martes, 3 de noviembre de 2009

Bancos de EE.UU. acumulan efectivo por si viene otra crisis


Los bancos Citigroup y JPMorgan han aumentado en un 100% sus provisiones de liquidez desde octubre del año pasado para enfrentar las nuevas tormentas que se avecinan. Citigroup tiene 244.200 millones de dólares, incluyendo la inyección de capital de 45.000 millones de dólares por parte del gobierno estadounidense. Este banco se encuentra bajo la presión del Departamento del Tesoro y las autoridades reguladoras para que guarde más dinero para emergencias, aunque los mercados mejoren.

La cautela, que podría contribuir a restaurar la confianza en el sistema financiero, ofrece poco consuelo a los accionistas, que pueden esperar una menor rentabilidad al tiempo que los bancos destinan más dinero a inversiones líquidas que reditúan un 1/12 de las tasas de interés para préstamos.

Se trata de una medida inteligente a largo plazo, pero que reduce las rentabilidades en el corto plazo. Esto demuestra que algo ha sacado en claro el mercado financiero: Si empieza a haber una mayor estabilización económica, los niveles de liquidez comenzarán a caer, pero nunca regresarán al nivel insano previo a la crisis.

Los reguladores dicen que los bancos se volvieron demasiado agresivos en los años previos a la crisis del mercado de crédito del año pasado, que operaban con muy poco capital social y que destinaban demasiado dinero a inversiones ilíquidas, como préstamos, instrumentos complejos difíciles de negociar y derivados.

Los cuatro bancos más grandes de Estados Unidos por activos son: Bank of America Corp., JPMorgan, Citigroup y Wells Fargo & Co. Todos ellos han aumentado su liquidez combinada un 67% a 1,53 billones de dólares hasta el 30 de septiembre. Esta situación ha creado el problema de iliquidez en el mercado, dado que la incertidumbre los obliga a no prestar. Esta liquidez incluye efectivo, depósitos en otros bancos e instrumentos de deuda que pueden ser utilizados como colateral a cambio de préstamos a un día de la Reserva Federal u otros bancos.

Bolsas europeas caen arrastradas por entidades bancarias


Las bolsas europeas caen durante la jornada de hoy un 2%, perdiendo terreno por sexta vez en las últimas nueve sesiones, tras malos resultados de UBS y movimientos en Lloyds y Royal Bank of Scotland que desalentó a los inversores.

Entre los índices europeos, el DAX de Francfort pierde un 2,02%, hasta los 5.001,56 puntos; el de París baja un 1,84%, hasta los 5.331,57 puntos; el principal índice español Ibex 35 retrocede un 2,18%, hasta los 11.235 puntos y el británico FTSE 100 desciende un 2%, hasta las 5.011 unidades.

El UBS publicó resultados nada alentadores para el resto de los bancos europeos, y la quiebra de CIT Group en Estados Unidos demuestra la fragilidad del sector financiero.

UBS pierde un 4,5% después de que el grupo suizo registrara unas cargas fiscales mayores de las esperadas y esta reducción de fondos en sus divisiones principales, le ha llevado a registrar pérdidas trimestrales. La entidad indicó que no espera una recuperación inmediata en la entrada de capital de clientes.

En tanto, las acciones de Lloyds Banking Group suben un 3,6% después de lanzar una ampliación de capital de 13.500 libras y acordar, al igual que su competidora RBS, vender parte de su negocio para limitar su dependencia del capital público.

Obra maestra de la ingeniería hace subir bolsa de Shanghai


El Indice Compuesto de la Bolsa de Shanghai, la principal de China, ha tenido unas importantes jornadas al alza y no es para menos. La noche en que occidente celebraba el ritual del Halloween, el país asiático inauguraba una obra maestra de la ingeniería: un puente-túnel, de 26 kilómetros, que une a Shanghai con la isla de Chongming, la tercera isla más grande de China (incluyendo a Taiwán), que tiene un área de 1.267 kilómetros cuadrados.


Este proyecto tuvo un costo 1,84 mil millones de dólares y para no impedir el flujo normal del puerto de Shanghai, el puente se hunde en el océano ingresando al continente bajo la superficie en un túnel de 8,9 kilómetros que cuenta con el mayor diámetro para obras de este tipo: 15,43 metros. A nivel de envergadura es muy probable que esta obra pueda ser comparable al puente de Brooklyn, que el año pasado cumplió 125 años.

Chongming es una isla rodeada por el delta del Yangtze y ocupa la sexta parte del territorio de Shanghai. En esta isla vive el 5% de la población de la ciudad (700.000 personas), y sus habitantes la emplean en su gran mayoría como dormitorio, dado que no hay fuentes importates de trabajo.

La isla de Chongming es fundamentalmente agrícola y su separación de apenas 25 kilómetros de la costa de Shanghai la han mantenido aislada de la tecnología y la industrialización. De hecho, la isla vive del cultivo de arroz y su PIB está bastante por debajo del promedio chino. Por eso se dice que Chongming ha permanecido aún en la edad media.

Si bien Chongming tenía puentes por el lado norte que la conectaban con Nantong, es este nuevo puente en el sudeste de China el que no solo la conecta con Shanghai, sino que además la introduce de lleno al siglo XXI.

Esta obra maestra de ingeniería constituye una oportunidad importante de desarrollo, partiendo por la mejoría que brindará a sus habitantes, que tardaban dos horas en llegar a sus trabajos y ahora podrán hacerlo en 30 minutos. Aunque las organizaciones ecológicas temen que este avance puede tener implicancias negativas, las autoridades han señalado como prioritario el tema del cuidado al ambiente.

Proyectos de inversión de este tipo que mejoran la calidad de vida de la gente y ayudan al desarrollo son siempre bienvenidos. Así al parecer lo comprendió la bolsa de Shanghai, que con su alza del 4% permitió a las bolsas occidentales olvidar el impacto de la quiebra de CIT Group.

Este puente permitirá convertir el área metropolita de Shanghai en la sexta más grande del mundo tras las de París, Londres, Nueva York, Tokyo y Chicago.

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Este artículo fue publicado en El Blog Salmón
Ver también China according to China
- El puente de Brooklyn cumple 125 años

lunes, 2 de noviembre de 2009

Las ideas equivocadas que ayudaron a derribar a la economía mundial


Martin Wolff, el editor económico de Financial Times, señala que la historia vuelve a repetirse y que las obsesivas metas antiinflacionarias y la creencia en los mercados eficientes, resultaron erróneas.

Martin Wolff, Financial Times

¿Cómo cayó la economía mundial en un agujero tan profundo? Se recupera, pero lentamente, y tras una profunda recesión, a pesar de un relajamiento monetario y fiscal sin precedentes. Más aún, ¿cuán probable es que surja una economía equilibrada de esta alimentación a la fuerza? El solo hecho de que estas medidas drásticas hayan sido necesarias es aterrador. Y lo más aterrador de todo es que ésta no es la primera vez en décadas recientes que ha sido necesario guiar la economía mundial a través de un colapso post burbuja.

En su último libro, sucesor de Valuing Wall Street, que apareció a tiempo para ayudar a los lectores alertas a evitar el colapso de 2000, Andrew Smithers, de la londinense Smithers & Co, proporciona una guía invaluable de errores pasados en análisis y política*. Su trabajo ayuda a explicar la burbuja del mercado bursátil en los "90, los errores fiscales de Gordon Brown y los recientes excesos de crédito.


Los grandes puntos del libro son cuatro: primero, los mercados de activos son “imperfectamente eficientes”; segundo, es posible valorizar los mercados; tercero, enormes desviaciones positivas del valor razonable (burbujas) son económicamente devastadoras, en particular si se asocia con aumentos en el crédito y subvaluación de la liquidez, y, finalmente, los bancos centrales deberían intentar pinchar esas burbujas. “Debemos estar preparados para considerar la posibilidad de que recesiones moderadas periódicas sean el precio necesario para evitar las grandes”. Yo no estaba dispuesto a aceptar esta visión. Ya no más.

La hipótesis de los mercados eficientes, que ha tenido un rol dominante en economía financiera, propone que toda la información relevante está en el precio. Los precios entonces se mueven sólo en respuesta a noticias. El movimiento del mercado es un “camino al azar”. Smithers sabe que esta conclusión es empíricamente falsa: los mercados bursátiles exhiben una “correlación serial negativa”. En simple, es probable que los retornos reales de los mercados bursátiles sean más bajos, si han sido altos recientemente, y viceversa. “Los mercados rotan en torno al valor razonable”.

Una objeción estándar es que si los mercados se desvían del valor razonable, deben ofrecer posibilidades de arbitraje. Smithers demuestra que el período de tiempo a lo largo del cual los mercados se desvían es tan largo (décadas) y su movimiento tan impredecible que esta oportunidad no puede explotarse. Un vendedor corto quebrará mucho antes de que llegue el barco del valor. Del mismo modo, alguien que se endeuda para comprar acciones cuando son baratas tiene una excelente probabilidad de perderlo todo antes de que la apuesta pague.

Smithers propone dos mediciones fundamentales de valor: “Q”, o ratio de valuación, que se relaciona con el valor de mercado de las acciones respecto del patrimonio neto de empresas y el ratio precio/utilidad ajustado por ciclos, que relaciona el actual valor de mercado con un promedio móvil de 10 años de las utilidades reales pasadas. Ambas mediciones dan resultados similares. Los gestores profesionales usan muchos otros métodos de valuación, todos falsos. Tal como resalta Smithers: “Las estrategias no válidas suelen pertenecer al mundo de los oficiales de banca de inversión y de los operadores de bolsa que sólo piensan en sus comisiones”.

Los mercados imperfectamente eficientes giran en torno al valor razonable. Puede que se alejen de ese valor, pero al final, fuerzas poderosas los traerán de vuelta. Los árboles no crecen hasta el cielo y los mercados no consiguen un valor infinito. Cuando las acciones lleguen a valores absurdos, inversores dejarán de comprarlas y empezarán a vender. Al final, el valor de las acciones volverá a ponerse en línea con (o bajo) el valor, y las utilidades subyacentes, de las empresas. En el largo plazo, los precios de la vivienda también se relacionan con los ingresos.

Cualquiera interesado en invertir ganará con la lectura de este libro. Entenderá, por ejemplo, porqué la estrategia de “comprar y mantener” impulsada por muchos asesores de pensiones, incluso en la cima de la burbuja del mercado, fue tal catástrofe. El valor importa, como ha dicho Warren Buffett con gran frecuencia.

Mas, para aquellos interesados en política económica, los argumentos de Smithers tienen un significado más amplio. Si los mercados pueden valorarse, es posible decir si están entrando en territorio de burbuja. Más aún, también sabemos que el estallido de una burbuja enorme puede ser económicamente devastador. Esto es particularmente cierto si hay una subida asociada en el crédito. Esta es también la conclusión de un capítulo significativo en el último Panorama Económico Mundial. En circunstancias extremas, la política monetaria pierde su impacto, con el sistema financiero descapitalizado y deudores quebrados. Lo que vemos es lo que Keynes llamó “empujar una cuerda”.

¿Cuáles son las lecciones de política? El Fondo Monetario Internacional concluye, ponderadamente: “La simulación sugiere que usar un instrumento macroprudente diseñado específicamente para moderar los ciclos del mercado de crédito ayudaría a contrarrestar mecanismos aceleradores que inflan el crecimiento del crédito y los precios de los activos. Además, una reacción monetaria fuerte a los signos de recalentamiento o de una burbuja de crédito o de precio de los activos, también podría ser útil”. Smithers sugiere que las autoridades deberían monitorear el precio de las acciones, viviendas y liquidez. Si alguno de estos, y especialmente si los tres, son luces rojas intermitentes, los banqueros centrales deberían responder. Recomienda medidas que eleven los requerimientos de capital de los bancos en bonanza.

Terminó la era en que los bancos centrales podían apuntar a la inflación y asumir que lo que pasaba en los mercados de activos y crédito no era su problema. Los precios de los activos pueden ser valorizados, tienen que serlo. “Ir contra el viento” requiere juicio y siempre será controvertido. Las políticas monetarias y de crédito también perderán su simplicidad. Pero es mejor tener razón en general que estar equivocado con precisión. Las metas de inflación puras y la creencia en los mercados eficientes resultaron erradas. Esas creencias deben ser abandonadas.

*Wall Street Revalued: Imperfect Markets and Inept Central Bankers, Wiley 2009

Enlaces 02/11/2009


- CIT declara la quinta mayor suspensión de pagos en EE UU, Sandro Pozzi. El País
- Qué significa el fin de la recesión, Paul Samuelson
- Histograma del desarrollo económico de Argentina y sus gobiernos, Mr. Trader
- Otra política y otros valores para salir de la crisis, Juan Torres López
- Transparencia, por favor, Martin Hutchinson.
- China va a su aire, Paul Krugman
- Neoliberalismo y desarrollo, la historia de un fracaso anunciado, Pedro Antonio Honrubia Hurtado. Rebelión
- Autochina International Limited, el valor que más sube en USA, BroadMarket.
- Menos es más: Coca Cola Company, Fresh Family Office.




Una nueva igualdad después de la crisis

Eric Hobsbawm, Sin Permiso

“El objetivo de una economía no es el beneficio, sino el bienestar de toda la población. El crecimiento económico no es un fin, sino un medio para dar vida a las sociedades buenas, humanas y justas. No importa como llamamos a los regímenes que buscan esa finalidad. Importa únicamente cómo y con qué prioridades podremos combinar las potencialidades del sector público y del sector privado en nuestras economías mixtas. Esa es la prioridad política más importarte del siglo XXI”

El “Siglo breve”, o XX, fue un período marcado por un conflicto religioso entre ideologías laicas. Por razones más históricas que lógicas, fue dominado por la contraposición de dos modelos económicos – e incluso dos modelos excluyentes entre sí –: el “Socialismo”, identificados con economías centralmente planificadas de tipo soviético, y el “Capitalismo”, que cubría todo el resto.

Esa contraposición, aparentemente fundamental, entre un sistema que ambiciona sacar del medio del camino a las empresas privadas interesadas en las ganancias (el mercado, por ejemplo) y uno que pretendía liberar al mercado de toda restricción oficial o de otro tipo, nunca fue realista. Todas las economías modernas deben combinar público y privado de varios modos y en varios grados, y de hecho hacen eso. Ambas tentativas de vivir a la altura de esa lógica totalmente binaria, de esas definiciones de “capitalismo” y “socialismo”, fallaron. Las economías de tipo soviético y las organizaciones y gestiones estatales no sobrevivieron a los años ´80. El “fundamentalismo de mercado” anglo-norteamericano quebró en 2008, en el momento de su apogeo. El siglo XXI tendrá que reconsiderar, por lo tanto, sus propios problemas en términos mucho más realistas.

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¿Cómo influyó todo eso sobre los países que en el pasado eran devotos del modelo “socialista”? Bajo el socialismo, se encontraron con a imposibilidad de reformar sus sistemas administrativos de planeamiento estatal, incluso cuando sus técnicos y sus economistas fueran plenamente conscientes de sus principales carencias. Los sistemas – no competitivos a nivel internacional – fueron capaces de sobrevivir hasta que quedaron completamente aislados del resto de la economía mundial.

Ese aislamiento, por lo tanto, no pudo ser mantenido en el tiempo, y cuando el socialismo fue abandonado – sea inmediatamente de la caída de los regímenes políticos como en Europa Oriental, sea por el propio régimen, como en China o en Vietnam – sin ningún preaviso, ellos se encontraron inmersos en aquello que para muchos parecía ser la única alternativa disponible: el capitalismo globalizado, en su forma entonces predominante de capitalismo de libre mercado.

Las consecuencias directas en Europa fueron catastróficas. Los países de la ex Unión Soviética todavía no han superado sus repercusiones. China, para su suerte, escogió un modelo capitalista diferente al del neoliberalismo anglo-norteamericano, prefiriendo el modelo mucho más dirigista de las “economías tigres” o de asalto de Asia oriental, pero abrió el camino para su “gigantesco salto hacia adelante” con muy poca preocupación y consideración por las implicaciones sociales y humanas.

Ese período está casi a nuestras espaldas, así como el del predominio global del liberalismo económico extremo de matriz anglo-norteamericana, incluso cuando no sepamos cuales cambios implicará la crisis mundial en curso – la más grave desde los años 30 - cuando los impresionantes acontecimientos de los últimos dos años consiguieran superarse. Una cosa, en efecto, es desde ya muy clara: está en curso una alternancia de enormes proporciones de las viejas economías del Atlántico Norte al Sur del planeta y principalmente al Asia oriental.

En estas circunstancias, los ex Estados soviéticos (incluyendo aquellos todavía gobernados por partidos comunistas) están teniendo que enfrentar problemas y perspectivas muy diferentes. Excluyendo de entrada las divergencias de alineamiento político, diré solamente que la mayor parte de ellos continúan relativamente frágiles. En Europa, algunos están asimilando el modelo social capitalista de Europa occidental, aunque tengan una renta media per cápita considerablemente inferior. En la Unión Europea, también es probable prever el surgimiento de una doble economía. Rusia, recuperada en cierta medida de la catástrofe de los años ´90, está casi reducida a un país exportador, poderoso pero vulnerable, de productos primarios y de energías y fue hasta ahora incapaz de reconstruir una base económica mejor equilibrada.

Las reacciones contras los excesos de la era neoliberal llevaron a un retorno, parcial, a formas de capitalismo estatal acompañadas por una especie de regresión a algunos aspectos de la herencia soviética. Claramente, la simple “imitación de Occidente” dejó de ser una opción posible. Ese fenómeno todavía es más evidente en China, que desenvolvió con considerable éxito un capitalismo pos-comunista propio, a tal punto que, en el futuro, puede también ocurrir que los historiadores puedan ver en ese país el verdadero salvador de la economía capitalista mundial en la crisis en la que nos encontramos actualmente. En síntesis, no es más posible creer en una única forma global de capitalismo o de pos-capitalismo.

En todo caso, delinear la economía del mañana es tal vez la parte menos relevante de nuestras preocupaciones futuras. La diferencia crucial entre los sistemas económicos no reside en su estructura, sino más bien en sus prioridades sociales y morales, y éstas deberían ilustrar dos de sus aspectos de fundamental importancia a ese propósito.

Lo primero es que el fin del Comunismo comportó la desaparición repentina de valores, hábitos y prácticas sociales que habían marcado la vida de generaciones enteras, no sólo en los regímenes comunistas en sentido estricto, sino también los del pasado pre comunista que, bajo esos regímenes, en buena parte se habían protegido. Debemos reconocer cuan profundos y graves fueron el shock y la desgracia en términos humanos que fueron padecidos como consecuencia de ese brusco e inesperado terremoto social. Inevitablemente, serán necesarias varias décadas antes de que las sociedades pos-comunistas encuentren en la nueva era una estabilidad en su “modus vivendi”, y algunas consecuencias de esa desagregación social, de la corrupción, de la criminalidad institucionalizada podrían exigir todavía mucho más tiempo para ser derrotadas.

El segundo aspecto es que tanto la política occidental del neoliberalismo, como las políticas pos-comunistas que ella inspiró, subordinaron propositivamente el bienestar y la justicia social a la tiranía del Producto Interior Bruto (PIB): el mayor crecimiento económico posible, deliberadamente inequitativo. Haciendo esto, ellos minaron – y en los ex países comunistas hasta destruyeron – los sistemas de asistencia social, de bienestar, los valores y las finalidades de los servicios públicos. Todo ello no constituye una premisa de la cual partir, sea para el “capitalismo europeo con rostro humano” de las décadas posteriores a 1945, sea para satisfactorios sistemas mixtos pos-comunistas.

El objetivo de una economía no es el beneficio, sino el bienestar de toda la población. El crecimiento económico no es un fin, sino un medio para dar vida a las sociedades buenas, humanas y justas. No importa como llamamos a los regímenes que buscan esa finalidad. Importa únicamente cómo y con qué prioridades podremos combinar las potencialidades del sector público y del sector privado en nuestras economías mixtas. Esa es la prioridad política más importarte del siglo XXI.

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Eric Hobsbawm es el decano de la historiografía marxista británica. Uno de sus últimos libros es un volumen de memorias autobiográficas: Años interesantes, Barcelona, Critica, 2003.
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Traducción para www.sinpermiso.info: Carlos Abel Suárez

CIT Group, la nueva quiebra de Estados Unidos


Aunque la quiebra de la financiera CIT Group, especializada en créditos a estudiantes y pequeñas empresas (lineas de factoring y franquicias), se convierte en la quinta mayor bancarrota de Estados Unidos, se estima que no tendrá un mayor impacto. Pese a ser la quinta en magnitud tras Lehman Brothers, Washington Mutual, Worldcom y General Motors, su protección de bancarrota le significará seguir operando y otorgando crédito a las pequeñas empresas. La operación ha significado echar por tierra los 2,3 mil millones de dólares que el gobierno invirtió para evitar su colapso prematuro. Pero CIT Group cuenta con 71 mil millones de dólares en activos y podrá seguir operando con un plan de reorganización que reducirá su deuda.

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sábado, 31 de octubre de 2009

La economía mundial tiene su propia noche de brujas



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Mikhail Gorbachev:"El muro de Berlín tenía que caer, pero el mundo de hoy no es más justo"


Veinte años después de que el vergonzoso símbolo de la división de un pueblo fuera derribado, el capitalismo ultra liberal necesita su propia Perestroika

Esta es una reflexión de uno de los principales protagonistas de aquellos sucesos, que salió publicada ayer en The Guardian

Mikhail Gorbachev, The Guardian. Traducción propia

Han pasado veinte años desde la caída del muro de Berlín, uno de los vergonzosos símbolos de la guerra fría y de la peligrosa división del mundo en bloques opuestos y antagónicos. Hoy podemos volver la mirada a esos acontecimientos y hacer un balance en el tono menos emocional y más racional que permiten las dos décadas transcurridas.

La primera observación que debe hacerse es que el optimista anuncio del "fin de la historia" no se ha producido, aunque muchos afirmaban que era inminente. Tampoco se ha producido lo que muchos de los políticos de mi generación creían sinceramente y en lo cual confiaban: que con el fin de la guerra fría la humanidad podría olvidar lo absurdo de la carrera de armamentos, los peligrosos conflictos regionales y las estériles disputas ideológicas, para entrar en un siglo de oro de la seguridad colectiva, en el uso racional de los recursos materiales, en el fin de la pobreza y la desigualdad, recuperando una vida de armonía con la naturaleza.

Misterios del 11-S

Este video documental narra lo ocurrido el 11 de septiembre de 2001 desde un prisma bastante diferente a las versiones oficiales. Con argumentos y pruebas contundentes se muestra que las torres gemelas fueron demolidas con explosivos en una operación programada. Dura 104 minutos y está subtitulado. Imperdible.

Un ataque de bandera falsa

Este es Loose Change, en su versión final de 89 minutos:


Para complementos adicionales sugiero algunas lecturas:

- Algo sobre los mitos y mentiras del 11-S.

- Videos censurados sobre el 11-S, aquí es posible ver el ataque al Pentágono y la demolición de la torres gemelas.

- La CIA y el Mossad planearon el 11-S.

Groucho Marx, la bolsa y el Crash de 1929



Esta es una pequeña joya escrita por Groucho Marx tras el crash de 1929.. no tiene desperdicio y hay que leerlo completo. Cualquier semejanza con lo vivido 80 años después, es accidental. Dejo con ustedes a:

Groucho Marx

Muy pronto un negocio mucho más atractivo que el teatral atrajo mi atención y la del país. Era un asuntillo llamado mercadeo de valores. Lo conocí por primera vez hacia 1926. Constituyó una sorpresa agradable descubrir que era un negociante muy astuto. O por lo menos eso parecía, porque todo lo que compraba aumentaba de valor. No tenía asesor financiero. ¿Quien lo necesitaba? Podías cerrar los ojos, apoyar el dedo en cualquier punto del enorme tablero mural y la acci6n que acababas de comprar empezaba inmediatamente a subir. Nunca obtuve beneficios. Parecía absurdo vender una acción a 30 cuando se sabía que dentro del año doblaría o triplicaría su valor.

Mi sueldo semanal en Los Cuatro Cocos era de unos dos mil, pero esto era calderilla en comparación con la pasta que ganaba te6ricamente en Wall Street. Disfrutaba trabajando en la revista pero el salario me interesaba muy poco. Aceptaba de todo el mundo confidencias sobre el mercado de valores. Ahora cuesta creerlo pero incidentes como el que sigue eran corrientes en aquellos días.

1929: Del boom a la depresión

Mick Brooks, In defense of Marxism

El 24 de octubre de 1929 estalló el pánico en la gran bolsa de Nueva York. 12.894.650 acciones cambiaron de manos, muchas a precios de saldo. El jueves 29 de octubre Wall Street comenzó su prolongado declive. El crack de Wall Street se divide en dos épocas: la alegre "época del jazz" de los años veinte y los años treinta, la década de la depresión.

Todo el mundo sabe que en octubre de 1929 las acciones en Nueva York experimentaron una "pequeña dificultad local". Y todos saben que millones pasaron hambre y miserias durante los siguientes diez años, una dureza que terminó con el horror de la guerra mundial. ¿Cuál es la relación?

La crisis es inherente a un sistema donde la producción no está planificada y cuyo motor es el beneficio privado. La crisis adopta la forma de sobreproducción, con trabajadores ociosos que se encuentran con máquinas paradas. Cada recesión tiene sus propias características y puede tener un desencadenante diferente. El crack de Wall Street puede ser considerado como el detonante de la Gran Depresión, como la "crisis del crédito" marca el inicio de la crisis actual. También es cierto que el pánico jugó su papel. En todas las crisis capitalistas aparentemente pueden jugar un papel factores accidentales. Tanto en la crisis de 1929 como en la actualidad, la crisis tarde o temprano iba a llegar. La producción industrial en EEUU pasó de un índice de 127 en junio de 1929 a 122 en septiembre, 117 en octubre, 106 en noviembre y 99 en diciembre. La producción automovilística pasó de 660.000 unidades en marzo de 1929 a 440.000 en agosto, 416.000 en septiembre, 319.999 en octubre, 169.500 en noviembre y 92.500 en diciembre.

En otras palabras, cuando explotó Wall Street ya estaba en camino la recesión en la "economía real". Galbraith, historiador de los acontecimientos, comenta: "La causa y el efecto pasan de la economía a la bolsa, nunca al contrario. Si la economía en 1929 hubiera sido sólida el efecto del gran crack de 1929 podría haber sido pequeño". Esta recesión en la producción se reflejó en el mundo de las acciones, de los sueños y las ilusiones. El pánico en Wall Street a su vez tuvo un efecto crítico en el mundo de la producción y los beneficios.

El colapso no tenía precedentes. En EEUU, entre 1929 y 1933, la renta nacional cayó un 30 por ciento y la producción industrial más o menos a la mitad. En 1933 más de una cuarta parte de la fuerza laboral estaba en paro. Según la Liga de las Naciones el desempleo mundial casi se triplicó entre 1929 y 1932.

Después de la Primera Guerra Mundial EEUU dotó de dinamismo a la economía mundial, y también llevó al mundo a la depresión. El auge estuvo alimentado por industrias nuevas y en expansión: producción en masa de automóviles y aplicaciones eléctricas, la generación de electricidad y la construcción.

Los estruendosos años veinte

Desempleo en la zona del euro es el más alto en diez años

La tasa de desempleo en la zona del euro (16 países) aumentó en septiembre al 9,7%, su nivel más alto desde enero de 1999, despues de alcanzar el 9,6% en agosto, seg{un los datos publicados por Eurostat, la oficina europea de estadísticas. El total de desempleados en la zona euro llega a 15,3 millones, mientras en toda la Unión Europea (27 países), alcanza a 22,1 millones.

Entre los Estados miembros, la tasa de desempleo más bajos se registraron en los Países Bajos (3,6%) y Austria (4,8%) y más elevados en Letonia (19,7%) y España (19,3%). Los menores aumentos se registraron en Alemania, Italia y Bélgica.

Los precios al consumidor en la zona del euro se redujeron por quinto mes consecutivo en octubre, al 0,1% al año. La inflación anual en la zona euro se estableció en 0,3% en septiembre, -0,2% en agosto, -0,7% en julio y -0,1% en junio. Después del máximo histórico del 4% en julio de 2008, la inflación ha ido disminuyendo rápidamente y ha llegado a ser negativa a raíz de la caída en los precios del petróleo en la peor recesión que vive la región desde 1945.


Ataques terroristas en la Argentina 1992 y 1994: no fueron de origen islámico

James Fetzer, Adrian Salbuchi, Voltaire.net

Los atentados con explosivos de Buenos Aires en 1992 y 1994 contra los intereses de la comunidad israelí en Argentina que ocasionaron numerosas víctimas fueron para la prensa comercial, para Israel y Argentina de autoría islámica. Hoy gracias a los trabajos de muchos investigadores independientes como aquella del Dr. Oscar Abudara Bini o las conclusiones de Thierry Meyssan, hoy sabemos que se trata de una gran manipulación. Nuestro colega argentino Adrian Salbuchi nos aporta la última prueba, donde la víctima se convierte primero en sospechoso y finalmente en acusado.

Adrian Salbuchi ha sido entrevistado por el Dr. James H. Fetzer, fundador de Scholars for 9/11 Truth y conductor del programa radial estadounidense "The Real Deal". El Dr. Fetzer dio el pasado 11 de septiembre de 2009 una magistral conferencia en la Biblioteca Nacional de Argentina. Es la segunda vez que el investigador norteamericano visita Buenos Aires para participar a un evento conmemorativo con los trágicos sucesos del 11 de septiembre del 2001.

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Fin a la crisis de Honduras


La crisis política en Honduras quedó en el pasado tras la firma del "Acuerdo Tegucigalpa-San José-Dialogo Guaymuras".

Las comisiones de Roberto Micheletti y Manuel Zelaya rubricaron al mediodía el documento, entregado poco después ante la secretaría del Congreso Nacional para que tome una resolución sobre la restitución del ex presidente "conforme a lo que establece la Constitución y las leyes hondureñas", dijo el presidente de este poder José Alfredo Saavedra.

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Más información: Obama corta ayuda a golpistas hondureños


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