultura. Este grupo parlamentario, respaldado por las empresas del agro-negocio, ha impulsado varias iniciativas en el Congreso. Entre ellas destacamos el uso de agrotóxicos; el cultivo de transgénicos; y la explotación de los recursos naturales de las zonas protegidas en el Amazonas. Al tener el territorio brasileño la mayor parte del Amazonas, Bolsonaro amenazará la preservación de la biodiversidad y las comunidades indígenas.

La región tiene una enorme importancia por diversas razones: posee una gran diversidad de recursos naturales (agua, minerales, petróleo, madera, entre otros); mitiga los efectos del cambio climático a través de la absorción de emisiones de carbono; y representa un espacio vital para las comunidades indígenas. Por estas razones, la selva amazónica es un espacio geográfico que necesita ser preservado para la supervivencia de la raza humana. En caso de llevar adelante la explotación de las riquezas naturales del Amazonas, el gobierno de Bolsonaro enfrentará una fuerte oposición.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Bancos, comisiones y regulación bancaria

Alejandro Nadal, La Jornada

Si se quiere regular el sistema de tránsito, la solución es fácil: a los conductores que violan las reglas se les sanciona, y eso es todo. ¿Pero qué pasa cuando se ha construido un sistema de reglas que lleva a los conductores por todos los caminos equivocados? ¿Qué sucede cuando ese sistema de reglas contiene incentivos para que los vehículos circulen con exceso de velocidad y sus conductores puedan manejarlos en estado de ebriedad?

Esta metáfora fue formulada en alusión al régimen regulatorio del sistema bancario por Raghuram Rajan cuando era economista en jefe del Fondo Monetario Internacional. Es una muestra de cómo las preocupaciones sobre los abusos del sistema bancario han llegado a la cima de los organismos reguladores. A nadie escapa el hecho de que las raíces profundas de la crisis financiera de 2008 estuvieron vinculadas a esos abusos y excesos de los bancos.

La controversia provocada por la iniciativa para regular las comisiones que cobran los bancos en México recuerda la metáfora de Rajan. Esa discusión debería abrir la puerta a un debate más amplio sobre todo el sistema regulatorio del sistema bancario, sin olvidar que las operaciones de los bancos comerciales son el condicionante fundamental de la política monetaria.

martes, 13 de noviembre de 2018

Yemen, el infierno creado por Arabia Saudí

Mientras el territorio yemení es arrasado desde hace casi cuatro años por los bombardeos de Arabia Saudí, el mundo mira para otro lado

Leandro Albani, La tinta

Yemen es un infierno. Y a nadie parece importarle. El país de Medio Oriente, uno de los más pobres del mundo, atraviesa una tormenta de bombardeos y matanzas impulsadas por Arabia Saudí desde hace casi cuatro años. La frontera entre las dos naciones del Golfo Pérsico se convirtió en una zona de nadie por donde el reino de la familia Saud descarga miles de toneladas de misiles que transformaron a Yemen en una tierra arrasada al borde del colapso.

Por estos días, las miradas están puestas en el príncipe heredero, Mohammed Bin Salman (MBS), debido al asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul. El escándalo internacional resuena en todos los medios, Estados Unidos –principal aliado de Arabia Saudí- se quiere mostrar decidido en condenar el hecho y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan se posiciona como un defensor absoluto de la libertad y filtra la información escalofriante sobre lo que le sucedió a Khashoggi en sus medios de comunicación afines. Pero a nadie parece importarle la crisis humanitaria en Yemen.

domingo, 11 de noviembre de 2018

Noam Chomsky: "La caravana huye de la miseria y de los horrores de los que EEUU es responsable"


Los integrantes de la caravana de migrantes centroamericanos que se dirigen hacia EEUU "huyen de la miseria y de los horrores" de los que Washington es responsable, sostiene el reconocido filósofo, lingüista y activista estadounidense Noam Chomsky.

En una entrevista en Democracy Now, el intelectual subraya que esta caravana "de personas pobres y miserables" huye de "la opresión severa, la violencia, el terror y la pobreza extrema" en Honduras, Guatemala y El Salvador, tres países "que han estado bajo la dura dominación de EE.UU. desde hace mucho tiempo, particularmente desde la década de los 80", cuando las guerras de terror de Ronald Reagan "devastaron particularmente a El Salvador y Guatemala y, en segundo lugar, a Honduras".

viernes, 9 de noviembre de 2018

Los multimillonarios cada vez más ricos. Como nunca en la historia de la humanidad

Rupert Neat, Bitacora

Las fortunas de los superricos de hoy han aumentado a un ritmo mucho más alto desde comienzos del siglo XX, cuando familias como los Rothschild, Rockefeller y Vanderbilt controlaban inmensas riquezas. El informe, de UBS y contables de PwC, ha dicho que hay tanto dinero en manos de los ultrarricos que se está creando una nueva oleada de ricos y poderosas familias de varias generaciones.

"Los últimos 30 años han visto mucha más creación de riqueza que la Gilded Age", ha dicho el informe UBS de millonarios de 2018. "Ese periodo crió a generaciones de familias en los Estados Unidos y Europa que influyeron en los negocios, la banca, la política, la filantropía y las artes durante más de 100 años. Con la riqueza preparada para ser transferida por los emprendedores a sus herederos en los próximos años se están creando las familias de varias generaciones del siglo XXI".

Los 2.158 multimillonarios del mundo hicieron crecer su riqueza combinada en 1,4 billones de dólares el último año, más que el PIB de España o Australia, mientras los mercados financieros al alza han ayudado a los ya de por sí muy ricos a conseguir el "mayor crecimiento absoluto de todos los tiempos".

Más de 40 de los 179 nuevos multimillonarios creados el año pasado heredaron su riqueza, y dado el número de multimillonarios por encima de los 70 años, los autores del informe esperan que otros 3,4 billones sean legados durante los siguientes 20 años.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

El odio y la guerra en Estados Unidos

Alejandro Nadal, La Jornada

Donald Trump y Barack Obama advirtieron en repetidas ocasiones que las elecciones legislativas de este pasado martes en Estados Unidos serían las de mayor consecuencia en la historia de ese país. Tenían razón. Pero cuando se apuntó que los comicios serían una especie de referéndum nunca se dijo que el tema más profundo, el de la guerra y la paz, estaría ausente de esta jornada electoral.

Unos días antes de las votaciones para renovar el Poder Legislativo en Estados Unidos, el economista Paul Krugman señaló que el odio estaría en las boletas electorales. Ganador del Premio Nobel de Economía, Krugman tiene una columna en el New York Times y es una de las voces más influyentes en su país. Sin duda tenía razón, pero paradójicamente le faltó agregar que las guerras de su país no tienen cabida en el debate electoral. Ese hecho revela que en la sociedad estadounidense el patriotismo se ha convertido en una enfermedad que ha infectado a demócratas y republicanos por igual.

En el más reciente informe sobre operaciones bélicas dado a conocer por la Casa Blanca, se señala que las fuerzas armadas de Estados Unidos están peleando siete guerras. (El informe). Las operaciones van desde Afganistán e Irak, hasta Siria, Yemen, Somalia, Libia y Níger. Esas intervenciones se llevan a cabo bajo la Autorización para el empleo de la fuerza armada, promulgada en 2002, a unos meses de los atentados contra las Torres Gemelas. Según la Casa Blanca, las operaciones se llevan a cabo en contra de Al Qaeda, las fuerzas del Estado islámico (ISIS), Al-Shabaab y, por último, la red de fuerzas fieles al talibán. Las hostilidades ocupan todo el territorio de lo que la administración Obama definió como el arco de inestabilidad.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Jair Bolsonaro: una amenaza para la amazonía y el mundo


La llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia del país con mayor biodiversidad del planeta ya encendió las alarmas de organizaciones civiles y activistas ambientales. El mandatario anunció que va a fusionar el Ministerio de Agricultura y el de Ambiente, decisión que puede generar graves consecuencias para la Amazonia.

Para Bolsonaro el medio ambiente no es una prioridad y así lo dejó claro durante la campaña. Cuestionó el Acuerdo de París, alegando que ponía en peligro la soberanía nacional, desestimó el ecologismo y afirmó que no habría “ni un milímetro más de tierras para los indígenas".

Además, las promesas del líder de la ultraderecha de reducir el tiempo para la concesión de licencias ambientales, de acabar con la “industria” de las multas para las grandes multinacionales que comprometen seriamente al medio ambiente y la detención de la demarcación de nuevas tierras para los pueblos originarios, representa un enorme riesgo para la selva misma y para el planeta, que padecen los estragos de la actividad humana.

sábado, 3 de noviembre de 2018

El capitalismo ha optado por el fascismo

Pedro Luis Angosto, Nueva Tribuna

Aunque haya desaparecido casi de los planes de estudio y en muchos ambientes se le considere algo del pasado, Karl Marx sigue vigente, y no hay más que ver lo que está ocurriendo en el planeta para saber que la lucha de clases -pese a que la conciencia de pertenecer a una sólo la mantienen los ricos- sigue siendo tan real como lo fue cuando Marx desarrolló sus teorías.

Creo que es difícil negar que el sistema democrático nacido tras la II Guerra Mundial al calor de la derrota del fascismo y de la Guerra Fría, entró en franca decadencia tras la disolución de la Unión Soviética, no porque la URSS continuase siendo un modelo, una aspiración, un referente para los trabajadores del mundo, sino porque su poder bélico, su competencia por la hegemonía mundial tenía entretenidos a los estrategas de Occidente en procurar su colapso, paso imprescindible para después acometer la laminación de los derechos políticos, económicos y sociales adquiridos por los trabajadores de Europa Occidental.

¿Qué ha ocurrido después? ¿Qué ha pasado para que los combativos trabajadores de los años cincuenta, sesenta y setenta se hayan convertido en corderitos mansos que se dedican a sacar brillo al matadero donde después serán sacrificados? ¿Qué, para que la burguesía progresista se haya tornado conservadora, acomodaticia, temerosa y fraccionaria? No sé si seré capaz de explicarlo, pero vamos a intentarlo.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Brasil: neoliberalismo y fascismo periférico

Alejandro Nadal, La Jornada

Durante la recta final de la campaña presidencial de 2016 en Estados Unidos, la señora Clinton preguntaba insistentemente al público que acudía a escucharla: ¿A poco no están mejor ahora que hace ocho años cuando Barack Obama acababa de ser elegido? Hillary quería hacer pensar a la gente que gracias a las políticas de Obama la economía se había recuperado de la crisis.

Pero para muchos de los asistentes a los rally de campaña de la candidata demócrata la respuesta era claramente negativa: el desempleo seguía siendo considerable, muchos habían perdido sus casas, las deudas con los bancos seguían asfixiándolos, los salarios se mantenían bajos y hasta su pensión mensual se contraía. La forma de contestar en una manifestación, ya sea a mano alzada o con griterío, nunca es una buena opción, así que el público optó por llevar la respuesta al día de las elecciones. Muchos prefirieron no votar, otros de plano favorecieron a Trump. Gracias al Partido Demócrata y su complicidad con el neoliberalismo, triunfó quien con gran instinto oportunista había entendido el resentimiento de la gente.

El domingo pasado triunfó en Brasil el candidato del protofascismo Jair Bolsonaro. La prensa internacional se ha apresurado a llamarle el Trump tropical porque esa victoria electoral tiene varios paralelismos importantes con el ascenso del Donald a la Casa Blanca. En ambos políticos se anida un instinto perverso y sádico frente a minorías, mujeres, extranjeros y migrantes, así como un claro desprecio por el medio ambiente y la negación del cambio climático (al igual que Trump, Bolsonaro ya ha anunciado que abandonará el Acuerdo de París). Sus inclinaciones estuvieron escondidas durante los 27 años que estuvo en el Congreso, pero en la campaña se desplegaron sin frenos. Mucho se ha escrito sobre estas características de personalidad en ambos personajes, pero más allá de esto hay otro rasgo en común que tiene que ver con la evolución de la vida política en Estados Unidos y en Brasil.

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