lunes, 16 de enero de 2017

Posmodernidad, vida líquida, amor líquido

Juan José Tamayo, CCS

El politólogo y científico social polaco Zygmunt Bauman es uno de los pensadores más lúcidos e influyentes de nuestro tiempo. “Líquido” es una de las categorías centrales y de gran riqueza analítica de su pensamiento. Su tesis es que en la sociedad actual todo es líquido, inconsistente, evanescente: la modernidad, los miedos, los temores, el amor, la vida. Las condiciones de vida y de acción y las estrategias de respuesta se modifican con tal celeridad que no pueden consolidarse ni traducirse en hábitos y costumbres.

Nuestro mundo avanza a un ritmo vertiginoso pero sin rumbo, cambia pero sin consistencia. No hay tiempo para que las cosas echen raíces. La precariedad es el signo, y el sino, de nuestro tiempo. Pareciera que el imperativo categórico fuera estar poniéndose al día constantemente. Las cosas se adquieren y se desechan con celeridad compulsiva. Las capacidades se tornan discapacidades en un instante. La apelación a la experiencia es signo de decrepitud. Se impone la velocidad frente a la duración, la aceleración frente a la eternidad, la novedad frente a la tradición, el consumismo frente a la ciudadanía. “El consumidor, afirma, es enemigo del ciudadano”. Hemos pasado del miedo al cambio al miedo al estancamiento.

domingo, 15 de enero de 2017

Cinco datos que muestran que la desigualdad ha aumentado en España pese a la recuperación económica

España es el segundo país de la Unión Europea donde más crece la brecha entre ricos y pobres desde que estalló la crisis, y ésta sigue aumentado a pesar de los últimos años de crecimiento económico, según revela el último informe de Oxfam Intermón.
Sara Plaza, Público

La recuperación económica en España no ha ido acompañada de la disminución de la desigualdad. Al contrario, ésta continúa aumentando año a año. Así lo muestra el último informe de Oxfam Intermón, España, un crecimiento económico que deja fuera a las personas más vulnerables, que muestra como las tres personas más ricas del país acumulan la riqueza del 30% más pobre.

España es un país de dos realidades. Desde 2014 crece el PIB, pero los resultados de esta reactivación económica solo benefician a una minoría mientras que la desigualdad se cronifica e intensifica. En la última década, el índice de Gini en España ha empeorado y la situación actual de las familias y las personas más golpeadas por la crisis contradice el optimismo en torno a los principales datos macroeconómicos. España sigue siendo el segundo país de la Unión Europea donde más ha crecido la desigualdad desde que estalló la crisis, y donde ésta ha seguido aumentando a pesar de los últimos años de crecimiento económico.

1. Siete mil nuevos millonarios
Según el informe de Oxfam, en 2015 hubo siete mil nuevos millonarios en España. Para la ONG, esta tendencia de acumulación de la riqueza en manos de unos pocos es una de las principales causas de la desigualdad. A la vez que crece el número de ricos se produce el deterioro de la situación de las personas más vulnerables.

sábado, 14 de enero de 2017

La globalización y los trabajadores del mundo


Prabhat Patnaik, El viejo topo

La globalización fue anunciada como algo beneficioso para todos, como un vigoroso paso adelante hacia una mejora económica universal. Era claramente falso, y no fueron solo los economistas de izquierdas, sino también muchos economistas de la línea “dominante” como Paul Samuelson los que lo dijeron desde el primer momento.

El motivo que aducían era muy sencillo: si el régimen económico mundial permitía la libre importación en Estados Unidos de mercancías procedentes de China o de la India, ello afectaría negativamente a los salarios reales de los trabajadores norteamericanos, porque los trabajadores norteamericanos, con unos salarios mucho más altos, tendrían que competir, en detrimento suyo, con los salarios más bajos de los trabajadores chinos o indios. Por consiguiente, el hecho de que la globalización perjudicaría necesariamente a los trabajadores de Estados Unidos y de otros países avanzados, les parecía obvio a ellos, y de hecho a todos, de lo que se seguía que no era posible que beneficiase a todos los segmentos de la clase trabajadora mundial. Ahora bien, de acuerdo con esta argumentación, se consideraba que la globalización beneficiaría a los trabajadores de países como China o la India, es decir, de aquellos países del tercer mundo con los salarios bajos.

Formulando este argumento de otro modo, ya que la libre circulación de mercancías y de capitales por todo el mundo intensifica la competencia entre los trabajadores de los diferentes países, se produciría una tendencia hacia una disminución de las diferencias salariales entre estos países, y si bien esto representaría un cierto incremento en los salarios reales de los trabajadores del tercer mundo, también representaría una reducción en los salarios reales de los trabajadores metropolitanos.

jueves, 12 de enero de 2017

Los cuatro escenarios de guerra y/o paz de Kissinger


Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

En el primer Foro Oslo del Premio Nobel de la Paz participaron los dos máximos geoestrategas vivientes de Estados Unidos (EEUU): el israelí-alemán-estadounidense Henry Kissinger (93 años) y el polaco-canadiense-estadounidense Zbigniew Brzezinski (88 años), con el tema EEUU y la paz mundial después de la elección presidencial (https://goo.gl/LtgX3n).

Ya revisé la postura involutiva de Brzezinski, quien ha pasado de la unipolaridad de EEUU a un G-2, que China rechazó, y ahora no tiene más remedio, pese a su sicopatológica rusofobia, que aceptar el reacomodo global de un G-3: EEUU/Rusia/China (https://goo.gl/JFxEQl).

Donald Trump –quien se inclina por un etéreo G-2 de EEUU y Rusia, mientras adopta una postura hostil contra China– recibió con bombo y platillo a Kissinger, polémico ex asesor de Seguridad Nacional de Nixon y Ford.

España no recuperará el empleo destruido durante la crisis hasta dentro de cinco años


España destruyó durante la crisis casi cuatro millones de empleos y se situó a la cabeza de Europa en esta triste estadística. Pero eso es el pasado. Preocupa más el futuro: España no volverá al nivel de ocupados que tenía en 2007, alrededor de 20,6 millones, hasta dentro de cuatro o cinco años, en 2021 o 2022, según el último indicador laboral de ManpowerGroup, que se se presentó este miércoles.

La previsión del indicador de ManpowerGroup es ligeramente menos optimista que la del Gobierno del PP: calcula un ritmo de creación de empleo de unos 400.000 nuevos puestos de trabajo al año, frente al medio millón anual que estima el Ejecutivo de Mariano Rajoy para los próximos cuatro años. ManpowerGroup cree que a partir de este año 2017 se moderará el fuerte avance del empleo de los dos últimos años. Pese a esa moderación, el empleo, aunque precario, seguirá manteniendo su senda ascendente, con el turismo liderando el crecimiento y la hostelería situada como el principal motor del mercado laboral durante la recuperación.

miércoles, 11 de enero de 2017

Austeridad: la idea que no quiere morir


Alejandro Nadal, La Jornada

El gobierno mexicano impuso el fuerte aumento en los precios de la gasolina por una razón: ha optado por regresar a la austeridad y lo que se denomina el superávit primario. Es muy importante analizar las causas que llevan al gobierno a esta elección, que corresponde a un poderoso mito neoliberal y conlleva la descomposición del Estado mexicano.

El año pasado las calificadoras Standard & Poor’s y Moody’s rebajaron la perspectiva crediticia de México de estable a negativa. La primera de estas agencias señaló que existía una probabilidad de 30 por ciento para que degradara la calificación sobre México en los próximos dos años debido al creciente endeudamiento. Por su parte, Moody’s justificó su decisión argumentando que el desempeño de México era muy débil y que el entorno externo no facilitaba las cosas. En síntesis, la vulnerabilidad de las finanzas públicas en los próximos dos años comenzaba a alarmar a los mercados financieros.

La deuda neta del gobierno federal era 42 por ciento del PIB en 2015 y ya se proyectaba que en 2016 ese indicador subiría a 45 por ciento. Si en 2005 el índice de la deuda se había colocado en 28 por ciento, el incremento de dicho indicador había sido el resultado de los déficit primarios que el gobierno mantuvo desde 2008. Las calificadoras señalaron que el aumento del endeudamiento era moderado, pero les preocupaba que el margen de maniobra fiscal se hubiera reducido. Para completar su análisis S&P y Moody’s señalaron que a pesar de que el gobierno mexicano había instrumentado importantes reformas estructurales el crecimiento siguiera siendo mediocre y continuara el deterioro de la posición fiscal.

“El Capital” de Marx: más actual que nunca

Alvaro Ramis, Punto Final

En 2017 conmemoraremos los 150 años de la publicación del primer tomo de El Capital, de Carlos Marx. Se trata de un hito mundial que no debe pasar inadvertido, entre otras razones porque la obra magna de Marx continúa siendo criterio ineludible a la hora de entender el tiempo en que vivimos. Con El Capital Marx logró el objetivo fundamental que se propuso: realizar una “crítica a la economía política”, entendida como aquellas relaciones de producción que involucran a las clases sociales. Se trata de una “crítica” en el sentido que Kant le da a este término: someter al juicio de la razón resolver, en lo posible, las distintas interpretaciones de un fenómeno. Y Marx propone su propia interpretación, que en estos 150 años ha obligado a derramar literalmente miles de litros y litros de tinta, tanto para intentar rebatirle, reinterpretarle o para reafirmar sus argumentos.

¿Puede haber, luego de tantos años, algo nuevo que decir sobre El Capital? Por supuesto, en tanto esta obra no es un punto de llegada, sino el inicio de un método. Marx no buscó dar respuesta a lo que describe en los dos primeros tomos de su obra. Las propuestas de salida sólo quedaron insinuadas y bosquejadas en el tomo III, que quedó inconcluso por su muerte. Por eso El Capital es ante todo una compleja lección de anatomía del capitalismo, y más ampliamente, de las relaciones políticas y culturales asociadas a sus lazos económicos. Sus argumentos constituyen hipótesis de trabajo, no son dogmas ni creencias, sino líneas de investigación. De esa manera, si aplicamos algunos de los conceptos que acuña Marx en El Capital podríamos entender mejor una serie de procesos del Chileactual, que la ciencia económica y sociológica que normalmente se enseña en las Facultades no logra descifrar. Veamos algunos casos:

martes, 10 de enero de 2017

El espejismo del ingreso universal

Michel Husson, Viento Sur

Que una sociedad garantice un ingreso decente a todos sus miembros es, evidentemente, un objetivo legítimo. Pero ello no implica la adhesión a los proyectos de ingreso universal, de base, etc. Estos proyectos se basan en un postulado erróneo, conducen a un callejón sin salida estratégico y renuncian al derecho al empleo.

Adiós al pleno empleo, viva el ingreso

La idea de un ingreso universal se encarna en múltiples proyectos/1. Pero, más allá de sus diferencias, todos se desarrollan en la intersección de dos propuestas más o menos explícitas. La primera es conocida: las ganancias de productividad hacen que no se pueda alcanzar el pleno empleo. Y como toda actividad humana es creadora de valor, hay que redistribuir la riqueza producida mediante un ingreso desconectado del empleo.

Admitamos durante un instante, aunque esa previsión es altamente discutible/2,que las ganancias de productividad ligadas a las nuevas tecnologías son portadoras de una hecatombe de empleos y que un empleo sobre dos será automatizado en los dos próximos decenios. Los partidarios del fin del trabajo dicen entonces: “veis claramente que ya no habrá empleo para todo el mundo, -por lo que-es necesario un ingreso universal para redistribuir la riqueza producida por los robots”.

Democracias intervenidas

David Brooks, La Jornada

En Washington hay gritos de protesta y condena, más investigaciones y un intenso debate sobre una barbaridad, algo inaceptable, algo tan terrible que la propia democracia está en riesgo: un gobierno extranjero se atrevió a lanzar una campaña de influencia para manipular el proceso político interno de Estados Unidos.

La CIA, la FBI y la Agencia de Seguridad Nacional ofrecieron briefings al presidente Barack Obama y al presidente-electo Donald Trump, presentaron sus resultados ante el Congreso y emitieron un informe al público resumiendo sus conclusiones sobre cómo el gobierno de Vladimir Putin ordenó e implementó una campaña que incluyó sembrar y difundir noticias falsas, hackear y filtrar correos electrónicos tanto de la campaña de Hillary Clinton como del Comité Nacional Demócrata, y que todo esto era, primero, para minar la confiabilidad del proceso electoral, pero al final, para beneficiar la campaña de Trump y dañar a Clinton.

Suponiendo que todo, o parte de esto, sea cierto, no deja de llamar la atención que los directores de inteligencia, sus supuestos jefes en la Casa Blanca y en el Congreso y un amplio coro de analistas e intelectuales del establishment se atrevan acusar y condenar a un gobierno extranjero de intromisión en los asuntos políticos internos de otra nación, sin reconocer que Estados Unidos lo ha hecho, y lo sigue haciendo, en todo el mundo y desde hace décadas.

Estados Unidos ha intervenido para influir en los resultados de elecciones de otros países por lo menos 81 veces entre 1946 y el año 2000, según el experto Dov Levin de la Universidad Carnegie Mellon. Eso no incluye golpes de Estado o intentos para derrocar gobiernos –los famosos cambios de régimen– sino sólo intentos directos para influir en una elección a favor de una fuerza política. Si se incluyen éstas, el número de intervenciones es mucho más alto.

lunes, 9 de enero de 2017

A los 91 años muere el filósofo polaco Zygmunt Bauman


El profesor y filósofo polaco Zygmunt Bauman, creador del concepto de 'modernidad líquida', ha fallecido este lunes a la edad de 91 años en la localidad británica de Leeds, según ha informado el diario Gazeta Wyborcza.

De nacionalidad británica, se trasladó a la URSS con su familia a comienzos de la II Guerra Mundial. Terminado el conflicto, regresó a Polonia y ejerció la docencia en la Universidad de Varsovia, hasta que en 1968 se exilió de nuevo por razones políticas.

Durante unos años vivió en Israel y fue profesor en la Universidad de Tel Aviv hasta 1970. Ha impartido clases en universidades de Estados Unidos, Australia y Canadá y es profesor emérito de Sociología de la Universidad de Leeds (Reino Unido).

Su análisis de los vínculos entre la modernidad, el nazismo y el comunismo posmoderno le han otorgado un gran reconocimiento internacional. Ha contribuido al desarrollo de las ciencias sociales mediante la creación de conceptos como la 'teoría de la modernidad líquida', que define los tiempos actuales como una era de cambio y movimiento constante, en la que el hombre está huérfano de referencias consistentes y los conceptos son más inestables que nunca.

2017 apunta hacia un mundo multipolar

Emir Sader, La Jornada

La era de la hegemonía estadounidense y de neoliberalismo es, por definición, un tiempo de turbulencias e incertidumbre. Nadie ni nada permite preveer con un mínimo de certidumbre ni el futuro inmediato, menos todavía los de mediano y largo plazos. Pero el cúmulo de acontecimientos permite proyectar a 2017 como un año en que se dibujará, con más claridad, el surgimiento de un mundo multipolar.

El final de la guerra fría hizo al mundo retroceder al periodo histórico de hegemonía británica, cuando una sola potencia detentaba el predominio mundial. La decadencia británica introdujo un tiempo de disputas hegemónicas; primero entre Estados Unidos y Alemania, con dos guerras mundiales de por medio, después, entre Estados Unidos y la Unión Soviética, en el escenario llamado de guerra fría.

La desaparición de la URSS hizo que la humanidad volviera a un mundo unipolar, esta vez con la hegemonía imperial estadounidense. No tardó en anunciarse que la historia terminaría, desembocando en esa hegemonía, que traería con ella la economía capitalista de mercado y la democracia liberal como horizontes insuperables de la historia. Seguirían habiendo acontecimientos, pero todos encerrados en ese marco, que nos aprisionaría definitivamente. En lugar de girar hacia delante, la historia habría retrocedido y quedado congelada. La superioridad militar, económica, política e ideológica de Estados Unidos no permitiría alimentar ilusiones en otra dirección. El fin del socialismo, que sería el futuro de la humanidad, en la concepción derrotada, relegaba ese tipo de sociedad al museo de la historia, como un largo paréntesis finalmente concluido. La economía capitalista pasaba a ser la economía, la única posible, así como la democracia liberal, la única posible.

domingo, 8 de enero de 2017

El euro cumple 15 años: reforma o disolución

José Moisés Martín Carretero, CTXT

Era enero de 2002. Andábamos como bobos intentando aclararnos sobre los cambios, si pasar todo de golpe o mantener algunas pesetas, sin hacernos una idea clara del precio de las cosas… era enero de 2002 y tomando unos cafés en Sol dejé dos euros de bote. “Has dejado 500 pesetas”, me dijo mi amigo Carlos. Yo hice como que no importaba. En realidad no tenía ni idea de si había dejado mucho o poco dinero hasta que Carlos me confirmó mi espléndida generosidad.

Para la mayoría de la ciudadanía, el cambio de moneda –que ya se había hecho realidad macroeconómica en 1999 con la fijación de los tipos de cambio irreversibles-- se había convertido más en un asunto de oficina de consumidor que de otra cosa: el famoso redondeo, el cuidado con las falsificaciones y timos, qué hacer con las pesetas, francos, florines o marcos perdidos en huchas y cajones, la percepción momentánea de perder el sentido sobre el valor de las cosas, en definitiva, asuntos de la vida cotidiana que en poco o nada oscurecían el logro histórico de manejar, de Algeciras a Helsinki, la misma moneda. Adiós a las casas de cambio, los problemas en los viajes, la debilidad de nuestra peseta… todas estas ventajas dejaban en poco los problemas iniciales de la transición. Lejos de la vida cotidiana, unos pocos economistas llevaban clamando ya diez años sobre la irracionalidad del diseño de la Unión Económica y Monetaria: Pedro Montes es quien más vivamente recuerdo, pero no faltaron también voces críticas desde la derecha del espectro político. Marginales en cualquier caso, por cuanto el consenso europeo y español –que entonces aglutinaba al 90% del Parlamento Europeo y del Congreso de los Diputados-- apostaba firmemente por el salto integrador y político que representó la creación de la eurozona.

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