miércoles, 20 de febrero de 2019

Tratado INF: la nueva amenaza nuclear

Alejandro Nadal, La Jornada

En la mañana del 8 de diciembre de 1987 se reunieron Ronald Reagan y Mijail Gorbachov para firmar uno de los más importantes tratados de control de armamentos. Ese acuerdo prohibía el emplazamiento de misiles nucleares de alcance intermedio en Europa y en la antigua Unión Soviética. Esos sistemas de armamentos eran considerados altamente desestabilizadores y representaban un gran riesgo. El tratado INF fue considerado uno de los más relevantes para reducir el peligro de una confrontación nuclear.

Pero hace dos semanas Donald Trump anunció el retiro de su país de ese tratado. Rusia indicó días más tarde que haría lo mismo. Si en un plazo de seis meses las partes no llegan a un nuevo acuerdo, el convenio será abrogado. El abandono del tratado INF ha pasado casi desapercibido. Un poco de historia es útil para colocar este acontecimiento en una perspectiva adecuada.

A mediados de los años 1970 la Unión Soviética había alcanzado un estado de paridad nuclear con Estados Unidos. Cada una de las dos potencias poseía alrededor de 30 mil cargas atómicas estratégicas desplegadas en misiles intercontinentales, bombarderos y submarinos estratégicos. Y en 1976 la Unión Soviética comenzó a desplegar en su territorio misiles SS-20, con un alcance de 5 mil kilómetros. Esos misiles podían alcanzar cualquier blanco en Europa en cuestión de minutos.

Aumenta la concentración de riqueza en Estados Unidos y todo el mundo


Nick Beams, wsws

La investigación más reciente sobre la desigualdad de la riqueza realizada por el profesor de economía en la Universidad de California Gabriel Zucman subraya una de las tendencias sociales y económicas claves desde la crisis financiera mundial de 2008. Los líderes de la sociedad, quienes se beneficiaron directamente de la orgía de especulación que llegó a un choque, han visto acumularse su riqueza a un ritmo aún más rápido, mientras que la masa de la población ha sufrido un mayor descenso.

Esta tendencia es más evidente en los Estados Unidos, pero se revela en los datos de otros países incluidos en la investigación publicada por Zucman el mes pasado. Según su análisis, el uno por ciento superior en los Estados Unidos ahora posee aproximadamente el 40 por ciento de la riqueza total de los hogares, aumentando su participación en al menos 10 puntos porcentuales desde 1989. Durante el mismo período, “la parte de la riqueza que posee el 90 por ciento inferior ha colapsado en proporciones similares".

La aceleración es aún más marcada en los niveles de ingreso más altos. La proporción de riqueza que posee el 0,00025 por ciento superior (aproximadamente los 400 estadounidenses más ricos, según los datos de Forbes Magazine), aumentó del 1 por ciento a principios de los 80 a más del 3 por ciento en los últimos años. Una triplicación similar de la riqueza se ve en el 0,01 por ciento superior.

La tendencia se refleja a nivel mundial. La proporción de riqueza mantenida por el uno por ciento superior en China, Europa y los Estados Unidos combinados ha aumentado del 28 por ciento en 1980 a alrededor del 33 por ciento en la actualidad.

Como se documentó en estudios anteriores por Zucman, Thomas Piketty y Emmanuel Saez, la concentración de riqueza en los Estados Unidos ha seguido una forma de U durante el siglo pasado. La participación del 0,1 por ciento superior alcanzó su punto máximo en cerca de 25 por ciento en 1929, cayó bruscamente con el inicio de la Gran Depresión en la década de 1930 y continuó disminuyendo hasta finales de la década de 1940; luego se estabilizó en la década de 1950 y 1960. Alcanzó su punto más bajo en la década de 1970, antes de llegar a cerca del 20 por ciento en los últimos años a "niveles vistos por última vez en los años veinte".

martes, 19 de febrero de 2019

Bloqueo financiero: La estrategia de guerra para destruir a Venezuela


Las sanciones contra Venezuela son mecanismos reales y palpables de destrucción del Estado, la identidad y, con esta, de la sociedad venezolana. Forman parte de una estrategia de guerra basada en la aplicación de diversos recursos y herramientas sofisticadas de hegemonía financiera contra nodos fundamentales de la vida nacional. Aunque en Venezuela no caigan bombas ni se vean marines estadounidenses desembarcando por las costas, sobran evidencias de los recursos de agresión permanente, nacional e internacional, por parte de sectores corporativos y políticos.

En este contexto, desde 1999 las maniobras internas del antichavismo se alternaban entre mecanismos de bajo perfil como el boicot o la desinversión empresarial y acciones contundentes como el golpe de abril de 2002 o el paro petrolero.

Desde 2015, cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró a Venezuela como una "amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de Estados Unidos", se hizo indiscutible la vanguardia política y el liderazgo en el antichavismo de la élite transnacional que gobierna en Washington, ellos imprimieron mayor firmeza a una ristra de medidas que han determinado no solo la destrucción de la economía nacional sino modificado gravemente el imaginario cultural.

Lo que se comprende en su justa dimensión con las declaraciones de Jack Lew, ex secretario del Tesoro durante la Administración Obama, quien considera que las sanciones son más efectivas y baratas para doblegar a sus enemigos que el poder tradicional, porque tienen influencia en los mercados financieros estadounidenses, el nervio central de la economía globalizada. Las sanciones, así, son medidas de asedio a fortalezas, como en la era medieval, aggiornadas a esta nueva era de poder inteligente, tecnologizado, globalizado, donde cada nervio que toca el poder es en función de doblegar a sus enemigos, según Lew.

Ofensivo discurso de Trump contra Venezuela en Miami


Trump dio un agresivo y ofensivo discurso contra América Latina y los gobiernos progresistas en el cual las palabras “Socialismo” y “comunismo” estuvieron entre las más repetidas como un intento de incitar la sublevación de los militares venezolanos y demostrar el supuesto fracaso de las ideas progresistas en el mundo entero. En total, Trump mencionó “socialismo” en 29 ocasiones y “comunismo” seis veces, en una intervención de menos de 30 minutos, lo que resulta inusual desde el fin de la Guerra Fría. Antes de dirigirse al auditorio, Trump saludó especialmente a los senadores por la Florida Marco Rubio y Rick Scott, al representante Mario Díaz-Balart, al Embajador en la OEA Carlos Trujillos y su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton.

Durante los últimos meses, ese grupo ha convencido al presidente de asumir una postura más agresiva hacia América Latina, en particular contra Venezuela, Cuba y Nicaragua. Al parecer, lograron instalar en la mente de Trump la idea de que poner fin a la oleada de transformaciones progresistas y de izquierda en América Latina luciría bien en el currículum de política exterior de un presidente señalado por su falta de experiencia e incapacidad para conducir los asuntos globales.

lunes, 18 de febrero de 2019

Un nuevo campo abierto al análisis de la economía real

El libro de Christian Harbulot L’art de la Guerre Économique

Fernando G. Jaén, Rebelion

Hay libros que nos sitúan en un nuevo campo del saber, que ensanchan nuestros horizontes del pensar, que nos permite enjuiciar la realidad desde una nueva perspectiva o nos trae a primer plano de la reflexión intelectual una manera de analizar postergada, por no decir olvidada. El libro de Christian Harbulot, L’art de la Guerre Économique - Surveiller, analyser, proteger, influencer (VA Éditions, 2018), posee esas virtudes y nos mueve a analizar la realidad económica y empresarial con otras antiparras distintas de las habituales en medios académicos universitarios, pero que encajan bien en lo que podrían considerarse casos particulares acaecidos en el sistema económico, particularmente en el subsistema de planificación según lo entendía John Kenneth Galbraith, en el que se concentra la mayor parte del poder y donde la guerra económica tiene más sentido e intereses, también por sus vínculos (y “puertas giratorias”) con el sector público y el poder político.

Los méritos de Christian Harbulot son muchos, relevantes y especializados en relación con la materia tratada, dirigiendo, en París, la Escuela de Guerra Económica desde su creación en el año 1997, concebida por él mismo y por el general Pichot-Duclos, en relación con el general François Mermet, cuya carrera viene marcada por la creación de la Dirección de Información militar en 1992. De los antecedentes, desde 1990, y carrera profesional de Harbulot, pasando por el interés mostrado por generales del Estado mayor francés, hasta su incorporación al grupo Planeta, nos da cuenta el preámbulo de Philippe Baumard, subrayando que “La originalidad de Christian Harbulot, particularmente en La machine de guerre économique, es haber logrado sustraerse a su pasado de militante” [maoísta]. También subraya el método pedagógico inventado por Harbulot, que pone a sus alumnos a aprender la asimetría practicándola, sometiéndolos a prueba mediante casos reales y no con los manoseados estudios de caso de la Harvard Business School, que cuentan historias falsas o deformadas. Los alumnos “deben practicar argumentos subversivos en batallas económicas perdidas por adelantado; probarse en la guerra psicológica y en los conflictos informacionales entre potencias económicas yendo a buscar casos de víctimas de conflictos comerciales y proponiéndoles sostenerlos; meter en el cajón los modelos liberales de información perfecta e inventar criterios de interpretación que integren estos nuevos “tableros de ajedrez”: la influencia, la contra argumentación, la desestabilización por la información, la comunicación persuasiva en las dimensiones fuera del mercado, la lógica del fuerte al débil.” (p. 14)

Bajo el pretexto de una "invasión" Trump declara emergencia nacional para construir Muro


David Brooks, La Jornada

Ante lo que llamó “una invasión”, Donald Trump declaró emergencia nacional para conseguir los fondos que le negó el Congreso para su muro en respuesta a una crisis fronteriza inventada por él mismo.

A la vez, el mandatario estadounidense agradeció al gobierno de México por su cooperación para enfrentar las “caravanas” que buscan llegar a este país.

Ante su fracaso de conseguir los más de 5.700 millones para su muro en el presupuesto federal recién aprobado -el Congreso sólo asigno mil 375 millones- el mandatario realizó una maniobra extraordinaria que líderes demócratas y otros opositores denunciaron como inconstitucional y un abuso del poder ejecutivo: declaró la emergencia nacional que le permite usar otros fondos del presupuesto para su muro. En total, Trump intentará destinar casi 8 mil millones para la construcción o reparación de barreras a lo largo de unos 370 kilómetros.

“Vamos a confrontar la crisis de seguridad nacional en nuestra frontera sur”, declaró en la Casa Blanca. “Dicen que los muros no funcionan. Los muros funcionan al 100 por ciento” y no sólo señaló -a pesar de que los datos oficiales lo contradicen- el ejemplo de El Paso, sino el de Israel, para respaldar su afirmación.

domingo, 17 de febrero de 2019

Cristianismo de liberación. Perspectivas marxistas y ecosocialistas

Introducción al libro

Michael Löwy, Viento Sur

¿La religión es todavía aquel baluarte del oscurantismo y del conservadurismo que Marx y Engels denunciaron en el siglo xix? La respuesta es que sí en diversos contextos, culturas y países. Esta visión de Marx y Engels es aplicable a las corrientes integristas de las principales confesiones religiosas (cristiana, judía, musulmana, hindú) y a numerosos grupos de evangélicos y sectas. Ahora bien, la emergencia y desarrollo del cristianismo revolucionario en diversos continentes y de las teologías de la liberación en América Latina y en otras zonas del mundo ha abierto un nuevo capítulo en la historia y plantea nuevas y estimulantes cuestiones que no se pueden abordar sin renovar el análisis marxista de la religión.

Cuando se afrontan fenómenos de este tipo, hay marxistas que aplican su modelo interpretativo tradicional. Pero el compromiso de cristianos en las luchas sociales populares y su participación en diversos procesos revolucionarios desde mediados del siglo xx hasta ahora muestran claramente que es necesario elaborar un nuevo marco de interpretación desde el marxismo.

También entre los marxistas hay quienes oponen la base radical de la Iglesia y la jerarquía conservadora. Este punto puede corresponder parcialmente a la verdad, pero no es del todo acertado, dado que un gran número de obispos, especialmente en América Latina, Asia y África, son solidarios con los movimientos de liberación de los pobres. Ese compromiso les ha costado a algunos la vida. El caso más significativo es el de monseñor Oscar Romero, arzobispo de San Salvador, asesinado por escuadrones de la muerte de extrema derecha.

sábado, 16 de febrero de 2019

Amazon se prepara para ser el nuevo gigante del negocio militar

La empresa de Jeff Bezos aloja datos ultra secretos de la CIA e impulsa el sistema de manejo de casos del Servicio de Migración de EEUU
Ahora se está preparando para hacerse cargo de un proyecto del Pentágono de 8.700 millones de euros
El dueño de Amazon, que también controla The Washington Post, tira patriotismo: "Este es un país maravilloso y necesita que lo defendamos"

Levi Pulkkinen, el diario

Comenzó vendiendo libros. Luego se sumaron los aparatos eléctricos, alimentos y asistentes virtuales con voz de mujer. Pero la próxima expansión de Amazon cogerá a los consumidores por sorpresa. Amazon aspira a convertirse en un gigante del sector militar.

En un futuro no tan lejano, los soldados estadounidenses podrían utilizar los sistemas controlados por Amazon para intercambiar datos de inteligencia, enviar pedidos y pedir ayuda. Los softwares de Amazon podrían utilizarse para registrar material obtenido por drones y localizar a hombres o mujeres buscados. Los intendentes del Departamento de Defensa podrían utilizar la tecnología de Amazon para distribuir municiones y provisiones.

Para Jeff Bezos, no se trata de si a los clientes les molestarán las ambiciones militares de la empresa, o si grupos de defensa de las libertades civiles protestarán. Para el fundador de Amazon, es una cuestión de patriotismo.

"Este es un país maravilloso y necesita que lo defendamos", dijo Bezos en octubre en una cumbre organizada por la revista WIRED. "Si las grandes empresas tecnológicas le damos la espalda al Departamento de Defensa, el país estará en problemas".

viernes, 15 de febrero de 2019

La Revolución iraní, 40 años después


Keith Jones, wsws

Esta semana se cumplen los cuarenta años de la Revolución iraní que derrocó la dictadura del sha, un tiránico régimen instalado por un golpe de Estado militar orquestado por Estados Unidos en 1953 que sirvió como un eje clave de la violencia e intrigas imperialistas estadounidenses en todo Oriente Próximo y Eurasia.

El levantamiento popular que barrió con el régimen del sha Mohamed Reza Pahlavi, sus cortesanos, capitalistas corruptos y torturadores de la policía política, Savak, colocándolos en el basurero de la historia, fue la culminación de un año de protestas y huelgas de masas. Amplios sectores de la clase obrera, las clases medias y pobres urbanas participaron en la lucha contra la dictadura monárquica del sha. Sin embargo, fue la huelga de los trabajadores petroleros iraníes que rompió la resistencia del régimen absolutista respaldado por EEUU.

Los paralelos entre Irán en 1979 y Rusia en 1917 son impactantes y fueron ampliamente comentados, incluso en la prensa capitalista, en su momento. Como resultado del derrocamiento del sha, el levantamiento revolucionario se expandió e intensificó. Pero, mientras que los trabajadores ocupaban las fábricas y construían nuevas organizaciones de lucha en los centros laborales y mientras los campesinos tomaban control de las propiedades de los terratenientes que habían huido, el poder político no pasó a manos de un Gobierno obrero respaldado por los sectores empobrecidos y explotados en las ciudades y el campo.

jueves, 14 de febrero de 2019

Cómo ser un anticapitalista hoy


Erik Olin Wright, Viento Sur

El anticapitalismo no es simplemente una postura moral contra la injusticia, sino que se trata de construir una alternativa.

Para muchas personas la idea de anticapitalismo parece ridícula. Después de todo, las empresas capitalistas nos han traído fantásticas innovaciones tecnológicas en los últimos años: los teléfonos inteligentes y el streaming de películas; coches sin conductor y redes sociales; pantallas Jumbotron para los partidos de fútbol y juegos de vídeo que conectan miles de jugadores de todo el mundo; cada producto de consumo concebible está disponible en Internet para una entrega a domicilio rápida; aumentos asombrosos de la productividad del trabajo gracias a las tecnologías de automatización nuevas, etc.

Y si bien es cierto que el ingreso se distribuye de manera desigual en las economías capitalistas, también es cierto que el conjunto de los bienes de consumo disponibles y asequibles para la persona media, e incluso para los pobres, se ha incrementado drásticamente en casi todas partes. Basta con comparar los Estados Unidos en el medio siglo entre 1965 y 2015: el porcentaje de estadounidenses con aire acondicionado, coche, lavadora, lavavajillas, televisor y agua corriente ha aumentado enormemente. La esperanza de vida es más larga; la mortalidad infantil, más baja.

En el siglo XXI, esta mejora de los niveles de vida básicos también se ha producido en las regiones más pobres del mundo: las condiciones materiales de millones de personas que viven en China desde que abrazó el libre mercado han mejorado de forma muy significativa. Es más, miremos lo que pasó cuando Rusia y China intentaron una alternativa al capitalismo. Aparte de la opresión política y la brutalidad de esos regímenes, fueron fracasos económicos. Así pues, si usted se preocupa por mejorar la vida de las personas, ¿cómo se puede ser anticapitalista? Ese es un relato, el relato estándar.

miércoles, 13 de febrero de 2019

Hegemonía del dólar y el crepúsculo del imperio


Alejandro Nadal, La Jornada

Estados Unidos ha dejado de ser una república. Se convirtió en un imperio hace ya varias décadas. Y una parte crítica de su poderío se sustenta en el papel de moneda hegemónica que mantiene el dólar.

La divisa estadounidense comenzó su carrera ascendente en la primera mitad del siglo XX. Durante muchos años su principal contrincante fue la libra esterlina, cuya hegemonía había durado más de un siglo. Pero la libra empezó a declinar con la erosión del imperio británico y la preeminencia del dólar se reafirmó con el régimen monetario establecido al finalizar la segunda guerra mundial.

Para que una moneda aspire a la hegemonía debe ser la divisa más utilizada como reserva internacional. Además, debe tener amplia aceptación como medio de pago en transacciones internacionales y debe fungir como unidad de cuenta en los mercados internacionales de capital y en los más importantes mercados de divisas.

Los productos estratégicos más importantes del mundo, como energéticos y otros del complejo minero y agroalimentario, deben estar cotizados en esa moneda. Todas estas funciones se encuentran íntimamente relacionadas y pueden fortalecerse unas a otras.

Venezuela y sus vecinos frente a la guerra que se anuncia

Para poder enfrentar la crisis que desestabiliza Venezuela, al igual que las que ‎comienzan en Nicaragua y Haití, es necesario analizarla. Thierry Meyssan retoma en ‎este artículo las tres hipótesis que tratan de interpretarla y expone argumentos en favor ‎de una de ellas. También se refiere a la estrategia de Estados Unidos y a la manera de ‎afrontarla. ‎


Thierry Meyssan, Voltaire

Venezuela se divide hoy entre la legitimidad del presidente de la República constitucionalmente electo, Nicolás Maduro, y la del presidente de la Asamblea Nacional, Juan ‎Guaidó. ‎

Guaidó se autoproclamó «presidente encargado de Venezuela», invocando los artículos 223 y ‎‎233 de la Constitución. Pero basta con leer ambos artículos para comprobar que no se aplican a ‎la situación existente en Venezuela y que no es posible invocarlos para legitimar la posición que ‎Guaidó pretende reclamar. A pesar de ello, Estados Unidos, los países del «Grupo de Lima» y ‎ciertos gobiernos de países miembros de la Unión Europea afirman que Juan Guaidó tiene derecho ‎a la función que pretende usurpar. ‎

Entre quienes respaldan al presidente Nicolás Maduro, algunos aseguran que Washington está ‎reproduciendo el derrocamiento de un gobierno de izquierda, según el modelo de lo que ‎Estados Unidos hizo contra el presidente chileno, Salvador Allende, en 1973, bajo la ‎administración de Richard Nixon. ‎

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