No somos nosotros ni el gobierno quienes viven por encima de sus posibilidades, son los ultrarricos. Generar los megabeneficios de las grandes empresas no es sostenible ni social ni económicamente. El analista político Marc Vandepitte nos explica por qué y esboza cómo invertir la tendencia.
"Es una guerra de clases, y es mi clase la que está ganando”Es la cantinela de los últimos años: vivimos por encima de nuestras posibilidades, hemos creado agujeros que ahora hay que rellenar, no hay dinero para proyectos sociales, etc, etc. Para que la economía se vuelva a poner en marcha y crear empleo las empresas tienen que recibir más oxígeno, hay que reducir el Estado y la seguridad social. Por consiguiente, es necesario un “tax shift” [reforma fiscal] a beneficio de las empresas. Puede que temporalmente sea una carga pesada pero, según este razonamiento, si mejora la vida económica, a fin de cuentas nos beneficiaremos todos. Esta es la cantinela con la que nos bombardean los políticos y los laboratorios de ideas de derecha.
Warren Buffett (1)
No es más que una enorme mentira, la realidad es lo contrario de lo que defienden. Actualmente a las empresas y, más precisamente, a las grandes empresas, no les falta oxigeno, más bien todo lo contrario, tienen demasiado. Sus beneficios nunca han sido tan altos como ahora. Durante el último cuarto de siglo la tasa de ganancia (2) de las empresas en Estados Unidos pasó del 9 % al 16 %. En ese mismo periodo de tiempo se duplicó su parte de riqueza nacional.(3) La tendencia es similar en Europa y Japón (4)