Cerca de cuatro años después de la quiebra del banco americano Lehman Brothers, la crisis está lejos de haber terminado. Además de Grecia, España o Italia, la zona euro muestra un crecimiento penoso. En el mundo, incluso China conoce una ralentización de su actividad.
“Estamos ante una crisis de una gravedad excepcional, una crisis larga que dura desde hace ya más de cuatro años y ninguna de las grandes potencias económicas, incluyendo las emergentes, está ya a salvo”.Se puede por una vez estar de acuerdo con este diagnóstico de François Hollande en su discurso pronunciado en Châlons-en-Champagne el pasado 31 de agosto (lo que no quiere decir que se apoyen los remedios que propone). Nos acercamos al aniversario de la quiebra del banco americano Lehman Brothers, el 15 de septiembre de 2008, sin que se dibuje ninguna salida de la crisis.