domingo, 20 de septiembre de 2015

Economistas frente a la Economía


Dani Rodrik, Project Syndicate

Desde finales del siglo XIX, cuando la economía adquirió pretensiones científicas recurriendo cada vez más a las matemáticas y la estadística, los economistas han sido acusados de una diversidad de pecados. Las acusaciones -incluidos el orgullo desmedido, la desatención de los fines sociales, aparte de los ingresos, la atención excesiva a las técnicas formales y los fallos al predecir los acontecimientos económicos más importantes, como, por ejemplo, las crisis financieras- han solido proceder de personas ajenas a ella, o de unos heterodoxos marginales, pero últimamente parece que incluso los principales teóricos de la disciplina están descontentos.

Paul Krugman, premio Nobel que también publica artículos en la prensa, ha convertido en un hábito las críticas muy severas a la última generación de modelos de macroeconomía por haber desatendido las anticuadas verdades keynesianas. Paul Romer, uno de los iniciadores de la nueva teoría del crecimiento, ha acusado a algunos nombres destacados, incluidos al premio Nobel Robert Lucas, de lo que llama "matematicidad"; utilizar las matemáticas para enturbiar en lugar de aclarar.

La geopolítica del agua del siglo XXI


Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

Un impactante análisis de Peter Engelke, becario del Atlantic Council, y de Russell Sticklor, investigador del Stimson Center, contempla las guerras del agua como el próximo gran detonador de conflictos globales, en el influyente portal The National Interest (http://goo.gl/EUXIF9).

Aunque pertenecen a escuelas ultraconservadoras de Estados Unidos –similares en su irredentismo trasnacional a los polémicos Aspen Institute y Wilson Center (que prohijó con el ITAM el regalo del petróleo de México a Estados Unidos)–, Peter Engelke y Russell Sticklor abordan la geopolítica del agua para el siglo XXI, análoga a la del petróleo que configuró la geopolítica del siglo XX: el agua tiene el poder de reordenar las relaciones internacionales en el siglo presente y su geopolítica mundial emergente es complicada ya que los recursos de agua fresca (http://goo.gl/1rrWWq) están distribuidos en forma desigual en todo el planeta.

Un sistema financiero hijo de la desregulación

Raúl Dellatorre, Página 12

El debate de los nueve principios votados en la Asamblea de las Naciones Unidas, como mecanismo de defensa de los países soberanos en situación de reestructuración de deuda, dejó a la vista situaciones que hoy atraviesan la disputa por el futuro del sistema financiero mundial. Una de ellas es la férrea oposición de los países que contienen los mayores centros financieros mundiales (Londres y Nueva York), a cualquier forma de regulación al sistema y a sus principales actores. El voto de Estados Unidos y Gran Bretaña en contra de imponerle condiciones o limitar el accionar de los fondos buitre tiene su correlato en la actitud, como mínimo, “permisiva” que estos mismos países tienen frente a conductas ilegales probadas de algunos de los principales bancos globales. Estas entidades utilizan esos mismos centros financieros para operar desde allí y coordinar la circulación de los capitales que fugan hacia paraísos o “guaridas”, con el fin de evasión y ocultamiento. En esos destinos son resguardados, ocultados y multiplicados a través de los servicios que ofrece esa misma banca global. Otros dos países que incluyen centros financieros de importancia, ligados a los anteriores (Frankfurt y Tokio), también votaron en contra de la propuesta contra los buitres que Argentina llevó a la ONU: ellos son Alemania y Japón. Canadá e Israel, por distintas razones, tienen fuertes nexos y compromisos con el poder financiero estadounidense. Es decir que los seis votos en contra de la propuesta que llevó Argentina a la ONU se podrían explicar por los intereses en juego en esta disputa en el sistema financiero mundial por ponerle reglas a una operatoria ya estructuralmente delictiva.

sábado, 19 de septiembre de 2015

La carrera global a la baja


Lucia Pradella, Viento Sur

El desempleo ha alcanzado cotas sin precedentes en Europa Occidental, los salarios menguan y los ataques al movimiento obrero organizado se intensifican. En 2013, alrededor de un cuarto de la población europea occidental, unos 92 millones de personas, se hallaba en riesgo de pobreza o exclusión social. Eran unos 8,5 millones de personas más que antes de la crisis. La pobreza, la privación material y la sobreexplotación, tradicionalmente asociadas al Sur, reaparecen en las partes ricas de Europa. La crisis está socavando el “modelo social europeo” y su presunción de que el empleo protege a los individuos de la pobreza. El número de ocupados pobres -trabajadores con empleo que viven en hogares con una renta anual inferior al umbral de pobreza- está creciendo y la austeridad va a empeorar las cosas mucho más en el futuro.

viernes, 18 de septiembre de 2015

La crisis en los mercados emergentes puede ser mucho peor que la de 1997


Los expertos del banco de inversión australiano Macquarie Group creen que la crisis que están sufriendo los mercados emergentes puede ser mucho peor que la de 1997. Mientras que el crack de hace ya 18 años fue como "un ataque al corazón en esta ocasión puede ser una enfermedad crónica".

La gran tragedia de los refugiados


Adolfo Sánchez Rebolledo, La Jornada

La gran tragedia de los refugiados en Europa nos retrotrae a escenarios que el mundo no vivía desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Y nos plantea, como entonces, dilemas políticos y morales que no pueden eludirse. Las cifras son terribles: casi la mitad de la población siria se ha desplazado dentro y fuera de sus ahora imaginarias fronteras; cerca de 2 millones llegaron a Turquía, unos 1.2 millones a Líbano, otros 650 mil se refugiaron en Jordania, 250 mil en Irak, es decir, se ubicaron en países solidarios pero sin la capacidad necesaria para atender la magnitud del problema social, cultural y económico que se les plantea. Los sirios, por supuesto, no son los únicos protagonistas de esta grave crisis humanitaria, pues ésta tiene en las orillas mediterráneas de África una de las caras más injustas y dolorosas expresiones de la irracionalidad del mundo contemporáneo.

jueves, 17 de septiembre de 2015

¿Hacia un colapso climático antropogénico?


John Saxe-Fernández II, La Jornada

Fidel Castro fue al meollo del asunto en Brasil, 1992: “las sociedades de consumo son las responsables fundamentales de la atroz destrucción del medio ambiente. Ellas nacieron de las antiguas metrópolis coloniales y de políticas imperiales que, a su vez, engendraron el atraso y la pobreza que hoy azotan a la inmensa mayoría de la humanidad. Con sólo 20 por ciento de la población mundial, ellas consumen las dos terceras partes de los metales y las tres cuartas partes de la energía que se produce en el mundo. Han envenenado los mares y ríos, han contaminado el aire… han saturado la atmósfera de gases que alteran las condiciones climáticas con efectos catastróficos que ya empezamos a padecer… Los bosques desaparecen, los desiertos se extienden, miles de millones de toneladas de tierra fértil van a parar cada año al mar. Numerosas especies se extinguen”. (youtube.com/watch?v=fk99iM_xdVM)

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Once reflexiones sobre esta crisis de refugiados

Desde Hungría, Olga Rodríguez, Viento Sur

1.- Desde este martes los refugiados que crucen la frontera se enfrentan a penas de 3 años de cárcel y de 5 años si al cruzarla dañan la valla: con ello se lanza el mensaje de que la valla importa más que las personas. Con la entrada en vigor de esta ley se pasa a una segunda fase, más oscura, más peligrosa.

2.- Hungría no es un actor aislado. Más bien hace parte del trabajo sucio de la Unión Europea: ahora cierra por completo la valla con concertinas –de fabricación española– levantada en la frontera con Serbia, y en las semanas de atrás ha estado controlando los tiempos de los desplazamientos de los refugiados para retrasar su llegada a Austria, reteniéndolos en los campamentos.

martes, 15 de septiembre de 2015

El virus japonés infecta la economía global


Alejandro Nadal, La Jornada

La economía japonesa fue un motor súper dinámico durante las cuatro décadas que siguieron a la segunda Guerra Mundial. Pero a finales de la década de los ochenta la locomotora perdió velocidad. Las causas de la pérdida de dinamismo y la respuesta de la política macroeconómica fueron consideradas como excepcionales durante muchos años. Hoy la economía mundial tiembla de miedo al ver reflejada su imagen en el espejo japonés.

¿En qué se parece lo que hoy sucede en las economías occidentales y lo acontecido en Japón hace unos cinco lustros? La respuesta estriba en la presencia de una burbuja de dimensiones macroeconómicas en los precios de diversos tipos de activos. En Estados Unidos, por ejemplo, la burbuja en el precio de bienes raíces es casi idéntica a la de Japón, pero con unos 15 años de diferencia. Entre 1986 y 1992 el índice de precios de los bienes raíces en las regiones de Osaka y de Tokio aumentó de 100 a 222. Entre 1992 y 1997 el índice de precios sufre un colapso cercano a 40 por ciento. La comparación con Estados Unidos es sorprendente: entre 2001 y 2007 el índice de precios de bienes raíces en el grupo de las diez principales ciudades de Estados Unidos pasó de 100 a 220. Y entre 2007 y 2012 dicho índice se reduce en 30 por ciento.

Lehman Brothers, las burbujas financieras y la creación de dinero de la nada


A siete años de la quiebra de Lehman Brothers que desató la mayor crisis financiera de la historia y obligó a un rescate a la banca por 16 billones de dólares, la economía se encuentra al borde de una nueva crisis global. El flujo de dinero generado por los bancos centrales solo alentó la creación de nuevas burbujas que ahora implosionan al ritmo en que avanza la desaceleración china como demuestran los mercados bursátiles. Si lo que ocurrió hace siete años fue el estallido de la burbuja de crédito y hoy vemos el desplome de la burbuja de activos bursátiles, significa que nada se aprendió del colapso financiero de 2008.

La bancarrota de aquel gigante bancario con más de 150 años de historia que sobrevivió a la Guerra de Secesión, la Gran Depresión y las dos guerras mundiales afectó a todas las instituciones financieras de Estados Unidos y Europa. La onda de choque se propagó como un virus que dejó al descubierto las malas prácticas del sistema, los fraudes y la manipulación de los precios y los tipos de interés como fue el escándalos de la tasa Libor, Tibor y Euribor. El desempleo se disparó a niveles nunca vistos y aunque hoy parece ser un tema olvidado, el desempleo en Europa sigue en los niveles más altos de la historia. El conformismo ha creado una nueva situación económica y todos parecen estar felices y tranquilos.

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14 años de terror


David Brooks, La Jornada

Las imágenes de la ola de refugiados que inunda Europa se observan en todo rincón de este país, en las cenas se escuchan conversaciones muy informadas con los últimos detalles de los dramas que se viven, los tuits se intercambian entre personas muy conscientes para que todos, al instante, estén bien enterados, y finalmente el gobierno de Barack Obama anuncia su enorme gesto humanitario y generoso de que aceptará a 10 mil sirios el próximo año.

Mientras tanto, el viernes pasado se marcó el 14 aniversario de la fecha que ha dejado tan profunda huella en este país: el 11 de septiembre. Las dos columnas de luz que alcanzan el cielo brotan desde donde estaban las Torres Gemelas, mientras miles de turistas se congregan alrededor del sitio para observar el monumento/fuente/hoyo y la peregrinación de los familiares de los fallecidos; se inauguró un monumento más para recordar la fecha en el sitio donde cayó el avión en Pensilvania ese día, y también se marcó la fecha en el Pentágono.

lunes, 14 de septiembre de 2015

El fracking destruye hasta en Estados Unidos


Iván Restrepo, La Jornada

La televisión privada y la pública de Europa exhiben estos días documentales en los cuales se tratan temas relacionados con México. En uno se muestra la tragedia que viven los pueblos de Estados Unidos donde las compañías petroleras utilizan la técnica del fracking para extraer hidrocarburos. Ella demanda, entre otras cosas, muchísima agua y diversos químicos. Dos estados del vecino país, Dakota del Norte y Montana, son visitados por los reporteros del documental para saber los efectos de tan perjudicial forma de obtener oro negro y gas. En ambas entidades miles de granjeros se dedican a las actividades agropecuarias y existe desde hace mucho tiempo una ganadería muy importante. Pero mientras las pocas familias beneficiadas al ceder sus tierras a las petroleras para extraer hidrocarburos presumen cómo se hicieron ricas, decenas de productores del campo muestran los daños que la nueva actividad les ocasiona en lo económico, la salud y el ambiente en general.

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