lunes, 29 de febrero de 2016

Cinco claves sobre el tormentoso ciclo económico

Oriol Vallès Codina, Diagonal

Represión salarial, neokeynesianismo, China

En unos meses se cumplirán seis años del primer rescate del gobierno griego de 2010, a partir del cual se iniciaba la fase de lo que la troika gusta de llamar "austeridad expansiva" como principio rector de la política económica europea: duros recortes al Estado de bienestar y devaluación interna, en suma, represión salarial contra los ingresos de la clase trabajadora. A modo de justificación se vendía el experimento alemán a principios de los 2000 como una historia de éxito neoliberal, sin tener en cuenta que en efecto su competitividad había aumentado, pero precisamente en relación con Europa del Sur, para la cual Alemania es el principal exportador. Después de años de bonanza económica en un contexto muy inflacionario y marcado por burbujas de deuda privada y pública, la austeridad, impuesta desde las instituciones internacionales sin miramientos, sumió a Europa del Sur en una crisis brutal no sólo económica, sino también política y social. Seis años más tarde queda claro que de expansiva esa austeridad no tiene nada: el débil crecimiento de la Eurozona lo testifica. Ahora bien, el brutal estancamiento de la demanda que siguió en el sur europeo no disminuyó la potente capacidad exportadora de Alemania, ya que ésta simplemente se redirigió hacia China.

A diferencia de la Eurozona, constatando el tremendo impacto de la crisis de 2008 y el parón en la demanda global, China, hasta entonces potencia exportadora, decidió optar por un programa de estímulo masivo de corte keynesiano, el más grande de su historia, que se destinaría a construcción de viviendas, infraestructura rural, transporte, educación y sanidad, medio ambiente, industria, etcétera. Esto tuvo efectos muy claros en la economía globalizada, en la que China pasaría a destacar como motor de crecimiento global ahora también como potencia importadora, arrastrando así hacia arriba a sus socios comerciales, sobre todo países asiáticos, pero también a Alemania.

La exclusión del capitalismo en un mundo demoníaco

José Pablo Feinmann, Página 12

Las decenas y centenas de despidos fueron calificados como necesarios. El neoliberalismo siempre busca achicar el Estado. Uno puede argumentar: se comprende, el Estado, por ejemplo, de la Alemania de Bismarck y el kaiser Guillermo I, fue en sus inicios liberal pero de inmediato proteccionista. Porque el proteccionismo le sirvió para desarrollar la gran industria. El canciller de hierro –Bismarck– derrota a Francia en la guerra –precisamente llamada– “franco-prusiana” y logra, en 1871, la unidad de Alemania. En Francia estalla la Comuna de París. Y Alemania les devuelve a Thiers y Napoleón III todos los prisioneros que les ha tomado para que ahoguen esa revolución obrera, de la que Nietzsche (que esto no oblitere la necesaria lectura que se le debe al loco de Turín) y Marx dirán cosas muy diferenciadas. El primero, en carta al barón Carl von Gersdorff del 21/06/1871, dirá: “Sobresaliendo por encima de la lucha de las naciones, nos asustó la espantable cabeza de la hidra internacional” (Friedrich Nietzshe, Epistolario, Biblioteca Nueva, Madrid, 1999, p. 95). Marx, en La Guerra Civil en Francia, escribe: “Este ejército (el de Thiers) habría sido ridículamente ineficaz sin la incorporación de los prisioneros de guerra imperiales que Bismarck fue entregando de a plazos (...) para tener al gobierno de Versalles en abyecta dependencia con respecto a Prusia”.

A plazos o no, Francia pudo aplastar a los revolucionarios de la Comuna por los prisioneros que Bismarck le devolvió para esa tarea esencial que lo involucraba a él mismo, pues lo nacional unía a la burguesía de los dos países enfrentados y lo internacional (la lucha del proletariado) les producía un escozor intolerable: la visión de un mal que amenazaba a las clases dominantes de todos los países. Así, anota Marx, se produce, ante la Comuna, un hecho sin precedentes: “El ejército vencedor y el vencido confraternizan en la matanza común del proletariado (...) La dominación de clase ya no se puede disfrazar bajo el uniforme nacional: todos los gobiernos nacionales son uno solo contra el proletariado” (Marx escribe este texto entre abril y mayo de 1871). La represión de Thiers, al frente de 45.000 soldados franceses y también alemanes, fue de tal brutalidad, de tal ensañamiento, como jamás la ciudad de París había presenciado. Se calculan treinta mil muertos, cuarenta y cinco mil detenidos que continuaron siendo masacrados en las mazmorras y decenas de miles condenados al destierro o a trabajos forzados. (Vos, Lopérfido, musa: son cifras de Eric Hobsbawm y otros historiadores serios. Además, estas cifras se consolidan con un valor simbólico. Expresan el sadismo de los matarifes. Decir que fueron más o menos, desmerece el valor de cada vida. Por ejemplo: si los nazis mataron cuatro en lugar de seis millones de judíos, ¿qué se busca demostrar? ¿Qué, al fin y al cabo, no eran tan malos?)

Corto animado "Historia de un oso" da a Chile su primer premio Oscar


El cortometraje chileno "Historia de un oso" se convirtió en la primera producción chilena ganadora de un premio Oscar, tras triunfar en la ceremonia de este domingo en la categoría Mejor Cortometraje de Animación. La producción dirigida por Gabriel Osorio, de alrededor de 10 minutos, está inspirada en el exilio que vivió el abuelo del director y narra -como lo dice su título- la historia de un oso que fue separado de su familia y recuerda su vida a través de un diaporama. Patricio Escala, productor, y Gabriel Osorio, director, subieron a recibir el Oscar, que fue anunciado por los minions, y aseguraron estar muy felices. Osorio, incluso, dedicó el premio a su abuelo condenado al exilio durante la dictadura militar de Pinochet. "Estamos realmente contentos en este momento, (...) personalmente, quiero dedicar esto a mi abuelo que inspiró esta historia y a toda la gente que sufrió en el exilio, espero que esto no vuelva a ocurrir", fueron sus palabras.

domingo, 28 de febrero de 2016

Morgan Stanley encabeza el desplome del petróleo

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

Pam y Russ Martens, del portal Wall Street on Parade, demuestran cómo los megabancos de Wall Street “propiciaron el desplome del petróleo (http://goo.gl/oSLEuT)”, donde destaca Morgan Stanley (MS), que se apresta en el “México neoliberal itamita”, junto a Goldman Sachs y Citigroup/Banamex, a privatizar el agua gracias a su asociación estratégica con el itamita Jesús Reyes Heroles González Garza, quien preside la entelequia del Consejo Consultivo del Agua AC (http://goo.gl/rBl1MT).

Los Martens aducen que “de la profundidad del crash financiero de Wall Street, de junio de 2008 a inicios de 2009, el petróleo doméstico perdió 70 por ciento de su valor, con un desplome de 140 a 40 dólares”. Comentan que luego sucedió una cosa extraña, cuando en 2011, pese al débil crecimiento económico global, el petróleo regresó a más de 100 dólares hasta junio de 2014. Hoy el petróleo ha tenido un mayor desplome que cuando Wall Street estaba colapsando hace casi ocho años.

Ante el estupor de los congresistas, en julio de 2013, el senador Sherrod Brown, presidente del Subcomité Bancario de Instituciones Financieras y Protección al Consumidor, develó que los megabancos de Wall Street “atesoraron cantidades sin precedente de crudo físico, metales y otras materias primas en el periodo que llevó al crash”. En las audiencias del Senado, al examinar a las sociedades financieras (Financial Holding Companies), se cuestionó si “los bancos deben controlar plantas eléctricas, bodegas y refinerías (http://goo.gl/9QIMXx)”.

Chile es el país que menos impuestos le cobra a las empresas y el que más castiga al ciudadano de a pie

Angela Barraza Risso, El Ciudadano

Uno de los datos más relevantes que se considera en el FEM es la presión fiscal que dan los países a las empresas a través de los impuestos. Las puntuaciones más altas implican una menor competitividad.

Al analizar las cifras en América Latina, nos encontramos con la poco grata sorpresa de que los países en los que los negocios enfrentan menos presión son: Chile (27,9%), Ecuador (33%) y Perú (36%).

En el otro extremo de la lista -vale decir, los países donde los negocios enfrentan una mayor carga tributaria- se encuentran: Argentina (137,2%), Bolivia (83,7%) y Colombia (75,4%),

Este informe toma en consideración todos aquellos impuestos que son aplicados a los negocios, sin incluir en las cifras métricas a las personas que son empleados de dichos negocios.

Notas sobre el ciclo industrial en EEUU

José Antonio Rojas Nieto, La Jornada

Por fortuna y por desgracia para nuestros vecinos, desde inicios de 1984 su capacidad industrial instalada evolucionó a tasas anuales positivas, siempre considerando el nivel de un mes respecto del mismo mes del año anterior. Esta situación no fue ocasional. Se registró durante casi 20 años. Casi 240 meses. Sólo hasta inicios de 2004 –y por primera vez en la historia económica reciente de la industria estadunidense– empezaron a registrarse comportamientos negativos en este indicador tan significativo para la marcha de cualquier economía. El de la capacidad industrial instalada.

No voy a referirme en esta ocasión a indicadores que dan razón de diversos comportamientos económicos que acompañaron este significativo dinamismo de la industria vecina. Por ejemplo, el empleo, el salario, la productividad, las importaciones, las exportaciones. Y también –para dar otro ejemplo– el crédito. Me referiré por el momento sólo al gran dinamismo experimentado por el equipamiento industrial estadunidense en la minería, en las manufacturas y en las llamadas utilities de la electricidad y del gas natural, por su referencia al carácter de servicios públicos tradicionales. Es importante destacar que este fortalecimiento continuo de la capacidad industrial instalada –de ahí la fortuna– se acompañó de una evolución similarmente dinámica del nivel de producción industrial. No siempre es así, por paradójico que parezca.

sábado, 27 de febrero de 2016

Científicos advierten de una nueva amenaza para el planeta


El rápido calentamiento del Ártico podría tener un efecto "catastrófico" en el clima global y la prueba de ello es la escasa extensión de las banquisas —las placas de hielo marino— en la región, según ha advertido el presidente del Instituto Pacífico de California (Estados Unidos), el doctor Peter Gleik, al diario The Independent. Lo que está sucediendo en esa región "no tiene precedentes" con respecto a años anteriores, pues las banquisas se están derritiendo antes de lo previsto. Si descendiesen las temperaturas "es posible" que se recuperaran, aunque con la inminente llegada de la primavera al hemisferio norte "esto es muy poco probable", se lamenta Peter Gleik.

Para este científico, las consecuencias del fenómeno implicarían la formación de grandes y violentas tormentas, conocidas como 'ciclogénesis explosivas', que se generan cuando las masas de aire frío del Atlántico se combinan con masas de aire frío del Ártico. Asimismo, Gleik asegura que los cambios en la banquisa ártica y su volumen podrían reflejarse en los patrones de tormentas y lluvias en latitudes medias y especula con el hecho de que "los fuertes tornados fuera de temporada del centro de Estados Unidos y los nuevos patrones de las huracanes" estén relacionados con este fenómeno.
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Ver: El cambio climático es peor de lo que se ha dicho, Cambio climático

La teoría general de Keynes a sus 80 años

Robert Skidelsky, Project Syndicate

En 1935, John Maynard Keynes escribió a George Bernard Shaw: “Creo estar escribiendo un libro sobre teoría económica que revolucionará en gran medida – supongo que no enseguida, pero sí en el curso de los próximos diez años – el modo de pensar del mundo acerca de los problemas económicos”. Y, de hecho, la obra más destacada de Keynes, La teoría general del empleo, el interés y el dinero, publicada en febrero de 1936, transformó la economía y la formulación de políticas económicas. Ochenta años más tarde planteo la siguiente pregunta: ¿Se mantiene aún viva la teoría de Keynes?

Dos elementos del legado de Keynes parecen estar asegurados. En primer lugar, Keynes inventó la macroeconomía – la teoría de la producción en su conjunto. Denominó a su teoría con la palabra “general” para distinguirla de la teoría pre-keynesiana, que asumía un nivel único de producción – el pleno empleo.

Al mostrar cómo la economía podría permanecer atrapada en un equilibrio de “subempleo”, Keynes desafió la idea central de la economía ortodoxa de su tiempo: que indicaba que los mercados de todas las materias primas, incluyéndose entre ellas a la mano de obra, se equilibran de forma simultánea y automática mediante los precios. Además, el desafío planteado por Keynes implicó una nueva dimensión para la formulación de políticas: los gobiernos pueden tener la necesidad de incurrir en déficits para mantener el pleno empleo.

viernes, 26 de febrero de 2016

Paul Krugman: "Si España hubiese mantenido la peseta su industria sería más fuerte"



Paul Krugman, premio Nobel y profesor de Economía en la Universidad de Princeton, cree que si España no hubiera entrado en el euro la industria hubiera aguantado mejor durante la crisis. Además, el Nobel también ha negado que haya aconsejado al Gobierno de Grecia tras la victoria de Syriza en el país heleno.

En una entrevista realizada por Business Insider, preguntan a Krugman que cómo podrían España, Grecia o Portugal mejorar sus exportaciones: "España lleva tiempo viendo mejoras en sus exportaciones, tras un largo periodo de elevado desempleo los salarios se han mantenido a la baja". Esta situación ha permitido que los bienes y servicios producidos en España sean más competitivos.

Krugman sostiene que "España está actuando como una especie de centro de manufacturación dentro de Europa, España está empezando a sentir la recuperación. Sin embargo, Portugal está algo más lejos de lograr esa etapa".

Proyecto de oleoducto de Catar a Europa originó la guerra en Siria


La decisión de Estados Unidos de organizar una campaña para derrocar al presidente de Siria, Bashar al Assad, en gran parte se basó en la negativa de este mandatario a permitir el paso por su país de un gasoducto desde Catar hacia Europa, asegura el abogado Robert Kennedy júnior, sobrino del expresidente norteamericano John F. Kennedy, en un artículo para la revista Politico.

"Nuestra guerra contra Bashar al Assad no comenzó por las protestas civiles pacíficas de la Primavera Árabe en 2011", sino en 2000, "cuando Catar ofreció construir un gasoducto por valor de 10.000 millones de dólares que atravesara Arabia Saudita, Jordania, Siria y Turquía", señala Kennedy.

Esa infraestructura hubiera garantizado que los reinos suníes del golfo Pérsico tuvieran una ventaja decisiva en los mercados mundiales de gas y hubiese fortalecido a Catar, que es el aliado más cercano que Estados Unidos posee en la región, según destaca el autor, quien hace hincapié en que allí se encuentran dos de las principales bases militares norteamericanas y la sede del Mando Central de Estados Unidos en Oriente Medio.

jueves, 25 de febrero de 2016

La guerra del agua de las castas en India

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

India, la fascinante civilización milenaria que he visitado varias ocasiones, es una camuflada superpotencia nuclear que pertenece a los BRICS –que Estados Unidos y Gran Bretaña anhelan aniquilar– y ostenta un impactante tercer lugar en el ranking del PIB global –detrás de China y Estados Unidos, ¡y antes de Japón y Alemania! (https://goo.gl/5vblqO)–, con uno de los mayores crecimientos en medio de la deflación mundial, pero que exhibe, en forma paradójica, una preo­cupante vulnerabilidad debido a su carencia y pésimo reparto regional del agua.

El rotativo británico The Guardian titula que Delhi, la capital de India, enfrenta una crisis de racionamiento del agua con cierre de escuelas debido a las protestas de las castas que sacuden al estado de Haryana: la casta rural jat encabeza las protestas, exige cuotas para los muy buscados puestos gubernamentales y de las universidades (http://goo.gl/twRdgk).

Pese al vigoroso crecimiento económico de India, la casta rural jat se queja de no encontrar empleo debido a las cuotas comunitarias. Curiosamente, el estado contestatario es gobernado por el partido Janata Bharatiya, al que pertenece el primer ministro Narendra Modi, cuando la lucha por el empleo, traducida en una guerra urbana del agua, rebasa la afiliación partidista.

Las sequías severas provocaron el fin de la civilización maya


Cómo encontraron su final los mayas es uno de los misterios más extraños de la historia. Sin embargo, para algunos expertos el cambio climático jugó un papel fundamental en su caída, según recoge la BBC. Un estudio publicado en diciembre en Science Direct trata de arrojar luz sobre la desaparición de esta civilización. En este documento, varios arqueólogos de Estados Unidos y Reino Unido han reunido por primera vez todos los centros urbanos de las tierras mayas, que comprenden alrededor de 200 fechas diferentes y se extienden a través de la península de Yucatán. Esta recopilación permitirá que los investigadores construyan un panorama amplio del momento en el que las ciudades mayas del norte permanecieron activas y el momento en el que podrían haber caído.

Cuando floreció la cultura maya, los registros climáticos muestran que en la región se produjeron precipitaciones relativamente altas pero, a partir del año 820 d. C., la zona sufrió 95 años de sequías, algunas de las cuales se prolongaron durante décadas. La mayoría de las ciudades mayas cayeron entre los años 850 DC y 925 DC —en gran parte coincidiendo con este siglo de sequía— y se encontraban principalmente en la parte sur de su territorio, en las actuales Guatemala y Belice. Sin embargo, en el norte de la península de Yucatán, esta civilización no solo sobrevivió, sino que comenzó a florecer.

Si el sur se paralizó para siempre por el cambio climático, los críticos se preguntan por qué no sucedió lo mismo en el norte. Hasta el momento, los investigadores habían propuesto varias explicaciones, pero las pesquisas de este equipo de arqueólogos cambia de manera significativa nuestra comprensión sobre cuándo y cómo llegó a su fin la civilización maya. Sin duda, las sequías del siglo IX fueron graves, pero el siglo XI trajo una 'megasequía'. De este modo, los registros muestran que las precipitaciones disminuyeron de manera drástica durante la mayor parte del siglo, entre los años 1020 y 1100 DC. Este análisis exhaustivo confirma que el cambio climático fue contemporáneo no con uno, sino con dos períodos devastadores del declive maya.

Si la primera ola de sequía había acabado con los mayas del sur, la segunda ola pudo haber provocado su desaparición en el norte. Tras este periodo, los mayas no se volverían a recuperar del todo. Con estos datos, resulta más que probable que el cambio climático jugó un papel decisivo en la caída de los mayas, ya que eran muy dependientes de los cultivos. Así, años de cosechas escasas habrían disminuido de manera gradual su influencia política y conducido a la desintegración de su sociedad, aunque el éxodo del pueblo maya también pudo haber sido motivado por el hambre y la búsqueda de agua.

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