jueves, 14 de julio de 2016

La falacia del futuro sin trabajo y de la revolución digital como causa del precariado


Vicenç Navarro, Público

Existe una percepción bastante generalizada de que las nuevas tecnologías de automatización, biotecnología, digitalización e inteligencia artificial están revolucionando los puestos de trabajo, con enormes implicaciones en el número de trabajos disponibles, pues todas estas innovaciones permiten, a través de un enorme crecimiento de la productividad, realizar las mismas tareas con un número mucho más reducido de trabajadores. Se supone que la sustitución de trabajadores por máquinas y robots es un fenómeno generalizado hoy en los países del capitalismo avanzado, atribuyéndose la disminución de la población que trabaja, así como los cambios que están experimentando aquellos que continúan trabajando, a la introducción de todos esos cambios que componen lo que se conoce como la revolución digital. Tal revolución no solo ha eliminado puestos de trabajo, sino que ha configurado los que permanecen, al permitir una gran flexibilidad del mercado laboral, sustituyendo trabajos estables por otros inestables. En esta percepción de lo que está ocurriendo en los modernos mercados de trabajo, se asume que de la misma manera que la cadena de montaje (propia del fordismo -que caracterizó la revolución industrial-) produjo a la clase trabajadora, la robótica y la inteligencia artificial propia de la llamada revolución digital están creando el precariado (mezcla de los términos “precario” y “proletariado”).

En esta lectura de la realidad, la clase trabajadora industrial está siendo sustituida por el precariado, trabajadores que tienen unas condiciones de trabajo muy precarias, con trabajos poco estables y muy flexibles, con bajos salarios y contratos muy cortos. En esta situación se asume que el mercado de trabajo estará compuesto por una minoría con trabajos estables y salarios altos, poseedores de elevado conocimiento especializado, que dirigirán las empresas digitalizadas, un número mayor de trabajadores poco especializados y con bajos salarios, y una gran mayoría que no tendrá trabajo, pues la revolución digital irá haciendo innecesario el trabajo que requiere una intervención humana. De ahí la imagen de que nos encontraremos en un futuro muy próximo con que casi la mitad de puestos de trabajo habrá desaparecido.

miércoles, 13 de julio de 2016

De economistas y oráculos

Alejandro Nadal, La Jornada

Los economistas fueron durante mucho tiempo algo parecido a los oráculos en la antigua Delfos. Sus consejos sobre política económica eran mensajes de los dioses: sagrados anuncios de eventos que el destino había marcado. De no seguirse las recetas de política económica que recomendaban, las consecuencias serían funestas. Sus anuncios parecían desplegarse como si fueran fruto del contacto directo con los dioses.

Muy poca gente discutía la veracidad de su contenido. Y en la disciplina misma, sólo una minoría seguía el derrotero de la crítica y del trabajo analítico serio para abordar las preguntas más urgentes y relevantes. A ese grupo minoritario se le castigaba con el ostracismo y con la marginación.

Hoy la imagen de los economistas se ha empañado y la credibilidad en sus oráculos esotéricos se ha perdido. Su desprestigio ha ido en aumento. Las causas y la evolución de la crisis financiera global no han sido entendidas por los más connotados economistas del mundo. Hoy algunos de estos guardianes del templo presagian una nueva etapa de estancamiento secular. Pero al igual que los oráculos sibilinos, el misterio rodea sus augurios y se desconocen las raíces de esta nueva etapa en el desarrollo del capitalismo mundial.

martes, 12 de julio de 2016

Una visión alternativa de la declaración de la independencia de la Argentina

Atilio Boron, Alainet

El proceso emancipatorio que se desataría con fuerza en el Río de la Plata luego de la derrota de las dos invasiones inglesas a Buenos Aires, en 1806 y 1807, enfrentó desde su nacimiento a dos formaciones sociopolíticas muy claramente definidas.

Por un lado, un bloque oligárquico-colonial que a través de sucesivas mutaciones llega hasta la actualidad y que hoy se encarna en el macrismo como su expresión sociopolítica; enfrentándolo había un sector de inspiración jacobina que concebía a la emancipación como un paso hacia la construcción de un nuevo tipo de sociedad, liberada de las lacras del viejo orden colonial.

Figuras sobresalientes en este grupo eran Mariano Moreno, Juan José Castelli y Bernardo de Monteagudo, todos graduados de la Universidad de Chuquisaca, la segunda universidad creada en suelo americano después de la de Santo Domingo y situada en lo que hoy es la ciudad de Sucre. De esta suerte de Harvard hispanoamericana de la época colonial salieron algunos de los cuadros intelectuales más importantes de los procesos independentistas de Sudamérica.

lunes, 11 de julio de 2016

Joseph Stiglitz: del Brexit al futuro

Joseph Stiglitz, Project Syndicate

Pasará mucho tiempo antes de que Gran Bretaña y Europa asimilen, en su plenitud, las implicaciones del referéndum “Brexit” del Reino Unido. Las consecuencias más profundas, por supuesto, dependerán de la respuesta de la Unión Europea a la retirada del Reino Unido. En un principio, la mayoría de las personas asumieron que la UE no “se patearía a sí misma, autocastigándose”, al fin y al cabo, un divorcio amigable parece ser lo mejor para todos. Sin embargo, el divorcio – como pasa en muchos casos – podría llegar a ser problemático.

Los beneficios del comercio y la integración económica entre el Reino Unido y la EU son mutuos y si la UE tomó en serio su convicción de que una mayor integración económica es la mejor alternativa, sus líderes deberían buscar garantizar los vínculos más cercanos posibles teniendo en consideración las circunstancias. Sin embargo, Jean-Claude Juncker, el arquitecto de los mecanismos de evasión de impuestos corporativos masivos de Luxemburgo y en la actualidad Presidente de la Comisión Europea, está tomando una línea dura: “fuera significa fuera”, dice él.

domingo, 10 de julio de 2016

¿El fin del capitalismo?

Luis González Reyes, Rebelión

¿Qué es el capitalismo?

El capitalismo es un sistema económico que persigue la reproducción del capital. Esta reproducción se realiza mediante la inversión de dinero (D) en mercancías, maquinaria, materias primas, energía y fuerza de trabajo que generan bienes y servicios (M), con el objeto de conseguir con su venta más dinero (D'). Por lo tanto es obvio que, para que exista reproducción del capital, tiene que haber materia, energía y trabajadoras/es por una lado [1] y consumidoras/es por el otro.

Otra posible circulación sería D-D', en la que el dinero se invertiría en operaciones financieras para conseguir un beneficio mayor. En realidad, la circulación D-D' se apoya sobre la D-M-D'. La economía financiera lo que hace es detraer parte de la plusvalía de la economía productiva y multiplicarla aparentemente (crea más dinero, pero no más capital).

La cantidad que D' excede a D es la plusvalía. La primera forma de obtenerla es consiguiendo que los/as empleados/as trabajen produciendo más ingresos que los gastos. El capitalismo consigue esto por cuatro vías: alargar la jornada laboral, reducir los salarios, aumentar la cantidad de personas que trabajan e incrementar la productividad. Como las tres primeras tienen límites claros (los cuerpos humanos), el elemento central a largo plazo es el aumento de la productividad.

viernes, 8 de julio de 2016

Pánico inmobiliario de Reino Unido hace saltar todas las alarmas a la banca


Los fondos congelados de Reino Unido tejen una red imposible de desenmarañar. El pánico desatado en los fondos inmobiliarios británicos, que han decretado ya el cerrojazo e impiden a sus titulares recuperar lo invertido, ha centrado la atención sobre la vulnerabilidad del sector inmobiliario comercial, financiado mayoritariamente por bancos locales, pero cada vez más por bancos extranjeros y aseguradoras. La confianza de los consumidores británicos sufre su mayor caída en 21 años.

Los bancos británicos y sus sociedades inmobiliarias habían concedido unos 90.000 millones de libras (unos 105.000 millones de euros) en créditos al sector inmobiliario comercial a finales de 2015, según un estudio de la Universidad de Montfort.

Por su parte, los bancos alemanes, estadounidenses y de otros países muestran una exposición al sector de 55.000 millones de libras (58.000 millones de euros), tras haber incrementado sus inversiones en el sector desde la crisis financiera de 2008. Las aseguradoras, que antes de la crisis apenas tenían exposición, totalizaban 25.900 millones de libras (unos 30.000 millones de euros) en créditos.

Esto implica que todos ellos podrían verse afectados si la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea desemboca en una ralentización en la inversión empresarial y reduce la demanda por oficinas y centros comerciales. El valor total de la deuda inmobiliaria comercial se situaba en 183.300 millones de libras (214.000 millones de euros) a cierre de 2015, según el estudio De Montfort.

Acumulación por exterminio

Raúl Zibechi, La Jornada

La evolución de la guerra en el último siglo, en relación con la población, nos ofrece pistas sobre el tipo de sociedad en que vivimos. Hasta la Primera Guerra Mundial los combates sucedían entre ejércitos nacionales, en las barricadas, donde se producían las grandes carnicerías que inflamaron la conciencia obrera. Afectaban a la población de manera indirecta, por la muerte masiva de hijos y hermanos. Cuando lo hacían de forma directa, eran las más de las veces efectos colaterales del conflicto o, en ocasiones, escarmientos para debilitar la moral de quienes peleaban en el frente.

Con la Segunda Guerra Mundial las cosas cambian de manera radical. Desde los bombardeos de Hamburgo y Dresde hasta las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, pasando por el bombardeo japonés a Chongqing hasta los campos de concentración alemanes, el objetivo pasó a ser la población. Hay un antes y un después de esa guerra y de los campos de concentración, como señala Giorgio Agamben, ya que tanto el campo como el bombardeo estratégico se convirtieron en paradigmas de la política y de la guerra modernas.

jueves, 7 de julio de 2016

Tony Blair mintió sobre Irak y sus supuestas armas de destrucción masiva

El informe Chilcot reveló que Tony Blair tergiversó el informe del Comité de Inteligencia británico -el que no afirmaba que Hussein tuviera armas de destrucción masiva- y se sumó a la guerra de Bush haciendo caso omiso de las consecuencias que tendría la invasión a Irak

Tony Blair se convenció a sí mismo –y a su país– de que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva y, sin considerar los informes de inteligencia, decidió participar de la invasión a Irak en 2003. Aun cuando no se había establecido un criterio claro que justificara la guerra, el Gobierno británico se decidió por la vía bélica sin haber agotado todas las opciones pacíficas. A grandes rasgos, éstas son las severas conclusiones del informe Chilcot, que hoy por fin vio la luz después de siete años de gestación.

En 2009, Sir John Chilcot, autoridad política de trayectoria y miembro del Consejo Privado del Reino Unido, tomó a su cargo la misión de elaborar un informe conocido como el ‘informe Chilcot’ (The Iraq Inquiry), una investigación para esclarecer los términos de la participación del país en la guerra de Irak.

¿Cómo pueden existir los paraísos fiscales si tenemos al FMI, G7 y la OCDE vigilando?

El volumen que manejan las guaridas fiscales es según la OCDE de 240.000 millones de dólares anuales. Durante muchos años. Ese volumen hace que las arcas públicas de todos los estados se debiliten y disminuya la progresividad fiscal

Santiago González Vallejo, Mundo Obrero

En esta publicación no hay que argumentar el rechazo de lo que el propio capitalismo y sus rectores han creado y consolidado. Los paraísos o cuevas o guaridas fiscales (para señalar de forma más adecuada la ruindad de su objeto), están definidos por su opacidad –en lo que respecta a la ocultación de las personas físicas o jurídicas dueñas de los fondos depositados, y/o su origen, frecuentemente ligados a delitos-, y no pagar impuestos.

Los impuestos son una retracción de los ingresos de las personas para satisfacer los bienes y servicios públicos. El bienestar social, la educación, la sanidad, la previsión social, pero también la mutualización de limitar o hacer frente a riesgos sociales, ambientales o de seguridad, etc., se financian con impuestos. Hay una correlación entre impuestos y estado de bienestar. Porque si bien, los salarios, la negociación colectiva, son los ingresos directos de los trabajadores, los ciudadanos tienen otros ingresos ‘en especie’, los indirectos, que conforman todo un entramado de calidad de vida. Si no hay dinero, impuestos, se deterioran los servicios públicos, se privatizan –pasando al mercado y su distribución depende de la renta individual- o dejan de existir. Además, los impuestos facilitan una inversión colectiva que debe propiciar un desarrollo al país que favorece a todos y a su futuro.

“El sonambulismo liberal del pueblo negro está a punto de acabar”


En esta entrevista, Cornel West habla del neopopulismo de Bernie Sanders, del neofascismo de Donald Trump, y arrasa con el narcisismo miope que impidió cualquier tipo de crítica al neoliberalismo de Obama

George Souvlis, OpenDemocracy

El año pasado, cuando Bernie Sanders anunció su candidatura a las Primarias demócratas a la presidencia de los Estados Unidos, muy pocos creyeron que fuera a tener éxito. La mayoría asumió que la defensa pública de ideas como “socialismo democrático” o “revolución política” alejaría al electorado americano. Pero lo que vino fue una serie de increíbles victorias en varios Estados americanos.

Pocos pueden explicar mejor este cambio, así como el preocupante ascenso de Donald Trump, que el filósofo norteamericano Cornel West. Sus trabajo sobre el rol de la raza, el género y la clase en la sociedad americana, y su experiencia política como destacado militante del Democratic Socialists of America, le proporcionan una profunda comprensión del momento político, y de su significado para la izquierda. Su voz adquiere mayor peso aún en el escenario político actual, ya que Sanders lo eligió para formar parte de su plataforma en el Partido Demócrata.

George Souvlis (GS): ¿Cual es el legado de la administración Obama?

Los mitos neoliberales sobre la superioridad de lo privado sobre lo público

Vicenç Navarro, Público

En España, como resultado de la derechización de la gran mayoría de los principales medios de información (sean periódicos, radios o canales de televisión) del país, existe un sesgo neoliberal muy marcado entre los gurús mediáticos en las áreas económicas, que aparecen en programas de información económica, los cuales constantemente alaban las excelencias del sector privado, denunciando a su vez las supuestas ineficiencias y despilfarros del sector público. Frecuentemente estos economistas hacen referencia al modelo económico que suponen existe en EEUU (que erróneamente definen como liberal), señalando la superioridad de tal modelo sobre el modelo económico existente en la Europa Occidental, que ven estancado en las rigideces del sistema de regulación e intervencionismo público que frena la eficiencia y desarrollo económico de la Europa Occidental de este continente. Es casi imposible leer los diarios, oír la radio o ver la televisión sin que este mensaje de superioridad de lo privado sobre lo público se repita constantemente con una frecuencia machacona digna del mejor lavado de cerebro. Uno de los que tienen mayor visibilidad mediática en defensa de la economía privada versus la pública es el Sr. Sala i Martín, el economista neoliberal que la televisión pública catalana, TV3 (controlada por el partido neoliberal gobernante Convergència Democràtica de Catalunya), presenta explícitamente como “el economista de la casa”. Este economista neoliberal tiene un programa de una hora cada dos semanas en TV3 y recientemente hizo un programa con varios capítulos que le costó al contribuyente catalán nada menos que 400.000 euros (más IVA), programa que tenía como objetivo promocionar la visión neoliberal de la economía, haciendo un canto a las excelencias del mundo empresarial, acentuando el valor de la genialidad de los grandes emprendedores, y atribuyendo el éxito de las empresas más conocidas a la libertad que favorece el capitalismo. Este programa, Economia en Colors, se presentó de octubre a noviembre del 2015, habiendo recibido personalmente por cada capítulo 7.500 euros (4.500 como presentador más 3.000 como guionista), facturando un total de 60.000 euros. Es interesante notar que este programa, un canto al pensamiento liberal a favor del sector privado, se emitió en un medio público pagado por la ciudadanía a través de sus impuestos.

miércoles, 6 de julio de 2016

México: el retorno de los gemelos diabólicos

Alejandro Nadal, La Jornada

El gobierno mexicano afirma constantemente que las bases de la economía mexicana son sólidas. Éste es el mensaje subyacente de su retórica sobre los fundamentos de la economía. Pero mucha gente se pregunta: si eso verdad, ¿por qué no mejora mi situación?

La afirmación del gobierno parte de una premisa equivocada. En realidad los fundamentos no están sólidos. Un examen somero sobre el desempeño de los principales indicadores macroeconómicos revela debilidades decisivas. Lo más sobresaliente es quizás la magnitud y tendencias con el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos y con el déficit de las finanzas públicas.

El déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos fue equivalente a 2.8 por ciento del PIB para 2015. Puede que para algunos este resultado negativo no represente un foco rojo o señal de alarma importante. Ciertamente está muy lejos del nivel desastroso que alcanzó en 1994 (7.6 por ciento del PIB) justo antes de estallar la crisis de diciembre de ese año. Pero si se observa que este indicador está muy por arriba del promedio histórico para el periodo 1980-2015 (1.8 por ciento) entonces empiezan a surgir las preguntas.

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